Los restauradores mostraron la envergadura de los trabajos acometidos en la misma, así como las diferentes técnicas empleadas para devolvernos con todo su esplendor esta magnífica pieza, fechable en el siglo XVIII. La intervención ha sido compleja dado el estado en que se encontraba, en desuso desde hace casi un siglo, en la que había que compatibilizar la conservación íntegra con la funcionalidad puntual a la que se someterá de aquí en adelante.
El conjunto está conformado por una túnica de cola, de mangas largas, y un escapulario. La túnica está confeccionada con un tejido labrado, realizado en seda de color crudo, con pequeños motivos brochados, en plata sobredorada. El escapulario, por su parte, está realizado sobre un soporte de “lamé de plata”. Ambas piezas se encuentran decoradas en su perímetro con una estrecha cenefa bordada, realizada íntegramente a base de espejuelos, canutillos, lentejuelas y tachuelas. Como curiosidad, mencionar que muchas de las lentejuelas, canutillos y tachuelas muestran una corladura superficial en colores verdes, rosas y violetas, lo que unido al cristal de los espejuelos aportan gran vistosidad al conjunto.
Pese a que los inventarios reflejan, desde el s. XVII, la existencia de distintas túnicas, ninguna descripción permite relacionarla directamente con este conjunto en cuestión.
Sin embargo, atendiendo a las características estilísticas, materiales y técnicas, es posible encuadrar la ejecución de estas prendas en la última década del s. XVIII. Esto se debe a las similitudes existentes con varias prendas de indumentaria civil masculina las cuales se asemejan a la túnica tanto en la disposición perimetral de la decoración como en los materiales empleados. Atendiendo a esto, sería posible relacionar el conjunto con un apunte registrado en un inventario de 1791 que menciona “una túnica y escapulario bordados para el Niño”.
Además, los estudios realizados de forma paralela a la intervención delataron que los soportes que actualmente conforman las prendas no eran los originales. De hecho, en el caso de la túnica, se hallaron hasta dos tejidos anteriores, uno primero de terciopelo morado, que también se identificó en el escapulario, y un segundo de lamé de plata, situado en el actual soporte del escapulario.
B ) 𝙏𝙚𝙟𝙞𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙢𝙚́ 𝙙𝙚 𝙥𝙡𝙖𝙩𝙖. (En un estrato intermedio, posterior al primero) C ) 𝙏𝙚𝙟𝙞𝙙𝙤 𝙗𝙧𝙤𝙘𝙝𝙖𝙙𝙤. (Soporte actual) |
Estos hallazgos permitieron determinar que el conjunto, en origen, era de terciopelo de seda morada bordado. Posteriormente, y en un tiempo indeterminado, presumiblemente en el s. XIX, se traspasaron a los tejidos de lamé y por último, los bordados de la túnica volvieron a traspasarse al actual tejido brocado. Esto, sin duda, delata el interés que ha existido en la Hermandad a lo largo de los años por conservar una de las prendas más singulares del ajuar de El Dulce Nombre, aunque ello conllevara la pérdida de los soportes primitivos.
Atendiendo al elevado valor histórico-artístico del conjunto, así como a la singularidad de los materiales empleados en su decoración bordada, especialmente los canutillos, lentejuelas y tachuelas con corladuras de colores, se entendía estrictamente necesario realizar una intervención conservativa que, al mismo tiempo, permitiese devolverle el uso a este singular conjunto.
El Dulce Nombre de Jesús volverá a vestir la “túnica de los talcos” durante los cultos del próximo 2 de enero.
Puede consultar los datos de la restauración de “la túnica de los talcos” en el siguiente artículo:
-La restauración de la Túnica de "los Talcos" del Dulce Nombre de Estepa. Portillo Pérez, P. J. y Pérez Díaz, P. Blanca y Colorá 2023.
Artículo relacionado:
-Cyrta comienza los trabajos sobre "la túnica de los talcos" del Dulce Nombre de Estepa. Sigüenza, A. Gente de Paz. Julio 2022.