Las primeras referencias documentales a la Hermandad de la Resurrección de Estepa datan del primer cuarto del siglo XVII. Datado en 1623 se conserva un documento sobre la Hermandad que estaba establecida en la iglesia del Convento de la Victoria, perteneciente a la Orden de los Mínimos. En el convento de la Victoria residía también desde finales del siglo XVI la cofradía de sacerdotes de Nuestra Señora de la Soledad y en 1654 se funda la Hermandad del Entierro de Nuestro Redentor Jesucristo, ambas hermandades nacidas al amparo de los padres mínimos del convento. En las iglesias y conventos era costumbre muy antigua celebrar representaciones sacras de la Crucifixión, Descendimiento y Entierro de Cristo durante la Semana Santa. Para llevar a cabo esta práctica la imagen del Redentor tenía los brazos articulados a la altura de los hombres, como la imagen estepeña del Cristo yacente que data del siglo XVI. La existencia de una hermandad de Cristo Resucitado en este convento mínimo sumaría además a la Pasión y Muerte de Nuestro Señor la conmemoración gloriosa de la Resurrección. En este contexto conventual tiene cabida la primera referencia a la hermandad de la Resurrección en Estepa.
La Hermandad es de nuevo mencionada en otro documento de 1623 donde se hace referencia a un repartimiento de ayuda a la Cofradía del Corpus Christi por el resto de hermandades de Estepa. Por aquellos años colaboraban con la corporación sacramental las hermandades del Señor San Sebastián, Nuestra Señora de la Soledad, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de la Cabeza, Santa Vera Cruz, Santa Ana, Resurrección, Dulce Nombre y Nuestra Señora de la Concepción. De nuevo se cita a la Hermandad de la Resurrección en 1624.
La fecha de datación del Cristo Yacente en el siglo XVI sugiere que la imagen pudo haber permanecido en el convento desde una fecha cercana a su fundación en 1562 y durante la primera mitad del siglo XVII hasta la fundación de su hermandad en 1654. Durante esta primera mitad la talla tuvo que convivir en el convento con la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, con hermandad propia, y con la Hermandad de la Resurrección. De esta última sólo se conservan referencias en el convento en la primera mitad del siglo y hacia mitad del siglo se funda la del Entierro de Cristo, sin coexistir ambas, lo que invita a pensar que en un primer momento se crea la Hermandad de la Resurrección con celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, pero que se desvanece y posteriormente se funda la del Entierro de Cristo en torno a la imagen de Cristo Yacente.
Las referencias a la Resurrección en el convento de la Victoria no son las únicas que existieron en Estepa. A finales del siglo XVII de nuevo encontramos documentos donde se mencionan esta vez la imagen de Jesús Resucitado, que pertenecería a la cofradía de la Vera Cruz con sede en su propia ermita. La cofradía de la Vera Cruz se fundó hacia la mitad del siglo XVI y celebraba la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor en su ermita con sermón y cabildo preparatorio el Domingo de Ramos, procesión el Jueves Santo y celebración de la Pascua de Resurrección. La cofradía salía en procesión el Jueves Santo con las imágenes del Cristo de la Vera Cruz, el Santo Cristo de los Azotes y Nuestra Señora. A estas imágenes principales se les sumaba en algunas ocasiones la imagen de Jesús con la Cruz a cuestas y Jesús Cautivo, lo que indica que la cofradía representaba durante su procesión diferentes momentos de la Pasión del Señor. En la Pascua de Resurrección se celebraba una danza de gitanas que acompañaba a la imagen de Jesús Resucitado en procesión. Otras celebraciones destacadas de la cofradía era la Invención de la Santa Cruz el 3 de mayo y la fiesta del Corpus Christi.
En los inventarios de la Ermita de la Vera Cruz de finales del siglo XVII se menciona la imagen de Jesús Resucitado, el ajuar y los vestidos del Señor, y las andas para la procesión. Así en un inventario de 1674 se nombra “una banda de tafetán de Jesús Resucitado” y “un tornillo de Jesús Resucitado”. En 1677, se menciona “la imagen de Nuestro Señor Resucitado, otras ‘pariguelas’ para Jesús Resucitado”. En 1679, “imagen de Nuestro Señor Resucitado, parihuelas para la Cruz, Nuestra Señora y Jesús Resucitado”. En 1683, “imagen de Nuestro Señor Resucitado con banda rosada, potencias de plata, parihuela, vara y bandera”. Todos estos datos indican que Jesús Resucitado procesionaba en andas con una banda rosada de tafetán y portaba una bandera con su vara y potencias de plata.
La procesión de Jesús Resucitado a finales del siglo XVII dependía de la Cofradía de la Vera Cruz, por lo que desapareció cuando la cofradía quedó unida en 1733 a la Hermandad del Rosario de Nuestra Señora de los Remedios que se fundó en 1701 en la ermita de la Vera Cruz y aumentó su importancia a principios del siglo. La Hermandad continuó celebrando la Invención de la Santa Cruz y añadió el Octavario a Nuestra Señora de los Remedios así como el rezo del Santo Rosario diario. La Hermandad acompañaba a la Archicofradía de Paz y Caridad que fue la heredera del Jueves Santo, procesionando con el Santo Cristo de la Vera Cruz, Santo Cristo Amarrado a la Columna y Nuestra Señora de los Remedios como dolorosa. Sin embargo, no se menciona que se continuara la procesión de la imagen de Jesús Resucitado.
El pueblo de Estepa ha intentado en varias ocasiones fundar de nuevo una Hermandad que conmemore y celebre la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y sea el culmen de nuestra fiesta mayor, pero aún no se ha encontrado el camino para que pueda ser una realidad.
Fuente:
-Hermandades, cofradías y otras corporaciones religiosas no penitenciales en la Estepa de la Modernidad. Jorge Alberto Jordán Fernández. Miscelánea Ostipense. Estudios sobre historia de Estepa. 2013