17/3/19

EL CALLEJERO COFRADE ESTEPEÑO


De todos los nombres de calles, avenidas, pasajes, plazas, parques y barrios de los que oficialmente consta el callejero de Estepa, muchos de ellos están dedicados a imágenes marianas, muchas de ellas titulares de las hermandades de gloria y de penitencia: tres plazas (Los Remedios, Carmen, Virgen de la Victoria), ocho calles (Virgen de la Asunción, Concepción, Virgen de las Angustias, Virgen de los Dolores, Virgen del Valle, Virgen de la Paz, Virgen de la Esperanza y Virgen de la Soledad). También está dedicada a la Virgen María, el carril de Santa María que dirige a la iglesia parroquial o la calle Virgen de los Buenos Libros y María Auxiliadora, aunque no hay representación de estas advocaciones en las titulares en las hermandades estepeñas. De gran antigüedad, son las dedicadas a las hermandades de gloria del Carmen y Concepción y el carril de Santa María, mientras que las demás corresponden con las ampliaciones del pueblo durante el siglo XX o han sido renombradas durante el siglo XX y principios del siglo XXI.

Esta gran cantidad de advocaciones de la Virgen María que muestras el profundo carácter mariano de Estepa, donde casi todas las hermandades tienen una calle dedicada a tu titular mariana, contrasta con las pocas calles que están dedicadas a Cristo: la calle Veracruz, la calle Cristo de la Sangre, la Plaza del Dulce Nombre de Jesús y la Plaza de Nuestro Padre Jesús, todas ellas devociones históricas del pueblo desde el siglo XVI y XVII.

Cerro de San Cristóbal

El santoral del pueblo también tiene una amplia representación en sus calles, alguna de ellas relacionadas con nuestras hermandades, iglesias y ermitas, como la calle Santa Ana, San Marcos, San Juan o San Antonio Abad, y la plaza de San Sebastián; o con las órdenes religiosas que se establecieron en el pueblo desde finales del siglo XVI y principios del siglo XVIII, como carril de San Francisco y carril de Santa Clara, o más recientes como Plaza de las Hermanas de la Cruz o calle Sor Ángela de la Cruz. Relacionados con el santoral estepeño, y también con calle dedicada, están San Jerónimo, San Antonio, San Francisco, San Fernando, Santa Teresa, carretera Fuente de Santiago o el cerro de San Cristóbal. Curiosas son también las denominaciones de la calle “Cruz de Piedra”, señalada por una cruz de piedra; o la calle “Matadero”, relacionada con el llamado Cristo del Matadero; o la calle “Cruz”, indicada por una cruz de forja en su comienzo, que se llamó en otros tiempos "Cruz Colorada", en posible alusión a la Orden de Santiago, mientras que la calle "Cruz Verde" correspondería con la actual calle Veracruz. Sin relación con el santoral estepeño, pero con calle dedicada está también el pasaje de Santa Cristina, por el nombre de la propietaria de la casa contigua que permitió que se abriera el pasaje, y la calle Don Bosco.

Plaza de San Sebastián

Calle Matadero

San Fernando, en referencia al rey Fernando III, conquistó Estepa en el 15 de agosto de 1241, de ahí que desde ese momento la patrona de la villa sea la Virgen de la Asunción por haber sido la villa conquistada durante el día de la celebración de la Asunción de la Virgen María a los cielos. La vinculación de Estepa con Santiago Apóstol viene de la donación del Castillo de Estepa a la Orden de Santiago en 1267 por Alfonso X El Sabio, y durante la Encomienda Santiaguista estepeña, dependiente del priorato de San Marcos de León, surgieron las devociones al Cristo de la Sangre, Vera Cruz, Concepción, San Marcos, Santa Ana, San Cristóbal y San Sebastián, todos ellos con ermita dedicada y con lugar en el nomenclátor estepeño desde antiguo. En 1559 la villa es vendida a la familia genovesa de los Centurión, y a la postre Marqueses de Estepa. Poco tiempo después, en 1564, Juana García de Almagro funda la ermita de San Juan Bautista, desaparecida en el siglo XIX, pero como testimonio de la cual queda la calle y el titular que realizara Luis Salvador Carmona. El 30 de septiembre de 1577, San Jerónimo es elegido patrón de la villa, pero la dedicación de una calle al patrón es más reciente.

