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SAN FRANCISCO DE ASÍS EN LA EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE 1929


Con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, fue organizada una “Exposición de Arte” en el Pabellón Renacimiento o de Bellas Artes (actual Museo Arqueológico) contando con grandes obras traídas generalmente de España y más concreto de Andalucía.

Las obras que se exhibían eran cesiones gratuitas de instituciones y particulares, en número superior a quinientas, por lo que la Comisión se vio obligada a rechazar múltiples ofrecimientos ante la falta de espacio. La procedencia de las piezas expuestas era muy variada, sobre todo de iglesias de Andalucía y Extremadura y se componían de pinturas, esculturas, muebles, orfebrería, ornamentos sagrados, armas, joyas y un largo etc. La calidad era muy variada, pero muchas eran realmente muy valiosas, con autores como Rafael, Alejo Fernández, Tiziano, El Greco, Zurbarán, Caravaggio, Murillo, Valdés Leal y Goya en pintura. Imágenes de grandísima calidad también viajaron hasta Sevilla, como San Juan Evangelista de Francisco Salzillo desde Murcia. Sin embargo, la instalación resultó abigarrada y sin orden cronológico por falta de espacio.

(Plano del Palacio de Bellas Artes, Sevilla)

En la Guía Oficial de la Exposición Iberoamericana de 1929 se definió la “Exposición de Arte” del siguiente modo:

Exposición de Arte Antiguo
-Sección 1º - Bellas Artes – Estatuaria y Escultura ornamental – Pintura
-Sección 2º - Artes Santuarias – Industrias Artísticas – Orfebrería y joyería – Metalistería – Indumentarias – Tapicería, Bordados y Tejidos – Mobiliario – Cerámica – Material Industrial y Artístico

Exposición de Arte Moderno
I –Salón Internacional de Bellas Artes – Pinturas, Esculturas, Arquitecturas
II – Artes Decorativas e Industriales





Entre las imágenes que se pudieron contemplar en el Palacio Renacimiento, podemos encontrar la imagen de San Francisco de Asís del Convento de Padres Franciscanos de Estepa.


La imagen de San Francisco de Asís, de reconocida calidad artística, se le atribuía en la época de la Exposición Iberoamericana al escultor sevillano Martínez Montañés. Posteriormente el franciscano Martín Recio encontró en los libros de la Orden Tercera franciscana el pago de noventa y cinco reales al escultor vallisoletano Luis Salvador Carmona por la realización de la obra en 1743. La talla del seráfico padre ha suscitado la admiración de los que la han contemplado; así describe el historiador Aguilar y Cano a “la joya valiosísima de cuya posesión debiera envanecerse Estepa”:


“Nosotros no tenemos ni competencia ni arte para describirla; no tenemos más que ojos para extasiarnos y corazón para sentir aquella hermosísima figura que vive, aquellos miembros sorprendidos por el escultor en su movimiento, aquel rostro por el que circula la sangre, aquellos labios en que no ha hecho más que expirar la oración, aquella mano que tiembla de amor sosteniendo el crucifijo, aquellas llagas que exceden toda realidad, y aquel sayal que se podría en movimiento si el aire lo impulsara.” (1888)

El Pabellón de Bellas Artes fue proyectado en 1910 dentro del primer proyecto para la exposición iberoamericana, y se inscribe dentro del conjunto de la Plaza de América del Parque de María Luisa proyectado por Aníbal González junto al Palacio Real y el Pabellón Mudéjar. Bautizado como Palacio del Renacimiento, fue el edificio más caro de la Plaza de América duplicando el presupuesto del Pabellón Mudéjar. El Pabellón de Bellas Artes cumplió la función de Museo de Bellas Artes hasta los años 40s. El Pabellón de Bellas Artes, es sin duda uno de los edificios mas impresionantes de siglo XX en Sevilla, además de ser un museo en si mismo con múltiples esculturas, artesonado, mármoles, etc a lo largo de todo el edificio, y por supuesto una de las mejores mezclas del eclecticismo en Sevilla.



En la Guía Oficial de la Exposición Iberoamericana de 1929 se definió el conjunto formado por la Plaza de América del siguiente modo:

"La Plaza de América estaba destinada a recibir la espléndida y riquísima colección artística que Sevilla recibe como herencia de los gloriosos genios que dieron fama universal al nombre de España. Anibal González diseñó una plaza con tres edificios historicistas en torno a una fuente con surtidores: el Pabellón Real, de marcado estilo gótico; el Pabellón Renacimiento o de Bellas Artes, del más puro estilo renacimiento español, de piedra blanca que en lo alto se muestra decorado de ricos mármoles, artesonados primorosos y vidrieras policromadas; y el Palacio Mudéjar o de Artes Decorativas, de afiligranada arquitectura mudéjar sevillana, ladrillos y mármoles, azulejos y yesería.


Estos tres edificios contenían “la exposición de Arte Antiguo, la que proporciona a los amantes de él una ocasión singular para admirar tesoros de la Casa Real Española; armas, porcelanas, tapices y cuadros, raras veces expuestos a la vista pública. La Sección Retrospectiva de Pintura expone primitivos españoles y portugueses y cuadros jamás reunidos bajo el mismo techo, de la gran escuela hispana, que se inicia en el siglo XVI y llega hasta el XIX; obras de Velázquez, Murillo, Zurbarán, y los grandes maestros hasta Goya. Las riquezas eclesiásticas tienen representación adecuada e incomprensible en ejemplares únicos de orfebrería, libros de coros y documentos miniados, frontales, tapices, vestiduras, imágenes y rejería. Los Museos de Artes Industriales también han enviados muestras de armaduras, alhajas, marfiles, esmaltes, cerámica, etc.”

Otro evento significativo fue el I Congreso Mariano Hispano – Americano, celebrado entre el 15 y el 21 de mayo, España y America rindieron espléndido homenaje a la Virgen Inmaculada, cuya devoción sostuvo a Colón en su gran empresa. También se celebró una Exposición Mariana en el templo del Salvador y una solemnísima procesión con las principales imágenes de María Stma. que recibían culto en Sevilla durante el descubrimiento y colonización de América.


Los visitantes también podían ver el Museo Provincial, situado en el exconvento de la Merced, donde se encontraban reunidos los lienzos de muchas comunidades y otros procedentes de los pueblos de la provincia. Entre los cuadros de más indiscutible mérito, figuraban de Murillo, Zurbarán, Rodas, Valdés Leal, Castillo, el Greco, Villegas y otros. En este mismo edificio se hallaban instalado el Museo Arqueológico provincial, enriquecido con una colección epigráfica, esculturas romanas de gran mérito, vasos, etc. También conservaba interesantes esculturas paganas y cristianas extraídas de las excavaciones practicadas en Itálica.

La Exposición Iberoamericana de Sevilla, inaugurada el 9 de mayo de 1929 y clausurada el 21 de junio de 1930, ha sido uno de los hechos más importantes de principios del siglo XX para la ciudad de Sevilla. Entre los objetivos de la exposición estaban la reforma urbanística, el fomento de turismo, la creación de puestos de trabajo y mejora económica así como entablar y mejorar las relaciones con países americanos.

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