17/11/11

EL DILEMA DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS: JOSÉ DE MEDINA O DIEGO MÁRQUEZ


Uno de los grandes secretos que guarda nuestra Semana Santa es la autoría de Nuestra Señora de las Angustias. Muchos investigadores han escrito sobre esta autoría y coinciden en la Escuela Antequerana como el origen a investigar de la talla, pero aquí se plantea el inicio y también el dilema en torno a dos escultores del siglo XVIII: José de Medina, malagueño que trasladó su conocimiento de la Escuela Granadina a Antequera, y Diego Márquez, discípulo del primero y gran escultor antequerano que dejó numerosas imágenes en Estepa.

En el Primer Congreso Andaluz sobre Patrimonio Histórico, celebrado los días 17 y 18 de septiembre de 2009, D. José Roda Peña, profesor titular de Historia de Arte de la Universidad de Sevilla, apuntó por primera vez la relación de la imagen de la Virgen de las Angustias con la obra de Diego Márquez y Vega (1724-1779), por similitud con otras imágenes de este artista antequerano. Esta hipótesis se estudió en profundidad en el II Congreso Andaluz sobre Patrimonio Histórico: La Virgen de las Angustias, escultura e iconografía (16 y 17 de septiembre de 2010), abriéndose un gran debate en torno a esta hipótesis. Diego Márquez toma como influencia estilística a dos grandes autores de los que bebe, por un lado su maestro José de Medina y por otro el escultor Luis Salvador Carmona, cuya obra estudia en las imágenes que hizo para Estepa.

La hipótesis que apunta a Diego Márquez queda históricamente reforzada cuando se rastrea el origen de la talla, llevándonos hasta la desaparecida Iglesia de la Victoria del Convento de los Padres Mínimos que se situaba en la calle Ancha. A Diego Márquez se le vincula con la mayoría de las tallas que se situaban en los retablos laterales del templo, como por ejemplo Ntro. Padre Jesús Nazareno (actualmente en la localidad vecina de Marinaleda) y San Blas, el Beato Gaspar Bono o el Beato Nicolás de Longobardo (actualmente en la parroquia de San Sebastián). Sin embargo, se conoce también que las tallas de especial devoción para la comunidad fueron encargadas a artistas destacados en la corte de Carlos III por mediación del Marqués de Estepa D. Juan Bautista Centurión y Ayala, como la talla de San Francisco de Paula de Luis Salvador Carmona.

Una nueva línea de investigación se abrió en la ponencia de D. Antonio Rodríguez Crujera sobre “La Hermandad de las Angustias” en las VIII Jornadas de Historia de Estepa (13, 14 y 15 de septiembre de 2010). D. Antonio Rodríguez apuntó la relación de la Virgen de las Angustias con la familia Lasarte ya que la imagen presidía la hornacina del retablo que la familia tenía en la iglesia y donde se enterraban sus familiares. Así se tiene constancia del enterramiento de María Muñoz de Estepa en 1680 y de don Juan de Lasarte Navarrete en 1613. La iconografía de la Virgen de las Angustias como Piedad sujetando a su Hijo muerto se usó con este carácter funerario para decorar los retablos de enterramientos familiares, y así se pueden pensar que la Virgen de las Angustias fuera encargada por la familia Lasarte para presidir su retablo en la Iglesia de la Victoria. D. Antonio Rodríguez Crujera investigó la historia de la familia Lasarte y encontró un retablo similar en la Iglesia del Antiguo Convento de San Agustín de Osuna perteneciente a unos familiares de los estepeños, actualmente desaparecido. De nuevo nos encontramos con un retablo familiar de carácter funerario y presidido por una Piedad o Virgen de las Angustias.

Este apunte histórico vuelve a abrir la hipótesis de los dos autores, teniendo en cuenta también la similitud de las obras de Diego Márquez con la de su maestro José de Medina. La familia Lasarte, al igual que hizo la comunidad de Padres Mínimos, pudo encargar la imagen a un autor de su confianza distinto del que realizara el resto de imágenes del templo. José de Medina se sitúa así de nuevo en la autoría de la Virgen de las Angustias, aunque no se puede descartar la atribución artística a la obra de Diego Márquez.

Analizando la obra de José de Medina nos encontramos con la similitud de la Virgen estepeña con la Virgen de los Dolores de Jaén. La Virgen muestra grandes ojos, casi ocultos por unos párpados caídos por el llanto. La nariz es recta y alargada, y la menuda boca, entreabierta, deja ver en su interior los dientes superiores. El óvalo del rostro se remata con un pronunciado mentón, centrado por un profundo hoyuelo. El cuello es esbelto y de tipo tubular.


Detalles de las dos imágenes (boca y barbilla)

Por otra parte, el Cristo yacente en brazos de María tiene similitud con los varones de la obra de José de Medina como el Cristo de la Expiración de Jaén o los varones del retablo mayor de la Iglesia de los Remedios.



El dilema continúa abierto: dos autores antequeranos y una Virgen de las Angustias que cautiva a quien se detiene a contemplarla.