Será D. Marcos Centurión, primer marqués de Estepa, el que invite a órdenes religiosas de origen italiano a establecerse en la villa. Así se funda en la ermita de la Concepción el convento de los Padres Mínimos el 2 de febrero de 1562. De su estancia en Estepa, además del solar del convento y de la iglesia y de su afamada torre, queda la Plaza de la Victoria, retitulada como Plaza de la Virgen de la Victoria durante la bendición de la imagen mariana que realizara Francisco Berlanga para la Hermandad de La Borriquita en 2008. De los frailes mínimos, fue dedicada una calle al Padre Barco, llamado Alejandro del Barco y García, nacido en la ciudad jienense de Torredonjimeno y Ministro Provincial de los Mínimos de Granada durante cuatro trienios. El Padre Barco amó tanto a Estepa que escribió su primer manual de historia y arqueología, La antigua Ostippo y actual Estepa, concluido en el año 1788. También destacó el estepeño P. Fr. José Sánchez Manzano, superior provincial de Granada, que inició todas las reformas de la iglesia durante el siglo XVIII, entre ellas la construcción de la torre, acabada en 1766. No podemos olvidar la relación del convento e iglesia de San Francisco de Paula con la calle histórica de la Torralba, en cuyas paredes fue fusilada la heroína estepeña en 1812 por las tropas de Napoleón.

Arco de la calle Padre Barco

Calle Torralba

El 10 de enero de 1599 D. Juan Bautista Centurión y Dña. María Fernández de Córdoba, marqueses de Estepa, fundaron el Convento de Santa Clara de Jesús, donde entraron varias clarisas procedentes de Sevilla y su hija María, que tomó el hábito como Sor María de Santa Clara. En el callejero de Estepa queda el carril de Santa Clara que conduce al convento y la calle “Molino de las Monjas”, en referencia a unas de las propiedades que pertenecía al convento. Dentro del recinto amurallado, en la villa vieja, había una calle llamada “Via-Sacra”, relacionada con los titulares de uno de los retablos de la iglesia de las clarisas.

Cuatro años después de la fundación del Convento de Santa Clara, se funda en Estepa la rama masculina de la misma Orden como asistencia espiritual del convento femenino. Sería el 11 de mayo de 1603 cuando D. Alejandro Centurión, Arzobispo de Génova y hermano del marqués Juan Bautista Centurión, bendijo las primeras piedras que se podrían en el altar mayor. En el siglo XVIII, destacó el estepeño P. Fr. Juan de Luna, que llevó a cabo la reforma de la iglesia y del convento, pero serán especialmente recordados los frailes que llegaron a Estepa en el siglo XX tras la refundación del convento en 1904. La autorización de la refundación fue dada por el “Cardenal Spínola” que cuenta con una calle dedicada en la localidad.

Uno de los frailes que llegó a partir de 1904 fue fray Alfonso Castelo Aranda (1882-1965), quien fue superior del convento e hizo una fecunda labor sacerdotal: inició la “Juventud Antoniana”, las “Conferencias de San Antonio” y la “Unión Misional Franciscana” y el Colegio Libre Adoptado, llamado “San Antonio de Padua” y hoy conocido como IES Aguilar y Cano. Será recordado en la historia cofrade de nuestro pueblo por fundar en 1941 la Hermandad del Calvario, de la que fue Director espiritual. En vida, le fue otorgado el título de “Hijo Ilustre” de la ciudad y se renombró la céntrica calle de la Cilla como Padre Alfonso. En 1965 fue trasladado a Chipiona, donde murió el 27 de noviembre. En 1973 los restos del querido fraile fueron trasladados desde Chipiona hasta la iglesia conventual de San Francisco donde está enterrado a los pies del primitivo Cristo de la Salud, titular de la Hermandad del Calvario.


