26/5/20

IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR Y MATRIZ


La Iglesia de Santa María de la Asunción, la Mayor y Matriz, se encuentra en el Cerro de San Cristóbal, zona que se registraron los más antiguos asentamientos de Estepa. La Iglesia es la más antigua de la localidad, cuya construcción comenzó a finales del siglo XV o principios del siglo XVI, levantándose sobre una antigua iglesia mudéjar que se había construido a su vez sobre una mezquita.

La Iglesia también se ha denominado durante diferentes épocas históricas como Santa María del Castillo, Santa María la Mayor o Nuestra Señora de Gracia en diferentes documentos, pero en Estepa siempre se ha conocido como la Iglesia de Santa María. La denominación de Santa María de la Asunción aparece en el s. XVII, pero la Iglesia está dedicada a esta advocación desde la toma de la ciudad por Fernando III El Santo.

La Iglesia está inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, junto con sus bienes muebles y entorno, desde 2001.

1. LA HISTORIA

-La construcción de la Iglesia (Del siglo XIII al XVI)

Durante el periodo islámico el Castillo de Estepa era conocido como Hins Istabba. Hacia el siglo X se construyó, en el lugar que hoy ocupa la Iglesia, una mezquita, de la que se conservan algunos arcos de herradura.


Recreación del patio de abluciones de la antigua mezquita
El castillo fue tomado por las tropas de Fernando III el Santo el 15 de agosto de 1240, día de la Asunción de la Virgen, motivo por el cual fue elegida como patrona de la ciudad y en cuyo nombre se erigió la primera parroquia de la villa. La antigua mezquita fue reedificada como iglesia gótico-mudéjar, de la que se conservan varios arcos y pilastras.

El 29 de septiembre de 1267 Alfonso X “El Sabio” firmó en Sevilla la carta de privilegio de donación del Castillo de Estepa a la Orden de Santiago. La presencia de la Encomienda Santiaguista queda atestiguada en la fortaleza y muralla de Estepa, en la construcción de la torre defensiva por el maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, en las huellas de las antiguas ermitas y en la reedificación de la Iglesia de Santa María. Este templo fue la primitiva y única parroquia mientras la ciudad ocupaba la meseta del cerro; situándose en la colina que domina al pueblo y dentro del recinto amurallado. Su construcción se debió a la necesidad que tenían los santiaguistas y residentes de asistencia espiritual en un templo.

Desde la concesión de Estepa a la Encomienda Santiaguista, la Iglesia de Santa María fue sede de la Vicaría de Estepa. Los soldados tomaron posesión de la villa junto con un grupo de sacerdotes que los atendía espiritualmente. Uno de ellos sería el principal y representaba al Prior de San Marcos de León, como “vicario del prior” en Estepa. El prior se vio en la necesidad de nombrar a personas que asumieran la jurisdicción eclesiástica debido a la distancia de este fuero externo con el priorato. Por otra parte, el Comendador representaría al Gran Maestre de la Orden en la parte militar.

En estas últimas obras de la iglesia hacia finales del siglo XV y principios del siglo XVI se le dio su actual fisonomía en estilo gótico. Sin embargo, la obra quedó inconclusa, distinguiéndose claramente dos espacios, uno gótico y otro mudéjar que fue posteriormente reformado. La nueva obra comenzó a construirse con sillares, mampostería y ladrillo, empezando por la cabecera y levantado tres naves, la central más alta, con testero plano y cubiertas de nueve bóvedas sexpartitas y estrelladas cuyos nervios arrancan en los pilares de sección circular. El presbiterio también queda cubierto mediante una bóveda estrellada y al lado derecho de éste se levantó la sacristía. Sobre esta sacristía se albergó una dependencia que conecta con la sacristía mediante una escalera en espiral.






La articulación de la obra nueva con la antigua es compleja no sólo por las diferencias morfológicas sino por el leve cambio de orientación del eje que se dio a la obra nueva, quedando la irregularidad de su planta como un rasgo definitorio de la Iglesia. La unión queda marcada por una sola nave con fuertes arcos transversales de perfil apuntado, de la que restan los dos primeros tramos comenzando por los pies de la Iglesia.

Puesto que la iglesia nueva no se terminó, la portada de los pies no llegó a ejecutarse, quedando un sencillo vano de medio punto enmarcado por alfiz. Algunos especialistas señalan que esta portada de la Iglesia se asemeja a una entrada de la muralla, por lo que no se descarta que perteneciera a la muralla o se hiciera de igual forma a ella dado el carácter militar y defensivo del conjunto. Del mismo modo, la puerta lateral del lado del Evangelio quedó sin ejecutarse, siendo de gran sencillez.

En ese costado norte destacan los contrafuertes y un torreón cilíndrico cubierto por tejado cónico que alberga una escalera de caracol de cuidada fábrica hacia las cubiertas de las naves. El exterior del presbiterio ofrece contrafuertes en esviaje y presenta el cuerpo rectangular de la sacristía. Sobre el tejado de la sacristía emerge un cuerpo cilíndrico que alberga la escalera que conectaba la antigua sacristía con una dependencia ubicada sobre ella. El sobrio aspecto de iglesia fortaleza continúa en la fachada del lado de la epístola, que no tiene actualmente ninguna entrada a la iglesia, y repite una secuencia de contrafuertes con vanos en la parte superior.

La Iglesia fue construida como una fortaleza al estar en un territorio fronterizo con el reino nazarí de Granada, por lo que contrasta la solidez de su exterior con el interior de estilo gótico. De ahí, que no tenga grandes ventanales y en su lugar se hayan construido saeteras, como se puede comprobar en las torres-cilindro de sus escaleras.

Del siglo XV corresponde también la pila bautismal de estilo gótico, realizada en piedra y decorada con elementos alusivos a la Orden de Santiago: estrellas, veneras, espada, cadenas o el escudo de la Orden.


