El púlpito fue realizado en la segunda mitad del siglo XVIII y colocado durante la reforma de la iglesia iniciada por el P. Fr. José Sánchez Manzano. Se situó en el lado del evangelio, entre la nave y el crucero, realizado en piedra-jaspe de color rojo con marcos en negro que envuelven medallones ovalados en blanco. El púlpito tiene la estructura de un pentágono, quedando una de los paneles del mismo vacío para permitir la entrada, y cada panel está separado por columnas con capiteles corintios dorados. La temática de los medallones del púlpito representa a cuatro alegorías, pudiendo ser también la representación de parábolas, que no se conservan en su totalidad, por lo que se dificulta su interpretación. La temática puede estar relacionada con las cuatro estaciones, relacionadas con la Iglesia, o más bien con los cuatro terrenos de la parábola del sembrador. El púlpito se puede relacionar con la obra de Juan Antonio Blanco o Andrés de Zabala, que estuvieron trabajando en la segunda mitad del siglo XVIII en la portada (h. 1760) y en la torre y camarín (1760-1766) de la iglesia respectivamente.
El púlpito se trasladó a la Iglesia del Corpus Christi de Sevilla en la primera mitad del siglo XX donde se colocó sin su suporte y escaleras, perdiendo así la elevación del mismo, y usándose actualmente como ambón.
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