Otro de los frailes franciscanos inolvidables para Estepa fue el Rdo. Fr. Martín Recio Veganzones (1909-1986), vallisoletano, quien se interesó por el arte, la arqueología y la historia de Estepa. Fue docente en el Colegio Libre Adoptado e impulsó la conocida como “Misión Rescate”, que consistía en la recuperación del material arqueológico estepeño y con la que recibió varios premios del concurso organizado por Radio Nacional de España. Con aquellas piezas que encontró con sus alumnos formó un pequeño museo, cuya colección forma parte hoy en día del Museo de Historia Local o Museo Arqueológico que lleva por nombre “Padre Martín Recio”. Se le debe además el texto para la declaración de Estepa como Conjunto Histórico Artístico en 1965 y el que incluía a Estepa dentro de la Guía Turística de Andalucía. El 15 de abril de 1986, dos meses antes de su fallecimiento, fue nombrado “Hijo Adoptivo” de Estepa. No tiene calle dedicada pero sí el museo arqueológico de Estepa.
Museo Padre Martín Recio

De los Santos de la Orden franciscana, tiene una calle dedicada el seráfico padre en la calle “San Francisco”, que posiblemente se trate de la calle “Escalones” y más antiguo “Capilla” que estaba junto a la calle Hornillos. En el siglo XX se fomentó especialmente la devoción a San Antonio de Padua. Ya hemos recordado como el Padre Alfonso inicia entre los jóvenes estepeños la Juventud Antoniana, que tenía a San Antonio como patrón, y después la Academia “Nuestra Señora de la Asunción”, fundada en 1953, es renombrada como Colegio Libre Adoptado “San Antonio de Padua” en 1962. Sin embargo, la calle San Antonio, en honor del santo franciscano, pudo haberse llamado así por D. Antonio Álvarez Sobrevilla (1844-1934), quien construyó una barriada de casas junto a la muralla destinadas a familias obreras que pagaron por ellas una pequeña renta. La calle y la barriada tomaron el nombre de San Antonio.

Calle San Antonio
D. Antonio Álvarez será otro de los personajes relevantes del siglo XX. Destacó por sus grandes obras caritativas y sociales, y recibió la gran Cruz de Beneficencia de Primera Clase con distintivo blanco. A su muerte fue enterrado en la cripta de la iglesia de San Francisco. A él se debe también la llegada de las Hermanas de la Cruz a Estepa en 1926. El objetivo que D. Antonio Álvarez se propuso al traer las Hermanas de la Cruz a Estepa fue que asistieran a los enfermos pobres en sus domicilios, atendieran a un internado de niñas huérfanas y se dedicaran a dar educación cristiana y cultural a hijas de familias humildes de la localidad. Sor Ángela de la Cruz, canonizada en 2004 por Juan Pablo II, asistió a la fundación del convento estepeño. El pueblo de Estepa les dedicó una calle a “Antonio Álvarez”, una calle y un monumento a “Sor Ángela de la Cruz” y una plaza a “las Hermanas de la Cruz”. Vinculada también con esta congregación estuvo María Galán García (1921-1983), niña acogida en el internado de las Hermanas de la Cruz que se dedicó posteriormente a la docencia en Estepa abriendo una escuela en una casa del Barrio Perdío. El alcalde Rafael Machuca puso el nombre a la calle donde estaba la escuela de “Virgen de los Buenos Libros” y recientemente se ha inaugurado la “Plaza María Galán”.




Las hermandades de penitencia de la localidad también han extendido su huella por nuestros rincones urbanos:

-La Hermandad de la Borriquita cuenta con la histórica plaza Virgen de la Victoria, renombrada durante la bendición de la imagen en 2008.
-La Hermandad de las Angustias con la calle dedicada a su titular en su barrio “Virgen de las Angustias”, aunque es innegable la relación de la Virgen con un grupo de viviendas sociales construidas en 1962 y situadas en torno a la Plaza del Aire, que llevan por nombre “Nuestra Señora de las Angustias”.



-La Hermandad de San Pedro tiene una calle dedicada a su titular mariana “Virgen de los Dolores”, dedicación que comparte junto a la Virgen de los Dolores de Jesús Nazareno. La calle “Valdeabades” guarda también una estrecha relación con la cofradía: en 1564 doña Juana de Almagro funda la Ermita de San Juan, siendo hermana de dos eclesiásticos que durante muchos años habían sido abades de la Venerable Hermandad de Señor San Pedro de clérigos. La calle recuerda a los clérigos existentes en la independiente Vicaría Eclesiástica de Estepa y su organización en la cofradía de San Pedro, al frente de la cual estaba un abad mayor. La palabra “valdeabades” se refiere a una porción de tierra o valle (val) que pertenecía a estos abades.
-La Hermandad de los Estudiantes está vinculada a la calle “Virgen del Valle”, dándose la curiosidad de que los propios vecinos pidieron a la hermandad que la Virgen pasara por su calle en el recorrido de ida de la ermita de Santa Ana a la iglesia de San Sebastián con motivo de su bendición en 1991.



