19/8/10

HACIA 1905: LOS ROMANOS DE ESTEPA ANTE LA CILLA



A partir del siglo XVIII, y con distintas formas, en los cortejos procesionales de las Semanas Santas andaluzas se introducen los soldados romanos como elementos de representación. Pero no es hasta el último tercio del XIX cuando estas centurias (con más imaginación que rigor histórico) se organizan. Hay “romanos” no solamente en Sevilla, sino en muchas Semanas Santas de ciudades y pueblos, y el tema es tan indicativo del entendimiento andaluz de la representación pública de la Pasión que merecería un estudio que hasta ahora no hemos encontrado en profundidad, salvo algunas contribuciones a los casos concretos de la Macarena, Puente Genil, Arcos de la Frontera, etcétera.

La fotografía que nos envía don José Llamas Crespo recoge cuanto decimos, a comienzos de este siglo, en la ciudad de Estepa. Como se ve, es el atuendo “romántico” de los romanos de Semana Santa, caracterizado por el uso de un mantolín, aún si prodigarse la utilización de coraza. Tal modelo lo vemos también en fotografías sevillanas de la época, en conjuntos de “romanos” que no pertenecían a ninguna cofradía en concreto, sino que se alquilaban a las que tenían costumbre de llevarlos en sus cortejos, del mismo modo que ahora puedan hacerlo las bandas de música. Este esquema, según hemos podido estudiar, es el que en el caso sevillano, se rompe con la Hermandad de la Macarena, que incorporó a los “romanos” de venales en hermanos; algo así, podríamos decir, como ha sido en nuestros días el proceso de incorporación de los costaleros y de los músicos de las bandas al cuerpo de penitentes de la hermandad mediante un proceso de integración. Igualmente, por extendernos en la comparación sevillana, es el bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, fundamental para la acuñación del canon de la norma cofradiera sevillana, el que abandona el modelo de estos armaos románticos de mantolón para diseñar el atuendo de la Centuria Macarena que, como suele ocurrir con los hallazgos de Sevilla, influyó indudablemente en toda Andalucía.

Enmarcada así la fotografía en sus coordenadas históricas y artísticas, pasemos a su explicación. De ella nos dice el señor Llamas Crespo: “Bajo la torre de San Sebastián, los romanos de Estepa (de Jesús Nazareno y del Santo Cristo), de los que nuestro personaje “Levita” fue capitán años después, desfilan por la calle Cilla, haciendo “el paseillo” anterior a la procesión. Detrás marcha el batallón infantil, que he podido ver con lupa sobre el original de la fotografía. Eran –añade nuestro comunicante – los primeros años del siglo actual. Todo el edificio de la derecha era la Cilla, en donde se almacenaban los granos que se entregaban a la Iglesia para los diezmos.”

15 de Abril de 1984. ABC