La Hermandad del Dulce Nombre de Jesús de Estepa solicitó por petición formar a la Casa General de las hermanas de la Compañía de la Cruz de Sevilla las Reliquias de Santa Ángela de la Cruz y de la Beata Madre María de la Purísima para la veneración de los hermanos. La Compañía concedió dichas reliquias que fueron entregadas el 22 de febrero de 2014, junto al documento de autenticidad, en la Casa General a su Hermano Mayor, D. Fernando Atero Blanco, acompañado por un nutrido grupo de hermanos.
Las Sagradas Reliquias serán veneradas en un ostensorio diseñado y ejecutado por el taller de los Hermanos Fernández de Sevilla, autores de toda la orfebrería del paso de palio. El relicario ha sido donado por un hermano de la Hermandad.
Las reliquias serán veneradas de acuerdo con la normativa de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El relicario ha sido bendecido durante la misa de Ceniza del miércoles 5 de marzo, dándose a besar a todos los que lo han deseado. También se ofrecerá el día 6 durante el primer día de Triduo. Durante la estación de penitencia de la tarde del Miércoles Santo el relicario lucirá en la peana de Nuestra Señora de la Paz, apreciándose desde la calle central de la candelería del palio.
La Hermandad del Dulce Nombre estrecha de esta manera lazos con las hermanas de la Compañía de la Cruz, cuya casa filial en Estepa fue fundada en 1926 con la mediación de D. Antonio Álvarez Sobrevilla. El objetivo que D. Antonio se propuso para traer a las Hermanas de la Cruz a Estepa fue que asistieran a los enfermos pobres en sus domicilios, atendieran un internado de niñas huérfanas y se dedicaran a dar educación cristiana y cultural a hijas de familias humildes de la localidad. Las Hermanas también se hicieron cargo de las casas de la barriada de la calle San Antonio, que D. Antonio construyó para proporcionar vivienda económica a familias obreras y necesitadas por una pequeña renta y que pasar a ser propiedad de sus inquilinos por una pequeña cuota mensual. A la inauguración de la residencia en 1926 asistió Santa Ángela de la Cruz.
La Beata Madre María de la Purísima también tiene vinculación con el pueblo de Estepa, al ser nombrada en 1953 como directora del Colegio, cargo que también ejerció en Lopera (Jaén), Valladolid y Villanueva del Río y Minas. Seis años después, en 1959, recibió el cargo de Superiora de la Casa de Estepa. En 1966 vuelve a Sevilla como Maestra de Novicias y en 1977 es elegida Madre General, cargo que ocupó hasta su muerte el 31 de octubre de 1998. Fue declarada Venerable en 2009 y beatificada el 27 de marzo de 2010 en Sevilla.
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