-El siglo XVI y XVII

En 1559 la villa, y su término, fue vendida a la casa nobiliaria de los Centurión, procedente de Génova, creándose así el Marquesado de Estepa. La desvinculación de Estepa de la Encomienda Santiaguista hace que la Vicaría, con sede en la Iglesia de Santa María, pase a depender inmediatamente de la Santa Sede desde la Bula de Pío IV “Sane pro parte” de 1560, por lo que el Obispo de Estepa es directamente el Papa. La Vicaría de Estepa se considera como “Vere Nullius”, es decir, como la Institución Eclesiástica, enclavada en un territorio, no dependiente verdaderamente de ninguna Diócesis, regida por un Vicario que la rige en plano de igualdad con los Obispos circundantes y ejerce la jurisdicción en nombre del Papa.

La venta de los terrenos de Estepa a los genoveses causaría la paralización definitiva de las obras de la Iglesia, cuya gestión pasaría a cargo únicamente de la Vicaría ya que para los nuevos Marqueses las obras de la Iglesia representaban a la vieja institución de la Encomienda. Durante trescientos años, los Marqueses de Estepa y la Vicaría mantienen unas relaciones tensas provocadas por el deseo de controlar la jurisdicción espiritual, lo que conllevó numerosos pleitos entre ambas instituciones. Mientras la Vicaría centró su influencia en las parroquias de su entorno y en el control desde la Iglesia de Santa María, el Marquesado apoyó la fundación de tres órdenes religiosas de origen italiano (mínimos, franciscanos y clarisas) así como a las hermandades, especialmente a las letíficas que reedificaban sus templos en la ciudad extramuros.

De 1560 se conserva un legajo del Consejo de la Villa que da permiso al vicario para traer a los maestros y oficiales necesarios, así como los materiales que necesitaran, para la conclusión de la obra de la iglesia. Pero posiblemente no se reunieran los fondos necesarios y la obra quedó inconclusa.

A mediados del siglo XVI se inicia un contencioso que acabó con la división de los feligreses de la antigua parroquia de Santa María de la Asunción y la creación de una nueva parroquia para la villa de Estepa tomando la Ermita de San Sebastián como sede, contando con el apoyo del Concejo. El pleito se inicia en 1541 cuando Carlos I favorece la división, ratificada por Felipe II y por el Papa Pío IV en 1562.

Hacia 1562 se concluye la Capilla de los Vera, fundada por don Francisco de Vera y Aragón, comendador de la Orden de Santiago en Almaguer y perteneciente al Consejo Supremo de Felipe II y Felipe III. La capilla corría a cargo de Carlos Vera, hermano del fundador, para ser destinada a ser panteón familiar. Francisco de Vera obtuvo del papa Gregorio III privilegio y bula para su capilla de la Iglesia de Santa María. Perteneciente a esta familia fue Juan Torres de Vera y Aragón, que en 1588 fundó la ciudad de Corrientes en Argentina. La capilla estuvo presidida por un Crucifico bajo la advocación de “Santo Crucifijo y Conversión”, que se relaciona con la obra del escultor Andrés de Ocampo.

Capilla de los Vera
Crucificado de la capilla de los Vera
De esta época es también el antiguo Sagrario de la Iglesia, encargado al maestro granadino Diego Pesquera en 1568.

En la segunda mitad del siglo XVI, se tiene constancia de la existencia en la Iglesia de Santa María de una cofradía de Venerables Sacerdotes del Señor San Pedro. El dato es de 1564 cuando doña Juana de Almagro, hermana de dos abades de la cofradía, funda la Ermita de San Juan. Este dato nos habla de la importante presencia de clérigos existentes en la independiente Vicaría Eclesiástica de Estepa y de las necesidades de estos de organizarse. A principios del siglo XVII la hermandad desea venerar una talla de San Pedro en su sede y eligen la iconografía de San Pedro sentado en su cátedra de Roma. Así, en 1620 se talla una imagen de San Pedro Papa, sentado en su cátedra, por Lázaro Pérez Castellano.

San Pedro en la Cátedra, de Lázaro Pérez.

En 1577 el Cabildo de la Villa eligió en un sorteo a suertes como patrón a San Jerónimo. Al año siguiente se acordó encargar la imagen de San Jerónimo, dedicándole altar y capilla en la Iglesia de Santa María, terminándose en 1587. La capilla estaba situada junto a la capilla de los Vera y fue derribada hacia 1677 para abrir la puerta norte del templo.


En 1578 el Vicario y el Concejo de la Villa decidieron la sustitución del retablo mayor del templo, haciéndole el encargo al escultor Andrés de Ocampo, contando con la participación de Juan Bautista Vázquez el Viejo y Juan de Oviedo. El nuevo retablo mayor se colocó en el templo en 1583, aunque la diferencia del coste inicial originó un pleito que quedó resuelto en 1587 y el coste final saldado en 1590.

Andrés de Ocampo estructuró el retablo en plano lineal sobre un banco con dos cuerpos, cada uno con cinco calles, y terminando en un ático. Las calles se separan por columnas estriadas con capiteles en orden jónica en el primer cuerpo y corintio en el segundo y el ático. El retablo se decora con relieves, lienzos y esculturas. La calle central es de mayor longitud que las demás y en ella se centran tres pasajes dedicados a la vida de Cristo y la Virgen María.

Hacia 1588 se funda la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, institución dependiente de la Orden de Predicadores, aunque el primer libro de hermanos y cuentas que se conserva data de 1598. Entre los cultos principales de la hermandad estaba la celebración de la batalla de Lepanto, ocurrida el 7 de octubre de 1571. La imagen de Ntra. Sra. del Rosario fue realizada a finales del siglo XVI, hacia 1599, y se le atribuye a la escuela granadina. En 1610 se realiza el retablo para la imagen de Ntra. Sra. del Rosario por Juan de Mármol, vecino de esta villa, y lo doró en 1616 Luis de Venegas.

