“A la fundación de San Antonio Abad se dio principio el año de 1730 y por varios incidentes no se concluyó hasta el de 1747, Se debe la erección de dicha ermita a don Antonio Fernández, presbítero, don Miguel de Santerbáez y don Pablo de Traba, los cuales se propusieron que los pobres pudieran sin rubor cumplir con el precepto de la misa. Dio licencia don Manuel Centurión, marqués de Estepa, y franqueó a los fundadores toda la tierra que les acomodara hasta el Llano de Contero. Un comisionado de valdíos y realengos redujo esa donación a un pequeño huerto contiguo a la ermita. Don Antonio Fernández, primer fundador, dejó pensionado un vínculo, que fundó, con una misa rezada todos los domingos y días festivos, una cantada el día del Patrocinio de Nuestra Señora y otra el día de San Antonio Abad. Don Miguel de Santerbáez, que también fundó otro vínculo, dejó por heredero, a falta de sucesor, a San Antonio Abad, con la pensión de una misa diaria.
No sabemos desde cuando se instalaron en aquel sitio los ermitaños que algunas personas que aún viven llegaron a conocer. Uno de esos ermitaños solía morar en la casería del Trapero, que perteneció a esa fundación.
Privada la ermita de sus bienes, comenzó bien pronto a arruinarse, pudiendo asegurar que hace sesenta o setenta y cinco años quedó inhábil para el culto. En el día no necesitamos decir a los vecinos de este pueblo que sólo queda la memoria de la ermita que hubo donde hoy el abrevadero que conserva su nombre.
De los informes que hemos podido adquirir resulta que San Antonio Abad era una pequeña iglesia con tres altares y retablos; uno dedicado al santo titular, otro a San Pablo y el del centro a la Virgen del Valle. Hoy se conservan la primera y la última en los Remedios y la segunda en Santa María.
Delante del santuario había un pórtico de piedra, el mismo que fue trasladado y colocado en la puerta de Santa María.
Dos días célebres hubo anualmente en esta ermita: el de San Antonio Abad, en que acudían con sus caballos enjaezados las personas más distinguidas, y el de San Miguel en que se hacía una velada.
Como pasó el templo, pasaron aquellas costumbres”
La fundación de la Ermita de San Antonio Abad data de 1730 y se debe a don Antonio Miguel Fernández, presbítero, y don Miguel de Santalbáez. Concede licencia y sitio para la ermita el marqués de Estepa, don Manuel Centurión. El 25 de abril de 1730 el maestro alarife Nicolás Morales y su oficial Jerónimo Díaz inician las obras, pero se suspenden poco después por ser nombrado Antonio M. Fernández cura de Miragenil. Mientras tanto, Santalbáez encarga en Antequera a José de Medina la imagen de San Antonio Abad, depositándose temporalmente en la parroquia de San Sebastián. En 1746 se les une don Pablo de Traba y reúnen dinero suficiente de limosnas para continuar con la obra, terminándose poco después la sacristía.
Se desconoce el motivo de la dedicación de esta ermita a San Antonio Abad pero podría ser por la devoción de los fundadores al santo al encomendarse en alguna enfermedad. Por otro lado, la ermita se levanta en un terreno que estaba dedicado al cultivo y a la ganadería, cerca de un arroyo y manantial, siendo San Antonio Abad protector de los animales y ofreciendo a los ganaderos y agricultores la posibilidad de rezar en una ermita cercana, teniendo en cuenta la lejanía con las ermitas e iglesias del pueblo.
El 26 de mayo de 1747 se traslada la imagen de San Antonio Abad desde la parroquia de San Sebastián en solemne procesión y se coloca provisionalmente en la sacristía. Continuando las obras se le hace venir al hermano Juan del desierto de San Pablo para que cuidase del culto y del aseo del santuario en hábito de ermitaño.
En 1748 comienzan a agregarse más hermanos ermitaños. Los fundadores temen que los padres conocidos como de la religión de San Antón reclamen la ermita y sus bienes para su orden por estar dedicada a San Antonio Abad. Por eso, mandan hacer una imagen de la Virgen a José de Medina dándole la advocación de Ntra. Sra. del Valle y nombrándola la titular del santuario. Al mismo tiempo, Pablo de Traba le encarga a don Benito de Hita y Castillo, de Sevilla, una imagen de San Pablo Ermitaño para colocarla en un altar frontero a San Antonio Abad. En 1752 se concluyen las obras en la ermita y se colocan las imágenes en sus altares llevándolas en procesión desde la Iglesia de la Asunción.
