A lo largo de los siglos de historia que conocemos la existencia de hermandades y cofradías en Estepa, éstas se han visto envueltas en diversos pleitos y conflictos que han cuestionado principalmente su identidad como hermandad. A grandes rasgos, podemos distinguir en un primer momento dos clases de pleitos: los de índole económica, y otros por cuestiones de prestigio, en general en lo que se refiere a la antigüedad de las cofradías y las hermandades. A raíz de la aprobación de las Ordenanzas del siglo XVIII, se dan nuevos casos con la intención de controlar las instituciones de beneficencia de la villa. En cualquiera de los casos, siempre se apelaba al tribunal de la Vicaría o incluso será el propio Vicario, como Juez Eclesiástico que era, el que interponga el pleito para mantener su autoridad sobre todo lo que afectaba a su jurisdicción.
1. Índole económica
Los casos de índole económica son más abundantes dada la necesidad de llevar al día la contabilidad de la cofradía, y en aquellas hermandades, como la de la Asunción o la del Carmen, que contaban con un hospital era aún más importante desde que el control de la contabilidad permitía directamente la buena marcha de estas casas de beneficencia. Desde los primeros años del siglo XVI se conocen casos de corrupción por parte de los mayordomos de las cofradías que ofrecían cuestas que hacían desconfiar a los visitadores de la Orden de Santiago y por eso tanto los visitadores como el Vicario pedían que se presentaron los libros de cuentas en reiteradas ocasiones a lo largo de los siglos que van del XVI al XVIII: 1509, 1511, 1549, 1635, 1700, 1705… Sin embargo, en algunos de estos casos era más bien un intento de controlar los bienes de las confraternidades por parte de la mayor autoridad eclesiástica de la villa.
En algunas ocasiones, también por corrupción, eran los propios miembros de la cofradía los que presentaban el pleito contra un mayordomo que acababa un mandato y no daba las cuentas o no las ofrecía completas, como ocurrió en 1639 en la cofradía de la Asunción. O era un antiguo prioste el que reclamaba a la cofradía una deuda que contrae con él y que no había sido resuelta, como ocurre también en la Asunción en 1614.
Otros pleitos se registran de particulares contra las cofradías o viceversa, debido al arrendamiento de propiedades urbanas o rurales. Como en 1601 un particular se niega a pagar las rentas a la cofradía de la Asunción por haber sido un año improductivo o en 1687 por una deuda que contrae la misma cofradía con un particular.
En todas las medidas tomadas por los Vicarios como autoridad eclesiástica de Estepa, destaca los cambios introducidos por el Vicario Pedro de Tallada a partir de 1595, con la intención de controlar las corporaciones existentes en Estepa. Estas medidas obligaron a inscribirse a los estepeños a cualquiera de las hermandades de Estepa con intención de controlar a la población y que afectó también a la población morisca de la villa. También se llevó un mayor control de las mayordomías y se impuso nuevas tasas en entierros, fiestas, procesiones y acompañamiento ceremonial. Esto provocó que algunas hermandades se quejaran, como la cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza por la inclusión de un morisco en sus filas o la misma cofradía, la Asunción y la Vera Cruz de Pedrera por las altas tasas impuestas. La Hermandad del Santísimo se opuso en 1598 a la medida de contribuir a un reparto de la financiación de la fiesta del Corpus Christi entre todas las hermandades, por ser tradicionalmente la que sostenía la parte principal de la celebración.
2. Por razones de antigüedad:
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción |
2.1. Corpus Christi y Asunción
En lo que respecta a los pleitos suscitados entre cofradías por razones de prestigio, se generó una polémica entre las dos a cuyo cargo estaban los dos hospitales de Estepa: la cofradía de la Asunción y la cofradía del Corpus Christi en las postrimerías del siglo XVI.
