Los retablos que en su día ornaron las paredes de la iglesia de la Victoria se encuentran esparcidos por diversas iglesias de la comarca (Herrera, Casariche, El Rubio, Badolatosa), e incluso alguno ha traspasado los límites de esta frontera (Puente Genil en la provincia de Córdoba o Puebla de Cazalla en la provincia de Sevilla, e incluso en la propia capital sevillana). Contaba con ocho retablos decorados de madera más el mayor, de similares características, y dos de piedra que aún se encuentran en el emplazamiento de la iglesia. Responden al modelo de retablo-estípite, tipología barroca que va a imponerse en la segunda mitad del siglo XVIII. Estos estípites vienen a remarcar el único vano central en el que se colocaba la imagen a la que estaba consagrado. La prolongación de este hueco en el segundo cuerpo a través de molduras y volutas, nos hace pensar que estas obras están cercanas a aquellas salidas de talleres ecijanos.
En la ciudad sevillana de El Rubio se encuentra el retablo que en su día fue dedicado a San Blas, y actualmente se encuentra en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario como retablo mayor del templo dedicado a su titular.
Este retablo hacia pareja junto al de San Francisco de Sales (actualmente en la Iglesia de Santiago de Puente Genil). El retablo de San Blas se situaba junto al de Santa Lucía, a la izquierda en la nave de la Iglesia de la Victoria.
El retablo de San Blas formaba parte de una serie de cuatro retablos en la nave de la iglesia que, a pesar de tener el mismo estilo del de Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de las Angustias, más cercanos al presbiterio, se diferenciaban de estos en la forma rectangular del marco de los escudos y del medallón del ático y las volutas que lo ornamentan. Los cuatro retablos que componían esta serie eran el de Ntra. Sra. de la Candelaria, el de Santa Lucía, el de San Francisco de Sales y el de San Blas.
Estaba formado por una banca, un cuerpo y un ático. El cuerpo se dividía de tres calles: las calles laterales se decoraban con los escudos de armas sobre marco rectangular de don Juan de Saavedra y Juárez de Figueroa, a quien pertenecía el retablo (según una inscripción que se leía al pie del altar), mientras que en la calle principal estaba la hornacina del Santo. La planta incurvada que presenta este retablo produce un efecto envolvente, contrastado por el ligero adelantamiento de la calle central. El medallón del ático se decora con un busto de San Buenaventura en marco rectangular. El retablo se conserva en buen estado, excepto por los estípites de los extremos que se han perdido.
La imagen titular del retablo se encuentra en la parroquia de San Sebastián. La imagen realizada en madera policromada y estofada de 1’60 m x 0’70 m data del siglo XVIII de autor anónimo pero recientemente atribuida a Diego Márquez. San Blas se representa ataviado con la mitra, báculo y capa propia de su lugar como obispo dentro de la jerarquía de la Iglesia. La frontalidad de esta imagen está apenas rota por un ligero adelantamiento de la rodilla derecha, que produce en el atuendo una ligera torsión de los pliegues. Aunque el rostro es bastante inexpresivo, el tratamiento de los ropajes está bastante elaborado sobre todo en la policromía destacando, en este sentido, la capa pluvial minuciosamente decorada con representaciones de santos insertos en óvalos de fondo áureo. Relacionado con la imagen de San Blas, se conservaba en la iglesia “un pectoral de San Blas de plata”.
San Blas era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Fue obispo de Sebaste (Armenia), en la segunda mitad del siglo III, e hizo vida eremítica en una cueva del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV. Se le considera protector contra las enfermedades de garganta y su festividad se celebra el 3 de febrero.
Ver también:
-San Blas, tradición de 25 años
Fuentes consultadas
-Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 1999.
-Memorial Ostipense, de Antonio Aguilar y Cano, 1975. Reedición.
-La antigua Ostippo y actual Estepa, de Padre Alejandro del Barco. Reedición de A. Recio Veganzones. Ed. Iltmo. Ayto. de Estepa, 1994.
-Catálogo de la Exposición Iglesia de la Victoria. Iltmo. Ayto. de Estepa. Estepa, 2002
Fotografías: Helicón, J. Vázquez