Virgen del Rosario
El 1 de enero de 1590 se funda la Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús, venerando a su titular en un cuadro existente en la parroquia. En el siglo XVI la cofradía vivió una época de esplendor y se suceden importantes acontecimientos de su historia. En 1618 la hermandad encarga a Luis de Venegas la hechura del Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia. En 1621 la hermandad queda unida a la Cofradía Sacramental de la Iglesia de “Sancta María Super Minervam”, fundada por el Papa Paulo III en 1539 para la defensa de la eucaristía. A través de esta filiación la Hermandad ostentó el carácter sacramental. En 1667 la Hermandad se fusiona con la Esclavitud de Nuestra Señora de la Paz, compuesta por los nobles de la villa, entre los que estaba el propio Marqués de Estepa.

El 21 de mayo de 1651 se produce en la Iglesia de Santa María el Juramento de defensa de la Concepción Inmaculada de Nuestra Señora. La defensa fue propuesta por la cofradía de clérigos de San Pedro y fue secundada por el resto de hermandades, el Cabildo, el Vicario y el Marqués de Estepa.

Por unos autos del año 1689 sustanciados ante el vicario don Lorenzo de Andújar, sabemos que la Cofradía del Santísimo Sacramento estaba establecida en “las parroquias” de esta villa, lo que da a entender que quizás fuera única para ambas parroquias, tanto en Santa María como en San Sebastián. La cofradía existía ya en 1594 cuando se celebró un cabildo para elegir a sus oficiales.

En orfebrería destaca la adquisición de la cruz parroquial de estilo plateresco, procedente del ámbito castellano-leonés del último tercio del siglo XVI, y la colección de reliquias con la que se hace la parroquia de Santa María a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. También se adquiere el portapaz de Cristo Crucificado con decoración plateresca del siglo XVI.

Cruz Parroquial
El primero de los relicarios que llega a Estepa sería el relicario de Santa Inés, donación de la reina Catalina de Portugal (1507-1578), mujer de Juan III y abuela del rey Sebastián, por mediación de don Francisco Álvarez Cano, obispo de los Algarves y natural de Estepa. El relicario conservaba todo el cráneo de Santa Inés así como huesos de "San Sebastián, San Jorge y San Gevión" y fue realizado en platería alemana del siglo XVI. La llegada del relicario con el cráneo de Santa Inés fue un revulsivo para la devoción a Santa Inés, siendo una de las principales fiestas que se celebraban en la parroquia de Santa María a principios del siglo XVII. De estas fechas, es la imagen de la Santa que se conserva en la Iglesia.


En 1602 don Alejandro Centurión, arzobispo de Génova, visita a su hermano don Juan Bautista Centurión, marqués de Estepa, y obsequia a sus sobrinos con diversas reliquias entregadas por el mismo pontífice. Años después, su sobrino Francisco Centurión, marqués de Almunia, donó a la parroquia de Santa María y al convento de Santa Clara algunos de estos relicarios.

En 1640 Francisco Centurión donó a la iglesia parroquial el relicario del Lignum Crucis, considerada obra bizantina de la segunda mitad del siglo XII. Junto al preciado Lignum Crucis, Francisco Centurión donó una cruz de oro con una espina de la Corona de Jesucristo; el cuerpo de San Luciano, protomártir de Cerdeña, en una rica y elegante urna; y algunos fragmentos de San Floro, San Domno, San Adaucto y San Antistio. Ante la presencia de la reliquia de la urna que contenía el cuerpo de San Luciano, la iglesia estepeña instauró como festividad el 28 de mayo, fecha del martirio del santo.




También había en esta iglesia, un hueso, un diente y una pella o masa blanca del tamaño de un huevo, compuesta de las cenizas de los Santos Cecilio, Hiscio, Tesifon, Setentrio, Patricio, Turillo, Panuncio, Maronio, Centulio, Maximino, Lupario y Mesiton, discípulos de Santiago, quemados en las cuevas del Sacro-Monte de Granada; y otras reliquias de los Santos Antimio, Restituto, Deodato, Severino, Lucio, Félix, Víctor, Vicente, Plácido, Vito, Honorio, Remigio, Feliciano, Felicio y Fermín, obispo de Pamplona.

Todas estas reliquias formaban parte de un gran tesoro de la iglesia parroquial de Santa María y se llegaron a exponer en "un altar de las reliquias", junto a un cuadro de Nuestra Señora, según los inventarios de 1622 y 1649. Las reliquias de Santa Inés y de San Luciano quedaron expuestas en el altar mayor, por lo que se colocaron cajas para exponerlas en el retablo mayor hacia 1639.

Este cuadro de Nuestra Señora, conocida como Virgen de la Antigua y venerada junto a las reliquias, data de mediados del siglo XVI y se relaciona con la Orden de la Jarra, cuyo emblema formado por una jarra de azucenas se encuentra en la bóveda de la primera nave de la Epístola y cuya vinculación con Estepa se mantuvo a través de los comendadores santiaguistas de mediados del siglo XV.

Lienzo de la Virgen de la Antigua
El altar “de las reliquias” o altar de Nuestra Señora de la Antigua estaba en el sagrario del templo, situado en la cabecera del lado del Evangelio. La cabecera del lado de la Epístola estaba dedicada a San Sebastián, cuya imagen aparecía en un lienzo. Junto a San Sebastián se colocó la imagen de San Pedro en la Cátedra y Santa Inés. A lo largo del siglo XVII, se menciona también en los inventarios la hechura del Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia y la hechura de al menos un Niño Jesús, ocupando este último a finales del siglo, hacia 1695, el altar del Sagrario también.

