1. La historia del descubrimiento
En el verano del año 1964 se descubren por casualidad, al allanarse el terreno de un solar y hacerse las zanjas para cimentar la edificación de una nueva casa en la calle Mirasierra, unos restos de edificaciones antiguas que pusieron al descubierto un importante yacimiento arqueológico del cual salieron a la luz cerámicas turdetanas, una necrópolis romana en la que se apreciaban en aquélla ocasión catorce enterramientos labrados en piedra caliza, vasija de barro, sillares, lápidas, fustes y basas de columnas, una piedra grabada con motivos visigodos, restos varios de cerámica, elementos constructivos de diferentes épocas, utensilios de metal y fragmentos de hachas prehistóricas, entre otros objetos. Los hallazgos de dicho yacimiento, formaban parte de una villa romana cuya antigüedad se calcula entre los siglos II y IV d. C.
Tras el casual descubrimiento, se comunicó a las autoridades competentes en esta materia, y éstas enviaron a inspeccionar el lugar a don Francisco Collantes de Terán, arqueólogo de la Dirección General de Bellas Artes, y tras su primer estudio e informe del equipo de arqueólogos de esa Dirección General, el yacimiento fue cubierto con tierra, determinándose por parte del Ayuntamiento la prohibición de edificar en dicho solar, que quedó clausurado, cercado y protegido desde entonces.
En el mes de julio de 2007, –cuarenta y tres años después–, se llevó a cabo una nueva excavación y estudio sobre la misma zona, esta vez bajo la supervisión y dirección del arqueólogo municipal, don José María Juárez. En esta ocasión, se abrieron cinco tumbas de las que figuran en los informes hechos en el año 1964. Las excavaciones arqueológicas de la calle Mirasierra, en esta intervención pusieron al descubierto dos casas romanas, una basílica paleocristiana con pila bautismal y una necrópolis con quince tumbas, por lo que queda constatado el asentamiento en Ostippo entre los siglos II y VI. Además, se hallaron en bastante buen estado de conservación 15 tumbas que incluyen niños y sarcófagos familiares. El yacimiento fue de nuevo cubierto para garantizar su conservación.
En el 2014, se dieron idénticas circunstancias al desmontarse el terreno tras el derribo de una vieja vivienda en la esquina colindante con el yacimiento arqueológico, y como consecuencia de ello, volvieron a aparecer cuatro o cinco nuevas tumbas excavadas en el suelo, y un hueco circular como de un pequeño pozo. Esta vez prevalecieron los intereses particulares y fueron destruidas al poco tiempo.
Fotografías de A. Rodríguez Crujera (Desde la Alcazaba) |
2. El yacimiento arqueológico
Los hallazgos en el yacimiento arqueológico de la calle Mirasierra de Estepa han sacado a la luz los restos arqueológicos de dos antiguas viviendas romanas, los vestigios de una basílica paleocristiana con pila bautismal incluida, y una necrópolis con 15 tumbas que vienen a corroborar la existencia de la ciudad de Ostippo remontando al siglo II después de Cristo la colonización de la civilización romana en esta localidad de la campiña.
El conjunto de la necrópolis ocupa unos 400 metros cuadrados, donde el primer gran hallazgo fue una tumba romana datada en el siglo V después de Cristo y que contenía los restos mortales de un menor de edad. Se han hallado en bastante buen estado de conservación un total de 15 tumbas que incluyen niños y sarcófagos familiares, cuyos restos han sido analizados por antropólogos de Sevilla para esclarecer los posibles rituales de enterramiento.
Las dos viviendas podrían pertenecer al periodo comprendido entre los siglos II e IV d.C. La basílica paleocristiana contiene una pila bautismal con escalones en la que se realizaba el bautismo por inmersión.
El municipio tiene pendiente la puesta en valor del yacimiento arqueológico de la calle Mirasierra, que podría visitarse en un espacio integrado, pasando a configurar un nuevo punto de interés histórico y turístico en Andalucía. El yacimiento no sólo demostraría la existencia de la ciudad romana de Ostippo hace más de 1800 años a través de las dos viviendas y la necrópolis, sino que también demostraría la presencia de los primeros cristianos en la ciudad. Quedaría pendiente conocer los datos que el estudio de la necrópolis, las viviendas y la basílica arrojaron. Así podríamos conocer la fecha de la realización de la basílica, su tipología y su relación con la necrópolis.
3. Estudio del yacimiento arqueológico de Estepa
Se abrió un único corte de 25 por 20 m en el que se llegó hasta la base geológica. Tres edificios están construidos con muros de mampostería asentados sobre una preparación previa del sustrato geológico, y al menos dos de ellos conservan restos de enlucidos blancos o policromos. En una pequeña superficie, se conservan restos de pavimentos simples elaborados a base de capas de arcilla apisonada, quizá endurecida mediante el uso de fuego. La mayoría de los restos encontrados son cerámicas comunes, con abundancia de morteros, jarras y tapaderas y escasas muestras de sigillata. Es posible que estemos ante un lugar de almacenamiento tal vez relacionado con el ejército.
Otro edificio de época tardorromana está delimitado por tres muros construidos con la técnica de espigas, de 2 m de acho por casi 10 de longitud. Es posible que se trate de un horreum equiparables a nuestros graneros, recintos cuadrangulares o rectangulares con el interior dividido en compartimentos.
