13/3/19

CALLE CARDENAL SPÍNOLA EN ESTEPA


-Biografía:

Marcelo Spínola y Maestre nació el 14 de enero de 1835 en la localidad de San Fernando, que se encuentra en la bahía de Cádiz. Era hijo de Juan Nepomuceno Spínola y Osorno, V Marqués de Spínola. En 1956 se licenció en derecho por la Universidad de Sevilla y estableció su despacho en la ciudad de Huelva, donde asesoró gratuitamente a algunas personas de clase trabajadora y se hizo devoto de la Hermandad del Nazareno. Cuando su padre fue destinado a Sanlúcar de Barrameda como comandante de Marina, trasladó su despacho a la localidad gaditana.

En 1858 ingresó en el seminario de Sevilla y fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1864. Celebró su primera misa en la Iglesia de San Felipe Neri el 3 de junio, festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Fue nombrado capellán de la Iglesia de la Merced de Sanlúcar y en 1871 el cardenal Lastra lo nombró párroco de San Lorenzo de Sevilla, donde permaneció hasta 1879, integrándose en las hermandades del Gran Poder y de la Soledad. En 1879 el arzobispo Joaquín Lluch lo nombró canónigo de la cadre de Santa María de la Sede de Sevilla y en 1881 el papa León XIII lo nombró obispo auxiliar de Sevilla.


Tres años después, León XIII lo nombró obispo de Coria-Cáceres, haciéndose cargo de la sede a partir de marzo de 1885 y tomó el lema en latín Omnia possum in eo (Todo lo puedo en Él). En Coria funda junto a Celia Méndez y Delgado, a quien conoció en Sevilla, la Congregación de Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón el 26 de julio de 1885, preocupado por la formación y educación de las niñas jóvenes. En septiembre de 1886 el papa León XIII lo nombró obispo de Málaga, donde abrió un comedor gratuito, un hogar para los sin techo y fomentó que los salesianos se instalaran en Málaga. Fue designado senador por la provincia de Granada y ejerció como tal desde 1891 a 1895. En 1899 fue designado senador por derecho propio y ejerció como tal hasta 1906. Se comprometió con la prensa católica y fundó en 1899 un periódico sobre temas generales llamado El Correo de Andalucía. Le fue concedida la gran cruz de la Orden de Isabel la Católica.

En 1896 el papa León XIII lo nombró Arzobispo de Sevilla. En 1899 se reanudaron las estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral que habían quedado interrumpidas por la caída del cimborrio del crucero el 1 de agosto de 1888. En 1903 favoreció la firma de un documento para la concordia entre las hermandades de la Macarena y el Gran Poder. En 1904 coronó a la Virgen de los Reyes, conmemorando así el cincuenta aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción e iniciando el ciclo de las coronaciones canónicas de la Virgen María en tierras andaluzas.

En 1905 el papa Pío X lo nombra cardenal, pero debido a su avanzada edad, no pudo ir a Roma para que el papa le impusiera la birreta cardenalicia. Fue el rey de España, Alfonso XIII, quien lo hizo durante una visita al Santuario de la Virgen de Regla de Chipiona. Falleció el 19 de enero de 1906 y fue enterrado en un sepulcro con su efigie en mármol en la catedral de Santa María de la Sede de Sevilla. Su sepulcro fue visitado por el papa Juan Pablo II en 1892 y cinco años después fue declarado beato en Roma.



-Su relación con Estepa:

En el callejero estepeño hay una calle que une la parroquia de San Sebastián con la Iglesia de los Remedios, una de las arterias principales de Estepa, que lleva el nombre de Cardenal Spínola. Posiblemente se trate de un tramo de la histórica calle Nueva en sentido oeste que fue renombrada como Cardenal Spínola hasta su confluencia con las calles Veracruz, Vinagre y Cuesta, tras el nombramiento del cardenal en 1905 y su fallecimiento en 1906, con el deseo de la corporación local de honrar la figura del cardenal y su labor en nuestra tierra. Pero ¿cuál fue la relación del Cardenal Spínola con Estepa?

Marcelo Spínola fue un hombre muy sensible con los problemas sociales de su tiempo. Impulsado por su caridad pastoral promovió asociaciones obreras que ayudasen a los trabajadores a encontrar una vida laboral digna, se preocupó por la formación y educación de las niñas jóvenes, fundando la congregación de las Esclavas del Divino Corazón, y por la formación cristiana y cultural de su tiempo, promoviendo entre otras muchas iniciativas, la fundación del El Correo de Andalucía, con el que pretendió la divulgación de la verdad objetiva en el difícil ámbito de la opinión pública.

Estuvo muy vinculado al mundo de las hermandades y cofradías, al que tuvo siempre presente en sus escritos. En una circular de febrero de 1899, dice que las hermandades y cofradías son “elemento importantísimo en la vida de la Iglesia; contribuyen a sostener el culto y darle esplendor; avivan y aumentan la piedad; siembran la divina palabra en los corazones y fomentan el arte”. Y en otra circular defiende la existencia y el valor de las salidas procesionales como actos públicos de la Religión, y estima que “las imágenes con que se representan los misterios de la religión son libros abiertos que instruyen al pueblo en las verdades de la fe, y predicadores elocuentes de la misericordia divina”, señalando que las procesiones “no hay que suprimirlas, sino procurar que se extirpen los defectos de que adolecen”, labor que él mismo procura y encomienda a los hermanos mayores. Fue devoto de la Hermandad del Nazareno de Huelva, padre mayor de la Hermandad de San Pedro y Pan de los Pobres de Sanlúcar de Barrameda, hermano mayor honorario del Gran Poder y de la Soledad, ambas de la parroquia de San Lorenzo de Sevilla.

El dato que conocemos de la vinculación del Cardenal Spínola con Estepa se produce el 9 de enero de 1904, cuando autoriza a la reapertura del convento estepeño franciscano que le fue solicitada por la congregación de Nuestra Señora de Regla de Chipiona. El cierre del convento franciscano de Estepa se pudo producir en el verano de 1835, o a lo sumo durante el otoño o invierno de ese mismo año, durante la desamortización y exclaustración producida durante la regencia de Dª Mª Cristina (1833-40). La autorización del Cardenal Spínola trajo de nuevo los franciscanos a Estepa e hizo que no se perdiera ni el convento ni los bienes de la iglesia franciscana, evitando así el temor que sentía Aguilar y Cano en 1888 cuando realizó la descripción de la iglesia.

Su labor pastoral con los pobres, su relación afable con las cofradías y la vinculación con los padres franciscanos en Estepa hicieron que el consistorio de la época permitiera que un tramo de una de las calles céntricas con más renombre del pueblo fuera renombrado como Cardenal Spínola, siendo el primer cardenal al que se dedica una calle en Estepa.



Artículos consultados:
-La faceta más cofrade del cardenal Marcelo Spínola. Gómez Palas, J. El Correo de Andalucía. 2018
-Marcelo Spínola y las cofradías: 120 años después. Del Moral, AR. El Correo de Andalucía. 2019
-El cardenal Spínola en la catedral. Gamito, G. ABCdeSevilla. 2006
-Primer Simposio. Cuatro siglos de presencia de los franciscanos en Estepa. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa. 2003
-El convento de San Francisco de Estepa. La etapa de la Restauración (1904-2004). Vallecino Martín, M. Primer Simposio. Cuatro siglos de presencia de los franciscanos en Estepa. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa. 2003

10/3/19

CALLE ENCUENTRO


Con motivo de la presentación del libro El Niño “Perdío”, Pasión y Gloria de Estepa, escrito en 2004 por el Rvdo. Sr. D. José Fernández Flores, Párroco Emérito de Santa María de la Asunción la Mayor y Matriz, se dio a conocer la vinculación de la Hermandad del Dulce Nombre con la calle Encuentro de nuestra localidad de Estepa, tal y como confirmó el párroco para la televisión local. La calle Encuentro es una pequeña calle empinada, estrecha, situada entre la calle Cardenal Spínola y la Cuesta.

La calle recibe el nombre de la tradición del Santo Encuentro o de la procesión del Encuentro, que se ha perdido en nuestro pueblo pero que aún perdura en algunos pueblos de Andalucía, posiblemente como herencia que trajeron los repobladores de los pueblos de Castilla, donde actualmente está muy extendida. La representación de esta tradición puede ser “dolorosa”, si se reproduce una de las estaciones del Viacrucis en las que Jesús Nazareno se encuentra con su Madre María y San Juan Evangelista o con la Santa Mujer Verónica. El otro tipo de representación es el “glorioso”, celebrado el Domingo de Pascua, en el que Cristo Resucitado se encuentra con la Virgen María. La tradición nos dice que Cristo Resucitado es portado por hombres y la Virgen María por mujeres, saliendo en distintos momentos y recorridos de la iglesia y en un punto determinado se encuentran. Los pasos se saludan, representándose con una inclinación o se elevan y bajan las andas varias veces. En la representación gloriosa hay un acto que marca la alegría de la Virgen, como la suelta de palomas o un cambio del manto negro, en señal de luto, por blanco o de color.

