En 1740 la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción es reedificada con la licencia que obtuvo don Juan Bautista Centurión, VII Marqués de Estepa y último por la línea recta de los Centuriones, para que se casara con una tía suya, María Luisa Centurión y Arias Dávila, dándole en penitencia que fabricara un templo, y en vista de la necesidad que en éste se sentía, acordó el marqués reedificarlo, destinando a ello los orujos turbios de todos sus molinos, y el importe de las limosnas que no se desdeñó de pedir personalmente por las calles para tan piadoso objeto. Con tales auxilios se concluyó la nueva ermita en menos de veinticinco años. Para su dedicación al culto en 1765, envió la marquesa la imagen de Ntra. Sra. de la Concepción, que según se recoge procedía de Madrid donde se habían establecido los marqueses. La misma marquesa llegó a ser su camarera, devoción que después practicaron sus sucesoras.
Ermita de la Concepción, construida en 1740 |
Ntra. Sra. de la Concepción es una imagen de vestir, de candelero, situada sobre una peana que representa una nube con ángeles. La Virgen fue titular de la Hermandad que se fundó en su ermita el 18 de enero de 1538, así como de la Hermandad del Rosario fundada en la segunda mitad del siglo XVIII tras la reconstrucción de la ermita y la llegada de la imagen. Con la desaparición de su ermita en la década de 1940 fue llevada a la iglesia de los Remedios, donde ocupó un pequeño camarín situado tras el retablo del presbiterio que fue dedicado al Señor de los Señores. En 1995 la Archicofradía de Paz y Caridad se hizo cargo de la imagen pasando a ser su titular como “la Pura y Limpia Concepción de María Santísima”, conocida popularmente en Estepa como la Inmaculada Concepción. En 2004, cumpliéndose el 150 aniversario del Dogma de la Inmaculada Concepción, la hermandad decidió recuperar la procesión de Nuestra Señora en la mañana del 8 de diciembre. La imagen ocupa actualmente la hornacina del retablo de la capilla Sacramental de la Iglesia de los Remedios.
La imagen se ha atribuido a Juan de Astorga desde que Manuel Páez, sacristán de los Remedios, encontró la inscripción ‘Hizome Huan de Astorga’ en la peana de la imagen. En realidad, la inscripción se encuentra en la planta del pie con la leyenda 'Astorga me fecit'. Sin embargo, esta autoría de la imagen no corresponde en el tiempo con las fechas de realización de la imagen. La imagen fue regalada por la marquesa de Estepa en 1765 mientras que el escultor Juan de Astorga nació en Archidona (Málaga) en 1779 y falleció en Sevilla en 1849. En primer lugar, la imagen de Ntra. Sra. se considera aquella que fue regalada por la marquesa, sin tener constancia de que hubiera otra imagen realizada para la ermita posterior a 1765. Esto supone que Ntra. Sra. de la Concepción llevaba catorce años en su camarín cuando nació el escultor Juan de Astorga. Sin embargo, la imagen se puede relacionar con el escultor si suponemos que la restauró a principios del siglo XIX o si consideramos la peana de la imagen o los pies, donde aparece su nombre, de su autoría. En este caso, la imagen de la Virgen, obra de candelero para vestir, hubiera sido realizada en primer lugar en 1765 y posteriormente Juan de Astorga le añadió la peana. Otros autores piensan que en nombre de Astorga en la peana de la Virgen vino dado por una restauración de Gumersindo Jiménez de Astorga (1832-1902) en el siglo XIX, quien restauró otras imágenes estepeñas como Ntro. Padre Jesús Nazareno en 1883.
En la Edad Media, a finales del siglo XV, la Virgen Inmaculada se representaba enviada por Dios desde el cielo, descendiendo a la tierra. De pie, sobre la luna, coronada de estrellas, extendía los brazos o unía los brazos sobre el pecho. La fuente de esta representación estaba en el Cantar de los Cantares y en el Apocalipsis. En primer lugar, la Inmaculada está asimilada a la novia del Cantar de los Cantares, cuyas metáforas bíblicas fueron popularizadas por las Letanías lauretanas: el sol, la luna, la estrella del mar, el jardín cerrado, la fuente, el pozo de agua viva, el cedro del Líbano, el olivo, la rosa, el espejo sin mancha, la Torre de David, la Ciudad de Dios, la puerta del cielo. Otros atributos fueron tomados del Apocalipsis: la Virgen vestida de sol con la luna bajo los pies, representada en forma de creciente, evocando la castidad y la victoria de la Cruz sobre otras religiones. En el arte del barroco del siglo XVII, se representa sin los símbolos de las letanías, rodeada sólo por ángeles, mientras sus pies aplastan la serpiente tentadora, para recordar su victoria sobre el pecado original. Destacadas representaciones de las Inmaculada Concepción podemos encontrarlas en las obras de Zurbarán, Ribera o Murillo.
