13/6/12

LA IGLESIA DE LA VICTORIA: LOS RETABLOS DE PIEDRA

La primera orden Mínima dio también sus frutos de santidad en dos de sus hijos que fueron beatificados por Pío VI en 1786, cuyos nombres son: El sacerdote valenciano, llamado Beato Gaspar Bono y el simple hermano lego italiano, Beato Nicolás de Longobardi, nacido en Calabria. Todos los conventos andaluces se volcaron a celebrarles, organizando triduos en sus iglesias, certámenes poéticos y enigmáticas representaciones, y de manera especial movilizaron a pintores y escultores andaluces a esculpir y decorar lienzos, aumentando así la iconografía hagiográfica en sus templos y propagar la devoción al Santo fundador y a sus dos nuevos Beatos. Fue la ciudad de Estepa una de las que celebraron aquel acontecimiento de los dos nuevos bienaventurados Mínimos, con mayores fiestas y regocijos, según nos cuenta el P. A. Barco y García en su libreto, escrito con tal motivo, contándonos las fiestas de su pueblo ‘Torredonjimeno’ en septiembre de 1787 en el que se repiten los festejos que antes se celebraron en Estepa. “Tales fueron las funciones con el que el convento de Estepa les dio ejemplo a los demás conventos que en gloriosa emulación han procurado excederlo; y así fueron tan plausibles los que han hecho los de Osuna, Cabra, La Puente-Genil, Archidona, Úbeda, Andújar, Córdoba, Loja, Málaga y Granada”. Durante el sagrado triduo y festejos celebrados en Torredonjimeno, figuraba un artefacto que imitaba a la famosa Torre de Estepa.

Las imágenes de los dos bienaventurados, concretamente en bulto o escultura, fueron encargadas por el P. Barco, y por él, en parte, costeadas, para las iglesias de la Victoria de Torredonjimeno y de Estepa. De las 4 figuras en talla, el mismo P. Barco y García afirma que “las hizo el gran escultor antequerano D. Diego Márquez de la Vega.” Las imágenes de Estepa se conservan en la iglesia de San Sebastián la de Gaspar Bono y la de Beato Nicolás en las dependencias del Carmen. Las imágenes del citado pueblo jiennense se conservaron en la Iglesia de los Mínimos hasta los acontecimientos de la Guerra Civil en la que desaparecieron.

En los extremos de la Iglesia estepeña de la Victoria se levantaron dos altares iguales, construidos de jaspe blanco con incrustaciones de mármol negro y rojo. En uno de ellos, el de la derecha, junto al camarín de San Francisco de Paula, se veneraba a San Nicolás de Longobardi, y en el opuesto al Beato Gaspar Bono.

El Beato Gaspar Bono fue un santo natural de Valencia que murió en 1604. Después de un fallido intento de profesar como dominico, Gaspar se alistó en el ejército de Carlos V. Herido de gravedad promete ingresar en la Orden de San Francisco de Paula si salía con vida de aquel lance, convirtiéndose en uno de los primeros frailes mínimos que adquirieron fama de beatitud en su época. En un inventario de 1838 se describe su altar como “altar y retablo de piedra con su ara, 2 candeleros y cruz de metal, y en su nicho se halla la efigie de dicho Santo, de bulto, con su Santo Cristo en las manos, velo de damasco listado.”





La imagen del Beato Gaspar Bono (1’50 m x 0’80 m) está realizada en madera tallada y policromada. Se ha representado en actitud de meditación, motivo por el cual lleva en su mano izquierda un crucifijo, realizado en madera de pequeñas dimensiones. El adelantamiento de la pierna y la torsión de la derecha rompen la frontalidad de la figura. El rostro, de fracciones muy marcadas, está trabajado con gran detalle, al igual que las manos. La expresividad se acentúa a través de la boca entreabierta y la mirada perdida. El hábito monocromo hace que la figura resalte como un bloque compacto en el que destacan cara y manos. Se conservaba también en la iglesia “un relicario del Beato Gaspar, su peso 2 onzas y media.”

El Beato Nicolás de Longobardi nació en Lombardía en 1619 y murió en 1709.
La imagen del Beato se encontraba situado en el retablo frontero al anterior. En un inventario de 1838 se describe su altar como “altar y retablo de piedra, ara, 2 candeleros y cruz de metal, una atrilera de madera, en su nicho con su velo la efigie de dicho Beato Nicolás, de bulto, con un niño en sus manos.” La imagen (1,50m x 0’52m) presenta unas características similares a la figura anterior, sobre todo el rostro delgado y la expresión de concentración, lo que hace pensar en la mano de un mismo escultor o una misma escuela. El movimiento está menos marcado siendo ésta mucho más estática. La imagen no se encuentra en buen estado de conservación y necesita una restauración urgente. Sufre perdidas de policromía y elementos como ojos y manos. La talla del Niño Jesús, según se describe desnuda, que portaba en sus manos ha sido extraviada también.









Fuentes consultadas
-Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 1999.
-Memorial Ostipense, de Antonio Aguilar y Cano, 1975. Reedición.
-La antigua Ostippo y actual Estepa, de Padre Alejandro del Barco. Reedición de A. Recio Veganzones. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa, 1994.
-Catálogo de la Exposición Iglesia de la Victoria. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 2002