14/11/10

AGREGACIÓN DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SEBASTIÁN A LA BASÍLICA ROMANA DE SAN JUAN DE LETRÁN


La agregación de la iglesia parroquia de San Sebastián de la villa de Estepa a la basílica romana de San Juan de Letrán se redactó en 1802 de la siguiente forma:

El cabildo de los canónigos de la Santa Iglesia Lateranense, madre y cabeza de todas las iglesias de la urbe (Roma) y del orbe (mundo). A nuestro amado en Cristo R. D. Pedro Baena, párroco de la Iglesia de San Sebastián en la villa de Estepa, de ninguna diócesis (Vere Nullius o Nullius Diócesis) en España salud sempiterna en el Señor. El afecto de la singular devoción, que manifiestas tener hacia nuestra sacro santa basílica de Letrán, merece que en cuanto podemos por benignidad de la sede apostólica, atendamos favorablemente a tus votos, ante nos exhibidos por los cuales el culto divino recibe incremento y se procura la salud de las almas. Ciertamente la exposición de tales votos manifestaba que tú llevado por el amor de tal devoción para con el salvador Nuestro Señor Jesucristo y para con ambos Juanes, a saber el Bautista y el Evangelista, y a nuestra basílica lateranense a ellos dedicada, con empeño nos suplicaste humildemente agregar, someter, unir o incorporar la antedicha iglesia de San Sebastián en la villa de Estepa a nuestra basílica lateranense antedicha para que concedamos todas las indulgencias y gracias espirituales concedidas por la generosidad pontificia a la misma basílica a perpetuidad, a la antedicha iglesia de San Sebastián en la villa de Estepa y las comuniquemos por tal concesión. Nos, pues, atendiendo esta piadosa petición tuya y conociendo que la misma será muy útil para los fieles de Cristo, inclinados a tales suplicas juntamente con el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Antonio María Odeocalchi Arzobispo J. y el Excmo. Y Rvdmo. Sr. D. Leornardo Antonelli, S. R. E. Obispo Cardenal Portuense (Ostia, puerto de Roma) y Arcipreste de Nuestra Santa Iglesia Lateranense, vicario en nuestro papal patriarcado romano lateranense, reunido capitularmente como es costumbre por nuestra autoridad ordinaria con que desempeñamos por vigor de los indultos y privilegios apostólicos en cuyo uso estamos en posesión y principalmente en vigor de la facultad confirmada a nos por la especial constitución del Papa Benedicto XIV de feliz recordación dada en Santa María la Mayor en mayo del año del Señor de 1751 que comienza, Assiduae Sollicitudinis, y de la mejor manera que podemos admitimos la predicha agregación, sumisión, unión o incorporación al efecto antedicho de dicha iglesia de San Sebastián en la villa de Estepa y a la misma recibimos como miembro de nuestra sacro santa basílica, según las facultades concedidas a nos por los sumos pontífices romanos y según los decretos del santo concilio tridentino, y constituciones de los sumos pontífices de tal manera que todos los fieles de ambos sexos que visitaren la dicha iglesia de San Sebastián en la villa de Estepa, debidamente dispuestos, gocen y puedan gozar de las infrascritas indulgencias, privilegios y gracias espirituales de igual modo como si accedieren personalmente a nuestra misma basílica lateranense (…)
La "singular devoción" demostrada a la Basílica de San Juan de Letrán, a Jesucristo y a los Santos Juanes, y el incremento del culto y de los fieles son los motivos señalados en la Bula para la agregación. En el pergamino se detallan en latín "los privilegios, gracias, indulgencias, facultades, concesiones e indultos" que se podían alcanzar visitando la Iglesia de San Sebastián y las condiciones que para ello se debían cumplir, tanto a nivel particular, como corporativo, esto es, la existencia de "sacerdotes idóneos y suficientes para celebrar misas y otros oficios divinos, escuchar confesiones, predicar al pueblo la palabra de Dios, y administrar los Sacramentos".

BASÍLICA DE SAN JUAN DE LETRÁN

“Archibasilica Sanctissimi Salvatoris et Sancti Iohannes Baptista et Evangelista in Laterano. Sacrosancta Lateranensis ecclesia omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput”


La primera basílica que hubo en la religión Católica fue la de Letrán, por lo que se le llama Archibasílica. La basílica nace en el siglo III en tierras de los Lateranos, noble familia romana caída en desgracia bajo Nerón, cuya propiedad pasó por tanto al dominio imperial. El palacio cae en manos de Constantino I cuando se casó con su segunda mujer, Fausta, hermana de Majencio, y era conocido con el nombre de Domus Faustae. Por esta vía, Constantino disponía de él cuando ganó la batalla de Puente Milvio, en el 312.

La tradición cristiana indica que los terrenos y la residencia de los Lateranos fueron donados al obispo de Roma (la fecha de la donación no es segura pero debería ser durante el pontificado del Papa Melquíades), en señal de gratitud del emperador a Cristo que le había hecho vencer en la batalla, apareciéndosele durante el sueño. El emperador Constantino, que fue el primer gobernante romano que concedió a los cristianos el permiso para construir templos. El Papa San Silvestro la convirtió en templo y la consagró el 9 de noviembre del año 324. En sus orígenes se levantó varias veces tras sufrir terremotos, incendios y distintas transformaciones o reconstrucciones. Se le conoce también como basílica del Divino Salvador, porque cuando fue nuevamente consagrada en el año 787, una imagen del Divino Salvador, al ser golpeada por un judío, derramó sangre. En el año 846 un terremoto la destruyó y fue reconstruida por el Papa Sergio III, dedicándosela a San Juan Bautista, por la labor que desempeñó este al pasar del antiguo al nuevo testamento.

El baptisterio de esta basílica es un edificio independiente de planta octogonal, y tiene la forma típica de los baptisterios de los primeros siglos, cuando el bautismo se hacía por inmersión. Por tanto, cuenta con una piscina en la cual el neófito se sumergía para salir por el lado opuesto.

Anexo a la basílica hay un claustro con jardines y arquerías, y un palacio, el Palacio de Letrán, propiedad del Papa. Antiguamente, desde el año 324 hasta el 1400, todo este complejo lateranense fue la sede del Papa y del gobierno eclesiástico. Allí se celebraron cinco Concilios o reuniones de los obispos de todo el mundo. En este palacio se celebró en 1929 el tratado de paz entre el Vaticano y el gobierno de Italia, conocido como Tratado de Letrán. Hacia 1400 la corte pontificia se mudó a Aviñón (Francia), periodo conocido como Cautiverio de Babilonia. Al regresar los Papas a Roma, se establecieron en la colina vaticana, donde actualmente está la Santa Sede. Ahora en el Palacio de Letrán vive el Vicario de Roma, o sea el Cardenal al cual el Sumo Pontífice le encarga gobernar la iglesia de esta ciudad.

Cerca de esta basílica está el edificio que alberga la Escalera Santa, cuyos escalones, traídos de Tierra Santa, son según la tradición los mismos que subió Cristo en el palacio de Pilato. La tradición cuenta que no se permite subirlos de pie sino que los devotos los suben de rodillas.

La actual basílica es de estilo barroco, obra de la radical transformación de Borromini en el siglo XVII y de época anterior se conservan los magníficos mosaicos del ábside, el cimborrio gótico y el maravilloso pavimento de estilo "cosmatti". Las cinco naves fueron remodeladas por Borromini entre 1646 y 1649. La fachada ha sido deliberadamente hecha siguiendo el estilo de la de San Pedro por el arquitecto Galilei, cuyo proyecto ganó un famoso concurso en el que participaron veintitrés arquitectos. En lo alto de la fachada se encuentran estatuas de Cristo, los dos Juanes (el Evangelista y el Bautista) y los Apóstoles. Tiene dos capillas dedicadas la una a San Juan Bautista y la otra a San Juan Evangelista, y era atendida por los sacerdotes de la parroquia de San Juan. En las columnas a ambos lados de la nave central hay estatuas de los 12 Apóstoles. Bajo el altar mayor está enterrado el Papa Martín V, bajo cuyo pontificado se abrió por primera vez la Puerta Santa en esta basílica. El ara de este altar es una losa que, según la tradición, es la misma que usaban San Pedro y los primeros Papas al celebrar la Misa. Sobre el altar hay un baldaquino con un relicario en el que se conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo, cubiertas de plata. En su ábside encontramos un llamativo mosaico, copia del original medieval, que simboliza mediante el agua, el acto sacramental del bautismo. En el fondo del ábside está la cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma (el Papa), hecho de mármol y mosaicos. Además hay importantes frescos, como el del papa Bonifacio VIII que incluyó Borromini.

Se considera la Catedral de Roma y sede episcopal del Obispo de Roma (el Papa), por lo que se la conoce como la “Madre y Cabeza de todas las iglesias de la ciudad y del mundo”, cuya leyenda aparece en el frontis del templo. Es la basílica más antigua y la de mayor rango entre las basílicas mayores o papales de Roma (junto a la Basílica de San Pedro de Roma del Vaticano, la Basílica de San Pablo Extramuros y la Basílica de Santa María la Mayor), todas caracterizadas por tener una Puerta Santa y un Altar Papal. Al salir de la basílica de San Juan de Letrán por el baptisterio, nos encontramos con el gran obelisco egipcio, que trajo el emperador Constantino en el siglo IV de Egipto.

Con el paso del tiempo, y el favor de los Pontífices, fue acumulando gracias e indulgencias, precisamente las mismas que se ganaban en "todas las capillas, capellanías, altares, oratorios, santuarios, prioratos, conventos, monasterios, hospitales de hermandades, ermitas y otros píos lugares de nuestra Iglesia" que a ella se fueron agregando con el devenir de los siglos.

El Papa suele celebrar ciertas ceremonias litúrgicas en este lugar (por ejemplo, la Misa de la Cena del Jueves Santo, y la Misa de la fiesta del Corpus Christi; esta última tiene lugar en el atrio, a partir del cual parte la procesión eucarística). En el caso de la Misa de Jueves Santo, durante los últimos años, la tradición de celebrarla en San Juan de Letrán se ha roto (especialmente la Misa Crismal y la Nocturna de Jueves Santo), debido a que ambas se han celebrado en la Basílica de San Pedro, especialmente en los últimos años de Pontificado del Papa Juan Pablo II. El canónigo de honor de San Juan de Letrán es el presidente de la República Francesa, según una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando el jefe del Estado era un rey.

En el calendario católico, el día 9 de noviembre está conmemorado a esta Basílica Mayor. Está celebración fue primero una celebración en la ciudad de Roma, pero más tarde se extendió a toda la Iglesia de rito romano con el fin de honrar aquella basílica y también en señal de amor y de unidad a la cátedra de Pedro.