1622: Un púlpito de madera, cuatro aras de los altares, un cuadro grande de San Sebastián en su altar, un cuadro de Nuestra Señora que está en el altar de las reliquias. Habla de los altares colaterales y del altar del Cristo, las andas de la Santísimo Sacramento.
1649: Diez y seis libros grandes de coro, las andas del Santísimo Sacramento, tres cruces de madera para los altares, un púlpito de madera con su escalerilla, un facistol, seis aras, un cuadro grande de San Sebastián que está en su altar, un cuadro de Nuestra Señora que está en el altar de las reliquias, un cuadro antiguo de un Santo Cristo.
1694: Un lienzo de un crucificado en la sacristía, siete aras para los altares consagrados, un lienzo de Nuestra Señora de la Antigua en el altar del sagrario, una hechura del Santo Cristo de la Humildad, una hechura de San Jerónimo, una hechura de un Niño Jesús, en el colateral izquierdo del Señor San Sebastián un lienzo de su imagen con marco antiguo, una hechura del Señor San Pedro, otra de la Señora Santa Inés, en la capilla de Nuestra Señora del Rosario su imagen en el nicho, en la capilla de Carlos de Vera una hechura de Cristo crucificado.

-La reforma del siglo XVIII

A principios del siglo XVIII, en 1706, la Vicaría de Estepa contaba con un total de 146 eclesiásticos. De entre ellos, había 87 presbíteros, 4 diáconos y 4 subdiáconos. También había dos conventos masculinos, el de los franciscanos con 40 religiosos y el de los mínimos con 32 religiosos, y uno de clarisas con 33 monjas. En 1751 la Vicaría contaba con 242 clérigos, y de ellos 140 residían en Estepa. En 1764 la cifra se reduce hasta 163 eclesiásticos. Sin embargo, el número de párrocos es reducido en comparación con el gran número de beneficiarios, capellanes y ordenados a título de capellanía o de patrimonio sin obligaciones pastorales. Este gran número de religiosos en la localidad alimenta una de las leyendas sobre uno de los lugares más conocidos de la Iglesia de Santa María, la conocida como “la cárcel de los curas”, situada sobre la sacristía de la iglesia.

En la segunda mitad del siglo XVIII esta iglesia fue redecorada de forma rococó, destacando en este sentido los retablos que veremos más adelante y otros elementos del templo, como el tornavoz del púlpito.

En el siglo XVIII se acometen varias obras destacadas en la Iglesia de Santa María. Se sustituyó la bóveda de los pies de la Iglesia y se construyó la nueva sacristía, situándose junto a la vieja sacristía, adosada a la cabecera de la iglesia y cubierta por bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos.

La sacristía nueva añadida a la cabecera de la Iglesia.
En el último tramo de la nave central se situó el coro con la tribuna del órgano, perteneciente al cordobés Patricio Furriel, y en la zona de los pies del lado del Evangelio se levantó la capilla bautismal, de planta rectangular, cerrada con reja de forja, y las dependencias que sirvieron de vivienda al sacristán.

Capilla Bautismal

Casa del Sacristán junto a Santa María.
De la sillería del coro destacan medias figuras en óvalos representando a los Apóstoles, los Evangelistas, los Padres de la Iglesia, San Juan Nepomuceno, San Joaquín, San Antón, San Pablo, Santa Teresa, San Juan de Dios, San Felipe Neri, San Lorenzo y la Asunción. Consta que en 1740 el ecijano Juan José Cañero realizó la sillería del coro, pero posiblemente fue remodelada por el antequerano Francisco Primo durante su intervención en los retablos de la Iglesia, dada la similitud de los medallones de santos con los realizados en el coro de San Sebastián y San Francisco.


Ante el presbiterio, en el lado del Evangelio, se situó el púlpito, realizado en jaspes rojos, blancos y negros, con figuras de los Evangelistas y con un magnífico tornavoz de madera dorada decorado con figuras de ángeles.


Ante el estilo imperante barroco de la época, los retablos de la iglesia fueron remodelados e incluso renovados. El sagrario fue dorado por dentro en 1749 por el dorador Salvador de Aponte y en 1765 Salvador de Jodar y Romero dora el manifestador de Santa María. La Hermandad del Santísimo Sacramento acomete en 1761 una obra en el altar y monumento de Santa María para la función de carnes tolendas y Jueves Santo, encargándose a Antonio Cornejo.

Al retablo mayor se le añadieron molduras y elementos decorativos dieciochescos como estípites y rocallas en los años sesenta o setenta del siglo XVIII. Las columnas de la calle central del segundo cuerpo del retablo fueron sustituidas por estípites y las demás decoradas con guirnaldas y motivos rococó. Se añadieron marcos de estilo rococó y entablamentos con decoración rocalla. En el ático se añadió una ondulada cornisa coronada por el Espíritu Santo y el escudo de los marqueses de Estepa a ambos lados, y en toda la obra se colocaron ángeles y querubines. Por último, el retablo fue policromado de nuevo, siendo su fondo blanco y las molduras, decoración y capiteles dorados.



A ambos lados del retablo mayor se colocaron una pareja de retablos de estilo rococó y de planta rectilínea. El retablo de la izquierda, en la nave del Evangelio, quedó como Sagrario de la Iglesia mientras el retablo de la derecha, en la nave de la Epístola, fue dedicado a la imagen de San Pedro en la Cátedra de la primitiva cofradía de clérigos de San Pedro. Ambos retablos quedaron policromados en blanco y dorado, al igual que el mayor, destacando en ellos la decoración rococó que los recubre. El ático, de medio punto, lo preside un resplandor, centrado respectivamente por el anagrama de Cristo en el de la izquierda, y por la tiara y llaves de San Pedro en el de la derecha. En el de San Pedro se abren además dos postigos que dan acceso a la sacristía antigua.