Antiguamente, en los siglos XVII y XVIII, la cofradía del Dulce Nombre salía el Jueves Santo por la tarde, después de la ceremonia del lavatorio de pies o Mandato. El Niño “Perdío” salía de la Iglesia de Santa María la Mayor y en el siglo XIX de la ermita de la Concepción tras el “sermón del Dulce Nombre”. El Dulce Nombre iba acompañado de chirimías y de la escolanía y, bajando del cerro, recorría las calles de Estepa. Al llegar el mediodía lo entraban en la iglesia más cercana. En ese momento tocaban las campanas y la Virgen que acompañaba al Niño salía a buscarlo desde la Iglesia de los Remedios. En la búsqueda recorría el pueblo, y al cabo de un tiempo, lo encontraba al entrar en la iglesia en la que estaba. El encuentro de la Madre con el Hijo “Perdío” se hacía en recuerdo de lo ocurrido en Jerusalén cuando el Niño Jesús tenía 12 años. Después se fijó que el encuentro ocurriera en la calle Cuesta, quedando para la historia el nombre de la calle Encuentro, lugar en el que ocurría. Ambos pasos volverían juntos después a la iglesia.

La procesión del Encuentro del Niño Perdío no era la única que se producía con la imagen del Dulce Nombre de Jesús. Llegó a procesionar también en el Domingo de Resurrección y en el Corpus Christi, según aparece en los documentos de la Hermandad, contando además con la salida del día de su onomástica en enero con danzas y fuegos artificiales. En el siglo XIX el cortejo de la procesión del Dulce Nombre estaba formado por la Santa Cruz, el Dulce Nombre de Jesús, el Cristo de la Humildad y Paciencia y la Virgen María, llegando a procesionar también el conocido como “Cristo de la Tarama”, como se puede observar en alguna fotografía de principios del siglo XX.

El Cristo de la Tarama, el Dulce Nombre y el Cristo de la Humildad y Paciencia
La Hermandad del Dulce Nombre no pudo ser la única que celebraba el Santo Encuentro. Otra de las hermandades estepeñas más antiguas, en concreto la Hermandad de Jesús Nazareno, procesionaba con varias tallas en el siglo XVII y XVIII: la antigua imagen de Jesús Nazareno, la Dolorosa, San Juan y la Verónica, todas de vestir y sobre parihuelas. A finales del siglo, y ya con la actual imagen de Jesús Nazareno realizada por Luis Salvador Carmona en 1759, al desfile procesional se añadía también la imagen de la Magdalena, junto a los hermanos que llevaban cruces o cirios, la banda musical y los romanos. Por lo que no es de extrañar que en algún momento de su recorrido se celebrara un Santo Encuentro de las imágenes. De igual forma, el Miserere estepeño de las tres caídas de Jesús Nazareno y el conocido por nosotros como El Prendimento, representado por los romanos ante las imágenes de Paz y Caridad, tiene sus raíces en estos actos de Semana Santa que tratan de representar para los devotos la Pasión de Cristo.

Jesús Nazareno, la Dolorosa, San Juan, María Magdalena y la Verónica
Queda así en el callejero estepeño una calle pequeña y estrecha que pasa muchas veces desapercibida por el que camina por la Cuesta, pero profundamente cofrade por su sentido como punto de reunión, representación y encuentro de las imágenes de la Semana Santa estepeña.

Artículos relacionados:
-El Niño "Perdío", Pasión y Gloria de Estepa. Devociones de Estepa. 2009
-San Juan, la Verónica y la Magdalena en Estepa. Devociones de Estepa. 2013

9/3/19

CONCIERTO DE CUARESMA 2019: EL SENTIR DE UN PUEBLO


La Banda de Música A.C. "Amigos de la Música", de Estepa, organiza su tradicional Concierto de Cuaresma. Para este año la A.C. Amigos de la Música de Estepa propone transforma su concierto cuaresmal de marchas procesionales en el espectáculo "El sentir de un pueblo", como ya se realizara en 2015 con el espectáculo "Melodías tras tu palio". La Banda recuperará imágenes y sonidos, algunos ya perdidos, de la Semana Santa de Estepa. Es el caso de la partitura original del Miserere que acompañaba a la imagen de Jesús Nazareno cada tarde de Viernes Santo; el sonido de matraca del Triduo Sacro (hoy perdida), la centuria romana o la saeta, hoy en día muy en desuso en Estepa.

En definitiva, un recorrido breve pero intenso por la Semana Santa de Estepa, que ofrecerá una nueva visión a los jóvenes cofrades estepeños y avivará los recuerdos de los cofrades más veteranos.

La Banda cuenta con la colaboración del Ilustrísimo Ayuntamiento de Estepa y las Hermandades de Pasión de la localidad, pero el peso musical del concierto recae en la A.C. Amigos de la Música de Estepa, que pondrá el broche de oro a la celebración de su trigésimo aniversario.

La cita será este sábado, 16 de marzo, a partir de las 21.30 horas, en la Caseta Municipal "Paco Gandía". Las entradas se pueden adquirir, de forma anticipada (2 euros), en el supermercado Santa Ana, panadería Olmedo e Hijos y el antiguo Bar Ferrete. El día del concierto, en la taquilla de la caseta municipal, el precio será de 3 euros.

7/3/19

EL CONSEJO GENERAL DE HERMANDADES Y COFRADÍAS PRESENTÓ EL CARTEL DE LA SEMANA SANTA DE ESTEPA 2019


El Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Estepa presentó oficialmente el cartel anunciador de la Semana Santa de 2019 el martes día 6 de marzo las 9 de noche en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. El acto estuvo presidido por el Rvdo. Sr. D. Ginés González de la Bandera Romero, párroco de Santa María y San Sebastián, D. Antonio Jesús Muñoz Quirós, alcalde de Estepa, D. Jesús Guerrero Reina, presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías, y D. Joaquín González Rueda, Hermano Mayor del Santo Entierro, a cuya Hermandad corresponde la imagen que ilustra el cartel.

D. Jesús Guerrero ejerció de presentador del acto y dio la palabra a Dña. Remedios León, primera teniente de hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, quien en nombre del Hermano Mayor contó el proceso de elección del cartelista de la Semana Santa de este año, D. Juan Fernández Robles. El joven artista estepeño es Técnico Superior en Artes Aplicadas de la Escultura, Licenciado en Bellas Artes y Graduado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales; complementando su formación artística en la Accademia di Belle Arti di Firenze (Florencia, Italia). Ha realizado numerosas obras para colecciones privadas, y también para hermandades y cofradías, destacando sus trabajos para las hermandades de Sevilla, como los ángeles pasionarios del Buen Fin, la portada del anuario “Rocío del Cielo” de 2018 o la portada del programa de mano de la Semana Santa de 2017 de El Correo de Andalucía. El autor ya realizó para Estepa, su ciudad natal, el Cartel de la Feria de 2014, en el que rompió con la tradición y realizó una obra cargada de simbolismo, pero el encargo y realización del Cartel de la Semana Santa le permite afianzarse como un autor de referencia del mundo cofrade estepeño.

Juan Fernández tomó a continuación la palabra, agradeció a la Hermandad del Santo Entierro la confianza depositada en su persona y realizó una descripción técnica del cartel, que consiste en una pintura al óleo sobre tabla de 150 x 170 cm. De nuevo, el artista introduce la vanguardia en Estepa y realiza un cartel novedoso que parte de la Cruz de Jerusalén sobre fondo negro, representación del carácter sobrio de la hermandad y color de la túnica de sus nazarenos. La Cruz está compuesta por una cruz griega rodeada por cuatro cruces de la misma forma y menor tamaño, llamadas crucetas, y situadas en cada una de los cuadrantes delimitados por sus brazos. La Cruz de Jerusalén surgió como escudo de armas del reino de Jerusalén, establecido en 1098, cuando la primera cruzada recuperó la ciudad y eligió a Godofredo de Bouillon, duque de Lower-Lorraine, como rey de Jerusalén, por lo que también se le conoce como Cruz de las Cruzadas. Es el emblema de la Orden del Santo Sepulcro, el escudo de los Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa y también el del Patriarcado de Jerusalén de los latinos.

El simbolismo de la Cruz de Jerusalén está presente en la obra de Juan Fernández. Las cuatro cruces de menor tamaño simbolizan para algunos a los cuatro evangelistas y para otros los cuatro puntos cardinales por los que el mensaje de Cristo se difundió desde Jerusalén. Pero principalmente representan las cinco llagas que sufrió Jesucristo cuando fue crucificado, de ahí que este pintado en color rojo sangre, que recuerda el amor de Cristo: su sangre derramada por nosotros, su muerte y su Resurrección. Las heridas en los pies y en las manos fueron provocadas por los clavos y la del costado por la lanzada de un soldado romano, como leemos en el evangelio de San Juan:
Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua” (19,33-34).

Detalle de la sangre y el agua en el costado.
Sobra la Cruz de Jerusalén, el pintor Juan Fernández ha representado la imagen del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, titular de la Hermandad, y sobre los brazos de la cruz griega con letras doradas, el nombre de nuestra ciudad “ESTEPA” a la izquierda y el número romano “MMXIX” a la derecha, siendo el uso del dorado un elemento muy característico de la obra de este artista que señala claramente la paternidad de la obra. El dorado alude al mensaje apocalíptico de la nueva Jerusalén que resplandece como el oro (XXI, 11 y 15) y se manifiesta también en las potencias de Cristo, atributo por excelencia de la Divinidad de Jesús. Se da además la peculiaridad de que la imagen del Cristo parece estar clavada sobre uno de los símbolos, la Cruz de Jerusalén, que componen el escudo de la cofradía del Sábado Santo estepeño. Es, sin duda, un maravilloso cartel que anuncia la Semana Santa de Estepa y que sitúa de nuevo a la pintura como un medio artístico para representarla.