-La Hermandad del Dulce Nombre cuenta con una calle dedicada a su “Virgen de la Paz” y una “Plaza del Dulce Nombre”, pero si algunas hermandades tienen alguna vinculación con una calle, esta hermandad lo tiene con la “Plaza del Llanete”, lugar por donde muchos años pasó la cofradía de vuelta a su iglesia; con el “carril de Santa María”, por cuestiones obvias al ser su anterior sede canónica hasta la década de los años 70 del pasado siglo; y con la calle “Encuentro”, lugar de la calle Cuesta donde se representaba el encuentro entre el Niño Perdío y su Madre. Por su estancia en la ermita de San Marcos, se le dedicó al Dulce Nombre un retablo cerámico en la fachada de la ermita.

Dulce Nombre en el carril de Santa María

Plaza del Llanete

-La Hermandad del Calvario tiene una plaza dedicada “Plaza del Calvario” en el lugar donde se construyó su casa hermandad. Aunque no tiene ninguna calle dedicada a un titular de la Hermandad no se puede dejar de mencionar el nombre de la calle “Amargura”.
-La Hermandad de Paz y Caridad dedicó una calle a su “Virgen de la Esperanza” con motivo de su coronación canónica el 7 de septiembre de 2002. A raíz de esta coronación, la hermandad impulsó la rotulación de la parte oeste de la calle Humilladero en agradecimiento al “Cardenal Carlos Amigo Vallejo”. Muchas personas piensan también que el Barrio de los Cristos tiene alguna vinculación con la hermandad, pero no es así, llamándose de esta forma por el sobrenombre que tenía una familia estepeña.



-La Hermandad de Jesús Nazareno tiene una plaza dedicada a “Nuestro Padre Jesús”, lugar en el que se sitúa la Puerta del Perdón de la Iglesia de San Sebastián, la antigua torre camarín de su capilla y la casa-hermandad. La Dolorosa de la hermandad comparte con la Dolorosa de la Hermandad de San Pedro la dedicación de la calle “Virgen de los Dolores”. Jesús Nazareno está muy vinculado también con el barrio de la Coracha y la Plaza Poley, lugar donde se le recuerda todo el año con un retablo cerámico. De igual forma, la calle Cuesta está grabada en el recuerdo de nuestros más mayores cuando quedaban allí en la mañana del Viernes Santo para verlo pasar.


Jesús Nazareno en la Cuesta

-La Hermandad del Santo Entierro cuenta con una calle dedicada a la “Virgen de la Soledad” y posee una estrecha relación con el desaparecido convento de la Victoria, lugar de su fundación.

Las hermandades letíficas tienen su hueco en el callejero estepeño, siendo muchas de ellas calles históricas y antiguas:

-La Hermandad de los Remedios tiene dedicada la “Plaza de los Remedios”, lugar donde se sitúa su iglesia. Muy vinculada está también con la calle “Veracruz”, antiguo nombre y titular de la ermita de la que surgió la devoción a la Virgen de los Remedios. De igual forma, está muy relacionada con la calle “Roya”, como eje de un barrio donde se celebra la fiesta de la Octava. Por la devoción a la Virgen se le conoce al barrio oeste entero como “churreteros”, siendo uno de los emblemas de la hermandad.


-La Hermandad del Carmen compró en 1745 nueve casas cercanas a su iglesia para construir una plaza de toros donde celebrar festejos taurinos. Esa plaza corresponde con la actual “Plaza del Carmen”, también llamada “el Salón” por los estepeños, colindante a su iglesia y lugar donde se levanta el Ayuntamiento de Estepa. La devoción a la Virgen del Carmen está grabada en las casas de la calle Mesones que están cerca de su iglesia con el escudo del Monte Carmelo en la fachada. Todo el barrio este del pueblo se llama “mondongueros”, en relación con la devoción a la Virgen. La hermandad está también relacionada con la calle “Cristo de la Sangre”, antiguo titular de la hermandad y de la ermita donde surgió la devoción a la Virgen del Carmen. La antigua hermandad del Cristo de la Sangre y Hospital del Corpus Christi se trasladó desde los pies de la muralla a su lugar de hoy en día, y las obras de la nueva iglesia y hospital corrieron a cargo de Juan Martín Formariz, a quien se le dedicó la calle “Juan Martín”. La antigua calle “Santo Cristo”, cercana a la antigua ermita junto a la muralla, fue ocupada por la ampliación de la ermita de la Concepción. En 1744 se funda la cofradía de Nuestra Señora del Carmen, a instancias de la Orden carmelita; de ahí que tengamos una plaza denominada “Santa Teresa”.