13/11/10

ANTIGUA HERMANDAD DEL SEÑOR SAN SEBASTIÁN


La devoción a San Sebastián tiene su origen en la villa de Estepa durante la encomienda de la Orden de Santiago cuando se construye una ermita situada en uno de los arrabales que rodeaban las murallas de la villa. La primera referencia del arrabal data de 1461 cuando sufre un saqueo por parte del príncipe heredero de Granada Muley Alohasen. El arrabal se prolongaba por la calle Ancha y se organizaba en torno a una ermita que estaba cercana a los caminos de Gilena y Écija. En 1498 se describe por primera vez el templo en las Actas de los Visitadores de la Orden de Santiago de Estepa. San Sebastián se convierte en uno de los Santos de mayor devoción en la Edad Media por su protección contra las pestes que desolaron los pueblos. Esta devoción se refleja en los numerosos templos y patronazgos que fueron dedicados a este Santo Mártir.

La devoción a San Sebastián en Estepa fue en aumento en el siglo XV y XVI, en paralelo a la importancia que fue tomando el templo en la villa. Se sabe que la ermita de San Sebastián ya había sido mandada ampliar en la visita de 1509 con la construcción de una nueva nave. En 1559 se le reconoce el rango de parroquia tras numerosos años de conflicto entre el Consejo de la Villa, la Vicaría y la Parroquia de Santa María, y en 1568 se inicia la construcción sobre el terreno de la primitiva ermita de un nuevo templo de estilo renacentista por parte del arquitecto genovés Vicente Boyol y apoyada económicamente por Juan Bautista Centurión, II Marqués de Estepa.

En cuanto al arraigo en la villa de la devoción a San Sebastián se menciona por primera vez en los libros de visita santiaguista del año de 1511 la existencia de una hermandad titular de la parroquia llamada Cofradía del señor San Sebastián, sin que se pueda indicar la fecha de su fundación. De nuevo aparece en un documento de 1587 y se alude a la hermandad del señor San Sebastián en 1669 al realizar una donación a la misma D. Juan Martín Formariz, fundador y benefactor de la ermita del Cristo de la Sangre. El titular de la iglesia preside el fastuoso retablo mayor del templo realizado por el antequerano Francisco Primo en 1760.

SAN SEBASTIÁN MÁRTIR


Hijo de padres ricos y nobles, nació en Narbona, de Francia, pero se educó en Milán. Se alistó en el ejército romano y cumplía con la disciplina militar. Era Sebastián un soldado valiente y muy apuesto, que formaba parte de la guardia del palacio imperial. El emperador era entonces Diocleciano, y dícese que Sebastián era por él muy apreciado porque tenía un aire guerrero y a la vez sumiso. Se atraía las simpatías de cuantos le iban conociendo. No es extraño, pues, que Diocleciano le hiciese capitán jefe de su guardia personal, y le distinguiese con otros honores. Pero no sabía el emperador que un tan aguerrido oficial fuese cristiano y no adorador de los dioses del Imperio. En cuanto lo supo, dejó ya de ser su preferido. El que se había ganado la confianza de Diocleciano por haberse destacado en muchas batallas como uno de los soldados más intrépidos, y también por sus costumbres ejemplares, alejadas de los libertinajes de la milicia, desde que confesó paladinamente ser cristiano se convirtió en pesadilla y obsesión suya, fue odiado por él con verdadera ferocidad.

Hacía algunos años que los cristianos de Roma estaban algo tranquilos. Parecía que no habían de volverse a ver unas persecuciones tan duras como las del tiempo de Nerón y de otros emperadores. Y aunque había que andar con mucho cuidado para no excitar nuevamente los odios de los paganos, nadie molestaba a los seguidores de la doctrina de Cristo. Aquella temporada de paz permitió que Sebastián trabajase mucho, como se había propuesto, propagando la verdadera religión dentro del ejército y entre muchas personas distinguidas de la gran Urbe, y visitando y alentado a los prisioneros encarcelados por causa de su religión. Es claro que todo debía realizarlo con prudentísimo secreto. Nadie podía asegurar que la persecución no era posible que estallase de un momento a otro. Así pudo convertir a Cromacio, uno de los principales personajes de Roma; a los dos hermanos Marco y Marcelino; a Zoé, esposa de Nicostrato y señora muy ilustre, que bien pronto sufrió el martirio; y a muchos más, que, después, cuando la persecución se renovó, supieron ofrecer generosamente su sangre en defensa de la verdad.

El martirio de San Sebastián tuvo lugar antes de estar implantada la reorganización del Imperio en Occidente y Oriente hacia el año 303 por Diocleciano y Maximiano. Algunos años antes de terminar el siglo tercero, se inicia la persecución de los cristianos, que se limitó al principio casi exclusivamente a los oficiales y soldados del ejército. Maximiano, compañero ya en Roma de Diocleciano y casi mandante como él, supo de algunos soldados que eran cristianos y los hizo matar despiadadamente. Sebastián, ayudado por el sacerdote Melquíades, que algunos años más tarde fue Papa, recogió los cuerpos de aquellos sus compañeros mártires, enterrándolos con gran veneración. Tomó también parte en un proceso celebrado contra unos cristianos, defendiéndolos animosamente. Por otra parte, como estaba acentuándose la persecución y no pocos cristianos habían sido ya detenidos, no cesaba de avisar a los que estaban en peligro de detención ni de visitar y consolar a los prisioneros. Por fin, convertía más y más número de gentiles, a veces con evidentes milagros... Podía adivinar que se acercaba su martirio, y por esto comenzó a prepararse con mucha oración y buenas obras, más numerosas que nunca. En efecto, no tardó en ser todo descubierto, llegando a conocimiento de Diocleciano y Maximiano. Y el valiente capitán fue llamado por ambos para que diese cuenta de sus actos.


Ni con promesas ni con amenazas pudieron hacerle renunciar a la religión de Jesucristo. Y por esto fue condenado a morir a saetazos, atado a un palo, muy cerca del palacio del emperador. Las flechas fueron hiriendo su cuerpo y llenándolo de sangre. Los arqueros disparaban sin cesar y sin equivocar un solo disparo. Pero Sebastián iba sonriendo y tenía los ojos brillantes de una alegría celeste. Por fin los cerró, y su cabeza y cuerpo cayeron desfallecidos. Los verdugos lo dejaron, creyéndole muerto...


Sin embargo, vivía aún. Una santa mujer, llamada Irene, hizo retirar su cuerpo para darle sepultura; pero viendo que respiraba, lo hizo llevar a su casa, donde reanimarlo, curándose en pocos días todas sus heridas. Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero se negó rotundamente. Entonces, en vez de esconderse, se presentó con más valor que antes al emperador Diocleciano, que se llenó de pánico al verle, pues le creía ya muerto y sepultado. El Santo Mártir proclamó ante él su fe y le reprendió por su crueldad. Indignado Diocleciano, le echó de su presencia, mandando que fuese azotado hasta una muerte cierta. Murió en el año 288.

Para impedir que los fieles lo sepultasen, se echó el cadáver en una cloaca. Pero Santa Lucina tuvo por la noche una visión, en la que el propio Mártir le dijo dónde estaba su cuerpo y dónde quería se le enterrase. La santa cumplió el encargo; y el glorioso héroe fue enterrado en la Vía Apia, en unas catacumbas, sobre las cuales se edificó, y existe todavía, una iglesia en honor suyo.


El culto a San Sebastián es muy antiguo. Es invocado universalmente como protector contra la peste y así se hizo constar en la inscripción de su sepulcro: «A Sebastián, mártir y campeón de Cristo, defensor de la Iglesia, terror de la peste». Así lo experimentó Roma en el año 680, Milán en 1575 y Lisboa en 1599. También es cosa muy antigua que la Iglesia romana invoque la protección del Señor contra los enemigos de la fe por medio de San Jorge, San Mauricio y San Sebastián.

También es llamado "el Apolo cristiano" ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general. En las representaciones del primer milenio viste la clámide militar como correspondía a su cargo, y siempre imberbe. Durante el gótico, le vemos con armadura de mallas a la moda de la época, pero pronto aparece con el rico traje de los nobles palatinos de entonces y generalmente con barba. Desde ese momento es mucho más frecuente representarlo desnudo en el momento de ser asaeteado. El atributo antiguo es la corona de flores en la mano. El atributo personal, desde la Edad Media, es una saeta y el arco entre sus manos. Desde el siglo XV los artistas han preferido presentarlo desnudo, joven e imberbe, con las manos atadas al tronco de un árbol que tiene detrás y ofreciendo su torso a las saetas del verdugo.

El culto de San Sebastián ha estado siempre unido al de San Fabián, ambos se celebran el 20 de enero, en la festividad de los Santos Mártires.

Artículos relacionados:
-El martirio de San Sebastián I; Gustave Moreau. La Hornacina
-El martirio de San Sebastián II: Gregorio Fernández. La Hornacina
-El martirio de San Sebastián III: Andrea Mantegna. La Hornacina
-El martirio de San Sebastián IV: Pierre Puget  La Hornacina
-El martirio de San Sebastián V: José de Ribera. La Hornacina
-El martirio de San Sebastián VI: Ricardo Motilla. La Hornacina
-San Sebastián: Alonso Berruguete. La Hornacina

8/11/10

ARRABAL DE SAN SEBASTIÁN


La primera noticia del arrabal estepeño, innominado y falto de localización, la tenemos en 1461 cuando sufre un saqueo por parte del príncipe heredero de Granada Muley Alohasen. Esto nos indica que la población se asienta en las faldas del Cerro, a pesar de la seguridad precaria que suponía vivir fuera de la muralla, y de la proximidad aún de la frontera. Por aquellas fechas Antequera y su vega permanecía bajo control musulmán. La conquista de Archidona (1468), y posteriormente de Granada (1492) alejó definitivamente el peligro al dejar Estepa de ser enclave fronterizo, lo que permitió que se consolidaran los distintos arrabales, la ciudad nueva, mientras la Villa intramuros se iba despoblando. El surgimiento de los arrabales era un hecho revelador de cual sería el futuro de la fortificación, de la Villa Vieja: una lenta agonía. Posiblemente el Arrabal de la calle Ancha sea fundamentalmente una mera prolongación natural de la Villa intramuros, que por su proximidad cubría las necesidades de dependencia funcional y a su vez garantizaba seguridad a sus moradores. Pero también se dan las circunstancias que concitaron la génesis del resto de los arrabales estepeños: encrucijada de caminos, proximidad del agua, y la existencia de un lugar de culto. Nos encontramos en un importante nudo de convergencia de ramales de caminos que nos conducen a la villa: la prolongación del camino de Gilena, los dos caminos de Écija, los cuales se encuentran con los de Puente Genil, Casariche y Herrera. Aunque no tenemos noticia de la existencia de una fuente de uso público de importante caudal para un abastecimiento colectivo, la zona debido a las condiciones geológicas y edáficas es propicia a la presencia de abundantes “ojos” (manantiales), que cubrirían las necesidades de las distintas familias. Estas circunstancias junto a la existencia de una primera ermita, de origen confuso y de dudosa nominación, sancionan la importancia del enclave.


