1953 es una fecha destacada para la Hermandad de San Pedro desde que tuvo lugar su refundación el 3 de mayo. Un grupo de jóvenes devotos fervientes de la imagen del Apóstol dio el paso decisivo y sentó las bases de lo que hoy es la cofradía. Los jóvenes recibieron como herencia de la antigua Cofradía de San Pedro una antigua arca de madera que guardaba doce túnicas azules, doce capas rojas, seis cetros, una bandera del siglo XVII y una campana de bronce fechada en 1828. En estos primeros años la Hermandad se decantó por el color azul de las viejas túnicas heredadas para la realización de las nuevas túnicas de sus nazarenos. Del mismo color se realizaron los antifaces. El nazareno llevaría, además del escudo representativo, un cinturón blanco, y en algunas ocasiones se describe también una capa y botonadura blanca, aunque la capa caería en desuso y sólo se llevo en los primeros años, como se menciona en la revista de las hermandades de 1954. Por lo tanto, el color blanco sería, junto al azul, el color corporativo de la Hermandad en estos primeros años. Colores inmaculistas unidos a la Hermandad desde que los hermanos sacerdotes de San Pedro propusieran realizar el juramento de la defensa de la Purísima Concepción de María en 1651.
Sin lugar a dudas, el color azul oscuro es el emblema de la Hermandad de San Pedro por la histórica representación artística del Apóstol y el carácter Servita de su Dolorosa. Cuando la hermandad es refundada, San Pedro sólo tenía una camisa, una túnica y una capa de brocados muy pasados, y para Ntra. Sra. de los Dolores se conservaba una muda interior, la saya y manto negro con bordados del siglo XVIII, y otro vestido y manto negro para diario. La Virgen salió a las calles en un primer momento vestida con su manto y saya bordados en unas andas llevadas por los trabajadores de la Casa de Cerverales y en 1956 se adquiere el antiguo paso de palio de Ntra. Sra. de los Dolores de la Hermandad de Jesús Nazareno de la misma localidad, también de color oscuro.
Este color estaba bien asentado en la Hermandad cuando en 1973 deciden encargar un nuevo palio de salida para la Virgen de los Dolores a José Alonso Sevilla. Se compran metros de terciopelo azul marino para el palio, bambalinas, manto de salida, saya y faldones, así como los flecos de oro para las bambalinas de la sevillana Casa Rodríguez. El trabajo de confección estaría a cargo de Rosarito Morilla. En los años anteriores, la imagen de la Virgen fue intervenida por el escultor estepeño Manuel Escamilla Macías entre 1971 y 1972, quien realizó un nuevo juego de manos para la Virgen, pero en esta ocasión separadas, cambiando así la iconografía con la que la imagen había sido conocida y adaptándose al gusto de la época por los modelos sevillanos.
-Primer palio de Ntra. Sra. de los Dolores, de color oscuro:
-Segundo Palio de Ntra. Sra. de los Dolores, de color azul:
-Nazarenos acompañando al Santo Cristo de las Penas:
-Pachones de San Pedro vistiendo de azul y blanco:
El modelo de Hermandad que la cofradía de San Pedro había utilizado durante tres décadas viró en los años 80 cuando rescataron el antiguo color de las capas de los nazarenos. En aquella arca que los jóvenes de 1953 recibieron había doce capas de color rojo, que hicieron que la Hermandad cambiara la indumentaria de sus nazarenos y su color corporativo a partir de la Semana Santa de 1981. Como curiosidad, la Hermandad sí se había decantado por este color en 1958 cuando aprobaron la realización de un estandarte en terciopelo de Lyon a las hermanas del Convento sevillano de Santa Isabel. El nazareno recuperaría la capa de color rojo y cambiaría también el color de su botonadura blanca y su cinturón blanco por una botonadura y cordón rojo. El blanco fue cambiado así por el rojo, que junto al azul, serían a partir de 1981 los colores corporativos de la Hermandad.
La siguiente decisión de la Hermandad sería el replanteamiento de su paso de palio, iniciando en enero de 1981 gestiones con el Cónsul de España en Lyon para la adquisición de seis metros cuadrados de terciopelo de Lyon para el manto y techo del palio de Ntra. Sra. de los Dolores. La Virgen cambió así su habitual color azul oscuro por el rojo Burdeos.
Este color rojo de las primeras capas del antiguo arca y del cambio artístico de la Hermandad de principios de la década de los 80 está conectado comprensiblemente con la iconografía con la que los cristianos decidieron representar a San Pedro Apóstol. Según la tradición se debía de representar en el momento de su arrepentimiento con “alto de cuerpo, blanco, descolorido, los ojos negros y teñidos en sangre, las cejas no muy pobladas, la nariz algo remachada, y no muy viejo (…). Ha de tener la túnica azul, ceñida, y el manto anaranjado o de color ocre…”. En la representación estepeña, el Apóstol aparece arrodillado, con el rostro hacia el cielo y las manos unidas en gesto de súplica, mientras sus ojos lacrimosos muestran con clara actitud su arrepentimiento. El apóstol viste la túnica azul y el manto es encarnado, intensificando así el color anaranjado de la tradicional representación pictórica.
Teniendo en cuenta la herencia recibida de sus antepasados y la iconografía del Apóstol San Pedro, los hermanos tornaron el blanco representativo por el rojo de las antiguas capas del arca, y con este color tejieron sus nuevas capas y el palio de Nuestra Señora.