24/5/20

LA EPIDEMIA DE 1855 Y EL CRISTO DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA


Desde el primer tercio del siglo XIX hasta finales del mismo siglo, ocurrieron en España una serie de brotes de cólera morbo que asolaron el país. En 1855 aconteció el segundo brote de esta enfermedad contagiosa que afectó principalmente a amplias zonas del interior.

Estepa también se vio afectada por esta gran epidemia a mediados del siglo XIX y, según consta, una de las personas que destacaron en la localidad por “su celo y desprendimiento” fue don Joaquín Téllez de la Torre, teniente de vicario y párroco de Santa María. 

Una de las disposiciones que tomó D. Joaquín en aquellos aciagos momentos por los que atravesaba la población de Estepa fue precisamente disponer, en unión de todos los sacerdotes de la parroquia, la realización de una novena al Cristo de la Humildad y Paciencia, novena que comenzó “el sábado después del Carnaval” de aquel año de 1855 y que correspondería con el primer sábado de Cuaresma. 

La imagen del Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia se encontraba en aquel entonces en el retablo del Sagrario de la Iglesia de Santa María, situado a la cabecera de la nave el evangelio. El párroco don Joaquín decidió aquel año construir un nuevo retablo para la imagen, mandado construir ex profeso y a expensas suyas, que se colocó en el trascoro de la iglesia, frente a la puerta de entrada de la iglesia, con la intención de aumentar la devoción y el culto a la imagen, a la que se la describe con “corona y potencias de plata”. El retablo nuevo del Santo Cristo era de madera dorado, con puerta de cristal y el altar tenía forma de “cuello de paloma”. 

Dos años después, en 1857, este mismo sacerdote costeó la realización de otros dos altares que se colocaron también en el trascoro de la iglesia a ambos lados del nuevo retablo del Cristo de la Humildad y Paciencia. En el de la derecha, según se accedía desde la puerta al templo, se colocó una imagen de San Pablo Ermitaño, y en el de la izquierda la imagen del “Niño Perdido”. 

Ante esta epidemia y la iniciativa del párroco D. Joaquín Téllez de la Torre, el pueblo de Estepa se congregó en la Iglesia de Santa María para rogar en la Novena al Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia el cese de este nuevo brote de cólera morbo. 

La devoción al Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia tiene su inicio hacia 1618 cuando la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús encarga al pintor Luis de Venegas la primera imagen del titular, y tal y como se describe en los inventarios del siglo XVII y XVIII era una imagen con cabellera natural y potencias de plata. En 1772 la Hermandad decide renovar a su imagen titular y encarga al escultor antequerano Diego Márquez y Vega una nueva imagen del Santísimo Cristo, que ocuparía el retablo del Sagrario de la Iglesia parroquial. Aún se puede observar en la Iglesia de Santa María algunos exvotos en agradecimiento que atestiguan la intervención del Santísimo Cristo ante las calamidades que los fieles padecían.


Libros y artículos consultados:
-Memorial Ostipense. Aguilar y Cano, A. 1886.
-Dulce Nombre. Caballero Páez, M. 2013
-Una hipótesis sobre el origen de la imagen del Niño PerdidoJordán Fernández, JA. Boletín Blanca y Colorá. 2012