-Grabado de la Inmaculada y lienzo de Zurbarán con las letanías:
-Inmaculada Concepción de Murillo y de El Greco sin las letanías:
La peana de Ntra. Sra. de la Concepción de Estepa sigue la representación de la Inmaculada Concepción del barroco: la Virgen María pisa la cabeza de la serpiente sobre una nube con querubines; se dataría en finales del siglo XVIII o principios del XIX.
Retomando de nuevo la cuestión de la imagen de Ntra. Sra. de la Concepción, tenemos el dato de que fue traída por la marquesa de Estepa en 1765 para ser titular de la hermandad homónima y presidir el camarín del la ermita cuya reconstrucción habría financiado como obra de penitencia por haber contraído matrimonio con su sobrino, el VII marqués de Estepa, D. Juan de Bautista Centurión y Ayala (1718-1785). La imagen fue traída desde Madrid donde residía en aquel momento la familia Centurión. El marqués fue nombrado Gentilhombre de Cámara de Su Majestad con ejercicio y Caballero de la Gran Cruz de Carlos III, por lo que residía durante largas temporadas en Madrid y conocía como hombre cortesano el ambiente en el que se movían los artistas de la corte. La obra estepeña en cuestión se relacionaría con un escultor cortesano de la década de 1760, al que acudieron los marqueses de Estepa en Madrid para encargarle la obra. Cabe destacar que esta no fue la única obra que los marqueses trajeron desde Madrid: el marqués como patrono de los templos de su marquesado debía atender a su culto y decencia, por lo que actuó como intermediario entre las órdenes religiosas o las hermandades y un escultor de la corte. Este escultor en cuestión fue el vallisoletano D. Luis Salvador Carmona, con quien pudo entablar relación además por ser ambos miembros de la Orden Tercera franciscana. Para Estepa realizó, entre otras, imágenes para la Orden franciscana como San Francisco de Asís o San Joaquín con la Virgen Niña, para la Orden mínima como San Francisco de Paula o el titular de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno. La imagen de Ntra. Sra. de la Concepción se podría relacionar con este conjunto de obras que se trajeron desde Madrid para las iglesias estepeñas.
Muy distintivo de la imagen de la Inmaculada Concepción estepeña es el dibujo de sus labios que se puede apreciar en imágenes de Luis Salvador Carmona como el arcángel San Miguel de Vergara (Guipúzcoa), la Divina Pastora de Nava del Rey o sus obras de la Virgen del Rosario como la de Vergara.
-San Miguel de Vergara (Guipúzcoa)
-Divina Pastora de Nava del Rey:
-Virgen del Rosario de Vergara (Guipúzcoa)
-Virgen del Rosario
Sin embargo, llama la atención que la peana de la Virgen no corresponde con las obras realizadas por Salvador Carmona, lo que colaboraría el dato de que la peana fue realizada por otro escultor. Las nubes realizadas por Luis Salvador Carmona son más volumétricas, dotadas de gran movimiento, con ángeles y serafines que portan rosarios o símbolos de las Letanías, elementos identificativos de los santos, o simplemente juegan con el manto de la Virgen. Ejemplos de estas nubes podemos encontrarlas en la Asunción de María de Serradilla (Cáceres) o la Virgen del Rosario del Oratorio del Santo Cristo de Olivar de Madrid.
-Asunción de María de Serradilla (Cáceres)
-Virgen del Rosario del Oratorio del Santo Cristo de Olivar (Madrid)
Este artículo supone una hipótesis que pretende arrojar luz sobre la autoría de la imagen de Ntra. Sra. de la Concepción de Estepa ante la incompatibilidad en las fechas que relacionaba la obra con Juan de Astorga y, por otro lado, su realización durante el patronato que ejerció el VII marqués de Estepa sobre las iglesias, órdenes y hermandades de su marquesado, confiando la ejecución de numerosas obras en el escultor Luis Salvador Carmona. Esta teoría queda abierta y merecería un análisis más profundo de los expertos de la historia y el arte estepeño.
Artículos y libros consultados:
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-Actas del IV Coloquio Nacional sobre la Cultura en Andalucía. El escultor Luis Salvador Carmona (1708-1767). Conmemoración del III Centenario de su nacimiento. (Cuadernos de Estepa nº02) Ed. Ayuntamiento de Estepa. 2013
-La obra del escultor Luis Salvador Carmona en Estepa. Díaz Fernández, Ezequiel A. Boletín de Arte. Universidad de Málaga. 2002
-Biografía humana de Luis Salvador Carmona (1708-1767). Jesús Urrea. Ayto. de Navas del Rey. Diputación de Valladolid. 2009
-La obra de Luis Salvador Carmona. Devociones de Estepa. 2009
-Estepa y Luis Salvador Carmona. Devociones de Estepa. 2009