La platería andaluza, considerada en su conjunto, es una de las más ricas e interesantes de la Península. Dentro del área andaluza existen algunos centros que destacan por su importancia histórico-artística.
El patrimonio de piezas de orfebrería que posee Estepa se encuentran en sus iglesias, conventos y colecciones privadas. Son más de 150 piezas que son, fundamentalmente, de producción española y algunas de procedencia europea, como es el relicario con el cráneo de Santa Inés, procedente de Alemania. Las piezas abarcan desde el siglo XVI al XIX, con la excepción del Lignum Crucis fechado en el siglo XII y donado por Francisco Centurión, marqués de Almunia, en 1640.
Lignum Crucis |
Siglo XVI
Cruz parroquial de Santa María |
-Cruz parroquial de plata dorada. Iglesia de Santa María. Relacionada con la escuela sevillana
-Cruz parroquial de plata. Iglesia de San Sebastián.
-Cáliz de plata dorada. Iglesia de San Sebastián
Siglo XVII
-Ostensorio y cáliz. Convento de Santa Clara. Ap. 1621
-Cruz de plata para un guión. Lucas de Valdés, escuela cordobesa. Parroquia de Santa María. 1604
Siglo XVIII
-Gran variedad de piezas: cálices, copones, vinajeras, sacras, cruces, bandejas, etc.
-Cruz grande. Blas López, antequerano. Iglesia de San Sebastián. 1740
-Andas de plata de Nuestra Señora de la Asunción. Vicente Ruiz Velázquez, escuela granadina. 1750
-Sacra, lavatorio y evangelio de San Juan. Rafael Camacho, escuela cordobesa. Iglesia de los Remedios. 1755
-Campanilla. Iglesia de Santa María. Manuel Pérez, estepeño. 1775
-Potencias del Cristo de la Humillación. Iglesia del Carmen. Manuel Pérez, estepeño.
Portapaz. Iglesia de San Sebastián |
Procedentes de Córdoba son las piezas de Lucas de Valdés del siglo XVII y las dieciochescas de Cristóbal Galván, Bartolomé de Gálvez y Aranda, Damian de Castro, García Osorio, Juan de Luque y Leiva, Mateo Martínez Moreno y Rafael Camacho. Este último llegó a establecerse en Estepa. Varias marcas son de Sevilla, entre ellas las de Nicolás de Cárdenas. Procedentes de Granada son las de Vicente Ruiz Velázquez; de Antequera, Blas López. Las piezas gaditanas llegaron por la donación del Arzobispo de Sevilla al Convento de San Francisco.
En la segunda mitad del siglo XVIII se acentúa la presencia de plateros residentes en Estepa, como Rafael Camacho, Manuel y Antonio Pérez y José María Recio.
1. La marca de Estepa
Las marcas nos aportan gran cantidad de información sobre la pieza, desde la procedencia a la autoría de la misma. La marca tiene como finalidad garantizar la calidad del material labrado, garantía que se indica con la presencia de la marca de autoridad, contraste, la marca de autoría, artífice, y la marca de procedencia, localidad.
Las ciudades y villas para realizar su marca de localidad, por la que garantizan la procedencia de la pieza, pueden utilizar el nombre de la ciudad en latín o vulgar, completo o abreviado (Barcelona, Zaragoza); algún elemento arquitectónico de la ciudad (Sevilla, Segovia), su escudo completo o algún elemento de éste (Écija, Carmona, Estepa).
La marca catalogada como marca ostipense aparece en la segunda mitad del siglo XVIII. La tardía aparición de la marca de Estepa nos habla del escaso desarrollo del gremio de plateros en la localidad. La marca de Estepa se basa en los escudos que utilizó la ciudad durante su historia, usando la hoja de higuera que aparece en los escudos en el interior de un troquel oval. La presencia de la hoja de higuera se encuentra tanto en el escudo de la Orden de Santiago, utilizado desde 1267 a 1559, que aparece junto a dos veneras y una espada, como el escudo de la villa formado por un manojo de espigas inserto con uno de uvas y con hojas de higuera, y el lema OSTIPPO QUID ULTRA. Se puede observar la marca de Estepa en una campanilla de plata de la Iglesia de Santa María, realizada por Manuel Pérez en 1775.
El gremio de plateros experimentó un gran desarrollo en la segunda mitad del siglo XVIII, produciéndose una reactivación en los talleres locales. Paralelo a este desarrollo, se produce una política centralista con la que se pretende controlar la actividad gremial y unificar legislaciones. En 1771 Carlos III promulga unas Ordenanzas que debían adoptar todas las localidades con un gremio débil que no tuvieran unas propias, como son los casos de Estepa y Carmona, y por lo que debían hacerse con una marca de localidad. Es así como Estepa se encuentra con unas Ordenanzas propias y se hace con la marca de localidad basada en la hoja de higuera de los escudos de la villa.
Fuente:
-Aproximación a la Orfebrería de Estepa y nueva aportación
al Catálago de marcas de la Platería Española: su marca de localidad. María
Jesús Mejías Álvarez. III Jornadas sobre Historia de Estepa. 1998
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