San Sebastián, el renacer de un templo.
Iltmo. Ayto de Estepa

HISTORIA DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN SEBASTIÁN


Contemplar un templo es algo más que apropiarnos de la belleza que nos transmite un edificio. Algo más que conseguir esa tranquilidad que sólo nos da la estética. Contemplar es entablar un diálogo, intentando penetrar en las entrañas del edificio, reconstruyendo el lento paso del tiempo. Pero cada piedra, cada palmo de sus muros ocultan mil historias, mil vivencias, mil leyendas y enigmas, algunas imposibles de poder descifrar.

Erigir un edificio, más si este es religioso, llega implícito, además de alabar la grandeza del Creador, la necesidad de una comunidad de identificarse con esa construcción. Es un proceso de vanidad y a la vez de autoestima colectiva. Es también hacerse un hueco en una sociedad estamental y rígida. Perpetuarse, alcanzar la gloria de lo que hablaban los romanos, la inmortalidad mediante estas construcciones. Supone luchas sociales soterradas y sutiles para conseguir objetivos mucho más mundanos como el poder y el control físico de un espacio.

San Sebastián es eso y mucho más, es poseedora de una apasionante historia que contar, es la voluntad decidida de los habitantes del Arrabal que reclaman su papel en la historia y en la nueva ciudad que hace años había surgido, y ellos estaban diseñando. Es, en definitiva, una larga lucha del Concejo de Estepa por hacerse respetar y por conseguir su independencia, primero frente al poder eclesiástico representado por la Vicaría, después frente a la nobleza representado por el Marquesado. La historia de San Sebastián va unida de forma indisoluble a la historia del poder civil, del Concejo de la ciudad.

El templo se describe por primera vez en 1498, en las Actas de los Visitadores de la Orden de Santiago de Estepa. La existencia de la iglesia o ermita, como se le menciona indistintamente en los documentos, es por tanto anterior a 1498. Nos delata la importancia del Arrabal, como una entidad de asentamiento con necesidades religiosas, y que se estructura socialmente entorno al templo, y estos salen del recinto fortificado, es señal inequívoca que había llegado una paz permanente. La existencia de una primitiva ermita de origen confuso y de dudosa nominación, junto con otros elementos (existencia de agua, cruce de camino), sanciona simbólicamente la importancia del enclave y del asentamiento. El templo de San Sebastián se ubica en el lugar que anteriormente fue ocupado por una primitiva ermita, de menor dimensión que el templo actual, que se asentaba sobre el terreno más rocoso y estable. La traza de ambos edificios respetaba la simbología cristiana con la cabecera hacia oriente “allá donde sale el sol”. Parece ser que el altar mayor estuvo presidido por Nuestra Señora de la Cabeza, la cual podría ser la imagen titular de la antigua ermita, aunque el templo en los documentos es mencionado siempre como Iglesia de San Sebastián.

A partir de 1503 como ser recoge en las Actas de los Visitadores los habitantes del Arrabal “que ha venido en gran crecimiento”, por mediación del Concejo de la Villa demandan al Visitador que se digan Misa los domingos y fiestas de guardar en la Iglesia de San Sebastián, petición que es trasladada como mandamiento al Vicario. Este hecho nos indica que nos encontramos en el anuncio y en los preámbulos de la crónica de un largo enfrentamiento.

A partir de esta fecha los documentos recogen las desavenencias y los continuos desencuentros. Los Visitadores en las actas de 1511 reconocen de forma irónica que “… este mandamiento a risa quedo…”. Demanda no resuelta de forma satisfactoria incitando aún más a los que creen que le asiste la razón y se encuentran desplazados. Estos primeros desencuentros documentados plantean la existencia de una contradicción evidente, que tardaría siglos en resolverse.


Por un lado, el poder político y religioso, anclado en el pasado, permanece refugiado en el recinto amurallado, mientras va surgiendo paulatinamente la nueva ciudad, cuyos habitantes, a través del Concejo reclaman parcelas de poder y nuevos espacios sociales y simbólicos. En 1541, Carlos I ante la súplica del Concejo de Estepa libra provisión y sobrecartas para que en la ciudad hubiese dos parroquias, la de Santa María y la de San Sebastián. Se inicia todo un largo proceso de pleitos entre las dos parroquias y las dos parroquias por motivo de las primicias, y la división parroquial. El pleito se alarga, y el Prior de San Marcos de León ni toma carta en el asunto ni se preocupa del tema hasta el 3 de marzo de 1559, haciendo la división parroquial. Pero dado que esta no se hace efectiva se inicia un nuevo proceso de recursos del Concejo de Estepa a Felipe II (1560), ordenando éste que se cumpla la división, ante lo cual Santa María apela al Papa, siendo nombrado Juez Apostólico el Arzobispo de Sevilla, y resolviéndose el conflicto mediante un breve e Letras Apostólicas del Papa Pío IV (1559-1565). En todo este proceso hay un hecho importante como es la venta de la Encomienda a los Centurión, proceso que se inicia en febrero de 1559 y se hace efectiva en agosto del mismo año. Curiosamente la decisión del Prior de San Marcos coincide con estas fechas. Nos encontramos tras la venta de la ciudad con un tercer grupo en litigio, que posiblemente aprovecha cualquier oportunidad para mermar el poder del Vicario, que en cierta medida era una institución vinculada con la Orden de Santiago.

La declaración del templo de San Sebastián en estado de ruina en 1568, presenta una ocasión propicia para Juan Bautista Centurión, II Marqués de Estepa, que pone a disposición del Concejo de Estepa al arquitecto genovés Vicente Boyol. La intervención del Marqués, como aliado coyuntural del Concejo, es claramente una toma de partido en el viejo enfrentamiento entre la Vicaría y el Concejo. La concepción renacentista del nuevo templo de San Sebastián tiene varias lecturas llenas de contradicciones dialécticas: el carácter personal de la creación artística, los individuos hacen la historia, pero su valor era colectivo. El haber elegido un templo de estilo renacentista significa una ruptura total con las etapas anteriores tanto desde el punto de vista artístico como político. La nueva iglesia tenía un creador concreto de reconocido prestigio y un promotor. En definitiva, la ciudad tiene nuevos dueños, y estos lo quieren dejar bien claro. Aparte de ser una creación individual de un artista de San Sebastián, es el resultado de la voluntad de una comunidad. La construcción tiene un importante valor colectivo, que se pone de manifiesto en el enorme esfuerzo que tenían que hacer hombres que vivían en casuchas para levantarla y mantenerla, lo que contextualiza en su justa medida el valor de este fabuloso templo.

La construcción del nuevo templo, su proximidad a la Plaza Vieja, y la consolidación del eje urbano de la actual calle Corrientes y Nueva, con la construcción de las primeras casonas, supone la consagración de las faldas del Cerro como nuevo escenario urbano.

El hecho de que en 1802, la parroquia de San Sebastián se convierta en parroquia agregada, sometida y unida a la Sacrosanta de S. Juan de Letrán de Roma viene a confirmar la nueva realidad social, y el protagonismo del Concejo frente a los estamentos de la vieja ciudad. El Marquesado era una institución lejana y con una tutela difusa. Los marqueses desde 1740 residen en Madrid, y sólo quedaba una institución cercana con presencia física en Estepa la Vicaría.


La ocupación del Pósito como Cuartel General por las tropas napoleónicas en 1810, y los agravios que soportó la población local puso de manifiesto la debilidad de las instituciones tradicionales. Huérfana la población de instituciones que defendieran sus intereses, tuvo que organizarse para plantar cara a las tropas francesas. El Concejo de Estepa se había estado fraguando durantes estos siglos, y aunque todavía no tenía solar propio donde asentarse, no dejaba pasar ninguna ocasión para hacer valer su independencia. En 1834, cuando el coro de San Sebastián se traslada a la parte baja, el Concejo de la ciudad entra en dura polémica con Doña María Elena Centurión de Palafox Portocarreno y Silva, X Marquesa de Estepa, logrando imponer su criterio. Un año después, en 1835, después de haber deambulado durante siglos de un lugar a otro, el Concejo adquiere edificio propio, tutelando el Salón, que se convertiría en el nuevo espacio de centralidad urbana. El Concejo como institución representante del poder civil se había consolidado después de varios siglos, frente al poder eclesiástico y nobiliario. El recorrido que el actual reloj de la Villa había soportado pasando del Cerro de San Cristóbal, en donde estuvo algunos años en la torre de la iglesia de San Francisco, pasando después a la torre de la Victoria, y ubicándose definitivamente en la fachada de la Casa Consistorial, era un fiel reflejo del traslado y traspaso del poder, tanto desde el punto de vista espacial como político. Durante años, el templo de San Sebastián descuidó su aspecto. Se dejó crecer la barba, crecieron las higueras por su campanario, oculto su bella fachada dejando que los arbustos campearan a sus anchas, y ya enfermo se defendió de la lluvia con una montera de fibrocemento. Cuando se le miraba de frente, aparecía cabizbajo, humillado, a la vez que nos reprochaba su lamentable aspecto, fruto del abandono.

Hoy ha rejuvenecido, ha desalojado las molestias que le aquejaban, se ha adecentado, y el templo que ayer parecía empequeñecido, triste y gris, hoy se presenta resplandeciente, altivo orgulloso de su historia y de los habitantes de la ciudad.

San Sebastián, el renacer de un templo.
Iltmo. Ayto de Estepa

Artículos y libros de consulta:
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-La Iglesia Parroquial de San Sebastián en los inventarios y cuentas de fábrica desde el siglo XVII y XVIII. Díaz Fernández, E. V Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Ayto de Estepa, 2002

14/10/10

FUENTEOVEJUNA EN ESTEPA


No necesita presentación la bellísima ciudad de Estepa, pues hace las delicias navideñas de medio mundo con sus mantecados y polvorones. Situada en la linde oriental de la provincia de Sevilla, derrama su blancura en un cerro coronado por iglesia y castillo y se reclina en un mar calmoso de olivos. Estepa tiene tradición religiosa, con hermosas iglesias, para dar y repetir arte, y hermandades de gran arraigo. Organiza su tiempo anual en dos ciclos bipendulares: durante los seis meses que anteceden a la Navidad se entrega a la confección y comercialización del mantecado, y suele decirse allí mismo que la gente no tiene tiempo “ni para Dios ni para su Madre”. Terminado este ciclo, se explaya la religiosidad del pueblo y entonces “en Estepa no hay más que Dios y su Made.”

