La Santísima Virgen, con su Bendito Infante, se representan como centro de la composición, enmarcada bajo un firmamento de estrellas. Ángeles y querubines del mismo cielo le ofrecen, entre nubes, las preseas que ceñirán sus sienes el próximo tres de mayo, para regocijo de todos, bajo una filacteria que recoge el lema de la coronación: “En Ti espera el alma mía”. Una corona como ofrenda de amor que su pueblo le quiere brindar, y que es símbolo bendito de su más alta glorificación. Mientras tanto, un fondo del color de su manto -que ni es rojo ni es coral- cobija las alabanzas que su gente le dedica:
¡Bendita, bendita, bendita...!
Bendita..., y bonita.
Alabanzas que son diferentes formas de sentir, como diferentes son las letras que las escriben.
Remedios estepeña,
remedia nuestros males.
Bonita y Bendita,
atiende nuestras súplicas.
Remedios de Estepa,
la que las penas quita.
Fuente:
-Hdad. de Ntra. Sra. de los Remedios
-José Cabrera Lasso de la Vega (Facebook)