Los primeros datos que conocemos acerca de esta cofradía se recogen en una escritura notarial de fecha 31 de diciembre de 1674, cuyo encabezamiento es “Establecimiento de la hermandad de lágrimas de Sr. San Pedro, que ha de salir de la Iglesia y hospital de Ntra. Sra. de la Asunción”. A continuación se dice:
“Y dijeron que (…) para honra y gloria de Dios Nuestro Señor, de su bendita Madre y bienaventurado apóstol Sr. San Pedro, príncipe de la Iglesia, han establecido el formar dicha hermandad, para sacar una procesión el miércoles santo por la tarde este presente año y los demás que se siguieren, la cual ha de salir de la iglesia y hospital de Nuestra Sra. de la Asunción de esta villa, para la cual ha precedido licencia jurídica del Sr. Dr. D. Gerónimo de Rivera, Vicario General y Juez Eclesiástico Ordinario de esta villa de Estepa y sus anexos por Autoridad Apostólica, y consentimiento y permisión de la dicha cofradía de Nuestra Señora, y se ha conformado la dicha cofradía y hermandad a sacar la dicha procesión el dicho día miércoles santo de este dicho año y de los siguientes con las calidades y condiciones que se siguen…”
1. Es una hermandad que nace con el apoyo de otra cofradía, la de Ntra. Sra. de la Asunción, entonces muy pujante, la cual va a aportar las imágenes y estandarte para la procesión, además de permitir fijar su sede en la ermita de la Asunción; a cambio, esta cofradía impondrá una serie de privilegios a la hermandad naciente.
2. De los hermanos fundadores que se citan, ninguno de ellos es clérigo, por lo que, en principio, no existe relación entre esta hermandad y la de San Pedro de sacerdotes.
3. En esta escritura aparecen muchos datos descriptivos de la cofradía que se han mantenido con el tiempo; así, en ella se habla de estandartes, capirotes, capas, demandantes…; a destacar también como se fija para la realizar la estación de penitencia el Miércoles Santo por la tarde.
4. La cofradía tiene la pertinente licencia para su erección otorgada por el Vicario D. Gerónimo de Ribera; este prelado fue quien bendijo las obras de la nueva ermita de la Asunción, el 10 de agosto de 1652, y allí fue enterrado el 4 de mayo de 1685.
5. En cuanto a las imágenes titulares de la hermandad, se mencionan dos en el documento; por un lado, “una imagen de Nuestra Señora, vestida a su costa” lo cual nos lleva a pensar en una talla de vestir, aunque desconocemos bajo que advocación ni qué talla sea ésta; por otro, “la imagen del Santo Cristo de la Columna”, que bien podría ser el llamado Cristo de las Penas, el cual actualmente se venera en el altar de los Dolores de dicha ermita y que se acompaña de una columna. Sin embargo, no se menciona la imagen de San Pedro. Puede ser que en los primeros años procesionara sin la imagen titular del Santo, en cuyo caso la fecha de ejecución de la imagen de San Pedro estaría en torno a 1674 y 1688, fecha en la que procesiona por primera vez, según una anotación en la Libro de Defunciones de la parroquia de Santa María, desde la ermita de la Vera Cruz por encontrarse su sede en obras.
Por una escritura de 1695, sabemos que la cofradía de la Asunción hace donación a esta hermandad, con fecha 12 de abril de ese año, de un sitio para poder labrar su capilla en dicha ermita de la Asunción; poco después, ante la estrechez del sitio, se amplía éste, cediendo para ello parte del patio de su casa D. Juan Miguel Chincoa, hermano de dicha cofradía, terreno que lindaba con el cedido a la hermandad. En 1709 continúan las obras de la capilla y es de destacar que la imagen del titular no se encontrase en el templo.
A partir de 1716 y hasta finales de 1754 se llevan a cabo las reformas de la ermita donde se construiría el camarín, el retablo mayor y su dorado, el estofado de la iglesia, portada de piedra y campanario, etc. Consta documentalmente que la hermandad de San Pedro contribuyó con 100 reales a sufragar el coste del púlpito de la iglesia.
Por estos mismos años (1753-56), el Vicario D. Manuel Bejarano reedificó y adecentó a su costa la capilla de la hermandad, labrando sepulcro para él y sus herederos, un poco más adelante (1765) fundó allí una cofradía del orden tercero de la Virgen de los Dolores, a la que el Vicario profesaba gran devoción.
La última referencia documental importante referida a esta hermandad de San Pedro que conocemos data de 1791 y es una relación “de todos los bienes y efectos pertenecientes a dicha hermandad”. Entre los bienes de propiedad de la hermandad, se relacionan los siguientes:
-Una imagen de Ntra. Sra. de los Dolores “colocada en su capilla y tiene para su adorno un manto (…), una estola (…), un corazón de plata sobredorada (…) y una toalla (…) todo costeado por esta hermandad.”
-Una imagen del Señor de las Penas de madera, con tres potencias de plata y corona de espinas de lo mismo.
-Una efigie de Señor San Pedro de penitencia, “con una túnica de damasco azul (…) una capa de tercianela pajiza (…) y un cíngulo (…)”.
-Un trono “nuevamente hecho, de talla sin dorar con una columna donde va el gallo, todo costeado por dicha hermandad”.
Hasta este año de 1791, puede decirse que la cofradía seguía existiendo con su configuración fundamental y realizando sus dos principales cometidos: la estación de penitencia el Miércoles Santo y el funeral de los hermanos que iban falleciendo.
En 1794 se dictaba una Real Provisión por la cual se prohibían “la hermandad de San Pedro y todas las de su clase” y para evitar su desaparición se intenta su agregación a la Obra Pía del Pecado Mortal, lo cual originó un conflicto con la V.O.T. de los Servitas que acabó en pleito, el cual se extendió al menos hasta el año 1811, año en que pasó al ministerio de Asuntos Eclesiásticos.
Fuente:
-Una aproximación a los orígenes de la hermandad de San Pedro. Jorge Alberto Jordán Fernández. Lº Aniversario de la reorganización de la Hermandad de San Pedro, Estepa. 2003