Pues con Estepa tuvo que habérselas el cardenal Segura en un melodrama de órdago, con guión que recuerda al “Fuenteovejuna” de Lope de Vega. La acción en Estepa comienza con un decreto del cardenal Segura de 4 de septiembre de 1947, en el que encarga al arquitecto del monumento al corazón de Jesús en San Juan de Aznalfarache, Aurelio Gómez Millán, que se ocupe de desmontar un altar barroco que estaba en la iglesia de las Hermanas de la Cruz y de traerlo a Sevilla. El telón cae cuando Segura, a 6 de junio de 1948, publica una pastoral, titulada “Sobre un hecho lamentable de indisciplina en el pueblo de Estepa”, en la que comunica que, con fecha de 14 de mayo, ha recibido una resolución de la Congregación del Concilio, que pone fin a los incidentes.

(Cardenal Segura, Arzobispo de Sevilla desde 1937 a 1957)

El desarrollo de la acción se sigue perfectamente por un estudio, hecho a instancias del cardenal, por su vicario general, Tomás Castrillo Aguado, fechado a 24 de octubre de 1947 (once holandesas), que se conserva en el archivo seguriano de la Cartuja de Jerez de la Frontera. En su citada pastoral, Segura utiliza datos y cualificaciones de este estudio de Castrillo Aguado, muy bien elaborado. Tiene cuatro partes I: “Breve historia de la ermita” (de la que procede el retablo en cuestión). II: “Condición jurídica de la ermita”. III: “Orden de traslado de altar (dada por Segura) y hechos ocurridos con este motivo”. IV: “Actitud posterior del pueblo”.

El día 17 de enero de 1928 fue cerrada al culto, por su estado ruinoso, la antigua ermita de los Ángeles de Estepa. Por decreto de 24 de noviembre de 1931, el cardenal Ilundain mandó que dos altares barrocos y un púlpito de jaspe y mármol – buenísimos – fueran sacados de la ermita y depositados en la iglesia de las Hermanas de la Cruz, para salvarlos de la ruina. Posteriormente, en el año 1941 (Pontificado de Segura) se permitió, previo expediente canónigo (seguimos el estudio de Castrillo Aguado), derruir lo que quedaba de la ermita; fueron vendidos el solar y los materiales del derribo (en el mes de abril de aquel año) y sobre el antiguo solar se edificó una casa.

Ya en el año 1942 (Segura estaba metido en berenjenales de la casa de ejercicios y del monumento de San Juan de Aznalfarache) dio órdenes el cardenal de desmontar el púlpito: pero (seguimos a Castrillo Aguado) recibió Segura telegramas desde Estepa expresando disconformidad e invocando que el púlpito “es del patrimonio religioso y artístico de esta católica ciudad”. Segura desistió; pero ahora, en 1947, ya llovía sobre mojado. Estepa no había bajado la guardia. La acción principal se desarrolló entre los días 16 y 17 de septiembre de 1947. En todo, seguimos el informe de Castrillo Aguado. En la mañana del día 16 llegó un camión de la empresa Casana a la puerta de la iglesia de las Hermanas de la Cruz, con obreros especializados, para desmontar el retablo.

“Fuenteovejuna” tuvo segunda edición en Estepa. Así se refiere la cosa en oficio que el alcalde de Estepa cursó al Gobierno Civil de Sevilla:

Al tener los vecinos conocimiento de tal hecho acudieron en masa a la Iglesia de las Hmnas. de la Cruz, para protestar y oponerse a que aquello se realizase, y los servidores del camión, vista la actitud del vecindario, suspendieron sus trabajos y abandonaron el pueblo. Poco después nutrida representación de las diferentes clases sociales, se presentó en esta Alcaldía para protestar contra la orden de retirada de este retablo, que parece dimana de su Emcia. Rvdma. el Cardenal Arzobispo de Sevilla, y solicitando la intervención del Ayuntamiento para conseguir que sea revocada.

Hay un dato que debemos guardar para más adelante. Dice Castrillo Aguado que, según referencias de “tres testigos presenciales” (cuyos nombres calla), “la Superiora (del convento de las Hermanas de la Cruz) indicó a los obreros si no convendría abrir las puertas de la iglesia y el cancel, para que tuviesen más luz, aunque a juicio de dos de los testigos esto parecía indicar que había algo preparado y era el modo de dar entrada a la gente en la iglesia”. Cuesta trabajo admitir una connivencia de las Hermanas de la Cruz en los sucesos. Pero guardaremos este dato para más adelante: puede ser que Segura no olvide. Según estos testigos sin nombres, algunos de los asaltantes de la iglesia habrían pronunciado “frases soeces y feísimas” contra el cardenal. Y otra referencia de Castrillo Aguado: “de regreso de un funeral, una multitud considerable se dirigía a la Capilla de las Hermanas de la Cruz, y al frente de un grupo de mozalbetes un sacerdote como de unos treinta años, que iba diciendo que todo aquello se arreglaba con poner puntitas a las ruedas de los camiones”. También cuesta trabajo admitir lo del sacerdote, pues, ¿Por qué no se le identificó y se le sancionó por tal supuesto proceder? Nunca se supo más de ello.

Al tener noticia el cardenal Segura de los sucesos de Estepa ordenó a su vicario, Castrillo Aguado, que enviase al arcipreste de Estepa el siguiente telegrama:

Su Eminencia Rvdma. Previa información, declara entre dicho parroquias e iglesias todas Estepa, si por parte de autoridades, clero, religiosas, pueblo hubiese oposición traslado retablo. Hágalo saber autoridades, pueblo y demás.

El contexto da a entender que se trata de una advertencia de futuro, no de una declaración real del entredicho. Tal vez, donde se lee “declara”, debería haberse escrito “declarará”. Cosas del nerviosismo de la jornada. Pues nunca se supo que Estepa estuviese en “entredicho”.

La segunda escena de la acción del 16 de septiembre se desarrolla, en el despacho oficial del gobernador civil de Sevilla, donde es visitado por el vicario Castrillo Aguado, “al objeto de darle cuenta de los sucesos y pedir su intervención y su ayuda para que la orden del Emmo. Prelado se cumpliera”. Segura decide recurrir al brazo secular, en línea con su profesado derecho público eclesiástico. El gobernador intenta ponerse en contacto telefónico con el alcalde de Estepa, que no responde a la llamada. Castrillo Aguado vuelve con las manos vacías.

Pero continúa el relato: “A poco de haber regresado el Sr. Vicario General al Palacio Arzobispal, fue llamado con urgencia por el Gobernador Civil, comunicándole que acababa de hablar telefónicamente con el Sr. Alcalde de Estepa. Según decía el Gobernador, él mismo, a través del teléfono, había oído el volteo de campanas.” –eran las campanas de la parroquia de San Sebastián y de la ermita del Carmen, echadas a vuelo, sin dudar para celebrar la vuelta del camión a Sevilla sin llevarse el retablo – y añadía que “el Sr. Alcalde le decía que apenas sí podía comunicar con él, porque una multitud de más de dos mil almas estaba ante el Ayuntamiento, gritando en señal de protesta”. O sea, que el corregidor de Estepa también estaba con su “Fuenteovejuna”.

El brazo secular secundó la petición del cardenal Segura (no es aventurado imaginar consulta con Madrid). El relato de Castrillo Aguado cierra así: “Reiterada la orden de Su Emcia. Rvdma. con mandato de trasladar a Sevilla el retablo a toda costa, avisado por el Sr. Gobernador Civil el Capitán de la Guardia Civil de Osuna, para que concentrase fuerza en Estepa y protegiese la retirada del retablo, al día siguiente volvió a salir otro camión de la empresa constructora Agromán (la que trabajaba en el monumento), con obreros del Sr. Cardenal, algunos incluso de los que habían estado el día anterior, se desmontó definitivamente el retablo y pudo ser traído a Sevilla, custodiado el camión por la Guardia Civil, ya que habían amenazado con salir al camino y dar fuego al camión y al retablo”. El retablo fuer a parar, efectivamente, al cerro de San Juan de Aznalfarache. Había funcionado esta vez el derecho público eclesiástico de Segura. Pero el “tour de force” mantenido con Estepa lo dejó todavía más marcado de rigorismo intransigente. Ahora nos explicamos por qué rehuía aparecer en público, por este tiempo, en acontecimientos religiosos no organizados y controlados por él.

La resaca siguió. El día 19 de septiembre llegó a la Curia de Sevilla el siguiente telegrama, que Segura insertó en su citada pastoral:

Las Hermandades, cofradías y Asociaciones todas de esta ciudad (Estepa) presentaron por escrito noche ayer Arcipreste partido, dimisión irrevocable cargos directivos como protesta unánime ante orden dimanada S.E.R. desmontar y trasladar punto desconocido, retablo adquirido nuestros antepasados, imponiéndose cumplimiento esta orden fuerza pública, sin atender ni escuchar razones y quejas elementos católicos y religiosos y deseos pueblo en masa manifestados.

Segura califica a este telegrama (en su pastoral) como “irrespetuoso en la forma y en el fondo”. Leído ahora, no se aprecia en el texto del telegrama más que una actitud valiente, con recurso al derecho de dimitir. Eso sí, la cosa era muy fuerte. Y aún llegaría después a la Curia de Sevilla otro escrito, fechado en Estepa a 18 de septiembre, “con un número grande de firmas, protestando de la orden del Emmo. Prelado y suplicando su revocación”. El cardenal calificó el suceso (en su pastoral) como “la sublevación de Estepa” añadiendo que había encontrado ecos de simpatía en la vecina Osuna. Los periódicos (había censura) no relataron nada. Pero los comentarios estaban en la calle. Y, para Segura, se aceleraba su proceso de desgaste. El informe de Castrillo Aguado entra también en la cuestión jurídica, que él resuelve favorablemente para Segura. Si la antigua ermita de los Ángeles (o de la Concepción) había desaparecido (como de hecho sucedía), los bienes que le corresponderían en cuanto persona jurídica no colegial deberían pasar “a la persona moral eclesiástica inmediatamente superior”, conforme al canon 1.501 entonces vigente. Según Castrillo, ésta sería la diócesis de Sevilla, por lo que el arzobispo podría hacer de los bienes de la capilla extinguida lo que quisiera. El argumento de Castrillo (era buen canonista) no carecía de posible base jurídica, en principio.