El acto continuó con la presentación del pregonero de la Semana Santa de Estepa, D. Carlos Llamas González, y su presentadora, Dña. Lola García Fernández. El acto finalizó con la entrega al pregonero de las tapas oficiales que guardarán el pregón y la entrega de la medalla del Consejo al pregonero y a su presentadora.

Las intervenciones que se iban sucediendo durante el acto estaban antecedidas por la actuación de la Capilla Musical “Nuestra Señora de la Victoria”, interpretando piezas musicales como “Soledad” de Julio Páez, “Santo Entierro” de J.M. Delgado, “Vera Cruz” de Antonio Pantión y las conocidas “Saetas del Silencio”, anónimo del siglo S.XVIII a órgano.



“Por sus llagas hemos sido curados” (Isaías 53,5)

Artículos relacionados:
-Estepa tiene ya el cartel de la Semana Santa 2019. Ayuntamiento de Estepa. Marzo, 2019
-Estepa ya conoce el cartel de la Semana Santa de 2019. Ser Andalucía Centro. Marzo, 2019
-Cartel de la Semana Santa de Estepa 2019. Semana Santa de Estepa, Marzo, 2019

NUEVA SEDE PARA EL CONSEJO DE HERMANDADES


La institución que engloba y representa a las trece Hermandades y Cofradías de Pasión y de Gloria de la Ciudad, inauguró oficialmente el día 5 de marzo su nueva sede situada en los salones parroquiales de la Iglesia del Carmen. La donación de la iglesia a esta entidad, supondrá una mejora en el desarrollo y actividades del Consejo, que rige el devenir de la mayor parte de los actos cofrades de nuestras hermandades y que en palabras de su presidente, D. Jesús Guerrero Reina, se convertirá en un lugar de encuentro para el pueblo de Estepa y las hermandades.

D. Ginés González, párroco de Estepa, bendijo el nuevo espacio y el alcalde de Estepa y el presidente del Consejo ofrecieron unas palabras de agradecimiento y buenos deseos para el futuro de la institución cofrade. Al acto, acudió, además del alcalde otros miembros del equipo de Gobierno como el Concejal de Infraestructuras Javier Fernández y la concejala de Servicios Sociales Asunción Llamas.


Fuente:
-La nueva sede del Consejo de Hermandades. Ayuntamiento de Estepa. Marzo, 2019
-Bendición de la nueva sede del Consejo de Hermandades. Semana Santa de Estepa. Marzo, 2019

6/3/19

SANTA INÉS, ANTIGUA DEVOCIÓN DE ESTEPA

En mayo de 1578 se recibe en la villa de Estepa un relicario donado por la reina Catalina de Portugal (1507-1578), mujer de Juan III y abuela del rey Sebastián, por mediación de don Francisco Álvarez Cano, obispo de los Algarves y natural de Estepa. La reina lega, por una de las cláusulas de su testamento, a la iglesia de Estepa uno de los cuatro relicarios que tenía, en el cual se conservaba todo el cráneo de Santa Inés así como huesos de "San Sebastián, San Jorge y San Gereón", entre otras reliquias, que había recibido de su sobrina la emperatriz doña María, hija de Carlos V y mujer de Maximiliano II del Sacro Imperio. El relicario fue custodiado por mensajero especial que envió el obispo Álvarez Cano. Las reliquias ocuparon un lugar destacado en Santa María y se trasladaron a él en solemne procesión. Tras recibirlas, el secretario del cabildo estepeño viajó hasta Portugal para dar las gracias al mencionado obispo.

Aguilar y Cano relata textualmente en el Memorial Ostipense la llegada del relicario de Santa Inés a Estepa en 1578, tras la muerte de la Reina de Portugal:

“El Ilustrísimo señor don Francisco Álvarez Cano, obispo de los Algarves, secretario de la reina de Portugal, doña Catalina, mujer de don Juan III, logró que dicha señora, por una de las cláusulas de su testamento, legase a la iglesia de Estepa, uno de los cuatro relicarios que tenía, en el cual se conservaba todo el cráneo de Santa Inés, huesos de San Sebastián y San Jorge, y otras reliquias, que habían recibido de su sobrina la emperatriz doña María, hija de Carlos V y mujer de Maximiliano segundo. Tras sagradas memorias se recibieron en esta villa en mayo de 1578, custodiadas por mensajero especial que envió el obispo Cano; dispúsose que se les destinase lugar adecuado en Santa María; que se trasladasen a él con solemne procesión, y que el secretario del cabildo fuese a Portugal a dar las gracias al repetido señor obispo.”

La mediación en la donación de la pieza se debe, como relata Aguilar y Cano, al obispo estepeño Francisco Álvarez Cano, en otros textos Cano Alvarez, y consultando la obra de Aguilar y Cano se puede encontrar una semblanza, plena de detalles, en la primera edición de “El Maestro Francisco Cano, Obispo de los Algarbes”, cuyo original fue cedido por la familia al Ayuntamiento de Estepa en 2014”. En esta semblanza se narra de nuevo la relación del ilustre estepeño con la Reina de Portugal y las reliquias donadas a Estepa:

“Estepeño, nacido probablemente en 1530, de origen humilde acabó siendo uno de los grandes hombres de la corte portuguesa en aquellos años del s. XVI, tras conseguir el grado de Bachiller en Teología en Salamanca y tras una fortuita visita al país vecino, llegó a ser nombrado Obispo de los Algarbes. El afecto que le profesaba la reina de Portugal, Doña Catalina, llegó hasta el punto de convertirlo en su confesor, consejero personal, encargado de la correspondencia con el monarca español Felipe II y lo más importante: albacea testamentario. Ésta buena relación entre ambas autoridades, clero y monarca, facilitaron que la reina, en su testamento, cediese a Estepa la codiciada pieza de plata que contenía la reliquia de la santa Inés y de otros santos de renombre.”

El relicario de Santa Inés se define en los inventarios de la iglesia como un “relicario cuádruple en plata dorada y repujada (0,34), con decoración de gallones, querubes y asas, datable en el último cuarto del siglo XVI, con las piezas exteriores añadidas en el XVII”, hacia 1639, que es la fecha que aparece en la lápida del retablo mayor".

La historiadora Mª Jesús Mejías Álvarez, en su artículo de la revista “Laboratorio de Arte” (1999) 93-102 publicado bajo el título de “Platería Alemana en Estepa: El relicario de Santa Inés”, lo considera de origen alemán según las marcas que presenta y lo describe literalmente como:

“Se trata de un relicario tipo sol con un viril bastante singular. La peana es circular con cuerpo superior gallonado y adornado como el viril, con gallones y medallones con figuras. El astil arranca con un cuerpo cilíndrico con adorno de niños entre pabellones colgantes, sobre el que descansa una escocia decorada con adornos de frutas, que da paso a un nudo de jarrón con decoración de cabezas aladas, coronado por un cuello interrumpido por sendas molduras con división radial, que se unen mediante tres asitas sinuosas decoradas con cabezas leoninas. El viril, o caja circular donde se guardan las reliquias, presenta, en el anverso, tapa de cristal enmarcada por una moldura entorchada de plata dorada, y tres pequeñas cajitas ovaladas que se ajustan por un lado al perfil circular de éste, en la que se muestran varias reliquias mientras que, en el reverso, nos encontramos con un abombamiento decorado con gallones sobresalientes, lisos y decorados, intercaladas con formas circulares que se decoran con cabezas angélicas.”



El relicario es platería alemana del siglo XVI y posee marcas impresas con gran nitidez del platero y localidad. La marca de localidad corresponde a la ciudad alemana de Nuremberg, compuesta de N con perfil circular, mientras que la del platero se configura con una I cruzada por una S cuyo perfil es heráldico, perteneciente al artífice Jacob Schenauer, natural de Augsburgo, que trabajó como platero en la segunda mitad del siglo XVI y falleció en 1608.

Otros estudios y narraciones sobre el relicario han sido desarrollados tiempo atrás por nombres tan singulares como Antonio Aguilar y Cano, que contaba en su Memorial Ostipense parte de la historia de cómo llegó a Estepa la pieza. El Catálogo Arqueológico y Artístico de la Provincia de Sevilla, de los años cincuenta contemplaba un estudio sobre el relicario con fotografías del mismo. Más recientemente, el ya fallecido, párroco de Los Remedios Don José Fernández Flores, relató con gran detalle la historia del relicario en su libro: “Vere Nullius” editado por el Ayuntamiento de Estepa en 2000. Finalmente el historiador Jorge Alberto Jordán Fernández hace referencia a las reliquias de Estepa, citando la que nos ocupa, en su publicación de 2005 “Un manuscrito inédito sobre historia de Estepa y de la recolección franciscana en Andalucía”.

