Nos encontramos en un año, 2011, donde el anhelo musical se hace presente de forma latente, con el recuerdo centenario de la muerte del grandioso sinfonista Gustav Mahler (1860-1911). Con su desaparición se vio perdida gran parte del post-romanticismo musical y el fin de la era del sinfonismo vienés.
Mahler, director y compositor checo, pudo influir en la concepción musical de otro genio de la música, Don Pedro Gámez Laserna. Este compositor galduriense, que tan sólo tenía 4 años de edad a la muerte de Mahler, ha sido una de las figuras más emblemáticas de la música española a nivel bandístico, popularizando su nombre por sus más de una veintena de marchas procesionales. Su labor como compositor y director traspasó barreras y modernizó la marcha procesional de la mejor manera posible. Si López Farfán creó en 1924 una nueva forma de estructurar la marcha procesional, Gámez Laserna transformó el formalismo farfaniano para introducir en ella un sinfonismo que se pudiera interpretar marchando en la calle.
Como compositor inicia su carrera musical en su localidad natal, Jódar, donde compuso en 1935 Cristo de la Misericordia. Después de un periodo por Córdoba y Madrid, regresa a la ciudad califal donde residirá desde 1943 a 1957. De este último período, plasmó en el pentagrama dos de sus marchas más significativas: Saeta Cordobesa (1949) y Salve Regina Martyrum (1952).
A partir de 1957 llega a Sevilla como nuevo director de Soria 9, con lo cual, se establecería aquí su etapa más floreciente. Esta nueva fase de su vida le haría ver de un modo diferente la Semana Santa, y así lo reflejó dos años más tarde con Pasa la Virgen Macarena. Su siguiente marcha procesional, María Santísima del Subterráneo, llegaría en 1961, cumpliéndose este año las bodas de oro de su composición.
Como bien se sabe, con María Santísima del Subterráneo -marcha dedicada a la Virgen del Subterráneo de la Hermandad de la Santa Cena de Sevilla- , Don Pedro Gámez quiso sevillanizar el estilo creado en Saeta Cordobesa; pero esta empresa no se vio conclusa hasta 1967 con su homónima sevillana El Cachorro (Saeta Sevillana).
María Santísima del Subterráneo es una de las más bellas marchas que se hallan compuesto, pero siempre se ha mantenido a la sombra de Pasa la Virgen Macarena y las dos Saetas. Afortunadamente, después de cumplir medio siglo, no ha caído en el olvido de un archivo y son numerosas las bandas que la incluyen en sus repertorios.
La mencionada marcha se inicia con un misterioso y alentador tema motívico que marca la aproximación de la Virgen del Subterráneo al dintel de la iglesia de Los Terceros y que repite a lo largo de la marcha, descartando el Trío final. Quizás, el subconsciente de Gámez Laserna estuviera asociando sus vivencias al frente de Soria 9 con las teorías sobre la música programática de Franz Liszt, llegando al punto de describir musicalmente la salida del palio del Subterráneo.
Comienzo de María Santísima del Subterráneo. Edición de 1969
Ese enigmático comienzo nos lleva hasta un profundo clímax donde rompen todas las emociones contenidas en la salida del palio. El carácter de la marcha cambia por completo: el inicio pobre de brillantez se convierte en un Tutti enérgico y lleno de vida que arengara a los costaleros a disfrutar del nuevo Domingo de Ramos que empieza en ese mismo instante.
Últimos compases del puente y Tutti con cornetas. Edición de 1969
La comunicación que lleva Gámez Laserna en la instrumentación de esta parte se manifiesta en muchas de sus marchas. Camufla un Tutti de metales con la participación de las cornetas e incluso, aunque no es esta marcha el caso, pone la madera como contracanto de los metales. Esta sección la clausura utilizando residuos temáticos, que aparecen en las cornetas y en la estructuración de los instrumentos, de la marcha El Corpus de Braulio Uralde Bringas.
Como sección final recurre a un Trío donde el movimiento del palio se hace sin retroceso, identidad de los palios sevillanos por andar siempre “de frente”.
Inicio del Trío. Edición de 1969
En el ecuador del Trío aparece un nuevo puente en una tonalidad menor, con lo cual, hace más esperado y deslumbrante la repetición en fortissimo del trío que recorrerá desde la indicación “A” hasta “Fin”.
Final del último puente e inicio de la repetición del Trío. Edición de 1969
Con María Santísima del Subterráneo, Gámez Laserna se consagra como el “Genio adoptivo de Sevilla” que hará de la marcha procesional un género admirado por personas de mentalidades inexorables hacia la música cofradiera. Marcha exuberante en motivos modulantes, temáticos, dinámica, instrumentación,… en resumidas cuentas, una marcha cincuentenaria compuesta por Don Pedro Gámez Laserna que no necesita más afirmaciones para demostrar su genialidad.
Para concluir este artículo, me gustaría dar las gracias a la Hermandad y en especial a su Hermano Mayor Don Fernando Atero Blanco por esa fabulosa encomienda musical que llevan a cabo desde sus inicios; y desde hace algunos años, por complementar este boletín con un apartado destinado a la música procesional. Tal vez, deberían tomar ejemplo muchas Hermandades de esta localidad que cuentan con un patrimonio musical amplio pero olvidado en los cajones por todos sus directivos.
Juan Antonio Carmona Páez
Historia y Ciencias de la Música
Universidad de Granada
Boletín Blanca y Colorá. 2011. Hdad. del Dulce Nombre