La primavera del 2003 nos ha devuelto uno de los inquilinos más ilustres y singulares que tiene nuestro patrimonio local: la talla de San Juan Evangelista perteneciente a la parroquia de Santa María la Mayor. El pasado 5 de mayo se efectuó el acto de entrega dicha pieza al Ayuntamiento de Estepa, después del laborioso proceso de restauración al que ha sido sometida por los técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
La imagen es una escultura de madera tallada, policromada y estofada que representa al Evangelista sentado en actitud de escribir el Apocalipsis con el águila a su derecha. Siguiendo las recomendaciones del tratadista Pacheco, viste túnica de color blanco, símbolo de pureza, y el manto rojo y muestra el aspecto de un hombre de avanzada edad.
Se ha venido atribuyendo a la producción del escultor Juan Martínez Montañés; sin embargo, presenta una serie de grafismos más cercanos a las obras de su discípulo Juan de Mesa. Fue ejecutada probablemente en el primer tercio del siglo XVII para una iglesia sevillana desaparecida durante el siglo XIX, siendo posteriormente donada en 1894 a la Iglesia de Santa María de Estepa, donde permanece actualmente.
A lo largo de su historia, la imagen no ha sido objeto de intervenciones que hayan modificado significativamente su aspecto y por ello conserva la policromía original de excelente calidad.
La intervención de conservación restauración realizada en el San Juan Evangelista se ha llevado a cabo en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico durante el periodo de junio de 2002 a marzo de 2003. la metodología de la intervención ha consistido en una primera fase de estudios analíticos e históricos que ayudan a concretar los datos técnicos y el estado de conservación de la escultura. Basándose en estos estudios se elaboró la propuesta de intervención para realizar el tratamiento de conservación y restauración. Este ha tenido como finalidad la consolidación de los diferentes elementos constitutivos de la obra y la recuperación de su aspecto formal y estético.
Los problemas que la imagen presentaba eran principalmente la separación entre algunas de las piezas que forman la talla, la pérdida de algunos fragmentos de soporte o el deterioro producido por insectos xilófagos. Hay que destacar, en el estado de conservación, las deformaciones irreversibles que han experimentado algunos de los elementos que constituyen la escultura. En cuanto a la policromía, la problemática principal se centraba en la falta de adhesión al soporte y la acumulación de suciedad, así como los repintes y barnices alterados que impedían apreciarla.
En cuanto al soporte, se volvieron a ensamblar algunas piezas de la talla que se encontraban separadas entre sí. También se restituyeron los fragmentos que se habían perdido siempre que se encontrara información suficiente para su reintegración – como los dedos de las manos, el pico del águila y algunos otros repartidos por el resto de la escultura.
El tratamiento en la policromía consistió en la consolidación de la misma y la limpieza de depósitos superficiales, barnices y repintes que pretendían ocultar diversos deterioros. Las lagunas de policromía se estucaron para la posterior reintegración cromática, aplicando finalmente una capa de barniz protector.
Este proceso de restauración tan exhaustivo llevado a cabo desde el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, ha tenido como protagonistas a la restauradora de bienes culturales Mª Teresa Real Palma y a la historiadora de Arte Eva Villanueva Romero, responsables de la magnífica labor que nos ha devuelto en su mayor esplendor la talla de San Juan Evangelista y que desde estas páginas debemos de reconocer todos los estepeños.
Revista de Feria de Estepa, Agosto 2003
La imagen es una escultura de madera tallada, policromada y estofada que representa al Evangelista sentado en actitud de escribir el Apocalipsis con el águila a su derecha. Siguiendo las recomendaciones del tratadista Pacheco, viste túnica de color blanco, símbolo de pureza, y el manto rojo y muestra el aspecto de un hombre de avanzada edad.
Se ha venido atribuyendo a la producción del escultor Juan Martínez Montañés; sin embargo, presenta una serie de grafismos más cercanos a las obras de su discípulo Juan de Mesa. Fue ejecutada probablemente en el primer tercio del siglo XVII para una iglesia sevillana desaparecida durante el siglo XIX, siendo posteriormente donada en 1894 a la Iglesia de Santa María de Estepa, donde permanece actualmente.
A lo largo de su historia, la imagen no ha sido objeto de intervenciones que hayan modificado significativamente su aspecto y por ello conserva la policromía original de excelente calidad.
La intervención de conservación restauración realizada en el San Juan Evangelista se ha llevado a cabo en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico durante el periodo de junio de 2002 a marzo de 2003. la metodología de la intervención ha consistido en una primera fase de estudios analíticos e históricos que ayudan a concretar los datos técnicos y el estado de conservación de la escultura. Basándose en estos estudios se elaboró la propuesta de intervención para realizar el tratamiento de conservación y restauración. Este ha tenido como finalidad la consolidación de los diferentes elementos constitutivos de la obra y la recuperación de su aspecto formal y estético.
Los problemas que la imagen presentaba eran principalmente la separación entre algunas de las piezas que forman la talla, la pérdida de algunos fragmentos de soporte o el deterioro producido por insectos xilófagos. Hay que destacar, en el estado de conservación, las deformaciones irreversibles que han experimentado algunos de los elementos que constituyen la escultura. En cuanto a la policromía, la problemática principal se centraba en la falta de adhesión al soporte y la acumulación de suciedad, así como los repintes y barnices alterados que impedían apreciarla.
En cuanto al soporte, se volvieron a ensamblar algunas piezas de la talla que se encontraban separadas entre sí. También se restituyeron los fragmentos que se habían perdido siempre que se encontrara información suficiente para su reintegración – como los dedos de las manos, el pico del águila y algunos otros repartidos por el resto de la escultura.
El tratamiento en la policromía consistió en la consolidación de la misma y la limpieza de depósitos superficiales, barnices y repintes que pretendían ocultar diversos deterioros. Las lagunas de policromía se estucaron para la posterior reintegración cromática, aplicando finalmente una capa de barniz protector.
Este proceso de restauración tan exhaustivo llevado a cabo desde el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, ha tenido como protagonistas a la restauradora de bienes culturales Mª Teresa Real Palma y a la historiadora de Arte Eva Villanueva Romero, responsables de la magnífica labor que nos ha devuelto en su mayor esplendor la talla de San Juan Evangelista y que desde estas páginas debemos de reconocer todos los estepeños.
Revista de Feria de Estepa, Agosto 2003
Fotografías anteriores a la restauración:
Fotografías de la imagen ya restaurada:
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