Talones de Aquiles cojos

Pero el argumento de Castrillo cojeaba, pues el canon citado contenía excepciones que él no se planteó: “dejando siempre a salvo las voluntades de los fundadores o donantes” y “los derechos legítimamente adquiridos”. El proceder de Segura tenía, en su base, un punto débil: todo se había hecho ex abrupto, sin expediente canónigo previo. Consta que la última reedificación de la ermita, hacia el año 1740, corrió a cargo de Juan Bautista, último marqués por línea recta de los Centuriones, al obtener dispensa de impedimento para casar con una tía suya, imponiéndoseles para ello la llamada “penitencia”, consistente en este caso en construir un templo, como hicieron al reedificar la ermita de los Ángeles. Debería, pues, haberse investigado en las cláusulas fundacionales si existían “voluntades de los fundadores” para el caso de que se extinguiera la persona moral no colegial (la ermita). Esto no se hizo, al no abrirse expediente canónigo. Como tampoco se investigó sobre posibles “derechos legítimamente adquiridos” por la iglesia de las Hermanas de la Cruz, por la vía del derecho de accesión de bienes muebles, a la luz de los artículos 375 y siguientes del Código Civil español, teniendo en cuenta la “canonización” del derecho civil positivo vigente en cada país, que se contenía en el párrafo primero del canon 1.499 entonces vigente. La fata de expediente canónigo era el talón de Aquiles jurídicamente débil del proceder de Segura en este asunto, aunque Castrillo Aguado pasase por este asunto como gato por ascuas.

Aparte de ello, estaba también cojo otro talón de Aquiles en el aspecto humano, moral y pastoral: el no haber oído, antes de proceder tan bruscamente, a las instituciones representativas, canónigas y civiles de la ciudad de Estepa, sobre todo teniendo en cuenta la marcha atrás que tuvo que dar el mismo cardenal Segura en el año 1942, cuando pretendió llevarse el púlpito procedente de la misma ermita, que también estaba en la iglesia de las Hermanas de la Cruz de Estepa.

El largo silencio de Segura

Desde los días 16-17 de septiembre de 1947 hasta el 6 de junio de 1948, fecha en el que el cardenal Segura publica su pastoral Sobre un hecho lamentable de indisciplina en el pueblo de Estepa, han transcurrido casi nueve meses de silencio por parte del prelado hispalense. Éste calla, porque ha buscado el paraguas de Roma. El informe de Castrillo Aguado, de 24 de octubre de 1947, ha sido enviado por el cardenal Segura a la Congregación del Concilio como justificante de su proceder en el asunto. En su citada pastoral el cardenal inserta una comunicación de dicha Congregación, que dice haber recibido con fecha del 14 de mayo de 1948:

Ha llegado a conocimiento de esta Sagrada Congregación que los fieles de Estepa, ignorando los derechos de la Iglesia y los deberes de filial obsequio a las decisiones de su pastor, han opuesto resistencia, en el pasado mes de septiembre, al traslado a Sevilla de dos altares y un púlpito, que en otro tiempo pertenecieron a la antigua y destruida iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, de la sobredicha ciudad, profiriendo insultos y amenazas contra los ejecutores de las decisiones de V. Emcia. Reverendísima y contra su misma persona.

Hay aquí una variante nueva: ya no se habla de un retablo (cuyo traslado provocó los incidentes de septiembre de 1947), sino de “dos altares y un púlpito”. Ello permite descubrir que Segura, en el ínterin, ha consumado su proyecto de llevarse los dos altares y el púlpito que estaban en la iglesia de las Hermanas de la Cruz (ya sin incidentes), y que así lo ha comunicado a la Congregación del Concilio, pues de otra manera no se explica la referencia plural de la Congregación. De hecho, las tres cosas fueron a parar a San Juan de Aznalfarache. Prosigue la comunicación romana:

Esta Sagrada Congregación deplorando vivamente la actitud de cuantos tomaron parte en los desórdenes [...] espera confiadamente que los fieles y las Autoridades de Estepa habrán dado ya inmediatamente reparación a los insultos y ofensas, con actos de filial obsequio y sumisión, a las decisiones de su padre y Pastor, único tutor responsable, según establece los sagrados cánones, de los bienes eclesiásticos diocesanos.

La comunicación de la Congregación del Concilio es un ejemplo de diplomacia vaticana. Se ha dejado pasar unos meses para que baje la temperatura. No dispone nada sobre sanciones o reparaciones, sino que se limita a “esperar confiadamente” a que las aguas hayan vuelto por sí solas a su cauce. Y, en cuanto a la potestad del obispo de disponer sobre bienes de personas morales distintas a la diócesis, se limita a recordar que el obispo es sólo “tutor”, no dueño absoluto, y eso “conforme a los sagrados cánones”.

Caía así el talón de “Fuenteovejuna” en Estepa. Pero, sin duda, se levantaba otro talón en Roma sobre las maneras del cardenal Segura en Sevilla. El desgaste sigue.

Antes de irse Segura de vacaciones, en aquel verano de 1948, dejó publicada una pastoral (de 8 de julio), Conteniendo algunas advertencias pastorales para la época de verano, que se cierran en dos: prohibición de asistir a “revistas teatrales”, con varapalo especial para “La Blanca Doble”, y requeteprohibición de los “bailes modernos” que se cierran en dos: prohibición también de asistir a “revistas”.

Fue fama en Sevilla que la machacona condena de “La Blanca Doble” por el cardenal Segura fue la mejor publicidad que se le hizo; como sucediera también con la película “La Fe”. Tiene tanta demanda la película, que se anuncia en los periódicos su reposición para septiembre. Y El Correo de Andalucía, diario católico del que la mitra de Sevilla conservaba mayoría de acciones, no se corta en hacer publicidad pagada a “La Blanca Doble”. Como para subirle ambas cosas la nerviosera a Pedro Segura, que cada vez se siente más desarbolado ante la opinión pública.

Del libro:

Pedro Segura. Un cardenal de fronteras. Francisco Gil Delgado. BAC, Madrid, 2001

-Retablos y púlpito de la Iglesia de la Concepción, situados en la Iglesia de las Hermanas de la Cruz.





12/10/10

APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA HERMANDAD SERVITA DE LOS DOLORES


Aquellos que han tenido la curiosidad de leer lo poco que sobre la Historia de nuestra Hermandad figura en los anexos de nuestras Reglas, habrán observado que uno de los acontecimientos que con mayor exactitud se conocen es el pleito sostenido con motivo de la Obra del Pecado Mortal, entre la Hermandad de San Pedro y la Cofradía Servita de los Dolores, en cuya sentencia la Audiencia Provincial ordena que la Hermandad Servita se integre en la de San Pedro. ¿Pero qué es una Hermandad Servita, la redacción, mediante una recopilación de artículos publicados en el Boletín de las Cofradías de Sevilla, por Don Juan Carlos Martínez Amores, estudioso del tema, intentará aclarar esta cuestión, al tiempo que se compromete a contactar con su autor para que en conferencia nos exponga sus conocimientos sobre nuestra Hermandad.

¿Qué es la V.O.T. Servita?
En primer lugar aclarar que la terminología correcta sería Orden Seglar de Siervos de María (OSSM). Una orden seglar es, como su propio nombre indica, un grupo de laicos que quiere vivir el Evangelio según la Regla de esa Orden, pero a la vez quieren hacerlo desde su familia o trabajo, es decir, sin tener que emitir Votos Solemnes. No es ninguna asociación o cofradía como puede creerse, ya que sus Constituciones las aprueba directamente el sumo Pontífice y no el ordinario del lugar.

Síntesis Histórica.

Ya en el siglo XIII había seglares que vivían el espíritu de la Orden junto a los Siete Fundadores, aunque no estaban organizados como grupo. San Felipe Benicio fue el que sentó las bases de lo que hoy conocemos como la Orden Seglar de los Siervos, aunque no de forma oficial, ya que carecía de ordenanzas o reglas. Entonces se llamaba a los miembros de este grupo “penitentes” de los cuales se sirvió San Felipe para la propagación de la Orden.

En 1374, el Prior General de la Orden, Fr. Andrea de Faenza, (el cual llamaba a este grupo “Nostra Societas”) concede a sus miembros la participación de los bienes espirituales concedidos a los frailes servitas. Hay que esperar hasta el año 1424 para que esta comunidad cuente con sus propias Constituciones, que le son concedidas por el Papa Martín V mediante bula “Sedis Apostolicas Providentia” y se bautiza la comunidad con el nombre de “Sociedad del Hábito”. Dicha regla y Bula fueron inseridas en la Bula “Mare Magnum” concedida a la Orden en 1487 por Inocencio VIII. Así llegamos hasta 1497 en que se empieza a utilizar de forma oficial el término de “Tercera Orden”. Pronto, esta Orden Tercera, dividida en “fraternidades”, empieza a expandirse por Europa. Continúa floreciente hasta el siglo XIX, en que decae por los motivos económicos y sociales que afectan a esa centuria, en la que el Papa León XIII modifica algunos puntos de la Regla aprobada por Martín V. Dicha regla no se vuelve a tocar hasta 1925, y esta es sustitutita por una nueva, aprobada en 1966 por la Sagrada Congregación de Religiosos. Ya de forma definitiva (esperemos) ha sido renovada el 29 de Octubre de 1982.

La V.O.T. en la actualidad.
En nuestro Siglo, la Orden Seglar de España es reducida en cuanto a número de Fraternidades, en comparación con el Siglo XVIII, en el que llegaron a existir cien fraternidades, ello sin contar con las Cofradías y Congregaciones. Por diversos motivos, dichas fraternidades desaparecen en la mayoría de los casos o se transforman en cofradías penitenciales, cosa inexplicable ya que algunas de estas Ordenes Terceras tenían más renombre histórico y arraigo, siendo asombrosa su transformación en cofradías de penitencia (Cofradía Servita de Sevilla y de las Angustias de Jerez). Otras, conservando el título terciario, se encuentran total o parcialmente desligadas de la Orden, si bien mantienen su carisma y espiritualidad mariana (V.O.T. de Málaga, Jaén, Osuna, Lucena y otras). Sin embargo en los últimos años se está notando una sensibilidad por parte de estos grupos por acercarse a la Orden, siendo elogiable el caso de la Real y V.O.T. de Siervos de Carmona, que ha planteado el acercamiento a la Orden, habiendo formado grupos de Noviciado.

En la actualidad sólo hay cuatro Fraternidades en la Provincia Española de O.S.M., en Madrid, Cádiz, San Fernando y Valencia, que permanecen muy activas y siguen el compromiso evangélico desde el prisma de la Orden, ocupando un lugar muy destacado el Culto a María.

Espiritualidad y Culto: Estudio de la Regla de Vida.

La finalidad de la V.O.T. es la de santificar a sus miembros, formando un solo corazón y una sola alma, siguiendo el ejemplo de unidad de los siete miembros fundadores y consiste en seguir el mensaje de Cristo, tomando como modelo a la Señora: A Jesús Crucificado por medio de María Dolorosa.