La reforma del retablo mayor y los dos laterales debieron hacerse a la vez y por el mismo maestro, formando un interesante conjunto que transformó la cabecera del templo. La obra se atribuye al antequerano Francisco Primo, a quien se le relaciona también con el coro de la Iglesia, y las nuevas imágenes del retablo y los ángeles del presbiterio a Diego y Miguel Márquez,

De Antequera llegó también la nueva talla del Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia en 1772, encargado a Diego Márquez y Vega, para la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús. Algunos historiadores también afirman que la Hermandad encargó a mediados del siglo la imagen del Dulce Nombre de Jesús a Luis Salvador Carmona, pero la relación de la talla con el escultor vallisoletano está aún por confirmar. Otras esculturas del siglo XVIII son un San José de José de Medina o un San Juan Bautista, relacionado también con la obra de Salvador Carmona.


En cuanto a la orfebrería del siglo XVII y XVIII que atesora la Iglesia destaca sus jarras, bandejas, campanillas, vinajeras, ostensorios, copones, cálices y cruces en plata para el altar, la mayoría de ellas de obra cordobesa. A estas se le añaden algunas obras que confirman la Marca de Estepa en la orfebrería del siglo XVIII, representada por una hoja de higuera.

Marca de Estepa en una campanilla de Santa María.
La pinacoteca de la Iglesia fue aumentada también en este siglo. Entre los lienzos nuevos destacan una serie de cuadros de los Apóstoles para el presbiterio y un lienzo de la Quinta Angustia para la nueva sacristía. Además, Salvador de Jódar doró y pintó los 14 cuadros de la Vía Sacra para la Iglesia.

Quinta Angustia de la sacristía nueva de Santa María.
La Capilla de los Vera fue alterada con la inclusión de un retablo para la capilla dedicado a la Inmaculada Concepción hacia 1770. Se conserva en blanco y es de planta cóncava, con influencia rococó. A través de una puerta junto al retablo se accedía a la capilla, que seguía presidida por el Crucificado de Ocampo.

El retablo de la Inmaculada con la puerta de entrada
a la capilla de los Vera a la izquierda
El retablo de la Virgen del Rosario también fue recolocado por Dionisio Pérez, maestro albañil, en medio del arco de la capilla y Salvador de Jódar se encargó de su dorado y pintura en 1782. Por lo tanto, en esta renovación se cierra la Capilla de la Virgen del Rosario, quedando a un lado la puerta y escalera que llevaba a ella.


En todas estas reformas de la Iglesia tuvo un papel destacado D. Juan Bautista Centurión, VII Marqués de Estepa, quien, como patrono de las iglesias del marquesado, debía atender a su culto y decencia, y colaboró en las nuevas obras y decoración de los templos. Su participación se puede ver en los escudos del marquesado que decoran el retablo mayor, el coro y el órgano de la iglesia.

En 1779, ante el continuo despoblamiento del Cerro de San Cristóbal, la Iglesia de los Remedios fue nombrada ayuda de la parroquia de Santa María, por lo que muchos cultos y misas fueron trasladados a la Iglesia de los Remedios, situada en uno de los arrabales de la villa.

-El siglo XIX y XX

En 1874 la Vicaría de Estepa es anulada después de casi seiscientos años en los que juega un importantísimo papel en la historia de la ciudad. Se convierte en arciprestazgo, pasando a la jurisdicción eclesiástica del arzobispado de Sevilla todas sus parroquias.

En la noche del 30 al 31 de diciembre de 1887 se hundió la primitiva torre de la iglesia. La nueva torre fue levantada entre 1894 y 1896 junto a la fachada de los pies en el lado del Evangelio y de estilo neo-gótico, siguiendo los planos del arquitecto y maestro de obras de Écija, Francisco Torres Ruiz. Su planta es cuadrada, con basamento de piedra, caña de ladrillo subdividida por cuatro bandas horizontales, campanario y otro cuerpo de planta octogonal, rematados por chapitel también de sección octogonal.

La caída de la torre provocó además la destrucción de la antigua capilla bautismal, la cual fue reconstruida por Antonio Cabezas en 1893 y decorada con un lienzo, retablo y reja que procede de la Iglesia de San Vicente de Sevilla. El lienzo está realizado al óleo y representa el Bautismo de Cristo, obra de Manuel Cabral Aguado y Bejarano fechada en 1884.

Torre de Santa María
Al final del siglo XIX, en 1888, Aguilar y Cano escribe su Memorial Ostipense y deja constancia de la titularidad de los retablos de la Iglesia. Llama la atención la dedicación del retablo del Sagrario a Santa Inés, cuya devoción se remonta a la llegada de las reliquias en el siglo XVII. Pero Aguilar y Cano también menciona que el retablo estaba dedicado anteriormente al Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia, titular de la Hermandad Sacramental de la iglesia, lo que vincula a la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús con el retablo del Sagrario de Santa María. Posiblemente la dedicación del retablo en el siglo XVIII fue para uno de los titulares de esta hermandad, lo que explica la referencia al anagrama de Jesús en el ático del retablo. Además, Aguilar y Cano nos refiere que la antigua titular del retablo “de las reliquias”, el lienzo de Ntra. Sra. de la Antigua se encontraba sobre el retablo del Sagrario.

La Virgen de la Antigua
sobre el retablo del Sagrario.
Aguilar y Cano señala que durante la prelacía de D. Joaquín Téllez de la Torre, en torno a 1855, se levantaron tres pequeños altares y retablos en el trascoro, dedicados el de la derecha a San Pablo Ermitaño, el de la izquierda al Dulce Nombre de Jesús y el del frente al Señor de la Humildad y Paciencia. Sería en este momento cuando la imagen de Santa Inés se colocó en el retablo del Sagrario. La imagen de San Pablo Ermitaño, obra de Benito de Hita y Castillo, llegó de la desaparecida Ermita de San Antonio Abad junto al pórtico de la ermita que se colocó a la entrada de la iglesia antigua. El resto de imágenes de la ermita, la Virgen del Valle y San Antonio Abad, junto al retablo de la ermita fueron llevados a la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios.