La llegada del relicario con el cráneo de Santa Inés impulsó en la villa la devoción a Santa Inés, siendo una de las principales fiestas que se celebraban en la parroquia de Santa María a principios del siglo XVII. Aguilar y Cano incluye el siguiente comentario en su narración de los avatares del siglo XVII, en el que equipara la festividad de Santa Inés con la de los patrones, la Virgen de la Asunción y San Jerónimo:

“En medio de tantos pesares y acontecimientos infaustos aún quedaba a nuestro pueblo espíritu bastante para dar rienda suelta a la alegría cuando para ello hubo motivo suficiente. Las fiestas arraigadas en las costumbres no dejaron de celebrarse; Sta. Inés y S. Gerónimo, la Asunción y otros días memorables vieron como siempre sus festejos y no faltó, por cierto, ocasión extraordinaria en que fueran también extraordinarias las alegrías.”

En 1583 se coloca el espléndido retablo mayor obra de Andrés de Ocampo en colaboración con Juan Bautista Vázquez y Juan de Oviedo. La reliquia de Santa Inés ocupaba el lugar destinado para ella en la izquierda del manifestador del retablo mayor, junto a la urna de San Luciano que ocupaba la derecha. De este modo se describía el retablo mayor en los inventarios y se podía leer la siguiente inscripción:

"La calle central se organiza con sagrario y manifestador, con un relieve de la Santa Cena en el fondo y en el segundo cuerpo otro oval con la Asunción. En las calles de la izquierda hallamos la imagen de San Pedro, un relicario fechado en 1639, relieves de San Juan y San Mateo; en el segundo cuerpo una imagen de San Andrés y una pintura de San Lorenzo. En las calles de la derecha, San Pablo, otro relicario, un apóstol, los relieves de San Marcos y San Lucas y un lienzo con San Francisco de Asís. En el ático, grupo del Calvario y los dos Santos Juanes."

“S. Agnetis Vir. Caput S. S. Sebastiani Georgii et Gerionis ossa a Catarina Lusitaniae Regina legato Ostioponensibus ad piam veneratione relicta H. S. S. Annp Christi MDCXXXIX” (“Aquí están la cabeza de Santa Inés y los huesos de los santos Sebastián, Jorge y Gereón, para su piadosa veneración y dejados en testamento a los estepeños por Catalina, Reina de Portugal, año de 1639”)

A lo largo del siglo XVII la devoción a Santa Inés no decaería porque se encargaría la realización de una imagen de Santa Inés que aparece en el inventario de 1694 como “una hechura del Señor San Pedro, otra de la Señora Santa Inés”.

En 1888, cuando Aguilar y Cano escribe su Memorial Ostipense, la imagen de Santa Inés se encontraba en “la capilla del Sagrario” o retablo situado a la izquierda del retablo mayor según se entra en la iglesia: “En lugar preferente se da culto a Santa Inés; devoción promovida por la donación de reliquias de dicha santa que hizo el obispo don Francisco Cano, de lo cual nos ocupamos al hablar de la capilla mayor. Hasta hace poco estuvo en el lugar de Santa Inés, el Señor de la Humildad y Paciencia”. Posiblemente el retablo fue realizado para la Hermandad del Dulce Nombre y ocupa la hornacina central el Señor de la Humildad y Paciencia o la imagen del Dulce Nombre de Jesús. Sin embargo, durante la prelacía de don Joaquín Téllez de la Torre, se realizan tres retablos en el trascoro de la iglesia que ocuparían San Pablo Ermitaño, a la derecha, el Dulce Nombre, a la izquierda, y el Señor de la Humildad y Paciencia, al frente. Entonces quedaría vacío la hornacina del Sagrario que ocuparía la imagen de Santa Inés.

Con el cierre al culto de la iglesia parroquial de Santa María a mediados del siglo XX, el relicario estuvo bajo custodia del convento de Santa Clara. La larga espera durante las obras de restauración de la iglesia hizo que la reliquia llegara a ser una de las más desconocidas para la mayoría de la población. Con la reapertura de la iglesia como Museo de Arte Sacro de la localidad el 25 de mayo de 2008, el relicario fue de nuevo expuesto públicamente en unas de las vitrinas de la sala del trascoro, lo que supuso que la pieza fuera de nuevo conocida por un gran número de visitantes del museo de la iglesia parroquial. El 25 de diciembre de 2015 se retomó de nuevo el culto en la iglesia, por lo que el relicario y la imagen de la Santa fueron trasladados hasta la capilla bautismal, lugar donde se pueden venerar en la actualidad.



M. J. Castro en su artículo de la Revista de Feria de 2017 nos comenta que la reliquia ha sido uno de los grandes atractivos turísticos en la visita a Santa María y se han producido anécdotas curiosas en torno al relicario, como la de un grupo de jóvenes frailes franciscanos que sin saberlo, al ser informados de que se encontraban delante del cráneo de Santa Inés, no dudaron en arrodillarse y rezar profundamente ante la reliquia. O aquella otra, vivida por la familia Borrego Llamas, que quedaron asombrados cuando en el año 2000, durante unas vacaciones en Roma, entraron casi por casualidad en la Basílica de Santa Inés Extramuros en la Vía Nomentana; y cuál fue su sorpresa cuando alguien allí mismo contó que el cráneo original de la santa se custodiaba en una pequeña población del sur de España llamada Estepa.

Santa Inés fue una virgen romana que sufrió martirio durante la persecución de Dioclesiano, según se narra en el Acta de los mártires, obra escrita en el siglo V, un siglo después del martirio de la santa. Inés era una bella joven proveniente de una noble familia romana y tuvo varios pretendientes, a los que rechazó por declararse fiel amante de Cristo. Entre ellos se contaba el hijo del prefecto de Roma, quién la denunció a su padre por ser cristiana. Fue perseguida por Diocleciana, juzgada y sentenciada a vivir en un prostíbulo, donde ningún hombre consiguió abusar de ella y permaneció virgen. Sus caballos crecían para tapar su cuerpo desnudo y el único hombre que lo intentó quedó ciego, aunque Inés lo curó a través de sus plegarias. Más tarde fue condenada a muerte y degollada. Fue sepultada en la Vía Nomentana, lugar donde se levantó la basílica que lleva su nombre. La Santa se suele representar portando la palma del martirio y un cordero, por la raíz latina de su nombre “Agnus”. Su festividad se celebra el 21 de enero.

“Injuria sería para mi Esposo que yo pretendiera agradar a otro. Me entregaré solo a aquél que primero me eligió. ¿Qué esperas, verdugo? Perezca este cuerpo que puede ser amado por ojos que detesto.” (Últimas palabras de Santa Inés)

Artículos consultados:
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-El cráneo de Santa Inés. Una reliquia del siglo XVI. M.J. Castro. Revista Feria de Estepa. Ayto de Estepa. 2017
-Aproximación a la Orfebrería de Estepa y nueva aportación al Catálago de marcas de la Platería Española: su marca de localidad. Mejías Álvarez, MJ. III Jornadas sobre Historia de Estepa. 1998
-La orfebrería en Estepa y la Marca Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-Reliquias: historia y devoción. Devociones de Estepa. 2019
-Platería alemana en Estepa: el relicario de Santa Inés. Mejías Álvarez, MJ. Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte. 1999

3/3/19

LAS RELIQUIAS DE ESTEPA


Las reliquias se pueden considerar como cualquier elemento que tuvo que ver con la vida de Jesús o los Santos, ya sea parte del cuerpo o la ropa de un Santo o Santa, ropajes o instrumentos que fueron utilizados para su martirio u objetos que hayan tocado otra reliquia de mayor categoría. De ahí que se puedan considerar de primera categoría si es el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, por muy pequeñas que sean; de segundo grado, si son ropajes y objetos que han pertenecido al santo en cuestión durante su vida o asociados con su martirio; y de tercera categoría, si han estado en contacto con una reliquia de primer o segundo grado.

Desde los primeros años del cristianismo, comenzaron a conservarse y a tenerse en gran estima los objetos relacionados con los que habían muerto por la fe. Los cuerpos de los mártires se enterraban en lugares especiales de las catacumbas y estos lugares se decoraban y se convertían en santuarios para sus oraciones y sus asambleas. En el siglo III las primeras basílicas se construyeron sobre estas criptas y a partir del siglo IV se comenzaron a fragmentar los cuerpos de los santos para repartirlos por la cristiandad, ya que por muy pequeño que fuera el fragmento mantenía su virtud y sus facultades milagrosas. En el siglo VII se prohíbe la venta de las reliquias por haberse convertido en un negocio que propició la falsificación y en el siglo XIII se requiere un certificado de veracidad para la veneración de los fieles. Un nuevo auge se verá en el siglo XVI a raíz de los ataques de los protestantes contra los santos.

Las reliquias que se conocen en Estepa llegarían por diversos motivos, no siendo en ningún caso la vía del comercio ni el encargo directo, sino fruto de las actividades, viajes y donación de personajes relacionados afectivamente con la localidad. Las primeras reliquias llegarían en el siglo XVII como donaciones al convento de Santa Clara y a la parroquia de Santa María la Mayor y Matriz; las últimas serían donaciones de hermanos y devotos a las hermandades de penitencia y gloria de la localidad.

1. Iglesia parroquial de Santa María la Mayor y Matriz

A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII la iglesia parroquial de Santa María se hace con una destacable colección de reliquias que se expondrán en el altar mayor del templo. Por ese motivo, Andrés de Ocampo concibe el retablo mayor de la iglesia con una serie de expositores de las reliquias en torno al manifestador. Aguilar y Cano, en su Memorial Ostipense, menciona que las reliquias del templo se recuerdan en lápidas que hay en la capilla mayor.