Cualquier persona de más de catorce años y que no esté ligada a ninguna Orden Tercera, puede ingresar en cualquier Fraternidad Seglar, previa solicitud y tras cumplir un año de noviciado (estudiando la Regla y espíritu de la Orden), en el que se le impondrá el hábito. Tras este periodo al individuo se le impone el Santo Escapulario y pasa a ser Terciario Servita mediante la ceremonia de la Promesa.

El culto es el apartado que requiere mayor compromiso, haciendo especial hincapié en la Regla de Vida. El terciario deberá participar en la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia (La Liturgia constituye la Acción Sagrada por Excelencia, según la Regla). Se recomienda tener un contacto asiduo con la Señora, a través de las fórmulas de oración propias de la Orden como el “Oficio Domina”, las Vísperas en honor de la Virgen, la Corona Dolorosa o la “Via Matris”. El Terciario deberá confesar y comulgar en todas las festividades que celebre la Orden (Santos Fundadores y las dos Conmemoraciones litúrgicas de la Virgen de los Dolores).

La Organización de las Fraternidades estará siempre a lo que estipule el Prior General y Asistente General de la Orden (y no el ordinario), estando presidida la Fraternidad por el Prior, elegido por todos los Terciarios y deberá colaborar muy estrechamente con el Asistente. Este es un sacerdote, el cual dirige espiritualmente a la Fraternidad y llevará el registro de hermanos. Existe además un Concejo o Discretorio, formado por el Prior, el Asistente y al menos tres hermanos más, cuya misión es la de colaborar con el Prior en la guía de la Fraternidad, aceptar los candidatos a la Admisión y Promesa, dispensar la promesa, etc. Por último decir que cada fraternidad posee sus propios Estatutos, pero tienen un carácter de régimen interno, ya que todas se rigen generalmente por la Regla de Vida de la O.S.S.M.

La mayoría de Hermandades o Cofradías Servitas no pertenecen a la Orden Tercera, aunque están integradas en el tronco común de la Familia Servita, y aunque sus miembros son también agraciados por los bienes espirituales de la Orden Tercera, no poseen los mismos, al tiempo que tienen una forma de regirse menos severa, habiendo optado por este modelo mucho más cómodo, haciendo caso omiso del peso histórico que recaía sobre ellas.

Fundaciones de la Orden Tercera en la Provincia de Sevilla.
La primitiva Orden Tercera de la Parroquia hispalense de San Marcos puede ser considerada la matriz de las congregaciones que nacieron en Andalucía Oriental, llegando a tener cincuenta congregaciones. Si bien se fundó como Hermandad en 1969, se agrega a la V.O.T. en 1720, teniendo gran esplendor en el Siglo XVIII y parte del XIX. A partir de aquí hay dos fórmulas de anexión, una más directa y otra no tanto, siendo lo normal que tras tomar las Reglas de la V.O.T. hispalense, el Rector y el Prior de la nueva congregación (bien fuera Orden o Cofradía) tomase de manos del Corrector de la matriz el Santo Escapulario de los Dolores. Durante el primer tercio del siglo XVII sólo existen dos fundaciones, las de Osuna (1730) y la Puebla de Cazalla (1731), estando justificada esta escasez, por la preocupación de afianzarse la propia Orden matriz. El gran florecimiento se produce en el último tercio del siglo XVIII, marcado por dos hechos, la concesión por Carlos III de los títulos de Real e Ilustre y la vinculación a la Casa Ducal de Medinaceli. Fruto del esplendor que ello trae consigo será muy elevado el número de fundaciones Servitas: Estepa (1765), Alcalá de Guadaira (1774), Carmona (1783) y la Esclavitud (1789), y sin año concreto Écija, Utrera, Los Palacios, Montellano, Cantillana, Pedrera, Las Cabezas de San Juan, Fuentes de Andalucía, Constantina y Marchena, siendo este el periodo de mayor florecimiento, para decaer en los primeros años del siglo XIX, sin fundaciones en la provincia de Sevilla, resurgiendo en la segunda mitad de esta centuria, con las fundaciones de Puebla del Río (sobre 1848), La Rinconada (1853), Alanís (hacia 1853) y Umbrete (1870), y otras se anexionan o transforman de otras hermandades o cofradías, como la de Lebrija (1853) con origen en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Dos Hermanas (1857-1892), en la de la Soledad, y Coria del Río (1898), en la de la Oración en el Huerto. Posteriores estudios han fechado la fundación de la de Carmona en 1939, la de El Saucejo, en 1793, y Marchena en 1820.

Fuentes:

-Recopilación de artículos de Juan Carlos Martínez Amores, publicados en el Boletín de las Cofradías de Sevilla, Número 49 Noviembre 1993, 423 Noviembre 1994 y 430 Mayo 1995.

-Boletín San Pedro. Junio 1995

VINCULACIONES ENTRE LA HERMANDAD DE SAN PEDRO Y EL MARQUESADO DE CERVERALES



Es notoriamente conocido que existe una estrecha relación entre la Pontificia y Real Hermandad de San Pedro Apóstol, Santo Cristo de las Penas y María Santísima de los Dolores, con el Marquesado de Cerverales, otorgado por el Rey Fernando VI a Don Manuel Bejarano y Campañón en 1753.

La primera referencia documental a este respecto, se encuentra en el testamento del Vicario Bejarano, tío del primer marqués, redactado en 1777. Al aludir a los regalos que ha hecho a Nuestra Señora de los Dolores, hace especial hincapié en una joya compuesta por una gran piedra encarnada con hechura de corazón guarnecida de granates y topacios, con siete espadas de plata y tres tembleques que hacen tres flores de topacio encarnados. También habla de un manto de terciopelo bordado en oro y plata. Expresa que es su voluntad que ambas piezas sean siempre custodiadas por los sucesivos marqueses.

Desde aquella época han transcurrido siglos y durante este periodo de tiempo con mayor o menor intensidad, han continuado siempre las relaciones entre los distintos poseedores del título y la Hermandad de San Pedro.

No es mi propósito en estas breves líneas, hacer un examen pormenorizado de las diferentes etapas de la vinculación, entre ambas instituciones, sino situarlas, desde una óptica personal, en el momento presente.

Todos sabemos que, en general, se tiende a soslayar todo tipo de compromisos que conlleven una eventual aportación económica y una disponibilidad personal para concurrir a determinados actos periódicamente prefijados. Es fácil constatar, en diferentes ámbitos, estas pautas de comportamiento.

En contraste con esta postura, hay un numeroso colectivo que tuvimos la suerte de recibir desde pequeños la enseñanza de que los deberes morales deben ser cumplidos, incluso con más exigencia y escrupulosidad, que si se tratara de obligaciones formales expresadas en cualquier documento público.

Si se ha asumido este código de conducta se está siempre dispuesto, como es mi caso, a continuar, en la medida de mis posibilidades con las tradiciones positivas de mis antepasados.

Desde esta perspectiva quiero señalar que ya ha transcurrido un largo período de tiempo desde que hablé por primera vez con los Rectores de la Hermandad de San Pedro. Entre las muchas coincidencias ideológicas durante este tiempo, hay una que ha sido permanente y que constituye la piedra angular de mis relaciones con la Cofradía. Se trata del convencimiento mutuo de que el patrimonio de una Hermandad lo constituyen, no solamente los bienes materiales, por valiosos que sean, sino todas las tradiciones históricas y culturales que aportan valores inmateriales e intangibles que enriquecen considerablemente el acervo cofradiero.

Como consecuencia de este principio compartido, he procurado siempre colaborar con la Hermandad cuando se me ha demandado, respetando en todo momento su funcionamiento interno y las decisiones de sus órganos rectores.

He conocido ya a tres Hermanos Mayores y en todos los casos, he podido comprobar su enorme entusiasmo y dedicación para potenciar la Cofradía. A lo largo de estos años he compartido con ellos y el resto de los Hermanos sus proyectos e iniciativas y he expresado, cuando se me ha pedido, mis opiniones y sugerencias. He constatado, dentro del colectivo de cofrades, sentimientos compartidos de capacidad de entrega, religiosidad, solidaridad y un inmenso cariño por sus Imágenes. Actualmente podemos decir con orgullo que la Hermandad se encuentra entre las grandes Cofradías Estepeñas.


En su día facilité la adquisición de la Casa de Hermandad. Posteriormente todos los Hermanos con su sacrificio personal, según sus propias circunstancias, han contribuido a reedificarla hasta conseguir este espléndido inmueble actual, donde se pueden guardar, no solamente los pasos, sino todos los bienes y enseres que constituyen su patrimonio material. Además todos los cabildos y demás actividades cofradieras, se pueden celebrar adecuadamente entre sus muros.

También hay que resaltar la caseta ferial, mejorada año tras año, que constituye un brillante marco para la realización de otras actividades complementarias.

Muchas de estas reflexiones me vienen a la mente cuando, desde hace muchos años, acompaño el Martes Santo a la espléndida imagen de nuestro Patrono. Es una maravilla contemplar a San Pedro mirando al cielo por las calles y callejuelas de Estepa. Por tanto cada año, comparto las preocupaciones, las emociones y la satisfacción del desfile procesional con todos los Hermanos.

Cuando se encierran brillantemente los pasos, se siente la alegría del deber cumplido y se atisban nuevas iniciativas, con renovada ilusión, para la procesión de la próxima Semana Santa.

Por suerte para mí puedo disfrutar de la visión de nuestros Sagrados Titulares durante todo el año, desde la tribuna que comunica mi casa con la Capilla de los Dolores, que es patronato del Marquesado, donde están enterrados varios antepasados míos.

En lo que respecta al futuro, mientras Dios me de vida, y en el marco de las actuales coincidencias ideológicas, mi postura será la misma. Pero por encima de las personas, que somos obviamente perecederas, mi deseo es que estas relaciones cimentadas durante centenares de años, se proyecten en el tiempo y si es posible que a lo largo de los siglos venideros, el marqués de turno escriba algo similar a lo que aquí he expresado.

Estepa a 18 de Mayo de 1999
El Marqués de Cerverales

Boletín San Pedro. 1999


Fuente:
-Hermandad de San Pedro

11/10/10

ENTREVISTA A JESÚS ROSADO POR EL BORDADO DEL PALIO DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES


La Junta de Gobierno de nuestra hermandad, tras minucioso estudio realizado al respecto, ha decidido encargar a los Talleres de D. Jesús Rosado Borja de Écija, prestigioso bordador en el ámbito cofrade, los bordados que en un futuro compendiará el paso de palio de María Santísima de los Dolores, proyecto éste de tal envergadura y prestigio que será en el que se trabajará principalmente durante los años venideros de la legislatura de D. Francisco Miguel Blanco Arias.