-La Hermandad de Santa Ana cuenta con una calle dedicada a su titular “Santa Ana” y está muy vinculada con todo el barrio que rodea su ermita, conociéndose como “barrio santanero”, lugar en el que crecen los jazmines, flor de la Santa, por numerosas calles y patios de las casas.
-La Hermandad de la Asunción tiene una calle dedicada a su titular “Virgen de la Asunción” y por una leyenda relacionada con la imagen recibió el nombre la calle “Cautivo”: milagro de la salvación de un estepeño preso en tierras árabes.



-La Hermandad de la Concepción tiene dedicada la calle “Concepción”, lugar donde se levantaba la ermita de la Virgen.

El peso de la religiosidad estepeña en el nomenclátor de calles del pueblo no se reduce exclusivamente a las advocaciones de Cristo, la Virgen María, los santos y las órdenes religiosas que se asentaron en Estepa. El pueblo rinde homenaje permanente a uno de los oficios que encumbró a Estepa en el siglo XVIII en el canteroJuan Antonio Blanco”. Con la apertura del Parque Francisco Ayala en el Cerro de San Cristóbal se rotularon muchos de sus viales con los nombres de personalidades históricas relacionadas con Estepa como Sor María de Santa Clara, Obispos Arteaga y Cano, Vicaría de Estepa, Madres Clarisas, Padres Franciscanos, Orden de Santiago, Encomienda Santiaguista, Maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, Santiago Apóstol, Escultor Luis Salvador Carmona, Rey Fernando III El Santo o Rey Alfonso X El Sabio. Sin embargo, se echa de menos la dedicación a personas e instituciones que con su trabajo y dedicación contribuyeron a engrandecer Estepa a lo largo de los últimos siglos. Son orfebres, bordadores, imagineros, canteros, retablistas, músicos, literatos, capataces, curas o simples cofrades de a pie que, cada uno en su parcela, han escrito el pasado y el presente de las cofradías estepeñas: Andrés de Ocampo, Andrés de Carvajal y Campos, Diego Márquez y Vega, Francisco Primo, Manuel Escamilla, Andrés de Zabala, Cristóbal García, Manuel Lassaletta Muñoz Seca, etc.

Por otro lado, las calles no las únicas muestran que dejan las cofradías estepeñas en nuestro pueblo. Además del Museo Padre Martín Recio, vinculado con los franciscanos como hemos visto, los colegios del pueblo llevan por nombre “Santa Teresa” y “Nuestra Señora de los Remedios”. Las fábricas de mantecados llevan por nombre El Mesías, La Biblia, San Enrique, San Antonio, El Dulce Nombre, La Vicaría, San Jerónimo, San Juan Bosco o Santa Clara, llegando a existir marcas como Ntra. Sra. de la Asunción, Ntra. Sra. del Carmen, Santo Cristo Amarrado a la Columna o San Francisco de Asís. Curiosa es la chocolatería que abrieron las Hermanas de la Cruz en 1931 con el nombre de “Ntra. Sra. de los Remedios”. Existen negocios vinculados con el barrio churretero como Bar Los Remedios, Churrería Virgen de los Remedios, Imprenta Ntra. Sra. de los Remedios o Estanco Los Remedios; o la cafetería La Milagrosa, muy cerca de la iglesia homónima, y el asador “Santa Ana”; los salones de celebraciones "Santa Ana" y "Santa María"; o las cooperativas de aceite de Sor Ángela de la Cruz y Nuestra Señora de la Paz. Las fiestas del pueblo también tienen hueco para las hermandades estepeñas, pudiendo acudir en la Octava a las casetas de Los Estudiantes, Paz y Caridad, Calvario, La Soledad o Los Remedios; y en la Feria a las casetas de Paz y Caridad, Dulce Nombre, Los Pedros, Jesús Nazareno, La Soledad, La Borriquita o Santa Ana.

Artículos relacionados:
-La tradición de las cruces en las calles de Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-Retablos callejeros de Estepa. Devociones de Estepa. 2017