Cuenta el historiador Joaquín Prieto que, allá por el año 1267, la vida en la zona era muy complicada y que sobrevivir era poco menos que un milagro. "Los ataques eran constantes y, cuando llegaba abril, los musulmanes quemaban las cosechas para matar de hambre a la población". Fue entonces cuando se encargó a la Orden de Santiago proteger desde el cerro estepeño a los cristianos y fue también en ese mismo enclave donde los lugareños vivieron una época posterior de esplendor marcada por grandes mercados que traían y llevaban a una América recién descubierta todo tipo de artículos.
Por segundo año, el pueblo rinde tributo a su propia historia con la celebración de esta fiesta en el mítico cerro, que parece volver a la época medieval durante toda una semana. Porque lejos de ser un mercado medieval como otro cualquiera, la Fiesta Santiaguista reúne una oferta cultural y de ocio mucho más amplia que genera la ilusión en el visitante de estar paseando por una ciudad medieval en un día de mercado.
El programa arranca mañana mismo con la inauguración de dos exposiciones, una sobre fortificaciones medievales en la Iglesia de Santa María y otra sobre la obra del escultor Andrés de Carvajal en la de Los Remedios. El sábado, por su parte, abre sus puertas el Mercado Medieval, que puede visitarse este fin de semana y el próximo y en el que estarán presentes unos 80 artesanos. Pero no sólo compras es lo que ofrece, ya que habrá animaciones, juegos y música durante todo el día. Así que no se extrañe si se ve envuelto en una lucha de espadas o si se cruza con el mismísimo rey Fernando y su corte.
Otro de los platos fuertes de la fiesta es el ciclo de teatro que se celebrará entre el 14 y el 16 en la caseta municipal o el I Festival de Música Antigua los días 18,19 y 20 en la Iglesia de Santa María. Jornadas de historia, un torneo de ajedrez, una carrera nocturna o un recital flamenco completan el programa de actividades para toda la semana y que prestará especial atención a los más pequeños.
Además, durante la fiesta, se harán rutas guiadas a la Alcazaba, la Iglesia de Santa María, el Convento de las Clarisas y otros monumentos estepeños y se han destinado más de 1.700 metros cuadrados para degustar la mejor gastronomía de la tierra.

Artículo publicado en Diario de Sevilla.