En 1994 las hermandades del Calvario de Estepa (Sevilla) y de Alcora (Castellón)
se hermanaron y desde entonces acuden representaciones a los actos y cultos de ambas hermandades. Las hermandades acordaron que cada 10 años acudiría una representación de nazarenos con tambores y bombos de la Hermandad del Calvario de Alcora al cortejo de la Hermandad del Calvario de Estepa en la noche del Miércoles Santo y tocarían los tambores en distintos puntos del recorrido. Esta representación acudió a Estepa en 1994 y en 2004.
En 2014 se cumplió el vigésimo aniversario del Hermanamiento de la hermandad estepeña con la del Santo Cristo de Alcora, por lo que una representación de veinte cofrades de la Hermandad castellonense se trasladó a la localidad sevillana de Estepa. Para algunos de ellos era su tercera vez y para otros la oportunidad de vivir por primera vez lo que habían escuchado de otros cofrades. Todos con una enorme ilusión de vivir unos momentos muy esperados; ilusión y ganas que transforman en un paseo lo más de setecientos kilómetros que separan ambas localidades.
Durante la mañana del Miércoles Santo visitaron varias iglesias de la localidad, donde pudieron comprobar “el gran contraste entre la simplicidad de las construcciones y la gran riqueza que contienen en su interior, con sus preciosas pinturas, sus magníficos Pasos y sus antiquísimos Estandartes e Imágenes.” A continuación, visitaron la Casa Hermandad del Calvario, donde repusieron fuerzas y disfrutaron de un almuerzo típico andaluz.
Tras ello, procedieron a un intercambio de detalles. Cerámica característica por parte de la hermandad de Alcora y un “martillo” para la peana del Santo Cristo de Alcora por parte de la hermandad estepeña, que ya pudieron ver los alcorinos en las procesiones de la Semana Santa de 2014.
Después del ágape, los alcorinos descansaron en casas estepeñas hasta que llegara la hora esperada de las 00:00 h. Minutos antes, salieron de las viviendas, ya con la cara oculta, para concentrarse en la Iglesia del Carmen en la que reinaba un gran silencio y oscuridad.
Acompañados en todo el desfile por el olor del incienso, fueron paso a paso durante tres cortas horas, hasta llegar a los pies del Cerro, que empezaron a subir en silencio. Una vez allí el sonido de los tambores alcorinos hizo retumbar toda la población. Los crótalos del Calvario estepeño ordenaban a su vez el son del desfile, anunciando el paso del Cristo precedido por las “saetas” del trío de música de capilla.
Durante algunos momentos del desfile, un miembro de la Hermandad de Alcora tuvo el gran privilegio de llevar el paso, privilegio que sólo ostentan los “costaleros” que año tras año portan la pesada imagen y para el cual se tuvo que obtener el beneplácito del Hermano Mayor de la Hermandad.
En el 2015 los estepeños le devolverán la visita y acompañarán al Calvario en la procesión del Silencio y posteriormente participarán en las procesiones del Viernes Santo.
Galería fotográfica:
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Fuente:
Boletín Diocesano de Castellón
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Hdad del Calvario de Estepa