Esta fiesta es muy peculiar por la gran cantidad de leyendas y tradiciones únicas que guarda, como su relación con los bandoleros, de los que porta varias joyas regaladas por los mismos, su antigua leyenda que la vincula con la Virgen del Rocío, los gritos de “Bendita” a su paso, las salvas en el primer día de novena y la impresionante subida de la Virgen al camarín.
La Octava tiene lugar cada tercer fin de semana de mayo, siendo este año del 12 al 16, aunque las Fiestas a la Virgen comienzan el 3 de mayo, día de su Onomástica y Veneración de la imagen. El día del comienzo de la novena se lanzaron como es tradicional las salvas a las 12 del mediodía desde las azoteas de la calle Roya, en recuerdo de los bandoleros que entraban a Estepa disparando al aire para anunciar las fiestas de la Virgen.
El jueves la Virgen se entronizó en su templete a los pies del retablo mayor de su Iglesia y el sábado se recuperó el Pregón de la Virgen de los Remedios, este año a cargo de José María Fernández Fernández.
El Domingo de la Octava, uno de los días más importantes, se celebró la Santa Misa Principal de la Hermandad, a las 12:00 horas, estando cantada por sevillanas por el Coro de la Hermandad. En la misma se llevó a cabo la ofrenda floral con todas las mujeres vestidas de flamenca.
A las 20:30 horas, Ntra. Sra. de los Remedios procesionó por las calles de Estepa destacando los cantes por sevillanas, las grandes petaladas a su paso y el encuentro de esta imagen con la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, donde es tradición que le cante el Coro Rociero. Al término de la procesión comenzó el castillo de fuegos artificiales.
En la mañana del siguiente lunes se vivió la Subida de la Virgen a su camarín mediante una rampa. La Virgen volvió a ser paseada por las mujeres del pueblo en el interior de su iglesia entre los pasadobles que interpretó la Banda de Música de Estepa, las sevillanas a las puertas del templo y los vítores de “Bendita” que se volvieron a escuchar.
Con este acto concluyó la fiesta de la Octava de los Remedios que por fin pudo volver a vivirse en la calle Roya y en el pueblo de Estepa.
Información:
-Artesacro y Ayuntamiento de Estepa.