13/3/11

EL CRISTO DEL PREGONERO


Entre versos desgarrados
quisiera pintar tu figura,
tu mirada allí perdida
y tu eterna y sentida amargura

Eres el río
que en su delta muere,
caduco árbol
que en otoño yace;
Eres la flor
que se marchita
como vela consumida,
La luz que oscura se torna
como el paso de la vida;
Eres la marcha cofradiera
que entona sus últimas notas
cual enlutada sinfonía
del réquiem que se agota.
Eres el verso emocionado
del pregonero que canta
y la saeta pura y limpia
que sale de la garganta;
Eres el camino que se corta
Y el tiempo que nunca acaba.

Ahora recuerdo tu cara
entrando triunfal a Estepa
aquella tarde bendita
entre vítores y palmas
subido en Tu borriquita.

En los brazos de tu Madre
todo un barrio te lloraba
y allí en la calle la Puente
con Angustias te rezaba.

Estepa Te vio subir
al cielo en la madrugada
consolar quiso a tu Madre
de angustias coronada.

Mis ojos de fe verán
por amor tu cuerpo inerte,
llorarán pues tu Calvario
en la cruz Tu Buena Muerte.

Entre sabios y doctores
con tus manos bendecías
al pueblo que a Tu paso
Dulce Nombre te decía.

Estepa imploró perdón
y atarse quiso contigo
y amarrado en su pecado
te nombro su Santo Cristo.

Con el peso de un madero
en la Cuesta Te veré;
al caerte Te miré
gritando Tu nombre, Jesús,
¡déjame seguir contigo
“pa” llevar siempre Tu Cruz!

Estepa lloró la pena
de su duro y cruel destino
y lloró también Tus Dolores
en el fin de tu camino.

Con este tu caminar
por mi pueblo en Semana Santa
gritaré “pa” que todos lo sepan
¿quién puede decirte, Señor,
que no eres el Cristo de Estepa?

Quisiera ver Tu mirada
siempre clavada en el suelo
y secar bien Tus heridas
cuando esté contigo en el Cielo.

Dame Paciencia Señor,
Tu Humildad también la Quiero,
pues siempre serás para mí
El Cristo del Pregonero.


Fotografías y texto:
-Hermandad del Dulce Nombre