Los retablos que en su día ornaron las paredes de la iglesia de la Victoria se encuentran esparcidos por diversas iglesias de la comarca (Herrera, Casariche, El Rubio, Badolatosa), e incluso alguno ha traspasado los límites de esta frontera (Puente Genil en la provincia de Córdoba o Puebla de Cazalla en la provincia de Sevilla, e incluso en la propia capital sevillana). Contaba con ocho retablos decorados de madera más el mayor, de similares características, y dos de piedra que aún se encuentran en el emplazamiento de la iglesia. Responden al modelo de retablo-estípite, tipología barroca que va a imponerse en la segunda mitad del siglo XVIII. Estos estípites vienen a remarcar el único vano central en el que se colocaba la imagen a la que estaba consagrado. La prolongación de este hueco en el segundo cuerpo a través de molduras y volutas, nos hace pensar que estas obras están cercanas a aquellas salidas de talleres ecijanos.
En la ciudad sevillana de La Puebla de Cazalla se encuentra el retablo que en su día fue dedicado a Ntra. Sra. de la Candelaria, y actualmente se encuentra en la Iglesia-Convento de Ntra. Sra. de la Candelaria como retablo mayor del templo y dedicado a la Divina Pastora.
Imágenes del retablo en:
-Al sur. La Puebla de Cazalla. Min. 4:40
-Via Crucis Stmo. Cristo de las Aguas. La Puebla de Cazalla
Este retablo hacía pareja junto al de Santa Lucía (actualmente en la Iglesia de Ntra. Sra. del Socorro de Badolatosa). El retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria se situaba junto al de Ntra. Sra. de las Angustias, a la derecha en la nave de la Iglesia de la Victoria.
El retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria formaba parte de una serie de cuatro retablos en la nave de la iglesia que, a pesar de tener el mismo estilo del de Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de las Angustias, más cercanos al presbiterio, se diferenciaban de estos en la forma rectangular del marco de los escudos y del medallón del ático y las volutas que lo ornamentaban. Los cuatro retablos que componían esta serie eran el de Ntra. Sra. de la Candelaria, el de Santa Lucía, el de San Francisco de Sales y el de San Blas.
Estaba formado por una banca, un cuerpo y un ático. El cuerpo se dividía de tres calles: las calles laterales se decoraban con los escudos de armas de los Juárez Negrón en un marco rectangular, mientras que en la calle principal estaba la hornacina de la Señora.
Son dos los escudos de armas que campean en dicho altar: el primero, lleva el escudo antiguo de los Suárez, con fondo de gules, barra de oro con dos cabezas de dragantes y en el fondo un ciervo de su color, y en lo alto de la barra un árbol de su color. Armas que después dejaron de usar, tomando las armas de los Figueroa; el segundo escudo tiene las armas de los Negrones, en fondo de oro, tres bastones negros.
La planta incurvada que presenta este retablo produce un efecto envolvente, contrastado por el ligero adelantamiento de la calle central. En el medallón del ático se decora con un busto de Santo Tomás de Aquino en marco rectangular. El retablo se conserva tal cual estaba, excepto por los estípites de los extremos que se han perdido. Delante de él estaba enterrado don Juan de Valderrama Salvador, y don Sebastián de Torres Pardo y su mujer doña Manuela del Pozo.
No se tiene constancia del paradero de la imagen original del retablo, aunque tal y como describe Aguilar y Cano se trataría de una talla de bulto (no de vestir) de Ntra. Sra. de la Candelaria. Sin embargo, en un inventario de 1904 se lee: "Ntra. Sra. de la Candelaria, el retablo de madera dorada, en su centro la Virgen vestida de ropas, y en sus brazos el Niño Jesús". Posiblemente se tratara de una talla de bulto revestida en determinadas ocasiones.
La Virgen de la Candelaria toma su nombre de la fiesta de la Candelaria o de la Luz, que se celebra el 2 de febrero en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento. El origen de este retablo está relacionado con la fundación del convento el 2 de febrero de 1562, festividad de la Purificación de María y Presentación del Señor en el templo.
La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas. Todos estos nombres expresan el significado de la fiesta: “Cristo, la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo, viene a iluminar a todos como la vela o las candelas”, de donde se deriva la advocación de la Virgen de la "Candelaria".
La iconografía de la Virgen de la Candelaria se basa en este episodio bíblico donde la Virgen sostiene la vela de la que toma nombre y ella o el niño portan un par de tórtolas.
Virgen de la Candelaria. Santa Cruz de Tenerife.
Virgen de la Candelaria. Córdoba. (s. XVIII)
Fuentes consultadas
-Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 1999.
-Memorial Ostipense, de Antonio Aguilar y Cano, 1975. Reedición.
-La antigua Ostippo y actual Estepa, de Padre Alejandro del Barco. Reedición de A. Recio Veganzones. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa, 1994.
-Catálogo de la Exposición Iglesia de la Victoria. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 2002