19/10/15

MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA, DIRECTORA Y SUPERIORA EN ESTEPA


Nació el 20 de febrero de 1926, hija del malagueño Ricardo Salvat Albert y de la madrileña Margarita Romero Ferrer, siendo la tercera de ocho hermanos. Vivió en el número 25 de la calle Claudio Coello, barrio de Salamanca, en pleno corazón del Madrid de los Austrias, vía señorial cercana al Parque del Retiro y a la Puerta de Alcalá. Fue bautizada en la Parroquia de la Concepción, en la madrileña calle de Goya, con el nombre de María Isabel. Su familia gozaba de una elevada posición económica gracias a la trayectoria laboral del padre: funcionario público, representante de varias multinacionales y empresario industrial.

Completó sus estudios primarios y el bachillerato en el colegio de las Madres Irlandesas de la calle Velázquez, en el que recibió su primera comunión con seis años. Al estallar la Guerra Civil en julio de 1936 la familia se trasladó a Figueira da Foz (Portugal), regresando un año después a España e instalándose en la capital donostiarra. Finalizada la guerra la familia volvió a Madrid.

En 1942 tuvo lugar su primer encuentro con las Hermanas de la Cruz al visitar su convento junto a su amiga Maricar Ibáñez. Al alcanzar la mayoría de edad, el 10 de diciembre de 1.943, hace la Consagración a la Virgen y recibe la medalla de hija de María de su colegio de las Irlandesas. El 21 de julio del siguiente año aprueba el bachillerato superior en la Universidad de Madrid. El 8 de diciembre de 1944, con 18 años de edad ingresó como postulante en el Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz en Sevilla. El 9 de junio de 1945, tomó el hábito bajo el nombre de Sor María de la Purísima de la Cruz. El 27 de junio de 1947, hizo su profesión temporal, y el 9 de diciembre de 1952, los votos perpetuos. Ese mismo año convalidó sus estudios de bachiller superior y obtuvo el título de maestra de enseñanza primaria.


Fiel seguidora de Santa Ángela y observadora intachable de las reglas del Instituto, mantuvo intacto el carisma fundacional. En sus diversos destinos, dio ejemplo de las virtudes que caracterizan a las Hermanas de la Cruz: sencillez, espíritu de sacrificio y abnegación, desprendimiento y pobreza. Tuvo en toda ocasión un gran amor a los enfermos y pobres y una entrega generosa hasta el límite.

Iglesia de las Hermanas de la Cruz
de Estepa
En los pueblos y ciudades de Lopera, Valladolid, Estepa y Villanueva del Río y Minas estuvo destinada ejerciendo como directora del colegio. Su llegada a la casa de Estepa ocurrió en octubre de 1953, cuando se hace cargo de la dirección del colegio, y el 2 de octubre de 1959 es nombrada Superiora de la casa de Estepa.

En 1966 recibe el cargo de Maestra de Novicias, en 1969 el de Provincial y en 1970 es nombrada tercera consejera general. El 13 de septiembre de 1971 recibe el cargo de Superiora de la casa de Villanueva del Río y Minas. Entre 1972 y 1973 realizó un curso de especialización para el profesorado de EGB en el área de filología inglesa, en la delegación del Ministerio de Educación y Ciencia de Sevilla. El 11 de febrero de 1.977 fue elegida Madre General, cargo que ostentaría durante 22 años, al ser reelegida por unanimidad en 1983, 1989 y 1995.

Austera y pobre para sí misma -«De lo poco, poco», solía decir- hacía vivir a las hermanas el espíritu del Instituto en la fidelidad a las casas pequeñas y se entregó a todos los que la necesitaban, especialmente a las niñas de los internados. También los pobres y enfermos ocupaban un lugar privilegiado en su corazón. Así atendía con verdadero cariño a las ancianas enfermas, asistiéndolas diariamente por la mañana. Gobernó la Compañía con incansable celo y gigante espíritu de Hermana de la Cruz. Su ideal fue hacer vida el carisma de la Santa Madre Fundadora y con su vida sencilla, humilde y llena de fe, supo dar ejemplo. Fue fiel seguidora de su obra, y ha dejado en el corazón de todas sus hijas deseos ardientes de imitar su amor a Dios y a su Santo Instituto.

En 1980 asistió a Roma a la celebración de la vida religiosa que presidió el Santo Padre Juan Pablo II, quien bendijo al Instituto de las Hermanas de la Cruz. Un año después, el 27 de octubre, tuvo la oportunidad de asistir a una Eucaristía en la capilla privada del Papa Juan Pablo II, al que entregó el libro “Escritos Íntimos” de Sor Ángela de la Cruz. En 1982 asistió como Madre General a la beatificación de Sor Ángela de la Cruz en la Catedral de Sevilla por el Papa Juan Pablo II.


Fundó casas en Puertollano (Ciudad Real), Huelva, Reggio Calabria (Italia), Cádiz, Lugo, Linares (Jaén) y Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

En 1994 le diagnostican un cáncer en el pecho y fue operada, pero volvió a recaer cuatro años después. Soportó su enfermedad con una entereza colosal y se le oyó decir en sus últimos días el salmo “Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor”. El 31 de octubre de 1998, con 78 años de edad, murió. El 1 de noviembre el cadáver de Madre Purísima es expuesto en la iglesia de la Casa Madre, y recibe la veneración de sus hijas y de los fieles devotos. El día 2 el Arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo preside la Santa Misa “corpore insepulto” y se traslada a la Cripta del Convento.

El 16 de diciembre de 1999 se inicia el Proceso Diocesano de Canonización. Fue declarada Venerable en 2009 y beatificada el 27 de marzo de 2010 en Sevilla. La Santa Sede confirmó la canonización de Madre María de la Purísima en 2015, que tuvo lugar el 18 de octubre de 2015 en Roma.

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