Hace unos días, bajo un sol de junio y de ley, siempre eterno en la “Civitas Solis”, y abusando siempre de su hospitalidad, nos reunimos con D. Jesús en el taller de los bordados, para cambiar impresiones con él y ofrecer a nuestros hermanos su parecer ante tan magno proyecto, abordándole con una serie de cuestiones que nos contestó con la afabilidad y cariño que le caracteriza, fruto de los diversos encuentros en función del comienzo de los trabajos.

Como ya sabe Ud. este proyecto que acomete la Hermandad de San Pedro, tan ilusionante para todo, no en vano nuestro paso de palio sufrirá una importante y definitiva transformación que lo aupará a la belleza que todos deseamos, es algo que ansiamos hacerlo tangible después de apreciar sus bocetos; y haciendo referencia a éstos, a grandes rasgos, ¿cuáles han sido las fuentes de inspiración para los mismos

La fuente de inspiración está muy clara, ya que desde que la Cofradía me muestra su templo, sin lugar a dudas, éste crea un precedente que marcará el camino a seguir. La Iglesia de la Asunción es una joya donde recabar ideas, matizando quizás el frontal del Altar Mayor, punto de partida para los diseños.

¿Cuáles han sido los rasgos principales de los bordados del palio de María Santísima de los Dolores y motivos principales plasmados en el mismo?

El palio está bordado basándonos principalmente en la técnica de los realces, de estilo neobarroco con corte simétrico, intentando sea de figuras sin entrar en demasiadas exuberancias y siguiendo la línea de la seriedad en este citado corte, haciendo alusión o recordando el origen servita de la Hermandad, y de esta forma quedarnos entre las dos vertientes de la Cofradía.

Sabemos, debido a las atípicas medidas de la puerta de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que las proporciones de nuestro palio son bastantes ajustadas comparándolas quizás con las estándar que deben guardar éstos para que la armonía sea presente en el conjunto, ¿cree Ud. que el nuestro, tras la rectificación aplicada en la puerta en beneficio de su altura y anchura, guardará o se aproximará a éstas y ganará en belleza y estética una vez posea sus bordados?

Es obvio que la ampliación de las medidas, concretamente en altura, va a aumentar la elegancia del palio, ya que éste quedaba bastante cerrado y achatado, era bastante bajito, y con el aumento de diez centímetros ganará en su estética. Las proporciones áureas las dan una serie de medidas o bases concretas estandarizadas las cuales vienen a consecuencia de unos precedentes creados por la universidad de la Semana Santa de Sevilla, pero esto no es ley definitiva para que un palio con medidas, dentro de la proporcionalidad, más pequeña consiga o llegue a esas áureas dimensiones marcadas por su entorno, ganando, claro está, éste en concreto, en elegancia si aumenta su altura.

Los bordados de un paso de palio consideramos que a parte de realzar la belleza de María, hacerla más grande en su recorrido penitencial y a la vez estimular a lo inusitado nuestra sensibilidad al observarlo, ofrecen un mensaje evangelizador e histórico ramificado en sus detalles. ¿Cuál es el que quiere prevalezca en el de María Santísima de los Dolores cuando se contemplen sus bordados?

Lo que queremos representar en este paso de palio, en su parte exterior que es la más vista, son las virtudes de María, como Mujer… como Madre… y como ejemplo de vida, intentándolo ofrecer o destacar con la simbología representativa a éstas, ya que son muchas y amplias. En la parte interior desglosaremos los misterios del Rosario, resaltando la gloria central que estará basada en la Asunción de Nuestra Señora, en honor y alabanza al templo, sede canóniga de la cofradía.

Sabemos de sus trabajos y calidad de los mismos al poderlos apreciar en un acopio de lugares y cofradías que han dado a su taller un prestigio importante, ¿qué significa para Jesús Rosado trabajar al completo en un palio de la Semana Santa de Estepa?

Sin lugar a dudas una satisfacción enorme, para empezar, porque yo no he tenido la oportunidad de poder presentar una obra de principio a fin en Estepa, con lo cual esta cofradía me la ofrece, y destaco que el parto o el alfa y a su vez el omega serán en el mismo lugar. También resalto que este acometer, para mi taller, es de suma importancia, ya que vuestra Semana Santa es una de las más importantes de la provincia, y decir la provincia de Sevilla es decir el centro de todo el mundo cofrade, con toda su magnitud, y Estepa no está, ni mucho menos, fuera de este ámbito, no hay más que observar la cantidad y calidad de las Hermandades estepeñas, en valores humanos y patrimoniales, haciendo referencia a su población.

¿Qué otros trabajos ha realizado o realiza en estos momentos para las cofradías de nuestra ciudad?

En estos momentos estamos trabajando en los bordados interiores de las bambalinas de Nuestra Señora de la Paz, de la Hermandad de El Dulce Nombre; también, con motivo de su coronación canóniga, hicimos los faldones del paso de palio de María Santísima de la Esperanza Coronada, así como el enriquecimiento de su saya; el estandarte de la Hermandad del Calvario; una saya para Nuestra Señora de los Remedios y por último también un “simpecado” para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús.

Por último y para terminar esta pequeña entrevista quisiéramos nos valorase la calidad artística de los bordados que posee la Hermandad de San Pedro Apóstol.

La calidad de los bordados de la cofradía, que quizás a muchos cofrades estepeños les parezcan pocos, haciendo referencia a la saya y manto dieciochescos, son de una calidad extraordinaria, dentro del mundo del bordado podrían considerarse como una de las mejores joyas estepeñas, conformando ambos un terno sin igual, de una destreza artística importante, un diseño exquisito, una espléndida elaboración, una calidad de tejido importante, que aunque bastante deteriorado el mando y la hermandad debiese preocuparse de su restauración, cabría destacar que en la exposición Servita celebrada en Sevilla hace unos años, fue una de las piezas que al mundo cofrade, entendidos e historiadores más gusto. También quisiera destacar el estandarte de San Pedro entronizado, recuperado hace unos años por la hermandad a la cual felicito, éste es una obra magnífica elaborada en punto llano con una calidad del oro impresionante e importante variedad de puntos y buen corte, que me hace reiterarme en felicitaros de nuevo por la recuperación de tan valioso elemento artístico.

Después de este cambio de impresiones en el taller y tras varias visitas realizadas por el bordador a nuestra Hermandad, especialmente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, éste presentó los bocetos de lo que serán las bambalinas y el techo de palio, en las cuales se esbozan una serie de rasgos de preciada calidad que entrelazan los trazos rectilíneos con suaves ondulaciones en lo que a crestería y caídas refleja, saliéndose quizás del estilo tradicional “juanmanuelino”, tan sevillano por cierto, y haciendo alarde a nuestra sobriedad “servita”, brotando en el mismo los motivos florales, tan diversos, como exultante continuación a los frescos de los muros de nuestro templo.

El marianismo que irradiará del oro sobre el burdeos, conjugado quizás con el rojo tinto, del terciopelo y los oleos o pinturas, en honor a nuestra sede canóniga, será siempre muestra de nuestra devoción a María, Madre del Redentor, desgranada en los misterios del Rosario y flores emblemáticas a su devoción, que distribuidas en el pedazo de cielo de su palio nos harán desembocar siempre en eternas letanías a sus plantas bajo el óvalo protector de su Asunción, en alabanza a la Excelsa Patrona de Estepa, protegidos y guiados por los atributos pontificios de nuestro escudo en el frontal como timón de fidelidad a la Santa Sede y al corazón traspasado por el dolor de los siete puñales, quizás en el trasero, dando fe de lo que fuimos en nuestra Historia.

Todo este detalle, cuando lo tangible sustituya a lo etéreo, y el sol de Castillejos en el declive de su tarde rompa en mil reflejos su talle al estrellarse en el frontal de la tiara y las llaves, será un adelanto de gloria en la que soñaremos adentrarnos y dormir con la retina llena de luz y el corazón henchido de amor por la belleza. Oro, terciopelo y sol para una Señora que, aunque humilde y sumisa desde el mediodía del Ángelus, su Hermandad la quiere ver y sentir Reina de reinas por las calles de este pueblo que un día le ofreció una callejuela para que la bajase con la pena más dulce que, aunque contradictorio parezca, pueda hacer llorar a una mujer compungida por el dolor de la pasión redentora.

Boletín San Pedro 2006


Fuente:
-Hermandad de San Pedro

Página relacionada:
-Taller de Jesús Rosado Borja

Noticia relacionada:
-Bambalinas y techo de palio de Mª Stma. de los Dolores

1/10/10

CIERRE TEMPORAL DE LA IGLESIA DEL CARMEN


La Iglesia del Carmen de nuestro pueblo es una de las muchas joyas barrocas que esconde Estepa entre su gran patrimonio. Tal como nos informó Ginés González, párroco de San Sebastián, en la Revista de Feria 2010, hace ya unos años hubo que cerrar el camarín por riesgo de desprendimientos y por tanto bajar a la Virgen al altar, como la veníamos viendo en estos últimos tiempos. En esta cuaresma ocurrió otro pequeño susto, afortunadamente sin consecuencias graves, que obligó a apuntalar parte de la sacristía. En ese momento se vio conveniente proceder a un examen del Templo por parte de diferentes expertos, que en un principio no predijo un peligro inminente que obligara a cerrar la Iglesia, ni a suspender el culto. Pero la realidad ha sido diferente y el deterioro evidente de la iglesia ha obligado a un cierre temporal hasta que se lleven a cabo los trabajos de restauración. Los problemas de la iglesia se encuentran principalmente en su sacristía, que presenta graves problemas de revestimientos y cuyo estado va empeorando poco a poco, y en la cúpula del camarín, donde han aparecido importantes grietas que evidencian urgencia de una actuación. La Parroquia se ha puesto ya en contacto con el Ayuntamiento y el Obispado, y ambas instituciones se han puesto a su disposición para todo lo que haga falta: colaboración en todos los campos, búsqueda de subvenciones, asesoramiento técnico, apoyo financiero y cualquier cosa que pueda surgir.

La primitiva fundación y origen de este templo se debe a la Ermita del Cristo de la Sangre y al Hospital del Corpus Christi que desde mediados del siglo XVI existían en lo que hoy es el Carril de Santa Clara. La manutención de Corpus Christi corría a cargo de la cofradía de la misma advocación desde 1540, e incluso antes. Debido a la despoblación de la zona donde se ubicaban ermita y hospital se trasladaron al lugar que hoy ocupan hacia la primera mitad del siglo XVII. En 1728 al fusionarse esta cofradía con la Hermandad del Rosario del Carmen y ante la preeminencia de la corporación, pasó ésta a regentar el hospicio de pobres transeúntes. Otra corporación radicada en este templo desde 1880 era la Venerable Orden Tercera de Ntra. Sra. del Carmen.

