6/6/13

LA VINCULACIÓN DE SAN PEDRO CON LA ASUNCIÓN


Desde su fundación hacia 1674, la Hermandad de las Lágrimas de San Pedro se encuentra subordinada a la cofradía de la Asunción, la más antigua y prestigiosa de la villa. Esta situación se manifiesta en una serie de condiciones que se le exige a la hermandad de San Pedro y que se convierte en el primero de los escasos testimonios que nos ha llegado sobre cómo se organizaba la procesión de San Pedro: la cofradía de la Asunción preside con su estandarte la procesión de San Pedro la tarde del Miércoles Santo y salen los cofrades con sus túnicas, sombreros y bastones en el lugar que los alcaldes han determinado previamente, mientras que los hermanos van con capirotes cubriendo sus rostros; los cofrades que los deseasen habían de ser admitidos como hermanos de San Pedro “aunque esté el número de la Hermandad cumplido”. Como contrapartida, la cofradía les cedía para la procesión una imagen de Nuestra Señora y otra del Santo Cristo de la Columna (de las Penas), cuyos arreglos y aderezos debían costear la hermandad aunque seguían siendo propiedad de la cofradía de la Asunción. Todos los gastos – sacar la procesión a la calle, la Parroquia, predicador, etc. – corrían a cargo de la Hermandad de San Pedro.

Corría el año 1695, cuando la Hermandad de San Pedro consigue erigir una capilla con la donación importante de los terrenos por parte del devoto Juan Miguel Chincoa y que es la que actualmente posee. Se pudo hacer por un otorgamiento mediante el que la cofradía de la Asunción da licencia a la hermandad para que en la Iglesia “en un arco de ella que mira al poniente continuo al arco toral pudiera hacer a su costa una capilla para sus imágenes: Cristo de las Penas y San Pedro”. Se deduce de este párrafo que el Cristo de las Penas había pasado definitivamente a la Hermandad de San Pedro y que sería seguramente la que se halla hoy día en la misma capilla, aunque en la centuria siguiente, la Hermandad adquiere otra talla bajo la misma advocación y que es la que se encuentra en un altar de la Iglesia del Carmen, aunque en la actualidad sigue perteneciendo a la Hermandad de San Pedro. También, con el tiempo, la Virgen pasaría a formar parte de su patrimonio. En dicha capilla podrían colocar sus insignias y estandartes.

El siglo XVIII se inicia con una primera fase marcada por el auge del Barroco y la proliferación de las cofradías, en las que el titular aparece con el nombre de Dulce Señor San Pedro. Son años de crecimiento y desarrollo de la cofradía, al mismo tiempo que iba tomando cuerpo, iniciando así su desvinculación con la cofradía de la Asunción del mismo templo.

Sin embargo, la hermandad no será ajena a la crisis de segunda mitad de siglo, donde se verá obligada incluso a depositar sus imágenes en domicilios particulares y a pedir limosnas para su mantenimiento, reduciendo de este modo el número de censos y misas que llevaba a cabo. Así, en 1750 la imagen de San Pedro pasó al domicilio de doña Juana Cabezas, el Cristo de las Penas a la casa del clérigo don Rodrigo de Melgar y la Virgen de los Dolores fue custodiada por don Manuel Bejarano y Fonseca, que fue Vicario de la villa entre 1738 y 1777. Dicho Vicario se ocupó entonces de acondicionar la capilla, que amenazaba ruina, con jaspes y retablos y después erigió el Orden Tercero de Servitas de Nuestra Señora de los Dolores en 1768, sacando en procesión las tres imágenes, haciéndose de facto con la capilla, aunque permitía a la Hermandad de San Pedro realizar las ceremonias que fueran necesarias.

En 1799 la Hermandad de San Pedro sufrirá un duro pleito con la Orden Tercera Servita por controlar la “Obra Pía del Pecado Mortal”. Los Servitas señalaron incluso que las imágenes no eran de la Hermandad, en todo caso, sólo la de San Pedro, hallándose allí las otras “por casualidad”. Se resolvió en 1800 con la unificación de ambas. Destaca que en este momento tan complicado para la cofradía, la Hermandad de la Asunción no actuara ni a favor ni en contra, síntoma de que ya se había olvidado por completo el acta fundacional de la Hermandad de San Pedro en 1674.


Bibliografía:

-La Hermandad de San Pedro en la Semana Santa del Barroco. José Javier Mateos Llamas. Lº Aniversario de la reorganización de la Hermandad de San Pedro, Estepa. 2003
-El origen fundacional de la Hermandad de San Pedro de Estepa, I. Caballero Páez, Moisés. Boletín San Pedro, 2018.
-El origen fundacional de la Hermandad de San Pedro de Estepa, II. Caballero Páez, M. Boletín San Pedro, 2019.