El primero de los relicarios que llega a Estepa sería el relicario de Santa Inés, donación de la reina Catalina de Portugal (1507-1578), mujer de Juan III y abuela del rey Sebastián, por mediación de don Francisco Álvarez Cano, obispo de los Algarves y natural de Estepa. La reina lega, por una de las cláusulas de su testamento, a la iglesia de Estepa uno de los cuatro relicarios que tenía, en el cual se conservaba todo el cráneo de Santa Inés así como huesos de "San Sebastián, San Jorge y San Gevión", entre otras reliquias, que había recibido de su sobrina la emperatriz doña María, hija de Carlos V y mujer de Maximiliano II del Sacro Imperio. El relicario se recibió en la villa de Estepa en mayo de 1578, custodiadas por mensajero especial que envió el obispo Álvarez Cano. Las reliquias ocuparon un lugar destacado en Santa María y se trasladaron a él en solemne procesión. Tras recibirlas, el secretario del cabildo estepeño viajó hasta Portugal para dar las gracias al mencionado obispo.

El relicario de Santa Inés se define en los inventarios de la iglesia como un “relicario cuádruple en plata dorada y repujada (0,34), con decoración de gallones, querubes y asas, datable en el último cuarto del siglo XVI, con las piezas exteriores añadidas en el XVII”.

El relicario del cráneo de Santa Inés es un relicario tipo sol con un viril bastante singular. La peana es circular con cuerpo superior gallonado y adornado como el viril, con gallones y medallones con figuras. El astil arranca con un cuerpo cilíndrico con adorno de niños entre pabellones colgantes, sobre el que descansa una escocia dorada con adornos de frutas, que da paso a un nudo de jarrón con decoración de cabezas aladas, coronado por un cuello interrumpido por sendas molduras con división radial, que se unen mediante tres asitas sinuosas decoradas con cabezas leoninas. El viril, o caja circular donde se guardan las reliquias, presenta, en el anverso, tapa de cristal enmarcada por una moldura entorchada de plata dorada, y tres pequeñas cajitas ovaladas que se ajustan por un lado al perfil circular de éste, en la que se muestran varias reliquias mientras que, en el reverso, nos encontramos con un abombamiento decorado con gallones sobresalientes, lisos y decorados, intercalados con formas circulares que se decoran con cabezas angélicas.


El relicario es platería alemana del siglo XVI y posee marcas impresas con gran nitidez del platero y localidad. La marca de localidad corresponde a la ciudad alemana de Nuremberg, compuesta de N con perfil circular, mientras que la del platero se configura con una I cruzada por una S cuyo perfil es heráldico, perteneciente al artífice Jacob Schenauer, natural de Augsburgo, que trabajó como platero en la segunda mitad del siglo XVI y falleció en 1608.

La llegada del relicario con el cráneo de Santa Inés fue un revulsivo para la devoción a Santa Inés, siendo una de las principales fiestas que se celebraban en la parroquia de Santa María a principios del siglo XVII.

Otro acontecimiento destacado relacionado con las reliquias estepeñas ocurrió en 1602, cuando don Alejandro Centurión, arzobispo de Génova y hermano del marqués de Estepa Juan Bautista Centurión, vino a España como nuncio y embajador extraordinario del Papa Clemente VIII para dar la enhorabuena al rey Felipe III por su reciente matrimonio. Posteriormente visitó la villa de Estepa obsequiando a sus sobrinos con diversas reliquias entregadas por el mismo pontífice. Años después, su sobrino Francisco Centurión, marqués de Almunia, donó a la parroquia de Santa María y al convento de Santa Clara algunos de estos relicarios.

En 1640 Francisco Centurión dona a la iglesia parroquial de Santa María la pieza extranjera más antigua que se conserva en Estepa. Se trata del relicario del Lignum Crucis, considerada obra bizantina de la segunda mitad del siglo XII. La inscripción en caracteres griegos que recorre la orla del anverso, alude a su propietario original, Manuel I Comneno, emperador bizantino que intentó construir el Imperio Universal, acercándose a Occidente, y gobernando entre el año 1143 y el 1180, fecha en la que pudo realizarse la citada obra. La preciada reliquia está conservada en una cajita de plata dorada y repujada. En las puertecillas del reverso lleva la siguiente inscripción: “Esta Santa imagen hecha del Lignum Crucis imbio al serenisimo principe Enmanuel Filiberto un Arzobispo de Grecia en señal del aficion que le tenia y por haber sido de un Emperador de su nombre siendo virey de Sicilia y Generalisimo del Mar. Año 1622”. En el canto de la caja ostenta esta otra: “Santissime Nicolae tuum servum custodi Emanuelem Comnenum ex presentibus malis. Grecasio latine”. En el anverso, la misma inscripción anterior en caracteres griegos orlando el busto grabado en la tapa. La cajita se guarda en un cofrecillo de terciopelo rojo con herrajes dorados, del siglo XVII.


Junto al preciado Lignum Crucis, Francisco Centurión dona en 1640 a la parroquia una cruz de oro con una espina de la Corona de Jesucristo; el cuerpo de San Luciano, protomártir de Cerdeña, en una rica y elegante urna; y algunos fragmentos de San Floro, San Domno, San Adaucto y San Antistio. Ante la presencia de la reliquia de la urna que contenía el cuerpo de San Luciano, la iglesia estepeña instauró como festividad el 28 de mayo, fecha del martirio del santo. San Luciano fue discípulo de Santiago y Pablo, y llevó el evangelio a Cerdeña, pero fue condenado y atravesado por una lanza. Cabe la peculiaridad de que la ciudad de Cagliari en Cerdeña afirma haber descubierto y tener depositados sus restos en la cripta de la catedral. La reliquia de San Luciano, acompañada de una canilla de San Restituto, mártir de Cerdeña, y otras reliquias, fueron entregadas en un primer momento en 1640 al abad mayor de la cofradía de Venerables Sacerdotes de San Pedro para la capilla dedicada a Jesús Nazareno, pero acabaron en la Iglesia de Santa María.


También había en esta iglesia, un hueso, un diente y una pella o masa blanca del tamaño de un huevo, compuesta de las cenizas de los Santos Cecilio, Hiscio, Tesifon, Setentrio, Patricio, Turillo, Panuncio, Maronio, Centulio, Maximino, Lupario y Mesiton, discípulos de Santiago, quemados en las cuevas del Sacro-Monte de Granada; y otras reliquias de los Santos Antimio, Restituto, Deodato, Severino, Lucio, Félix, Víctor, Vicente, Plácido, Vito, Honorio, Remigio, Feliciano, Felicio y Fermín, obispo de Pamplona.

Todas estas reliquias formaban parte de un gran tesoro de la iglesia parroquial de Santa María que Aguilar y Cano consiguió ver y comentar en su Memorial Ostipense a finales del siglo XIX, incluso llegaron a exponerse en "un altar de las reliquias", junto a un cuadro de Nuestra Señora, según los inventarios de 1622 y 1649, que posiblemente corresponda con el anterior al actual retablo de San Juan Evangelista, realizado en el siglo XVIII. En los inventarios de la iglesia también aparecen las reliquias de Santa Inés y de San Luciano expuestas en el retablo mayor:

La calle central se organiza con sagrario y manifestador, con un relieve de la Santa Cena en el fondo y en el segundo cuerpo otro oval con la Asunción. En las calles de la izquierda hallamos la imagen de San Pedro, un relicario fechado en 1639, relieves de San Juan y San Mateo; en el segundo cuerpo una imagen de San Andrés y una pintura de San Lorenzo. En las calles de la derecha, San Pablo, otro relicario, un apóstol, los relieves de San Marcos y San Lucas y un lienzo con San Francisco de Asís. En el ático, grupo del Calvario y los dos Santos Juanes. Las inscripciones de los relicarios son:

“S. Agnetis Vir. Caput S. S. Sebastiani Georgii et Gerionis ossa a Catarina Lusitaniae Regina legato Ostioponensibus ad piam veneratione relicta H. S. S. Annp Christi MDCXXXIX” (“Aquí están la cabeza de Santa Inés y los huesos de los santos Sebastián, Jorge y Gevión, para su piadosa veneración y dejados en testamento a los estepeños por Catalina, Reina de Portugal, año de 1639”)

“S. Luciani Apostolorum aetate Mart. Corpus venerandum quod Franciscus Centurionis de Corduba Joannis Marquionis de Estepa F. L. Munae Marquio. Ostiponensibus dedit anno Christi MDCXXXIX”. (“Venerado cuerpo de San Luciano, mártir del tiempo de los Apóstoles, que Francisco Centurión de Córdoba, hijo de Juan, Marqués de Estepa, Marqués de Armuña, dio a los estepeños en el año de Cristo de 1639”)

Desconocemos si la mayoría de estas reliquias se conservan o se han extraviado con el paso de los años y los sucesos del siglo XX, teniendo únicamente conocimiento del relicario de Santa Inés, la urna de San Luciano y del Lignum Crucis.

A finales del 2023, la Asociación Cultural Camino de Santiago de Estepa-Sierra Sur recibió del deán canónigo de la Catedral de Santiago, D. José Fernández Lago, varias "medallitas" o reliquias que habían estado expuestas sobre la tumba del Apóstol Santiago. La Asociación las expone delante de la imagen del Apóstol de la Iglesia de Santa María.


