Para celebrar este año, las religiosas han programado la celebración de misas jubilares en torno a fechas destacadas de la vida de los fundadores o de la Compañía, y que relacionamos a continuación al completo:
-30 de enero: Nacimiento de santa Ángela de la Cruz. Misa presidida por Jaime Conde, párroco de Ntra. Sra. de la Oliva de Sevilla.
-2 de marzo: Muerte de santa Ángela de la Cruz. Misa presidida por Miguel Ángel Núñez, párroco de San Nicolás de Bari y Santa María la Blanca.
-23 de abril: Memoria del beato padre José Torres Padilla. Misa presidida por monseñor Teodoro León, obispo auxiliar de Sevilla.
-4 de mayo: Canonización de santa Ángela de la Cruz. Misa presidida por Francisco Moreno, párroco de la Anunciación.
-2 de agosto: 150 aniversario de la fundación del Instituto. Misa presidida por Antonio Alcayde, canónigo emérito de la Catedral de Sevilla.
-18 de septiembre: Solemnidad de Santa Mª de la Purísima. Misa presidida por monseñor Teodoro León, obispo auxiliar de Sevilla.
Todas las celebraciones eucarísticas citadas tendrán lugar a las siete de la tarde en la casa madre, salvo la del 2 de agosto que será a las diez y media de la mañana. Además, se ha previsto la celebración de un triduo a Santa Ángela de la Cruz del 3 al 5 de noviembre, también a las siete de la tarde, presidido el primer día por el obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Ramón Valdivia; el segundo por monseñor León; y finalmente por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Saiz Meneses. El año jubilar llegará a su fin el 30 de enero de 2026, con una Eucaristía de clausura presidida también por el arzobispo de Sevilla a las siete de la tarde.
Indulgencia plenaria
Como describe el decreto de la Penitenciaría Apostólica, las hermanas de la cruz y todos los fieles podrán lucrar indulgencia plenaria para sí mismos y, a modo de sufragio por las almas de los fieles que aún se encuentran en el Purgatorio, en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice), si visitan como peregrinos la capilla de la Casa Madre o cualquier templo perteneciente a la referida Compañía, y «participan devotamente en ceremonias jubilares que se celebren allí o, al menos, dediquen un tiempo conveniente a la meditación piadosa ante la imagen de la fundadora, que se haya preparado allí, concluyendo con el rezo del Padrenuestro, el Credo y las invocaciones a la Virgen María y santa Ángela de la Cruz».
Por su parte, los ancianos, enfermos y los que por un motivo grave no puedan salir de casa, también podrán ganar la indulgencia plenaria, «manteniendo aversión al pecado y con la intención de cumplir cuanto antes las tres condiciones habituales, si espiritualmente se unen a las celebraciones jubilares y ofrecen a Dios sus oraciones, los dolores y las incomodidades de su propia vida».