En 1766 don Antonio Fernández, fundador de la ermita, hace entrega de ella a los hermanos que entonces habitaban en ella. En 1768 el hermano Zacarías, encargado del santuario, termina el pórtico, claustro, coro, habitaciones para los hermanos, huerta y cerca de ella; construye cocina, refectorio, cuartos, despensas, caballerizas, pajar y dos patios; adquiere bienes inmuebles como la casería del Trapero y alumbra un manantial de agua que existía en aquel sitio.
En 1780, con la licencia del vicario, se coloca un Vía crucis formado por sillares de piedra y con los pasos en azulejo desde la salida del pueblo hasta la ermita. En tiempos de Aguilar y Cano se conservaban en lo alto del cerro, y hoy en día todavía se pueden ver algunos de estos sillares en el cerro.
En 1788 se escribe un manuscrito ‘Libro del Origen y prinzipio que tubo la fundación de la hermita de el G. S. Antonio Abad de la Villa de Estepa. Costeado por el hermano Antonio Sacarías de San Felipe de Neri, hermano actual de este Santuario. Año de 1788’, conservado en la parroquia de Sta. María.
Dos días célebres había en la ermita: el de San Antonio Abad, acudiendo en romería las personas más distinguidas hasta la ermita, y el de San Miguel, en que se hacía una velada.
Pronto la ermita y su fundación empieza a arruinarse por perder todos sus bienes. Sobre 1830 queda inhábil para el culto, trasladándose después de arruinarse el pórtico de entrada a la parroquia de Santa María, actualmente desaparecido. Las imágenes de San Antonio Abad y la Virgen del Valle fueron trasladadas a la Iglesia de los Remedios mientras que San Pablo Ermitaño fue llevado a la parroquia de Sta. María. La imagen de San Antonio Abad ocupó el retablo que estaba dedicado al Stmo. Cristo de la Vera-Cruz, titular de la Ermita de la Vera-Cruz y antiguo titular de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Remedios. Este crucificado fue trasladado entonces a las escaleras del camarín de Ntra. Sra. de los Remedios.
También se piensa que el antiguo retablo de la Sagrada Familia y hoy de la Virgen del Valle de la Iglesia de los Remedios pudo ser el retablo que presidiera la Ermita de San Antonio Abad ya que fue adaptado en el siglo XIX a la capilla dejándole hueco a los ventanales. El retablo, de banco y un cuerpo de tres calles con estípites, es de la segunda mitad del siglo XVIII, momento en el que está en auge la Ermita de San Antonio Abad y se construye la mayor parte de la residencia de los hermanos ermitaños.
Hoy en día en el lugar que estaba la iglesia sólo se conserva un abrevadero que se conoce con el nombre de la antigua ermita, San Antonio Abad. Este lugar es uno de los más olvidados de Estepa, encontrándose en la carretera de El Rubio, y su estado de conservación nos hace pensar que si las autoridades no lo protegen y recuperan la zona posiblemente lo hayamos perdido completamente en pocos años.
Libros y artículos consultados:
-La Ermita de San Antonio Abad de Estepa. Jordán Fernández, JA. Ed. La Serranía. 2011
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-Las órdenes religiosas en Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-San Antonio Abad. Devociones de Estepa. 2009
-La Orden de San Antonio Abad. Devociones de Estepa. 2009
-La Orden de San Antonio Abad y Estepa. Devociones de Estepa. 2009
-Via Crucis a la ermita de San Antonio Abad. Devociones de Estepa. 2009
-La devoción a la Virgen del Valle en Estepa. Devociones de Estepa. 2019
-La Virgen del Valle, de José de Medina. Devociones de Estepa. 2019
-San Pablo Ermitaño, una obra de Benito de Hita y Castillo. Devociones de Estepa. 2019
-Antigua velada de San Miguel. Devociones de Estepa. 2017