21/7/09

LA HISTORIA DE 50 AÑOS DE NIÑOS NAZARENOS

Es una de esas historias que no caben en un puñado de palabras porque pertenecen al patrimonio de nuestra memoria, de nuestro sentir. Cada Domingo de Ramos volvemos a ser niños, con el olor de la ilusión al filo de la ansiedad, delante de los puestos de baratijas multicolor de los Mesones, con la ropa de estreno que siempre se mancha del primer helado de la temporada, el ochío en el bolsillo y la luz espesa de las tardes de primavera. Cincuenta años que han pasado como un soplo, desde que Don Manuel Lassaletta y mi padre, promovieron esta hermandad para que los niños tuvieran un sitio propio en nuestra Semana Santa.

Han sido cincuenta Domingos que cabalgamos a lomo de una borriquita, que pisó los toscos adoquines en hombros y costales de estepeños, mientras crecia y se consolidaba una cofradía que hoy se escribe con todas las letras mayúsculas, por el sentido real de la relación entre los hermanos que en este cincuentenario han sabido honrar a sus predecesores, a los niños y a su pueblo.

A los primeros con gratitud y honores, a los niños con una Cruz de Mayo al más puro estilo cofrade, y al pueblo con varios actos conmemorativos que van desde el pregón del Cincuentenario Fundacional de la hermandad a cargo del primer Pregonero estepeño, Juan Luis Machuca Fernández, hasta dos ponencias poéticas de Antonio García Barbeito, Un Cuento de Navidad y Las Otras Figuras de la Pasión; pasando por la edición de un cartel y una medalla conmemorativa de tan importante efeméride.

Pero sin ninguna duda, el acto más relevante de toda esta celebración ha sido la bendición del Señor el pasado mes de febrero, que forma parte del conjunto escultórico que Francisco Berlanga está realizando para la cofradía y que vemos finalizando en los próximos años.

Cada Domingo de Ramos ese misterio saldrá a iluminar la mirada de los niños, algunos de los cuales ya son mucho más mayores que la hermandad. Será como la primera vez que vino a Estepa y ese es nuestro misterio que nos gusta encontrarnos con la magia de la ilusión, con la ansiedad de las vísperas, con la borriquita que va dentro de cada nuestro sentir cofrade y estepeño.

Ahora, estamos en las fiestas de nuestro pueblo, y es momento de honrar y agradecer ese trabajo bien hecho durante cincuenta años, por tantos estepeños, felicitar a la Hermandad de los niños por este aniversario y por ser hoy parte inseparable de nuestra historia, nuestra memoria y nuestra tradición.

Antonio Caballero Toro
Hermano de la Borriquita y pregonero de Estepa
Revista de Feria de Estepa, Agosto de 2004
Detalle de los niños en el misterio de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén:
-Un niño empuja a una borriquita pequeña para que continúe tras el Señor
-Una madre arrodillada acompaña a su hija delante del Señor
- En la trasera del misterio, tras el olivo, un niño nos anima a todos a que sigamos al Señor