Cuenta la tradición que en 1044 el rey García Sánchez III de Navarra (1012-1054), estando de caza cerca del río Najerilla vio volar una perdiz que huía de su azor que la perseguía. La perdiz volaba con tal brío que el azor no podía darle alcance. El rey salió tras las dos aves para contemplar el lance. Al parecer, la perdiz se refugió en una cueva seguida del impetuoso azor. El rey los siguió hasta la gruta y al entrar escuchó una dulce música que lo llevo a contemplar una hermosa imagen de la Virgen y una jarra (o terraza) con azucenas (o lirios) junto a ella. A los pies de Santa María descansaban la perdiz y el azor. En 1045 tras la conquista de Calahorra el rey levantó junto a la cueva milagrosa el monasterio de Santa María la Real de Nájera. Y para defenderla fundó la orden militar de los caballeros de la Jarra (o la Terraza). El escudo y emblema sería una jarra de azucenas (símbolo de la pureza virginal).
Más adelante, el 15 de agosto de 1403, festividad de la Asunción de la Virgen, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua en Medina del Campo el infante castellano Fernando de Trastámara (1380-1416), conquistador de Antequera y posterior monarca aragonés, recuperó e instituyó de nuevo la Orden de la Jarra y el Grifo, ahora bajo el amparo y protección de la Virgen de la Antigua. Al igual que hiciera García Sánchez III de Navarra, el infante castellano entregó la divisa regia a sus hijos: D. Alfonso rey de Aragón, D. Juan rey de Navarra, D. Enrique (1400-1445) gran maestre de Santiago, D. Sancho maestre de Calatrava y a D. Pedro, junto a otros muchos fieles caballeros; su esposa Leonor de Alburquerque (1374-1435) fue gran devota de la Virgen de la Antigua.
En la catedral de Sevilla se conserva un fresco de la Virgen de la Antigua, el cual es considerado la muestra primigenia de la pintura gótica andaluza. Se pintó sobre un pilar de ladrillo en la mezquita mayor almohade ya cristianizada. La tradición identifica la pequeña figura orante femenina postrada a la derecha de la Virgen con Leonor de Alburquerque, quien pudo encargar la pintura en acción de gracias por la toma de Antequera en 1410 por parte de su esposo. Esta tipología mariana en pie con el niño en brazos influirá a otras imágenes como las de Rocamador en San Lorenzo o la del Coral en San Ildefonso, extendiéndose su representación en el siglo XV y difundiéndose por el Nuevo Mundo en el siglo XVI.
Debió existir una cierta relación de estos infantes con Estepa ya que Fernando de Trastámara recorrió a finales de abril de 1410 la comarca santiaguista de Estepa, entre Alhonoz y el río Yeguas, camino de la toma de Antequera. La encomienda santiaguista de Estepa participó activamente en esta conquista.
Debió existir una cierta relación de estos infantes con Estepa ya que Fernando de Trastámara recorrió a finales de abril de 1410 la comarca santiaguista de Estepa, entre Alhonoz y el río Yeguas, camino de la toma de Antequera. La encomienda santiaguista de Estepa participó activamente en esta conquista.
Un año antes, en 1409, su hijo Enrique fue nombrado maestre de Santiago con solo nueve años de edad. En esta época el gobierno y administración de la orden jacobea recayó en su padre, el citado Infante Fernando de Antequera. En julio de 1428 el infante Enrique realizó una peregrinación a Santiago de Compostela y a su regreso Juan II de Castilla lo envió a la frontera de Granada a través de la Banda Morisca andaluza, lugar donde se encontraba la encomienda santiaguista estepeña, que fue saqueada durante la batalla del Chaparral en 1424.
El estrecho vínculo del Infante Enrique de Aragón, maestre de Santiago, con la Orden de la Jarra fue inculcado por su padre, el monarca aragonés, atestiguándose en el retrato que el viajero alemán Jorge de Einghen le realizó en el siglo XV, donde aparecía con el valioso obsequio paterno de la banda y el collar de jarras con azucenas del que colgaba un grifo.
El estrecho vínculo del Infante Enrique de Aragón, maestre de Santiago, con la Orden de la Jarra fue inculcado por su padre, el monarca aragonés, atestiguándose en el retrato que el viajero alemán Jorge de Einghen le realizó en el siglo XV, donde aparecía con el valioso obsequio paterno de la banda y el collar de jarras con azucenas del que colgaba un grifo.
Los comendadores ostipenses de la primera mitad del siglo XV siguieron a los infantes Fernando de Antequera y Enrique de Aragón, maestres de las órdenes de la Jarra y Santiago respectivamente. El comendador santiaguista Fernando de Estepa participó en la disputa por el maestrazgo de la orden de Santiago entre el Infante Enrique de Aragón y el privado Álvaro de Luna en 1431. El comendador ostipense Gomes Mexías fue uno de los trece que acompañó al Infante Enrique de Aragón durante su maestrazgo, participando junto a insignes comendadores en el capítulo santiaguista de Uclés en 1440. Fernán Alonso de Robles, padre del comendador santiaguista estepeño Juan Alonso de Robles (h. 1450), fue también aliado del Infante Enrique de Aragón apoyando su casamiento con la Infanta Catalina e intrigando contra el privado Álvaro de Luna, enemigo de ambos.
En la Iglesia de Santa María la Mayor de Estepa (S. XV-XVI) aparece, posiblemente, el escudo de la Orden de la Jarra, este símbolo se encuentra en la bóveda de la primera nave de la Epístola y se enmarca, al parecer, por bolaños de bombardas en alusión al suministro de proyectiles pétreos de las antiguas canteras estepeñas para ser empleados en la toma de Antequera.
Además, en dicha parroquia se conserva una interesante pintura de la Virgen de la Antigua de la segunda mitad del siglo XVI, posiblemente relacionada con la Orden de la Jarra o los devotos infantes como sucedía con sus imágenes homónimas medinense y sevillana. Esta ancestral devoción fue emblema contra los sarracenos en la primitiva Banda Morisca, ocupando originalmente el lienzo el retablo del Sagrario y de las reliquias de la Iglesia de Santa María.
Entendemos que la teórica alusión a la Orden de la Jarra en la primigenia parroquia ostipense pudo deberse a la influencia y vínculo del maestre santiaguista Enrique de Aragón sobre los comendadores jacobeos de Estepa a mediados del siglo XV.
Artículos consultados:
-La Virgen de la Antigua y el emblema de la Jarra en Estepa. Díaz Fernández, E.A. Revista Pasión y Glorias, 2025.
-Ezequiel A. Díaz Fernández. Blog Historia de Estepa. 2017
-Ezequiel A. Díaz Fernández. Blog Historia de Estepa. 2017