El 25 de abril de 1954 Antonio de Torres Pineda, Antón Álvarez Cuervo y Bartolomé de Benjumea, hermanos mayores y prioste respectivamente de la cofradía del Corpus Christi, presentaron ante el Vicario D. Miguel de Saldaña un alegato contra la cofradía de la Asunción por que pretenden ir con sus insignias y estandartes en el lugar más cercano de la cruz parroquial en todas las procesiones particulares y generales. El lugar más cercano a la cruz que ocupaba la cofradía del Corpus Christi fue usurpado por parte de la cofradía de la Asunción cuyos miembros irrumpieron en la procesión con sus insignias y estandartes en el sitio en que hallaban los cofrades del Corpus Christi y los desalojaron. De nuevo el 25 de abril, día de San Marcos, se repiten los hechos en las mismas puertas de la Iglesia parroquial de Santa María y presentan la demanda al Vicario.
Los hermanos de la Asunción aluden a la época de la conquista de Estepa a los musulmanes en el día precisamente de la Asunción y a la advocación de la Virgen de la Asunción para la protección de la Iglesia parroquial de Santa María. Por lo que tiene lugar preferente junto a los clérigos en todas las procesiones, llevando su estandarte. Consideran que la cofradía se fundó intramuros dentro de las murallas y cerca de la villa, cuando aún no había casas, y la del Corpus Christi se erigió extramuros, que estaban ya habitados. Además se autocalifica de inmemorial, como símbolo de su antigüedad.
La cofradía del Corpus Christi alega el respeto y preferencia que posee la advocación de su cofradía sobre la de la Asunción, por respeto y reconocimiento al Santísimo Sacramento de la Comunión, la cofradía de la Asunción le debía ceder el lugar más cercano y más antiguo que había en las procesiones.
El Vicario se puso a favor de la cofradía de la Asunción considerándola la más antigua de Estepa, por lo que a raíz de este pleito, la cofradía de la Asunción solicitó que se publicara en las iglesias una orden para establecer el puesto de cada cofradía en las procesiones según la antigüedad de cada una.
2.2. Dulce Nombre y La Soledad
En la procesión de 1598 la Hermandad del Nombre de Jesús se vio agraviada por la de la Soledad porque sus hermanos fueron desplazados del lugar que le correspondía por ser más antiguos.
2.3. Veracruz y Asunción
En 1639 las dos cofradías discutieron el lugar en las procesiones y en concreto en la de la Bula de la Santa Cruzada. La Veracruz no discutía la antigüedad de la Asunción sino que alegaba estar más identificada con las Cruzadas. El Vicario Juan Martínez de Ordaz falla en 1643 a favor de la cofradía de la Asunción, corroborándose una vez más su preeminencia sobre las demás por ser la más antigua de la villa, excepto el día de la fiesta de cada cofradía en la que cada una tiene preferencia.
2.4. Veracruz y Jesús Nazareno
En 1694 se abre un expediente en torno a las procesiones de Semana Santa que se celebraban por la noche del Jueves Santo y Viernes Santo de madrugada. La Cofradía de la Santa Vera Cruz salía el Jueves Santo a media noche desde la ermita de la Vera Cruz y por la madrugada del Viernes Santo salía la cofradía de Jesús Nazareno desde la parroquia de San Sebastián. El Vicario Don Lorenzo de Andújar Ferrer Centurión y Arostegui prohibió la salida de las cofradías en la noche del Jueves al Viernes Santo, según dice porque “en una y otra se a reconocido que con la obscuridad de la noche y estar los hombres con monteras y las mujeres no conocerse se causan muchas culpas y pecados en graves ofensas de Dios Nuestro Señor”. Así pedía que a las diez de la noche se cerraran las iglesias parroquiales, los conventos y las ermitas, obligando a la cofradía de Jesús Nazareno a salir al amanecer y a la cofradía de la Vera Cruz a buscar otro día de la Semana Santa en la que no coincidiera con otra cofradía. Sin embargo, la cofradía de la Vera Cruz pidió mantener su hora de salida por las siguientes razones: antiguamente era la única que salía en la noche; sólo podían obtener las indulgencias concedidas a las hermandades de la Vera Cruz en esta jornada; consideraban la noche más propicia para la penitencia; y coincidirían con otras hermandades si cambiaban su día.
