Además, durante el devoto besamanos la Santísima Virgen ha lucido junto a la nueva saya el manto de terciopelo azul pavo que ha sido recientemente restaurado, enriquecido y ampliado por el taller de Julián Martínez González. El proceso, que ha sido costeado por un devoto, ha consistido en la limpieza integral de todas las piezas, traspasado a nuevo soporte de terciopelo, reintegrando las pérdidas de canutillos e hilos de seda, ampliando la obra con piezas de nueva factura en hilos y canutillos de plata y cordoneado en hilo de oro. Para la ocasión, la Inmaculada Concepción ha recuperado una estampa antigua con el manto sobre los hombros y sin llevarlo recogido y terciado.
La Hermandad amplia y recupera así el patrimonio relacionado con esta antigua devoción estepeña que llegó a contar con una hermandad e iglesia propia, y que desde 1995 se encuentra integrada en la Archicofradía de Paz y Caridad.
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