10/10/09

EL TERREMOTO DE 1755

El terremoto de Lisboa de 1755 tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755, el día de Todos los Santos para los católicos. Lejos de aquí, a 37º Norte y 10º Oeste, en la zona denominada falla Azores-Gibraltar se produjo el terremoto formado por varios temblores entre las 9:50 y las 10:12. La duración del mayor fue de 120 segundos y alcanzó una intensidad máxima de X, la máxima en la escala de la época. Fue uno de los terremotos más destructivos y mortales de la historia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.



El sismo fue seguido por un maremoto y un incendio, causando la destrucción casi total de Lisboa. El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones coloniales de Portugal durante el siglo XVIII. El acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando progresos importantes en la teodicea y la filosofía de lo sublime.

Además, al ser el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, señaló el nacimiento de la sismología moderna. Los geólogos estiman hoy que la magnitud del terremoto de Lisboa sería de un 9 en la escala de Richter, con su epicentro en el océano Atlántico a unos 200 km al oeste-sudoeste del Cabo de San Vicente.

1. El terremoto de 1755 en Lisboa

Los informes contemporáneos indican que el terremoto duró entre tres y medio y seis minutos, produciendo grietas gigantescas de cinco metros de ancho que se abrieron en el centro de ciudad. Los supervivientes huidos en pos de seguridad al espacio abierto que constituían los muelles pudieron observar como el agua retrocedía, revelando el lecho del mar, cubierto de restos de carga caída al mar y los viejos naufragios. Cuarenta minutos después del terremoto, tres maremotos de entre 6 y 20 m engulleron el puerto y la zona centro, subiendo aguas arriba del río Tajo. En las áreas no afectadas por el maremoto, los incendios surgieron rápidamente, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.


De una población lisboeta de 275.000 habitantes, unas 90.000 personas murieron. Otras 10.000 murieron en Marruecos, en Ayamonte (Huelva) murieron más de 1000 personas, y se registraron víctimas y daños de consideración en más puntos del sur de España y de por toda la península ibérica.[

]El ochenta y cinco por ciento de los edificios de Lisboa resultaron destruidos, incluyendo palacios y famosas bibliotecas, así como la mayoría de los ejemplos de la arquitectura manuelina, distintiva del siglo XVI portugués. Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego. El recién estrenado Teatro de la Ópera (inaugurado solamente seis meses antes), resultó destruido por el fuego hasta sus cimientos. El Palacio Real, situado junto al río de Tajo fue destruido por los efectos sucesivos del terremoto y el maremoto, al igual que el Teatro Real situado frente al palacio. Dentro de éste, la biblioteca real que constaba de unos 70.000 volúmenes, así como de centenares de obras de arte, incluyendo pinturas de Tiziano, Rubens y Correggio, resultó destruida.


Los archivos reales desaparecieron junto con los detallados expedientes históricos que describían las exploraciones de Vasco da Gama y otros exploradores tempranos portugueses. El terremoto también destruyó importantes iglesias de Lisboa, como la catedral de Santa María, las basílicas de São Paulo, Santa Catarina, São Vicente de Fora, y la iglesia de la Misericordia. El Hospital Real de Todos los Santos (el hospital público más grande de la época) fue consumido también por el fuego y centenares de pacientes murieron carbonizados. La tumba del héroe nacional Nuno Álvares Pereira se perdió también. Los visitantes de Lisboa pueden todavía caminar entre las ruinas del Convento do Carmo, que fueron preservadas para recordar a los lisboetas la destrucción causada por el terremoto.


Se dice que muchos animales detectaron el peligro y huyeron a un terreno más elevado antes de que llegara el agua. El temblor de Lisboa fue el primer evento de su tipo documentado en Europa.



2. El Terremoto de 1755 fuera de Lisboa.
Lisboa no fue la única ciudad portuguesa afectada por la catástrofe. En todo el sur del país, sobre todo en el Algarve, la destrucción fue general. Hay que añadir que también muchas ciudades del sur de España sufrieron una suerte de destrucción parecida.

Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y África del Norte. Maremoto de hasta 20 m de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico. Un maremoto de 3 m golpeó también la costa meridional inglesa.

En España produjo al menos 5.300 muertos según el recuento de la época y abundantes daños. Algunas de las ciudades más afectadas fueron:

-Sevilla: hubo nueve víctimas fatales, el 89% de las viviendas resultaron dañadas y afectó incluso a la Giralda.

-Salamanca: sufrieron importantes daños muchos de sus edificios. Entre ellos, la catedral nueva, en la que fueron de tal magnitud, que se barajó la posibilidad de derribar su torre ante el peligro de desplome, y se tuvo que desmantelar la cúpula del cimborrio de la misma catedral para volverla a levantar posteriormente. Sufrió también el claustro de la catedral vieja, el Colegio Viejo, que hubo que derruir, el palacio del obispo y especialmente la linterna de la cúpula de la iglesia de la Clerecía, que hoy todavía puede verse seriamente inclinada desde el Patio de Escuelas. La inclinación de la torre de la catedral se palió con el levantamiento de un talud en la cara oeste que todavía subsiste. Por suerte, no se produjeron en dicha ciudad víctimas fatales. En agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio catedralicio, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre hasta la esfera armilar, llamada La Bola, que la corona.

-Coria, (Cáceres): el terremoto derrumbó la cubierta de la Catedral, sepultando a numerosos fieles que se hallaban congregados en misa en aquel momento. Además, desvió el cauce del río Tajo a su paso por la localidad y dejó el puente de piedra que lo cruzaba, alejado del nuevo cauce y sin utilidad.

-Valladolid: la torre de la catedral sufrió graves daños, derrumbándose en 1841.

-Palencia: la torre de la Iglesia de San Miguel tuvo que ser protegida, ya que casi se desploma.

-Jaén: las torres de la Catedral se agrietaron y la estabilidad del edificio se vio comprometida, lo que obligó a la construcción del Sagrario —en 1761— para darle consistencia a la estructura.

-Alcaudete: se produjeron numerosos daños, como los de su castillo, el que aun habitado en aquella época, tuvo que ser abandonado por los destrozos.

-Baeza: La catedral de Baeza se desplomó, así como la gran cúpula de la capilla de San Andrés.

Las costas de las provincias de Huelva y Cádiz fueron afectadas gravemente por el maremoto posterior: En Ayamonte murieron 1.000 personas; en Lepe se produjeron 400 muertes, además de la destrucción del 81% de su flota pesquera. En Cádiz las altas olas rompieron las murallas portuarias, y el mar invadió la ciudad tres veces, falleciendo numerosas personas. Conil de la Frontera se vio afectado destruyendo parcialmente la torre de castilnovo , y en Sanlúcar de Barrameda, Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera, hubo cuantiosas víctimas y desperfectos.

En Cádiz la ola del maremoto alcanzó los 15 m de altura, frente a los 5 m de Lisboa. En Madeira el mar subió 4 m, y en Oporto 1 m. En Ceuta, Cornualles y Gibraltar fueron 2 m.

La posiblemente única consecuencia positiva del terremoto fue la conformación en la costa de Huelva de una isla donde tras los sucesos del citado 1 de noviembre se fundó la ciudad de Isla Cristina.

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