3. La fusión de hermandades del siglo XVIII
En tiempos de Carlos III, la Monarquía intento controlar los centros benéficos a través de diversos edictos y legislaciones, y así alejarlos de las manos de la Iglesia. La reforma pretendía la centralización hospitalaria de los bienes de las cofradías y hermandades, por los que las cofradías que no cumplieran con los estatutos fijados serían suprimidas. Esta nueva reforma hizo que se reorganizaran las hermandades y se realizaran nuevas Ordenanzas, favoreciendo la fusión de las instituciones y la desaparición de otras. Las nuevas ordenanzas provocaron que muchas cofradías pleitearan por el control de una institución de beneficencia y en muchos casos acabaron en la fusión de ambas.
Los primeros movimientos que se vieron en Estepa ocurrieron principalmente por motivos económicos. La cofradía del Corpus Christi tuvo que fusionarse hacia 1728 con la hermandad del Rosario del Carmen, con más pujanza económica, para poder mantener su Hospital de pobres transeúntes. En cuanto a la hermandad del Rosario de los Remedios quedó agregada en 1733 a la de la Veracruz, con graves problemas económicos, y así recuperar la Casa de niños expósitos.
La gran reforma se inició en Estepa en 1789 cuando la Cofradía y Hospital de la Asunción pidió al Consejo que se extinguiera la hermandad del Rosario homónima. El Consejo solicitó al Alcalde y al Vicario en 1791 que se suprimieran todas las hermandades a excepción de la cofradía del Hospital, de la Sacramental y la de Ánimas. Esto supuso que sólo quedaran las hermandades que regían los dos hospitales de la villa: la cofradía de la Asunción y la hermandad del Carmen. Sin embargo, en 1796 el Concejo propuso que el hospital del Carmen se integrara en el de la Asunción. La hermandad del Carmen alegó para mantener la independencia que el hospital de la Asunción no tenía capacidad suficiente y eran de costumbres diferentes.
En 1791 había erigidas en la villa quince hermandades del Rosario que contaban con la aprobación del Vicario, pero dado que muchas de estas hermandades tenían un titular común terminaron por agregarse a la que era más poderosa. Las hermandades estepeñas comenzaron a redactar sus nuevas Ordenanzas siendo expedidas en 1794. Por diversos motivos las Ordenanzas de las hermandades no comenzaron a revisarse hasta 1797.
La Congregación de Jesús Nazareno quedó formada por tres cuerpos, uno de eclesiásticos y dos de seglares, el de Cruces y el de Luces, pero a raíz de la reforma tuvo conflictos internos entre los seglares. La hermandad de Jesús Nazareno se uniría tanto a la Sacramental de su parroquia como a la de Ánimas.
Por su parte, la hermandad de San Pedro se vio envuelta en un pleito por controlar la Obra Pía del Pecado Mortal, donde los hermanos pedían limosna por los barrios, con la Orden Servita de Ntra. Sra. de los Dolores. Ambas instituciones tuvieron que fusionarse y sus ordenanzas fueron aprobadas en 1806.
4. El Vicario
La Vicaría de Estepa, con carácter de Vere Nullius, es decir, no dependiente de ninguna Diócesis y regida por un Vicario que ejerce en igualdad con los obispos circundantes, estuvo vinculada a la Encomienda Santiaguista de Estepa y al priorato de San Marcos de León. Durante esta época, el vicario tuvo que enfrentarse a la división de entre las collaciones de Santa María y San Sebastián, aprobada por Carlos I en 1541 ante la súplica del Concejo de la Villa de que hubiera en la villa dos parroquias. La Vicaría se opone y se inicia un largo proceso de pleitos entre las dos instituciones por motivo de las primicias y de la división de la parroquia, que fue reclamada por Carlos I en 1552, concedida por el prior de San Marcos de León en 1559, de nuevo reclamada por Felipe II en 1562 y finalmente aprobada por el papa Pío IV.