2. Convento de Santa Clara de Jesús

El Convento de Santa Clara de Jesús posee una amplia colección de reliquias que guarda con gran respeto, devoción y sigilo:

En 1671 don Francisco Centurión, marqués de Almunia, dona al Convento la reliquia de tierra mezclada con sangre de Cristo que se conserva en un relicario de origen italiano, posiblemente obra de fines del siglo XVI. La reliquia es una de las regaladas por el arzobispo Alejandro Centurión a su sobrino. El relicario está realizado en cristal de roca, oro y perlas y se ajusta a la tipología de viril tubular, muy frecuente en el gótico del siglo XV, aunque también lo podemos ver durante el siglo XVI en algunos territorios italianos como Vicenza. Su peana es poligonal, de herencia goticista, pero el astil, la tapa semicircular que cubre el viril tubular y la cruz que la corona, al igual que las perlas que lo adornan, nos remiten a una pieza del siglo XVI.



Junto a este relicario de origen italiano, Francisco Centurión dona al Convento un medallón relicario que guarda una pequeña parte de la sangre de Cristo mezclada con tierra, fragmento de la reliquia contenida en la pieza anterior. El medallón se compuso en España y presenta doble ventana oval, con marco de sujeción, calado y esmaltado en colores blanco y rojo, y cresterías de cartones dispuestos en forma de flor rematados por gránulos y flores oblongas, mostrándonos, en el anverso, la santa reliquia y, en el reverso, una imagen pintada de la Virgen con el Niño.


El resto de las reliquias del Convento de Santa Clara se guardan en una caja enmarcada y se trata de medallones relicarios de distintos tipos, tamaños y épocas. La mayoría adoptan la típica forma de marco oval, con doble ventana y marco de sujeción. En las ventanas ovales se insertan vidrios, normalmente biselados, pintados por el reverso, y los marcos pueden presentarse de cristal de roca o metálicos, algunos de oro esmaltado con rayos flameantes, y otros decorados con técnica de filigrana. Algunos de ellos forman una caja ovalada o cuadrada, llamada estuche, con portezuela de vidrio trasparente para dejar ver el interior.



El retablo mayor de la iglesia del convento cuenta además con dos bustos relicarios de santos obispos dispuestos en los extremos del ático, cuya inclusión debió acometer una vez instalado el retablo, ya que no aparece en el contrato con Ruiz Paniagua. En ambos casos la reliquia está albergada en un medallón que cuelga sobre el pecho del obispo y lo sostiene con una mano.


3. Hermandades y Cofradías de Estepa

-Las Angustias
Desde sus comienzos, la hermandad ha tenido como titular al pontífice Pío X. En 2007 el sacerdote D. José Carlos Mellado González conoce la Hermandad de las Angustias y decide donar una reliquia de Pío X a la hermandad. En los últimos años la devoción a su titular ha ido aumentado, celebrándose una Eucaristía en la tarde del 21 de agosto.


-El Dulce Nombre
En 2014 un hermano dona a la hermandad un relicario con una reliquia de Santa Ángela de la Cruz y de Santa María de la Purísima de la Cruz. El relicario fue diseñado en forma de ostensorio de hechura barroca, realizado por los Hermanos Fernández en 2014 y que procesiona en la calle central de la candelería del paso de palio de Ntra. Sra. de la Paz.


-El Calvario
Con motivo de la restauración del Santísimo Cristo de la Salud efectuada por Musae Restauración de Arte S.L. en 2019 y 2020, la Hermandad del Calvario decidió enviar a sus hermanos junto al boletín cuaresmal un pequeño trocito de madera de la imagen a modo de reliquia y una fotografía del titular.


-El Carmen
La Virgen del Carmen de Estepa cuenta con el único relicario de Santa Teresa de Ávila de la localidad de Estepa, al menos que se conozca. Este relicario está realizado en plata dorada y esmeralda verde, mientras que el dibujo es un pequeño trozo de lienzo pintado. Por la estructura del relicario, se cree que puede tener unos 300 años.


Posiblemente se conserven más relicarios y reliquias en las hermandades e iglesias estepeñas, pero sólo hemos tenido noticias de las anteriormente citadas. Ofrecemos este artículo para que pueda ser completado con aquellas informaciones sobre los relicarios estepeños que consideren oportunas.

Artículos consultados:
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-Clausura. Monasterio de Santa Clara de Jesús. Ed. Ayuntamiento de Estepa, 1999
-El cráneo de Santa Inés. Una reliquia del siglo XVI. M.J. Castro. Revista Feria de Estepa. Ayto de Estepa. 2017
-Aproximación a la Orfebrería de Estepa y nueva aportación al Catálago de marcas de la Platería Española: su marca de localidad. Mejías Álvarez, MJ. III Jornadas sobre Historia de Estepa. 1998
-La orfebrería en Estepa y la Marca Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-Reliquias: historia y devoción. Devociones de Estepa. 2019
-Platería alemana en Estepa: el relicario de Santa Inés. Mejías Álvarez, MJ. Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte. 1999
-La platería barroca y rococó en la campiña sevillana. Sanz Serrano, MJ. Laboratorio de Arte: Revista del departamento de Historia de Arte. 2015
-Relicario de Sta. Teresa de Ávila, de la Virgen del Carmen. Devociones de Estepa. 2015
-El Lignum Crucis de Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-Reliquias de Santa Ángela de la Cruz y Madre María de la Purísima. Devociones de Estepa. 2014
-La Hermandad del Dulce Nombre ya cuenta con las reliquias de Santa Ángela y la Beata Madre María de la Purísima. Estepa Cofrade. 2014
-Reliquia ex vestibus de San Pío X. Devociones de Estepa, 2025

1/3/19

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA COFRADE #SUENABAME

La Banda de Música A.C. Amigos de la Música de Estepa (BAME) organiza desde 2019 su concurso de fotografía cofrade, en colaboración con el Ilustrísimo Ayuntamiento de Estepa, destinado a la promoción de la Banda y de la Semana Santa estepeña, declarada de Interés Turístico Nacional.
 
2024

2020

2019
Artículos relacionados:
-I Concurso de Fotografía Cofrade #SuenaBame 2019. Devociones de Estepa. Febrero, 2019
-II Concurso de Fotografía Cofrade #SuenaBame 2020. Devociones de Estepa. Febrero, 2020
-III Concurso de Fotografía Cofrade #SuenaBame 2024. Devociones de Estepa. Febrero. 2024

28/2/19

I CONCURSO DE FOTOGRAFÍA COFRADE #SUENABAME 2019

La Banda de Música A.C Amigos de la Música de Estepa (BAME) ha organizado su primer concurso de fotografía cofrade, en colaboración con el Ilustrísimo Ayuntamiento de Estepa, destinado a la promoción de la Banda y de la Semana Santa estepeña, declarada de Interés Turístico Nacional. Las bases del concurso se publicaron en las redes sociales de la banda el pasado mes de febrero, abriéndose el plazo de recepción de las fotografías el 11 de febrero y cerrándose el 26 del mismo mes, otorgándose hasta tres premios.

El ganador del concurso se ha dado a conocer el 28 de febrero, durante los actos que conmemoran el Día de Andalucía, en la Plaza de Abastos. Los representantes de la Banda han asegurado que ha sido muy difícil tomar la decisión del ganador por la calidad de las fotografías que se han presentado al concurso.

El ganador ha sido Miguel A. Carmona Rodríguez con la fotografía que representa la trasera del palio de Ntra. Sra. de la Paz a su paso por la Plaza de San Sebastián. El segundo premio es una fotografía de Carlos Javier Gálvez Quirós, dedicada a la Hermandad de Paz y Caridad en la calle Roya. El tercer premio es una fotografía de José Ramos Osuna que muestra también el palio de Ntra. Sra. de la Paz a la salida de la iglesia de los Remedios con la partitura de la marcha "Danos la Paz".

Felicitamos al ganador y a la Banda por la organización de este concurso que dinamiza y da a conocer nuestra Semana Santa.


Fuente:
-Facebook de la Banda Amigos de la Música de Estepa
-La estampa de Miguel Ángel Carmona protagoniza el cartel de "Amigos de la Música". Semana Santa de Estepa. 2019

27/2/19

RELIQUIAS: HISTORIA Y DEVOCIÓN

Relicarios de la Catedral de Sevilla
La veneración de las reliquias aparece en la Biblia, donde son instrumentos para obrar milagros, como el manto que Eliseo recibe de Elías (II Reyes 2, 9-14), los huesos de Eliseo (II Reyes 13,21), los pañuelos y mandiles de San Pablo (Hechos 19,11-12) e incluso la sombra de San Pedro al pasar (Hechos 5,15.), cumpliendo la promesa que Jesús hizo a sus apóstoles de que obrarían milagros. Recordemos la mujer enferma que acudió a Jesús para tocar su manto y sanó (Marcos 5,27-29), no lo hizo por tocar el manto en sí sino por tocar a Jesús. De la misma forma, no se tocan las reliquias ni se veneran por ellas mismas sino por el santo al que representan, por la intercesión de los santos en obrar los milagros de Dios, por inspirarse en sus vidas de santidad y llegar al cielo.