Esta estructura es anterior al siglo IV que es cuando es derribada para la construcción de una basílica. Para elaborarla se utilizó una argamasa fluida, con abundante aglutinante de cal, que rellenó completamente los hoyos practicados para albergarla. Sin disponer de datos precisos para documentar su desarrollo en planta, se pueden establecer elementos aéreos, pilares o columnas, que se corresponderían con las cimentaciones. La orientación aproximada es este-oeste, que no es otra que la orientación canónica de las iglesias cristianas. La pila bautismal, elaborada con la misma argamasa y una base de ladrillos y tegulae recortados, aparece claramente separada de lo que sería el cuerpo principal de la basílica, pero es imposible determinar si estaba en una dependencia adosada a ella o en un edificio aparte, un verdadero baptisterio exento como era lo habitual en los edificios más antiguos de culto cristiano. De todas formas, su colocación en el costado norte no es, ni mucho menos, inusual, como queda documentado en otras iglesias contemporáneas. Tiene forma rectangular, terminada en opus signinum impermeable, con unas dimensiones de 0.80 por 0.95 m. Mantiene sólo dos escalones en cada uno de los laterales este y oeste, sin que podamos saber cómo era su desarrollo en superficie. Sobre el resto del edificio poco podemos saber, el ábside estaría situado a oriente, tal como indica la orientación de las tumbas asociadas; pero nada podemos conjeturar sobre el tipo de cubierta que tuvo o sobre su organización espacial.
Se rescataron varios fragmentos de columnitas de las que frecuentemente aparecen sosteniendo las mesas de altar en este tipo de edificaciones. También contamos con un único elemento de sustentación: una pilastra decorada con motivos visigóticos documentada en la intervención de 1964. Su origen es posible establecerlo hacia el siglo V y su vigencia temporal hacia el siglo VII, especialmente en relación con las tumbas.
La necrópolis de tradición romano cristiana que dispone sus enterramientos en función de la iglesia cuenta con tumbas dentro del espacio principal, y algunas, desde luego en torno a la piscina bautismal. La mayoría de las tumbas están excavadas en el sustrato geológico, encajadas mediante cuñas de piedra. Una más, también de una sola pieza, es una pila reutilizada que conserva los canales de desagüe. Las seis siguientes están elaboradas con grandes lajas de piedra caliza o arenisca, con el fondo del mismo material o de ladrillo. Todas ellas se cubren con dos o tres grandes y pesadas losas de caliza. Finalmente hay dos tumbas excavadas mediante una fosa directamente sobre el sustrato geológico. Ambas conservaban parte de su relleno original, una con tierra, la otra con piedras y cascotes de tegulae y ladrillos.
Los ajuares muestran elementos típicamente visigodos, como una placa de cinturón o jarritas cerámicas. Las piezas abarcan un arco cronológico muy amplio: tardorromanas, paleocristianas, visigodas, altomedievales.
De las nueve tumbas con el registro íntegro (cuatro fueron abiertas en 1964), sólo dos tienen inhumaciones primarias de individuos adultos masculinos, de un total de 18 individuos. Del resto, lo más común es un enterramiento primario femenino sobre otro anterior del mismo sexo. El procedimiento siempre es el mismo: cuando se va a depositar el segundo cuerpo, se recogen los restos anteriores y se disponen a los pies de la tumba; el cráneo, sin embargo, se coloca junto la cabeza del nuevo. En un caso se suma a este ritual la presencia de un inhumado infantil, también removido, y en otro la de los restos de un feto a término. Sólo una de las tumbas, la que está contigua a la piscina bautismal, contiene los restos de dos enterramientos infantiles secundarios. La esperanza media de vida en la población adulta casi alcanza los 39 años, algo mayor en los escasos sujetos masculinos y menor en los adultos femeninos.
Fuente:
-Excavaciones arqueológicas en Mirasierra. Devociones de Estepa. 2010
-Hallados restos arqueológicos en Estepa con 15 siglos. EFE-Ideal.es. 2007
-Sobre excavaciones arqueológicas en Estepa. A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2014
-Enterrado eventualmente el yacimiento romano y paleocristiano de Estepa. Europa Press. 2007
-Hallazgo de una necrópolis romana en Estepa. Parte 1, Parte 2, Parte 3. ABC. 02/09/1964
-Los grupos humanos de Estepa en la Tardoantigüedad. Una aproximidad desde las evidencias antropológicas de la necrópolis de Mirasierra. JM Guijo y R Lacalle. VII Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayuntamiento de Estepa. 2008
-Necrópolis visigodas en el entorno de Estepa (Sevilla). F Fernández y CI Martín. VII Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayuntamiento de Estepa. 2008
-La Antigüedad Tardía en Estepa. La documentación arqueológica. JM Juárez Martín. VII Jornadas sobre Historia de Estepa, Ed. Iltmo. Ayuntamiento de Estepa. 2008
-"Baetica" paleocristiana y visigoda: Estepa y Osuna (Sevilla). Recio Veganzones, A. Pontificio Istituto di Archeologia Cristiana, 1978.
-Ostippo tardorromana y visigoda: Un nuevo capítulo de su historia a través de sus monumentos cristianos (siglos IV al VII). Recio Veganzones, A. I Jornada sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayuntamiento de Estepa. 1994