En medio de este litigio, Carlos I otorga en 1559 la villa de Estepa a la familia genovesa de los Centurión, por lo que la Orden de Santiago deja de tener autoridad en la villa y la Vicaría ve con recelos la llegada de otra institución, el Marquesado de Estepa, que competirá con ella por la jurisdicción no sólo política sino también espiritual. Durante trescientos años, la Vicaría y los Marqueses de Estepa mantienen unas relaciones tensas que provocaron numerosos forcejeos y pleitos. En 1685, Lorenzo de Andújar tomó posición de su cargo como vicario y reclama sus derechos como tal, iniciándose una serie de contiendas, en primer lugar con los conventos, después con los marqueses y al final con el Concejo. El Vicario y el Marqués llegaron a disputarse el derecho de nombrar curas de las dos parroquias de esta villa, capellanes y sirvientes de las iglesias rurales y de las que no tenían pila bautismal, así como los ermitaños. Como ejemplo de este conflicto, se puede citar la situación desencadenada en la cuaresma de 1699 cuando tanto el Vicario como el Marqués quisieron designar a los predicadores de las parroquias, originando un litigio que llegó hasta el tribunal de la Rota. Los frailes de la Victoria apoyaron al marqués y el Vicario decidió cerrar su convento y reducir a prisión a los frailes. Además, en 1704 se originó una revuelta popular ocasionada por la posesión de unas tierras en la que la población se dividió entre apoyar al Vicario o al Consejo y el Marqués, donde tuvo que intervenir el Consejo de Castilla. El concordato de 1851 vino a poner término a los continuos litigios entre Marquesado y Vicaría, reduciéndose en años posteriores la influencia de los primeros en la comarca por razones de genealogía familiar e integrándose la segunda en 1874 al Arzobispado de Sevilla.
Artículos y libros consultados:
-IV Jornadas sobre Historia de Estepa. La Vicaría eclesiástica de Estepa. Iltmo. Ayto. de Estepa, 2000
-Conflictos entre el Marquesado y la Vicaría durante el siglo XVIII. Escalera Pérez, E y Prieto Pérez, JO. IV Jornadas sobre historia de Estepa, Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa. 2000
-Control eclesiástico y codificación de las ceremonias públicas en Estepa (1590-1625). García Bernal, J. II Jornadas sobre Historia de Estepa. 1996. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa.
-Sentimiento religioso y actitudes conflictivas en las hermandades de penitencia de Sevilla durante el siglo XVIII. Romero Mensaque, CJ. Revista de Humanidades, 2011.
-La Vicaría de Estepa. Devociones de Estepa. 2013
-La división de las parroquias. Devociones de Estepa. 2010
-Las cofradías de Estepa a partir del siglo XVI. La cofradía de la Vera Cruz. José Sánchez Herrero. II Jornadas sobre Historia de Estepa. 1996
-La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-La beneficencia en las hermandades y cofradías estepeñas. Ezequiel Díaz Fernández y José Javier Mateos Llamas. IV Jornadas sobre Historia de Estepa. La Vicaría eclesiástica de Estepa, 2000
-La reforma de las Ordenanzas del siglo XVIII. Devociones de Estepa. 2015
-Beneficencia desde el siglo XVI al XVIII. Devociones de Estepa. 2013
-Las cofradías estepeñas a principios del siglo XVIII. Devociones de Estepa. 2017
-La Obra Pía del Pecado Mortal. Devociones de Estepa. 2013
-La Venerable Orden Tercera de los Siervos de Ntra. Sra. de los Dolores en Estepa. Devociones de Estepa. 2009
-La Hermandad de San Pedro en la Semana Santa del Barroco. José Javier Mateos Llamas. Lº Aniversario de la reorganización de la Hermandad de San Pedro, Estepa. 2003
-Un conflicto entre la Hermandad de San Pedro y la Venerable Orden Tercera de Servitas por la agregación de la Obra Pía del Pecado Mortal. Caballero Páez, M. Actas de las IV Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed: Ayto de Estepa, 2000
-Origen y vicisitudes de una corporación ostipense: el Venerable Orden Tercero de Servitas con la Agregación de la Obra Pía del Pecado Mortal. Martínez Amores, J.C. Actas de las I Jornada sobre Historia de Estepa. Ed: Ayto de Estepa, 1994
-La confraternidad del Orden Tercero de Nuestra Señora de los Dolores (1768-1830). Navarro Domínguez, JM. Actas de las I Jornada sobre Historia de Estepa. Ed: Ayto de Estepa, 1994
-Hermandades, cofradías y otras corporaciones religiosas no penitenciales en la Estepa de la Modernidad. Jorge Alberto Jordán Fernández. Miscelánea Ostipense. Estudios sobre historia de Estepa. 2013