San Pablo Ermitaño
Retablo de San Pablo Ermitaño en el trascoro de Santa María.



Retablo del Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia
en el trascoro de Santa María.

Pórtico de la Ermita de San Antonio Abad
en Santa María
En 1895 el párroco de Santa María, José Ramón Mejías, tiene la intención de instalar un Calvario en un retablo de la nave derecha de la iglesia parroquial. Para ello, por medio del sacerdote estepeño Francisco de Sales Manzano y Alés, quien trabajó muchos años en la curia diocesana de Sevilla, recibe la imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas procedente del monasterio de Santa Isabel de Sevilla. De este mismo convento procedía la imagen de San Juan Evangelista, atribuida a Juan de Mesa, que había llegado a la parroquia un año antes. Sin embargo, el proyecto de colocar un Calvario en Santa María no se llegó a realizar, por la imagen de Nuestra Señora quedaría en 1895 almacenada en algún lugar de la parroquia y finalmente se convertiría en la titular mariana de la Hermandad de Paz y Caridad. Otra de las imágenes que llega a la parroquia procedente de Sevilla es una talla de San Francisco de Asís que se fecha entre 1671 y 1685 y se relaciona con la obra de La Roldana.

San Juan Evangelista, de Juan de Mesa

San Francisco de Asís,
atribuida a La Roldana.
El siglo XX es el más oscuro para la historia de la Iglesia de Santa María. En la primera mitad del siglo la Iglesia recibe varias obras procedentes de otras iglesias estepeñas que desaparecen. Cuando la Ermita de la Concepción es cerrada al culto el 17 de enero de 1928 y posteriormente derruida en 1941, la Iglesia de Santa María recibe el cancel de la ermita que sustituirá al propio de Santa María, así como el púlpito de la ermita, que es devuelto a Estepa después del intento del cardenal Segura de llevárselo en 1747 a San Juan de Aznalfarache y se encuentra actualmente como ambón en el altar mayor. En la segunda mitad del siglo XX recibe de la Iglesia de los Remedios, el llamado Jesús Cautivo “Señor de los Señores”, el cual a pesar de tener su retablo en su iglesia original fue llevado a Santa María. Sin embargo, la ganancia en obras de la Iglesia conlleva también una enorme pérdida, especialmente en lo referente a su colección de reliquias, perdiéndose muchas de ellas, como la valiosa urna de San Luciano. También desapareció el antiguo cancel de la Iglesia situado en la puerta de la iglesia antigua y fue derrumbado el pórtico que le antecedía procedente de la Ermita de San Antonio Abad.

Jesús Cautivo "Señor de los Señores",
de la Iglesia de los Remedios
Púlpito de la Ermita de la Concepción
Antiguo cancel de la Iglesia
y andas procesionales de la Virgen (desaparecido)
A mediados del siglo XX la Capilla de los Vera fue cerrada y derribada. Su retablo de la Inmaculada Concepción quedó en la entrada donde estaba la capilla, que es el lugar que conserva en la actualidad. La puerta de entrada a la capilla se dejó cegada junto al retablo. El cierre de la Capilla supuso que el antiguo Crucificado de Ocampo saliera por primera vez de la Capilla y quedará sin un lugar definitivo para su culto en el templo.

La Hermandad del Dulce Nombre, que fue fundada en la Iglesia en 1590, con carácter sacramental y vinculada con el retablo del Sagrario desde el siglo XVIII, ocupaba sendos retablos para las imágenes de sus titulares, el Dulce Nombre de Jesús y el Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia, en el trascoro de la Iglesia de Santa María, y realizaba su estación de penitencia desde esta iglesia y regresando por la calle Veracruz, Cuesta y Carril de Santa María donde numerosas bengalas multicolor acompañaban el discurrir del Dulce Nombre por tan singular e histórico enclave.
Sin embargo, el estado ruinoso en el que se encontraba la Iglesia Parroquial de Santa María en la segunda mitad del siglo XX obligó al cierre de la misma. La Hermandad del Dulce Nombre buscó refugio en el casco histórico de la ciudad, abandonando así el Cerro de San Cristóbal. La hermandad se estableció en la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios en los años 70 y la imagen del Dulce Nombre de Jesús ocupó la antigua capilla del bautismo. El Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia fue llevado a la Casa Hermandad. La Iglesia de los Remedios acogió además los relicarios y dalmáticas de Santa María mientras que el Crucificado de la capilla de los Vera fue trasladado a la Iglesia de la Asunción, donde se le dio culto en las escaleras del camarín.

El Dulce Nombre entrando en Santa María
-El resurgir en el siglo XXI

En 1989 comienza un proyecto de Escuela Taller para la restauración y rehabilitación de la Iglesia de Santa María, cuya intervención se desarrolló en tres fases. Fue un programa de reinserción laboral de jóvenes desempleados que no habían finalizado sus estudios y de edades comprendidas entre los 16 y 35 años. Los jóvenes eran formados en módulos de albañilería, carpintería de madera, carpintería metálica-forja y restauración, y contaban con prácticas en empresas del sector. Los trabajos de la Escuela Taller finalizaron en enero de 2007 y desde mayo de ese año la Iglesia se abrió para albergar exposiciones y su Museo de Arte Sacro, tras casi cuarenta años cerrada. Con la reapertura del templo, vuelve a la iglesia el Cristo de la capilla de los Vera y los relicarios que la iglesia custodiaba.

