5/8/09

CERRO DE SAN CRISTÓBAL


El Conjunto Monumental del Cerro de San Cristóbal ocupa una meseta que corona el cerro, un recinto alargado en forma de triángulo con una longitud de 450 metros, y una anchura máxima de 175 metros. Este recinto en forma de almendra, se puede considerar como el núcleo original del asentamiento de Estepa.

El valor estratégico de este promontorio, determinado por la situación geográfica, ha supuesto que este lugar haya sido elegido por las distintas civilizaciones que han pasado a lo largo de la historia. Este conjunto de cualidades estratégicas supuesto que el primer asentamiento fortificado corresponda al Bronce final Pre-colonial, y del cual se conservan restos de muralla de tipología tartésica. De época romana son las termas excavadas recientemente. El desarrollo de la cerca actual se produce en época medieval y en dos momentos concretos, el asentamiento musulmán y la posterior ocupación cristiana. Posteriormente, ya en plena época cristiana. Posteriormente, ya en plena época cristiana, se asentaron los marqueses en el alcázar, y con ellos distintas órdenes religiosas de procedencia italiana, como los nuevos dueños de la ciudad.


Todo el recinto amurallado denominado Castillo-Palacio se encuentra declarado B.I.C. (Bien de Interés Cultural). La presencia musulmana se pone en evidencia en el trazado de las torres cuadradas, mientras que la ocupación almohade (siglo XII) incorpora los originales elementos de defensa que caracteriza su presencia, como son la coracha, las torres poligonales, los antemuros y las puertas en recodo. La torre ochavada, usada como mausoleo, y actualemente como Oficina de Información Turística, es un bello ejemplo de esta época.
La alcazaba fue originalmente una construcción árabe, que posteriormente se convirtió en alcázar cristiano, y más tarde fue residencia-palacio de los Marqueses de Estepa.

Dentro de este recinto se encuentran distintos monumentos de un importante valor patrimonial. La Iglesia de Santa María La Mayor, (Bién de Interés Cultural), es una construcción del siglo XV y XVI, que sigue los modelos de los templos-fortalezas propios de las órdenes militares, construyéndose como es habitual sobre una antigua mezquita e iglesia mudéjar. La Torre del Homenaje, estilísticamente corresponde al gótico tardío, construida a finales del siglo XIV, por el trigésimo tercer maestre de al Orden de Santiago. Su construcción corresponde posiblemente a un proceso de señorialización, y del control interno del territorio de la Encomienda, más que a razones puramente militares defensivas, como se pone en evidencia la construcción de otras torres similares en tierras extremeñas, por el mismo maestre.

La construcción del Convento de Santa Clara de Jesús y de su Iglesia hay que enmarcarla en un contexto político y social muy concreto. Se trata de la primera gran operación urbana del marquesado, en la que en aquel momento era el centro neurálgico de la ciudad. El conjunto formado por el templo y el convento de Santa Clara de Jesús es una réplica arquitectónica al estilo retrogrado empleado por la Órden de Santiago simbolizado en Santa María. Supone una ruptura con el pasado desde el puto de vista arquitectónico, pero también esta operación urbana de envergadura es una muestra de la nueva realidad histórica. Se pretende dejar claro quiénes son los nuevos dueños de la ciudad. Tanto templo como convento se construyen en su mayor parte en el siglo XVII, ya bajo influencia del barroco.

El Convento de San Francisco y la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia se encuentran ubicados en una zona aislada del resto de edificaciones, fuera del recinto amurallado, donde antiguamente se encontraba la ermita de San Cristóbal. La presencia de los Franciscano en Estepa se remonta a finales del siglo XVI, aunque las obras del convento y la iglesia sólo se inician tras la donación económica del tercer marqués de Estepa D. Juan Bautista Centurión en 1603. Tras diversas vicisitudes, las obras de la iglesia se prolongaron hasta 1646.

Son varias las razones por las cuales el visitante debe de conocer este monumento, entre ellas se ha de resaltar la escultura de San Francisco de Asís, obra del escultor Luis Salvador Carmona, cuya contemplación bien merece desplazarse expresamente a Estepa.