Por lo tanto, las reliquias se pueden considerar como los objetos o restos asociadas a los santos o con una persona considerada santa pero aún no canonizada, y pueden ser clasificados en tres grados:

-1er grado: Constituye el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas.
-2º grado: designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión durante su vida (rosario, cruz, etc). También objetos asociados con el sufrimiento de un mártir.
-3º grado: cualquier objeto que ha estado en contacto con una reliquia de primer o segundo grado.

En los primeros años del cristianismo, como consecuencia de las persecuciones comenzaron a conservarse y a tenerse en gran estima los objetos relacionados con los que habían muerto por la fe. Los cuerpos de los mártires llegaron a ser tan preciados y dignos de veneración para aquellos primeros cristianos, hasta el punto de exponer muchas veces su propia vida, precipitándose en la arena de los anfiteatros para recogerlos. Recogían asimismo la sangre derramada, empapándola en esponjas, paños o cualquier otra materia absorbente. Esta reliquia era llamada sangre de los mártires.

Otra manera de obtener estas reliquias era mediante la compra, generalmente pagando en plata. Una vez obtenidas de una forma o de otra las preparaban con perfumes y ungüentos y las envolvían en ricos tejidos, sobre todo en dalmáticas enriquecidas con oro y púrpura. Muchas de estas reliquias de cuerpo entero se encuentran todavía en las catacumbas, en lugares especiales para su enterramiento llamados loculi. Una vez envuelto el cuerpo en la dalmática, buscaban un enterramiento digno y lo decoraban, convirtiéndolo en santuario para sus oraciones. Las asambleas estaban presididas por el cuerpo de un santo como reliquia y las personas particulares también hacían lo imposible por conseguir una reliquia. De ahí, que se llegara a parar sumas considerables por el cuerpo de un mártir.

Así lo hace constar Baronio en sus notas al Martirologio romano cuando dice: Christianos consuevisse redimere corpora sanctorum ad sepeliendum ea, acta diversorum matyrum saepe testantur ("Los cristianos acostumbraban recuperar los cuerpos de los santos para darles sepultura, dando fe de los hechos de los distintos mártires").

Los restos de los mártires estuvieron también ligados al sacrificio eucarístico, celebrando los misterios sobre su tumba. No se concebía un altar si no era enterramiento de un santo y en el año 269 el papa san Félix I promulgó una ley para asegurar esta costumbre. Las primeras basílicas construidas después de las persecuciones fueron erigidas encima de las criptas donde yacían los cuerpos de los mártires. Más tarde, algunos de estos cuerpos fueron trasladados a las ciudades para depositarlos en los templos suntuosos construidos para recibirlos. Es más, el quinto concilio de Cartago (397) decretó que no sería consagrada ninguna nueva iglesia que no tuviera una reliquia en su altar.

En la segunda mitad del siglo IV empezó la práctica de fragmentar los cuerpos de los santos para repartirlos. Varios teólogos apoyaron la teoría de que, por pequeño que fuera el fragmento, mantenía su virtud y sus facultades milagrosas. Así las reliquias se convirtieron en instrumento de prestigio y fuente de ingresos. Además, se comenzó a crear copias de las reliquias, que por haber estado en contacto con la original mantenían también su virtud en tercer grado. Todo esto favorecería el terreno artístico pues algunos autores creen que el inicio de las imágenes está precisamente en ser receptáculo para las reliquias. Es a partir del siglo IV, cuando aparecen los primeros documentos que reflejan el juramento sobre las reliquias de los santos, como el juramento de los ciudadanos de Rávena y San Gregorio ante la tumba de San Apolinar.

Se conservan documentos de los primeros siglos de la Iglesia cristiana que recoge la costumbre de venerar a los mártires a través de sus reliquias, como la Carta de los fieles de la Iglesia de Esmirna, del año 156 A.D: "Tomamos los huesos, que son más valiosos que piedras preciosas y más finos que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado, donde el Señor nos permitirá reunirnos". San Jerónimo (siglo IV) esbozó en su Carta a Ripparium las razones por las que se veneran las reliquias: “No rendimos culto y no adoramos por temor a hacerlo a las criaturas en vez de al Creador, pero veneramos las reliquias de los mártires para adorarle más a El, dueño y Señor de los mártires”. San Gregorio de Nyssa (siglo IV) describe en su Panegírico a San Teodoro Mártir el significado y la vivencia de tocar las reliquias: “Sólo los que han experimentado la felicidad de tocar las reliquias y han obtenido sus peticiones pueden saber cuán deseable es y qué gran recompensa”. San Agustín (siglo V) en su libro La Ciudad de Dios dice: “Está claro que quien tiene afecto por alguien venera lo que queda de ésa persona tras su muerte, no sólo su cuerpo sino partes de él e incluso cosas externas, como sus ropas. Entonces, en memoria de ellos [los santos] debemos de honrar sus reliquias, principalmente sus cuerpos, que eran templos del Espíritu Santo”.

Sin embargo, las reliquias se convirtieron en un negocio, comerciando con ellas o falsificándolas para engañar a los creyentes. Por eso, San Agustín condena los excesos cometidos con las reliquias, denunciando a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. En el año 604, el Papa San Gregorio prohibió definitivamente la venta de reliquias y la perturbación de tumbas en las catacumbas, pero el comercio de reliquias continuó, surgiendo incluso en el siglo IX una asociación consagrada a la venta y regulación de reliquias.

En la Edad Media los Papas impulsaron una serie de campañas militares entre 1096 y 1291, llamadas Cruzadas, que fueron apoyadas por los reyes cristianos con la intención de restablecer el control de Tierra Santa y liberar estos territorios del dominio musulmán. Durante las cruzadas también se animó a luchar para localizar y poner en veneración las reliquias de los santos que habían quedado en estos lugares.

Las reliquias se guardaban, en los primeros siglos, en los sepulcros o altares que las contenían. A partir del siglo VI se usaron cajas o estuches llamados relicarios, del latín reliquiae, para exponerlas a la veneración de los fieles. También estuvieron en uso los llamados encólpium en los primeros siglos de la iglesia, que tenían carácter privado y consistían en cajitas o medallas con figuras o inscripciones que se podían llevar colgadas del cuello. De esta época, eran comunes ciertas botellitas que sólo contenían algodón empapado en aceite bendecido o tomado de las lámparas que ardían junto al sepulcro de algún mártir. A partir del siglo IX empezaron a colocarse además sobre el altar relicarios en forma de cajas o arquetas. Esta forma de relicario continuó en los siglos posteriores hasta la época de arte ojival siendo preferidas las arquetas más o menos capaces y ricas, según la magnitud de las reliquias y la magnificencia del donante y aprovechándose con frecuencia para el objeto arquetas de uso profano. Ejemplos de estas arquetas se pueden encontrar en la catedral de Oviedo o en el Monasterio de Silos. El relicario tomó desde el siglo XIII formas muy variadas y artísticas, siendo las principales arquetas y templetes, ostensorios, bustos y estatuas.

Muchos de estos relicarios y sus reliquias propiciaron las peregrinaciones a los santuarios donde se veneraban y también viajaban a diferentes lugares para permitir la veneración. Los fieles pasaban tiempo en oración en la presencia de las reliquias y meditaban en la vida de santidad del santo, para pedir su intercesión u ofrecer acción de gracias por algún favor recibido. Algunas veces se les permitía a los fieles tocar el relicario o recibir la bendición con la reliquia. Finalmente, una estampa o trozo de tela que había tocado a la reliquia se convertía en una nueva reliquia de tercer grado que podía ser llevada a casa para la veneración desde el respeto y la oración.

Lignum Crucis en el Corpus de Sevilla del siglo XVIII
A comienzos del siglo XIII, en el IV Concilio de Letrán, se prohibió la veneración de reliquias sin "certificado de autenticidad", frenando así la comercialización de reliquias en la Edad Media, pero manteniendo su veneración reglada: “Como quiera que frecuentemente se ha censurado la religión cristiana por el hecho de que algunos exponen a la venta las reliquias de los Santos y las muestran a cada paso, para que en adelante no se la censure, estatuimos por el presente decreto que las antiguas reliquias en modo alguno se muestren fuera de su cápsula ni se expongan a la venta. En cuanto a las nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas públicamente, si no hubieren sido antes aprobadas por autoridad del Romano Pontífice”. (Cap. 62). Las órdenes religiosas surgidas en lo largo de la Edad Media fueron grandes impulsoras de la veneración de reliquias y las esparcieron por la cristiandad. También aparecieron las primeras colecciones de reliquias, mantenidas por obispos, iglesias o personas ilustres.

En el siglo XVI con el ataque de los protestantes a los santos y sus reliquias, surge en la Iglesia católica una nueva defensa de la invocación a los santos junto a la veneración de las reliquias y las tumbas de los santos que se asegurará en el Concilio de Trento de 1563. Tras el concilio, gente particular, gente de la nobleza, religiosos y los mismos reyes se desvivían por adquirir y acumular reliquias que en alguno de los casos llegaron a constituir colecciones magníficas que implicaban grandes obras de arte. Destaca de esta época la colección de reliquias de Felipe II que se conservan en el Monasterio de El Escorial en Madrid.

Las reliquias se pueden clasificar en dos tipos: aquellas relacionadas con Jesucristo y la Pasión o aquellas relacionadas con los santos. Muchas de estas reliquias se veneran en tercer grado, es decir, por estar en contacto con una reliquia de primer o segundo grado. De ahí, que se hallen varias reliquias iguales.