En 2008 la Hermandad del Dulce Nombre recupera su vinculación con la Iglesia de Santa María al celebrar aquí el III Congreso Nacional de Hermandades y Cofradías del Dulce Nombre de Jesús.

En 2009 la Iglesia acoge de nuevo el Pregón de la Semana Santa de Estepa hasta la actualidad. Con anterioridad había sido sede del Consejo General de Hermandades y Cofradías, y se había celebrado el Pregón entre 1990 y 1995.

En junio de 2015 la Archidiócesis de Sevilla anunció que las parroquias de Santa María y San Sebastián quedarían unidas bajo la dirección del mismo párroco, D. Ginés González de la Bandera, titular de la Parroquia de San Sebastián. El párroco decidió abrir de nuevo al culto la Iglesia el 25 de diciembre de 2015 y acoger las grandes celebraciones en la misma: Navidad, Pascua de Resurrección, bodas de Oro o primera comunión.

En el año 2015 la Hermandad del Dulce Nombre conmemoró aquí el 425 aniversario fundacional, por lo que los titulares fueron trasladados hasta la Iglesia de Santa María con carácter extraordinario para celebrar el Triduo cuaresmal, hecho que se repetirá cada cuatro años desde 2016. Además, la antigua Virgen de la Paz ocupó la hornacina de la Iglesia que estuvo dedicada al Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia.

Antigua Virgen de la Paz
El 22 de febrero de 2016, la Hermandad de San Pedro Apóstol recuperó su vinculación con la Iglesia con la celebración de la Eucaristía ante la imagen de San Pedro en la Cátedra, de Lázaro Pérez Castellano de 1620, en el día de su onomástica.

El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Estepa comenzó a celebrar desde 2016 el Via Crucis cuaresmal en la Iglesia de Santa María con el Crucificado de la capilla de los Vera, que fue renombrado como “Cristo de la Misericordia” por ser el año del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.

En 2018 se acometen unas nuevas obras en la Iglesia de Santa María para adecuarla a la celebración del culto, así como para las visitas. Con las obras quedó restaurada la torre campanario y sus campanas, el nuevo enfoscado del interior del templo, las cubiertas de algunas naves, la sacristía y los muros exteriores del templo. Además, se recupera la hornacina de Santiago Apóstol, dado el carácter santiaguista de la Iglesia. En 2019 la Facultad de Bellas Artes de Sevilla restauró el retablo mayor del templo y se espera poder llevar a cabo la restauración del órgano de la Iglesia y la adecuación de la sacristía como Museo de Arte Sacro.


Web y obras consultadas:
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975
-Guía Artística de Sevilla y su provincia, Diputación Provincial, Sevilla, 1981
-Catálogo Arqueológico de Sevilla y su provincia, Tomo IV, Sevilla, 1954
-Estepa como centro de demandante de retablos. La dependencia del entorno durante los siglos XVII y XVII. Herrera García. F.J. Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Ayto de Estepa, 1998
-Actual torre de la Iglesia de Santa María La Mayor, de Estepa. A. Rodríguez Crujera. Desde la Alcazaba. 2011
-El historicismo medieval en la arquitectura religiosa de Estepa: la torre de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor. López Jiménez, CM. V Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayto de Estepa, 2002
-Andrés de Ocampo en Estepa: el retablo mayor de Santa María. Díaz Fernández, EA. Humanitas. Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Jaén, 4. 2005-06
-El conjunto monumental de Santa María: de la mezquita a la iglesia tardogótica. Apuntes arqueológicos y documentales. Juárez Martín, JM. VII Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayto de Estepa
-Restauración de la Iglesia de Santa María de Estepa. Pavón Torrejón, G. VII Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayto de Estepa
-El gótico-mudéjar por la provincia de Sevilla. Ed. Diputación de Sevilla. 2015
-Algunos inventarios y cuentas de fábrica de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Estepa (siglos XVII y XVIII). Díaz Fernández, EA. Anuario de estudios locales. Unirioja
-Restauración y rehabilitación de la iglesia de Santa María de Estepa. Intervenciones previas a la investigación. Juárez Martín, JM. Anuario arqueológico de Andalucía 1996.
-A propósito de una escultura de San Juan Evangelista atribuida a Juan de Mesa en Estepa. Jordán Fernández, JA. Anuario de Historia de la Iglesia andaluza, 2012.
-Estudios previos realizados durante la intervención en la Iglesia de Santa María la Mayor de Estepa, Sevilla (España). Ontiveros Ortega, E. Carretero León, MI. Gutiérrez Montero, F. IX Congreso Internacional de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico y Edificación. 2008
-El relicario del lignum crucis: un legado bizantino en Estepa. Serrano García, M. Sánchez Moleno, E. VII Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Iltmo. Ayto de Estepa. 2008
-Santa María reabre sus puertas tras casi cuarenta años cerrada. La Hornacina. 2007
-La iglesia del Castillo de Estepa abre al culto 50 años después. El Correo de Andalucía. 2016
-El patrimonio artístico de la Sierra Sur en los siglos XIX y XX. J.L. Romero Torres y E.A. Díaz Fernández. Actas de las VIII Jornadas de Historia sobre la Provincia de Sevilla. ASCIL. 2011
-Algunas atribuciones de imaginería religiosa en Estepa. Díaz Fernández, EA. Pasión y Glorias, nº1. Consejo General de HH y CC de Estepa. 2017.
-Crucificados de Andrés de Ocampo en Estepa. Díaz Fernández, EA. Pasión y Glorias, nº2. Consejo General de HH y CC de Estepa. 2018
-Inventario y Catálogo de bienes muebles de la Iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Estepa. Martínez Avellanosa, C. Escuela Taller Rehabilitación de Santa María, Estepa 1990, Pag. 121
-Juan de Mesa en el Convento de Santa Clara de Estepa: propuesta de atribución de una imagen de San Juan Evangelista. Díaz Fernández, EA. Actas de las III Jornadas de Historia del Arte. Universidad de Córdoba, 2003
-A propósito de una escultura de San Juan Evangelista atribuida a Juan de Mesa en Estepa. Jordán Fernández, JA. Anuario de Historia de la Iglesia andaluza. 2012
-Restauración de la imagen de San Juan Evangelista por el IAPH. Revista de Feria de Estepa, 2003
-El cráneo de Santa Inés. Una reliquia del siglo XVI. M.J. Castro. Revista Feria de Estepa. Ayto de Estepa. 2017
-Aproximación a la Orfebrería de Estepa y nueva aportación al Catálago de marcas de la Platería Española: su marca de localidad. Mejías Álvarez, MJ. III Jornadas sobre Historia de Estepa. 1998
-Platería alemana en Estepa: el relicario de Santa Inés. Mejías Álvarez, MJ. Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte. 1999
-La platería barroca y rococó en la campiña sevillana. Sanz Serrano, MJ. Laboratorio de Arte: Revista del departamento de Historia de Arte. 2015
-Pequeña historia de una restauración: la capilla bautismal de Santa María. Jordán Fernández, JA. Revista de Feria, 2020.
-Las otras capillas de la Iglesia Parroquial de Santa María La Mayor. Jordán Fernández, JA. Revista de Feria, 2021.