La antigua ermita se reedifica a principios del siglo XVIII. La planta sigue el modelo llamado de salón o cajón, cubierta por bóveda de medio cañón sobre lunetos en la nave y media naranja sobre pechinas en el antepresbiterio. El camarín, construido en 1718, se encuadra en la tipología torre-camarín, cubierto por media naranja, profusa decoración pictórica y un maravilloso zócalo con incrustaciones con simbología mariana. La sacristía se estructura por medio de una columna central y cuatro bóvedas decoradas con motivos pictóricos.


Desde el principio del siglo XVIII se emprende una fastuosa y prolija actividad decorativa en el santuario carmelita estepeño, destacando su marcado y elegante estilo rococó. Existen en este templo diferentes obras del escultor antequerano Diego Márquez, pero sin lugar a dudas la talla de mayor relevancia que guarda esta iglesia es la de San José con el Niño, obra del escultor cortesano y académico Luis Salvador Carmona, ejecutada en torno a 1754. Los retablos se vinculan a la escuela ecijana de mediados del siglo XVIII. De la antigua Ermita del Cristo de la Sangre procede el lienzo de la misma advocación, obra de finales del siglo XVI. Las pinturas del antepresbiterio se datan a finales del siglo XVII y se atribuyen a Ignacio de Ríes y a otros zurbaranescos. La bóveda del santuario representa diferentes escenas carmelitas, lienzos de mediados del siglo XVIII de escuela granadina. La iglesia se remató en 1768 con una portada de mármol blanco y negro realizada por Andrés de Zabala, considerada una joya emblemática del barroco dieciochesco andaluz.

La Archicofradía y Hermandad del Corpus Christi y Nuestra Señora del Carmen celebrará Solemne Eucaristía el día 5 de octubre en la Iglesia del Carmen con motivo del cierre temporal del templo, para llevar a cabo las obras de restauración. A la conclusión de la Santa Misa se procederá al traslado de Ntra. Sra. del Carmen hasta la Iglesia Parroquial de San Sebastián, portada en unas sencillas andas por todas las mujeres que quieran llevar a la Santísima Virgen y acompañada de todas las personas que lo deseen. La colecta de este día se dedicará íntegramente al sufragio de la obras en la Iglesia del Carmen.

CARTA DE EDICIÓN

El blog Devociones de Estepa nació en la cuaresma de 2009 y tuvo como motivo de inspiración la oportunidad de dar a conocer la Semana Santa de Estepa a través de los nuevos medios de comunicación. El objetivo principal era recopilar información de las Hermandades y Cofradías de Estepa así como mostrar nuestras tradiciones y costumbres. El blog se definió con carácter divulgativo, y por lo tanto, al carecer de carácter lucrativo, se ha rechazado sistemáticamente toda propuesta económica que hemos recibido. Sólo se ha permitido artículos relacionados con la información cofrade o que tuvieran carácter benéfico.

Para llevar a cabo este trabajo, se inició en el blog la recopilación de artículos que procedían principalmente de los boletines y libros de las Hermandades estepeñas, el
Ayuntamiento de Estepa en sus diversas publicaciones, blogs dedicados a la Historia y Semana Santa de Estepa y por último la información que se daba en las redes sociales. Para acompañar a estos artículos se escogían fotografías que se encontraban en los diferentes medios ya mencionados. Tanto los artículos como las fotografías publicados en estos medios no habían sido realizados para el blog.

Desde el blog se ha trabajado también por la investigación propia y de esta forma se han publicado artículos nuevos de información, a los que se le han dedicado un gran esfuerzo. Siguiendo la misma idea, se han realizados también fotografías propias que no se han firmado, pero que han aparecido tanto en el blog como en nuestra página de Cofrades. La idea del blog siempre ha sido compartir y dar a conocer, por lo que siempre se ha permitido la utilización de estas imágenes y de estos artículos. Sólo los que han llevado a cabo la aventura de crear un blog, pueden reconocer las numerosas horas, esfuerzo e ilusión que se le dedica a un proyecto de estas características, y es por ello por lo que conocemos de primera mano la importancia que para un creador de blog tienen los contenidos propios que ha realizado. Por eso, queremos disculparnos con aquellas personas que se hayan sentido ofendidas por la publicación de sus trabajos y retiraremos aquellos trabajos que no quieran que aparezcan en este blog. Sólo indicar que el blog no llega a asumir la autoría de estas fotografías y artículos, y que por lo tanto se expresa su autor o autores al final de cada artículo.

De igual manera, queremos mostrar nuestra gratitud a todas las personas que se han puesto en contacto con el blog para publicar sus artículos y fotografías. Sabemos la ilusión y confianza que han depositado en el blog y se lo agradecemos enormemente.

ALTAMENTE RECOMENDABLE


-Así fue posible el expolio de España. J. García Calero. ABCdeSevilla. 2012

-El Padre Alfonso: un viejo franciscano muy querido por los estepeños. A. Rodríguez Crujera. Desde la alcazaba. 2012

-Custodia y Cruz Parroquial. Apuntes para la historia. Blog de Antonio Solís González. 2012

-450 aniversario de la fundación del Convento de la Victoria de Estepa. A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2012

-Una vieja tradición en Estepa, Las Cruces de Piedra. A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2012

-Entrevista a "Pepe Romero". La Voz Cofrade de Osuna. 2011

-El milagro del Niño Jesús de Estepa. F. Cabanillas. El Correo de Andalucía. 2018

-Cuando el Niño Dios se pierde por las calles. JP Lendínez Padilla. Simplemente Capillita. 2010


-"Al salir fuera Pedro lloró" en Estepa. JP Lendínez Padilla. Simplemente Capillita. 2010

-El gallo canta en Estepa. Reliquias de la Provincia. Diego J. Geniz. El Palquillo. Diario de Sevilla. 2018
-La huella de la Reconquista en la provincia. N. Ortiz. ABCdeSevilla. 2018

-Don Lorenzo Suárez de Figueroa (I) (II) (III) A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2010

-La Torre del Homenaje del Castillo de Estepa (I) (II) A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2010

-Jesús de la Salud de Lora de Estepa. Jaime Muñoz. El zoom de Monet. 2009

-Burguillos Viajero: Estepa (I) y (II). J. Velázquez. 2010

-La firma de Cervantes en Estepa. A. Mallado. ABCdeSevilla. 2014

COLABORA CON EL BLOG

Nos gustaría saber:

-¿Quién hizo a Mª Stma. de la Amargura, San Juan Evangelista y María Magdalena de la Hermandad del Calvario tras la Guerra Civil?

-Localización de los lienzos de la desaparecida Ermita de la Concepción: lienzo de la Inmaculada Concepción y lienzo de San Fausto.

-¿Cuántas sedes ha tenido el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Estepa?

-¿Cuáles han sido las marchas elegidas por los pregoneros de la Semana Santa de Estepa?

-¿Quién ha dado el pregón de los Dolores de Nuestra Señora, el pregón de Ntra. Sra. de los Remedios y el pregón de Mª Stma. de las Angustias?

Nos gustaría encontrar:

-Fotografías de la visita de Nuestro Padre Jesús al Convento de Santa Clara en 1995.

-Fotografías de la salida extraordinaria de Mª Stma. de los Dolores de San Pedro en 2001.

-Fotografías de la salida extraordinaria de San Pedro Apóstol por los 50 años de la refundación de la Hermandad en 2003.

-Fotografías del traslado cuaresmal del Stmo. Cristo de las Penas a la Iglesia de la Asunción.

-Cartel conmemorativo del 50 aniversario de la Hermandad de las Angustias.

-Cartel conmemorativo del 50 aniversario de la Hermandad de los Estudiantes

-Cartel conmemorativo del 350 aniversario del Juramento a la Inmaculada Concepción de María (Hdad. San Pedro)

-Carteles de la Semana Santa de Estepa editados por el Consejo y por el Ayuntamiento

-Carteles de la Semana Santa de Estepa editados por la Caja San Fernando.

-Fotografías e información de la exposición "Las devociones populares en las colecciones privadas estepeñas"

-Fotografías de los retablos de la Iglesia de la Victoria que se encuentran en:

-Retablo Mayor (Iglesia de Santiago-Herrera)
-Retablo de San Francisco de Paula (Iglesia de la Encarnación-Casariche)
-Retablo de Ntra. Sra. de los Dolores (Iglesia de Santiago- Puente Genil)
-Retablo Virgen de las Angustias (Iglesia de Santiago – Puente Genil)
-Retablo de San Francisco de Sales (Iglesia de Santiago – Puente Genil)
-Retablo de Jesús Nazareno (Iglesia de Omnium Sanctorum – Sevilla)
-Retablo Ntra. Sra. de la Candelaria (Puebla de Cazalla)
-Retablo de Santa Lucía (Iglesia del Socorro – Badolatosa)
-Retablo de San Blas (Iglesia del Rosario – El Rubio)
-Púlpito de la Iglesia (Iglesia del Corpus Christi – Sevilla)

HORARIO DE VISITAS

Iglesia de San Sebastián, de 11 de la mañana a 1 de la tarde.

Iglesia de los Remedios, de 11 de la mañana a 1 de la tarde.

Iglesias de La Asunción, El Carmen y Santa Ana, de 11 de la mañana a 1 de la tarde, y de 7 a 9 de la tarde.

HORARIO DE MISAS

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INFORMACIÓN TURÍSTICA

Torre Ochavada-Cerro de San Cristóbal:
-Lunes a Viernes: 9:30 h a 14:00 h; 16:00 a 18:30 h
-Festivos y fines de semana: Abre a las 10:00 h
Tlf: 955 914 704; turismo@estepa.es; turismoestepa1@gmail.com

Oficina Municipal de Turismo-Ayto de Estepa:
-Lunes a Viernes: 7:30 h a 15:00 h
Tlf: 955 912 717, extensión 526

Punto de la Estación de Autobuses:
-Festivos y fines de semana: 10:00 h a 14:30 h y de 16:30 h a 18:30 h.

Proyecto de Cáritas Estepa:
-Horario de apertura de las iglesias a los fieles

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EQUIPO DE PRIOSTÍA

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“La Cultura debe considerarse como el bien común de cada pueblo, la expedición de su dignidad, libertad y creatividad, el testimonio de un camino histórico. En concreto, sólo desde dentro y a través de la cultura, la fe cristiana llega a hacerse histórica y creadora de historia.”

Juan Pablo II Exhortación Apostólica, “Christifidelis laici”
"Chiflados de Dios: Así seguramente les llaman muchos que los ven, pensando que no tiene sentido tal esfuerzo. Pero son locos de amor por Dios, tanto de tocar el corazón de su pueblo, para llevarles a Dios." Papa Francisco, II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, Sevilla 2024

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