1. Reliquias relacionadas con Jesucristo.

-Cruz: Jesús fue crucificado y murió en la Cruz. La cristiandad consideró auténtica la encontrada en Tierra Santa por Santa Elena, madre del emperador Constantino I. Fracciones y astillas pertenecientes a la Vera Cruz están esparcidas por toda la cristiandad consideradas como Lignum Crucis. Ejemplos de estos trozos se pueden encontrar en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén o en el monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana
-Lanza: Es la que tradicionalmente se dice usó el soldado romano Longino para atravesar el costado de Cristo. Se venera como reliquia la que se encuentra en la catedral de Núremberg.
-Cáliz: Se venera el cáliz de la Última Cena y también un cuenco donde José Arimetea recogió la sangre de Cristo: Santo Catino de Génova o Santo Cáliz de Valencia.
Santa Espina de la Catedral de Sevilla
-Corona de espinas: Luis IX de Francia construyó la Sainte Chapelle en 1248 para custodiar dicha corona y otras reliquias, perdidas durante la Revolución Francesa. La corona se conserva en la catedral de Notre Dame, pero tiene la peculiaridad de que no conserva ninguna espina. Las espinas están esparcidas en relicarios por toda la cristiandad, como la Santa Espina de Valladolid.
-Sábana o mortaja: Se venera el sudario que se encuentra en la Capilla de la Sábana Santa de Turín, el cual envolvería el cuerpo de Cristo después de morir.
-Sudario del rostro: Pañuelo que envolvería la cabeza de Cristo después de muerto. Se encuentra en la catedral de Oviedo. Estudios aseguran que tanto la sábana de Turín como el sudario de Oviedo estuvieron en contacto con el mismo cuerpo.
-Velo de la Verónica: Son varias iglesias las que dicen guardar dicho velo con el Santo Rostro, como la catedral de Jaén o la basílica de San Pedro.
-Clavos de la Cruz: Fueron encontrados por Santa Elena. Varias iglesias aseguran custodiar uno de ellos, como la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén o la catedral de Notre Dame.
-Letrero de la Cruz o INRI: Se conserva en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, aunque se encuentra muy deteriorada.
-Esponja: Un pedazo de la esponja con la que dieron de beber a Jesús en la cruz, se presume está guardada, junto con parte de su sangre, en la basílica de San Andrés de Mantua.
-Columna de la flagelación y azotes: Al parecer existen varios lugares donde se dice estar dicha columna, o fragmentos de esta, por ejemplo en el Santo Sepulcro en Jerusalén, o en la basílica de Santa Práxedes en Roma. Por su parte los azotes o flagelos, se cree que se conservan en la catedral de Anagni, y en la iglesia Santa María in Via Lata en Roma

Sagrada Columna de Santa Práxedes, Roma
-Las vestiduras de Cristo: La Santa Túnica se venera en la catedral de Tréveris en Alemania y un manto en la basílica de Saint-Denys d'Argenteuil en Francia.
-Sandalias: Se atribuye que lo que queda de las sandalias de Jesús están en la Basílica del Santo Salvador (Prüm) en Alemania.
-Pesebre y pañales: Pedazos de madera de lo que tal vez era parte de una cuna se exhiben en un relicario en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Con respecto a los pañales que lo envolvieron, se dice que unos están en un gran cofre de la Catedral de Aquisgrán, Alemania y trozos pequeños en la Catedral de la Seo Vieja de Lérida.
-La Santísima Sangre: Reliquias que contenían un gota de la sangre de Cristo derramada durante la Pasión fueron muy populares en la Edad Media. Algunas iglesias que dicen poseer esta reliquia son la Sainte Chapelle de París o la Santa Sangre de Brujas.

2. Reliquias relacionadas con santos: Son numerosísimas y se encuentran repartidas por toda la cristiandad, como los huesos de San Pedro en las grutas de la Santa Sede del Vaticano, el cuerpo de San Andrés en Constantinopla, los restos de Santiago en Santiago de Compostela o las reliquias de Santa Águeda en Catania, entre muchas.

Relicario de San Juan Pablo II en Sevilla
Artículos consultados:
-Las reliquias en la Iglesia: autenticidad y conservación. Vatican.va
-¿Por qué los católicos veneran reliquias? ACI Prensa. 2018
-Los católicos y las reliquias. Catholic.net
-El Vaticano prohíbe el comercio de las reliquias y establece nuevas normas para su exposición. ACI Prensa. 2017
-El Vaticano prohíbe el comercio de reliquias y su exposición en lugares paganos. Madrid Press. 2017
-Las reliquias: fe y negocio en la Edad Media. National Geographic. 2016
-Reliquias en Sevilla. García Bautista, JM. El Correo de Andalucía. 2017
-El Lignum Crucis de Estepa. Devociones de Estepa. 2015

CARTA DE EDICIÓN

El blog Devociones de Estepa nació en la cuaresma de 2009 y tuvo como motivo de inspiración la oportunidad de dar a conocer la Semana Santa de Estepa a través de los nuevos medios de comunicación. El objetivo principal era recopilar información de las Hermandades y Cofradías de Estepa así como mostrar nuestras tradiciones y costumbres. El blog se definió con carácter divulgativo, y por lo tanto, al carecer de carácter lucrativo, se ha rechazado sistemáticamente toda propuesta económica que hemos recibido. Sólo se ha permitido artículos relacionados con la información cofrade o que tuvieran carácter benéfico.

Para llevar a cabo este trabajo, se inició en el blog la recopilación de artículos que procedían principalmente de los boletines y libros de las Hermandades estepeñas, el
Ayuntamiento de Estepa en sus diversas publicaciones, blogs dedicados a la Historia y Semana Santa de Estepa y por último la información que se daba en las redes sociales. Para acompañar a estos artículos se escogían fotografías que se encontraban en los diferentes medios ya mencionados. Tanto los artículos como las fotografías publicados en estos medios no habían sido realizados para el blog.

Desde el blog se ha trabajado también por la investigación propia y de esta forma se han publicado artículos nuevos de información, a los que se le han dedicado un gran esfuerzo. Siguiendo la misma idea, se han realizados también fotografías propias que no se han firmado, pero que han aparecido tanto en el blog como en nuestra página de Cofrades. La idea del blog siempre ha sido compartir y dar a conocer, por lo que siempre se ha permitido la utilización de estas imágenes y de estos artículos. Sólo los que han llevado a cabo la aventura de crear un blog, pueden reconocer las numerosas horas, esfuerzo e ilusión que se le dedica a un proyecto de estas características, y es por ello por lo que conocemos de primera mano la importancia que para un creador de blog tienen los contenidos propios que ha realizado. Por eso, queremos disculparnos con aquellas personas que se hayan sentido ofendidas por la publicación de sus trabajos y retiraremos aquellos trabajos que no quieran que aparezcan en este blog. Sólo indicar que el blog no llega a asumir la autoría de estas fotografías y artículos, y que por lo tanto se expresa su autor o autores al final de cada artículo.

De igual manera, queremos mostrar nuestra gratitud a todas las personas que se han puesto en contacto con el blog para publicar sus artículos y fotografías. Sabemos la ilusión y confianza que han depositado en el blog y se lo agradecemos enormemente.

ALTAMENTE RECOMENDABLE


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-Jesús de la Salud de Lora de Estepa. Jaime Muñoz. El zoom de Monet. 2009

-Burguillos Viajero: Estepa (I) y (II). J. Velázquez. 2010

-La firma de Cervantes en Estepa. A. Mallado. ABCdeSevilla. 2014

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-¿Quién hizo a Mª Stma. de la Amargura, San Juan Evangelista y María Magdalena de la Hermandad del Calvario tras la Guerra Civil?

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-¿Quién ha dado el pregón de los Dolores de Nuestra Señora, el pregón de Ntra. Sra. de los Remedios y el pregón de Mª Stma. de las Angustias?

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-Fotografías de la visita de Nuestro Padre Jesús al Convento de Santa Clara en 1995.

-Fotografías de la salida extraordinaria de Mª Stma. de los Dolores de San Pedro en 2001.

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-Fotografías del traslado cuaresmal del Stmo. Cristo de las Penas a la Iglesia de la Asunción.

-Cartel conmemorativo del 50 aniversario de la Hermandad de las Angustias.

-Cartel conmemorativo del 50 aniversario de la Hermandad de los Estudiantes

-Cartel conmemorativo del 350 aniversario del Juramento a la Inmaculada Concepción de María (Hdad. San Pedro)

-Carteles de la Semana Santa de Estepa editados por el Consejo y por el Ayuntamiento

-Carteles de la Semana Santa de Estepa editados por la Caja San Fernando.

-Fotografías e información de la exposición "Las devociones populares en las colecciones privadas estepeñas"

-Fotografías de los retablos de la Iglesia de la Victoria que se encuentran en:

-Retablo Mayor (Iglesia de Santiago-Herrera)
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-Retablo de San Francisco de Sales (Iglesia de Santiago – Puente Genil)
-Retablo de Jesús Nazareno (Iglesia de Omnium Sanctorum – Sevilla)
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"Chiflados de Dios: Así seguramente les llaman muchos que los ven, pensando que no tiene sentido tal esfuerzo. Pero son locos de amor por Dios, tanto de tocar el corazón de su pueblo, para llevarles a Dios." Papa Francisco, II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, Sevilla 2024

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