Para muchas personas, la procesión de cada Madrugada de Jueves Santo estepeño es caracterizada por toques solemnes y lúgubres de instrumentos de viento madera, o por escuchar austeras castañuelas que marcan el discurrir penitencial de la Hermandad del Calvario. Estos sonidos determinan y tipifican la atmósfera que cubre toda la estación de penitencia de dicha Hermandad. Un hecho desconocido y, a su vez, interesante es la documentación fotográfica que conserva la Hermandad; donde aparece el Santísimo Cristo de la Salud acompañado por la desaparecida Banda Municipal de Estepa. Este acompañamiento musical empezó sobre mediados de los años cincuenta del siglo pasado, ya que en todas las fotos se aprecia al Cristo de la Salud tallado por Manuel Escamilla Cabezas en 1952 portado en su actual paso, compra que se efectuó en 1954 a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Osuna. Esta práctica musical se perdería a principios de los sesenta, ya que entre 1962-1963 desaparece la Banda Municipal por motivos legislativos. Para abaratar gastos estatales, sólo contarían con bandas municipales aquellas ciudades con un número elevado de habitantes. El traslado comenzaba a las 12 horas del Domingo de Ramos, saliendo de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia (PP. Franciscanos), descendiendo por el carril de San Francisco, calle Matadero, carril de Santa Clara, calle Ancha, actual calle José Luis Cabezas, calle Padre Alfonso, calle Mesones, y concluía sobre las 14 horas; cuando el Cristo de la Salud en su paso entraba en la Iglesia del Carmen.
A mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta, la música procesional todavía estaba influenciada por toques musicales fúnebres provenientes de Sevilla, más que de la corriente cultural populista del primer tercio del siglo pasado engrandecida con los actos y actividades de organización de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929).
En cambio, el ambiente que se respiraba durante esas mañanas de Domingo de Ramos era totalmente jubiloso. La banda interpretaba, a bombo y platillo; pasacalles, pasodobles y marchas militares que tenía montadas para sus actuaciones en las dianas y pasacalles de las ferias. Puede resultar extraño este sentimiento de júbilo cuando ahora se realza la austeridad procesional y el tétrico cortejo musical, pero debemos tener en cuenta el contexto en que la sociedad estepeña celebraba cada Domingo de Ramos. Con lo cual, no es de extrañar que se optara por un ambiente festivo y se echara mano de lo único alegre que contara la banda: pasacalles, pasodobles y marchas militares. Por tratarse de un evento señalado, la banda iba ataviada con el uniforme de gala: traje azul marino con botonería dorada, camisa blanca, corbata negra y gorra de plato del mismo color del traje con el escudo de Estepa en la parte frontal.
Como se aprecia en las fuentes pictóricas, la Banda Municipal de Estepa no contaba con una plantilla mayor a 30 músicos. En torno a 1954, estaba dirigida por el conocido Maestro Don Rafael, posteriormente sucedido en el cargo por el Maestro D. Nicolás Cabezas Cuevas, natural de Fernán Núñez (Córdoba). Dicha banda, entre los años 1955-1962, contaba con instrumentos como flautas, requintos, clarinetes, saxofones, trompetas, fliscornos, trombones, bombardinos, bajos y percusión (bombo, platos y caja). Ya que no se ha encontrado ningún documento que afirme el número de músicos y sus nombres, sólo podemos adjuntar alguno de los nombres de músicos que participaban en el traslado. Gracias a antiguos músicos como Don Manuel Gamito “El Músico” y Don Juan Antonio Loravillar, que nos han ofrecido todo cuanto sabían y tenían, se ha podido confeccionar este artículo. Sirva este escrito como homenaje a estas dos Grandísimas Personas por mantener y estar siempre dispuestos a difundir.
Juan Antonio Carmona Páez
Licenciado en Historia y Ciencias de la Musica
Universidad de Granada
Flauta (1), “Chiquito la Posá”.
Requinto (1), Juan Quirós “Juanito Quirós”.
Clarinetes (4-5), como Diego “El Viñero” o Antonio Manzano “El del Santero del Carmen”.
Saxofones (3), Juan Antonio Loravillar (saxo tenor) y “Los Hermanos Castillo” que eran Santiago Castillo (saxo tenor y alto) y Manolo Castillo (saxo alto).
Trompetas (2-3), como Joaquín Arenas o Antonio Eusebio Palacios.
Fliscornos (2-3), Manuel Gamito “El Músico”, José María “Carqueto” y Manuel Ayala.
Trombones (3), como José Cabezas o Antonio González “Pagón El Gordo”.
Bombardinos (2), Francisco “Bigotes El Cartero” y José Gamito “Pepito Gamito”.
Bajos (1), Joaquín “Rompetechos”. Después pasaría a tocar la caja y en su lugar toca el bajo Manolo “El Vecino”.
Bombo (1), “Pimporés”
Platos (1), Eugenio “El de las Modestas” o José Joaquín “El Cojo la Preñá”.
Caja (1), Francisco “El del Bodegón”.
Boletín del Calvario
Cuaresma de 2012