Artículos del blog sobre "La Iglesia de Santa María":
-La división de las parroquias. Devociones de Estepa. 2010
-Pío IV. Devociones de Estepa. 2010
-Hundimiento de la torre de Santa María (1887). Devociones de Estepa. 2010
-Los canteros de Estepa: Nicolás Bautista de Morales. Devociones de Estepa. 2015
-Cosas de monaguillos. Jose Mª Juárez. Revista de Feria. 2013
-Santa María y la Escuela Taller. José Mª Juárez. Revista de Feria.
-La Iglesia de Santa María reabre sus puertas. Devociones de Estepa. 2010
-Museo de Arte Sacro. Devociones de Estepa. 2010
-Santa María reabre al culto. Devociones de Estepa. 2015
-Cambio en las parroquias de Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-Proyecto de restauración del retablo mayor de la Iglesia de Santa María. Devociones de Estepa. 2010
-Patrimonio aprueba la rehabilitación de la Iglesia de Santa María la Mayor de Estepa. Devociones de Estepa. 2018
-Se retomarán las obras de Santa María. Devociones de Estepa. 2018
-La Universidad de Sevilla restaurará el retablo mayor de Santa María. Devociones de Estepa. 2019
-Finalizada la restauración del retablo mayor de Santa María. Devociones de Estepa. 2019
-Exposición de esculturas del retablo mayor de la Iglesia de Santa María. Devociones de Estepa. 2019
-La Iglesia de Santa María se viste de sol. Devociones de Estepa. 2017
-Inauguración del Museo de Arte Sacro de Estepa. Devociones de Estepa, 2024

-Las reliquias de Estepa. Devociones de Estepa. 2019
-Santa Inés, antigua devoción de Estepa. Devociones de Estepa. 2019
-El Lignum Crucis de Estepa. Devociones de Estepa. 2015

-Una hipótesis sobre el origen de la imagen del Niño Perdido. Jordán Fernández, JA. Boletín Blanca y Colorá. 2012.
-La Basílica Sopra Minerva de Roma y el Dulce Nombre. Devociones de Estepa. 2019
-El Dulce Nombre abandonó Santa María. Devociones de Estepa. 2010
-La antigua Virgen de la Paz en Santa María. Devociones de Estepa. 2016

-Biografía y obra de Andrés de Ocampo. Devociones de Estepa. 2017
-Cristo del Pregón, atribuido a Andrés de Ocampo. Devociones de Estepa. 2012
-La Capilla de los Vera de Santa María. Devociones de Estepa. 2017
-Juan de Mesa en Estepa. Devociones de Estepa. 2017
-Fotografías antiguas: San Juan Evangelista. Devociones de Estepa. 2017
-La Orden de la Jarra y la Virgen de la Antigua en Estepa. Devociones de Estepa. 2017
-Mª Stma. de la Victoria en Santa María. Devociones de Estepa. 2017
-Una obra de La Roldana en Estepa. Devociones de Estepa. 2016
-San Pablo Ermitaño, una obra de Benito de Hita y Castillo. Devociones de Estepa. 2019
-Remedios, ayuda de Santa María desde 1776. Devociones de Estepa. 2016
-Candelaria en Santa María. Devociones de Estepa. 2016
-Señor de los Señores. Devociones de Estepa. 2016
-El púlpito de la Concepción en Santa María. Devociones de Estepa. 2016
-Santiago Apóstol recibe culto en Santa María de nuevo. Devociones de Estepa. 2019
-Elección del patrón del "Concejo de la Villa". Devociones de Estepa. 2009
-San Jerónimo y el patronazgo de Estepa. Capitán Rodríguez, F. Revista de Feria. 2013

Etiqueta: Iglesia de Santa María

Fotos en Cofrades sobre la Iglesia de Santa María:
-Iglesia de Santa María.
-Fotografías antiguas: Iglesia de Santa María.
-Santa María reabre al culto.
-Museo de Arte Sacro (I)
-Museo de Arte Sacro (II)

Hermandades relacionadas con la Iglesia de Santa María:
-Pontificia Archicofradía Sacramental y Antigua Hermandad de Penitencia de El Dulce Nombre de Jesús, Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Esclavitud de Nuestra Señora María Santísima de la Paz.
-Pontificia y Real Hermandad de San Pedro Apóstol, Santo Cristo de las Penas y María Santísima de los Dolores.
-Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario.
-Cofradía y Hermandad del Santísimo Sacramento.