El autor americano George Kubler, en el curso del siglo XVIII, supo ver muy bien como en algunas villas o pueblos andaluces, a consecuencia de su prosperidad económica y progreso, alcanzaron a convertirse en activos centros artísticos, que tuvieron como principal consecuencia un elevado número de vistosas obras que lograron transformarlos en más que distinguidos conjuntos monumentales. Entre esas prósperas villas de especial producción artística colocó a Estepa, junto a otras poblaciones sevillanas, como Écija o Fuentes de Andalucía, y a las cordobesas Lucena y Priego.
En efecto, Estepa conoce un esplendoroso siglo XVIII, que alcanzará su cénit en torno a 1760, cuando se erige la portada del Carmen. Este esplendor barroco afectó a todos los edificios importantes de la villa, empezando por las antiguas iglesias de los siglos XVI y XVII, como las parroquias de Santa María y San Sebastián y los conventos del Cerro, de clarisas y franciscanos. En todos ellos, sus fábricas se completaron y ornamentaron con vistosos retablos dieciochescos, empezando por el mayor de Santa María, una valiosa obra renacentista, que ahora se enriquece y reforma para adaptarse a los gustos de la época. Más intensa fue la trasformación del convento de la Victoria de los mínimos, que además de los retablos y otros complementos destinados al interior de su iglesia, ésta se engalanó con una elegante portada y sobre todo con una esbelta y rica torre.
Las tres iglesias o ermitas dedicadas a la Virgen, los Remedios, la Asunción y la propia del Carmen, de origen más antiguo, deben sus más vistosas arquitecturas y decoraciones al siglo XVII y dentro de éste a unas fechas bastante próximas, incluso en coincidencia, lo que revela como una competencia entre sus respectivas hermandades, que muy lógicamente pujaban por tener lo mejor para sus veneradas imágenes.
Sin olvidar la prosperidad económica, derivada fundamentalmente de la agricultura en su rico término, hay que considerar tres factores que resultan sumamente importantes, referidos a lo institucional y a la situación geográfica. Estepa resulta especial como capital del marquesado de su nombre e igualmente como sede de una vicaría independiente de cualquier obispado hasta que en la segunda mitad del siglo XIX quedó incorporada al arzobispado de Sevilla. Desde esta perspectiva aparecía en tiempos como cabeza de un extenso territorio dentro del antiguo reino de Sevilla, que abarcaba varias poblaciones entre Osuna, Écija y los límites de Córdoba y Málaga; en definitiva, como cabeza de un estado señorial y de una especie de obispado menor. Este régimen jurisdiccional indudablemente le daba una preeminencia, que por fuerza tuvo su manifestación en lo artístico.
A ello se suma su estratégica situación en el centro de Andalucía, entre las grandes capitales de la misma y en la mitad del camino que une Sevilla con Granada y Málaga. Equidistante también de importantes poblaciones como Écija y Antequera, Estepa aparece en una encrucijada fundamental para su actividad artística, gracias a la cual se entrecruzan en ella las diversas tendencias del Barroco andaluz, encontrándose diferentes aspectos del mismo en una síntesis y coexistencia llena de creatividad. Por razones de cercanía, sobre todo se hacen presentes en Estepa y en su arquitectura y retablística del siglo XVIII los aportes de Écija y Antequera. Su primacía, sin embargo, no excluye otros contactos y relaciones, que igualmente son significativos con Sevilla y otros centros, incluso con Madrid, de donde llegan varias imágenes de Luis Salvador Carmona.
Estepa y su arte barroco deben mucho a los artistas y obradores de esas otras ciudades de la vecindad, como Écija o Antequera, que existe una clara dependencia respecto a éstas, a las que se acude buscando maestros reputados y de categoría. Estepa, a su vez, alcanzó a ser relevante en ese aspecto de la cantería y con ella contribuir y hacerse presente asimismo en el arte de otros lugares, por ejemplo en Écija.
Camarín Iglesia de los Remedios |
-El Barroco en Estepa y el arte de la cantería: la portada del Carmen y su autor. Jesús Rivas Carmona. III Jornadas sobre Historia de Estepa. 1998
-El Barroco por la provincia de Sevilla. Ed. Diputación de Sevilla. 2014