22/8/17

LA REALEZA DE MARÍA. LA VIRGEN DE REINA


Coronación de la Virgen. Peter Paul Rubens
El fundamento teológico de la Realeza de María se incluye en el contexto de la glorificación mariana, concretamente en la temática de la Asunción, en la que María fue llevada a los cielos en cuerpo y alma, por su papel en la maternidad divina y al ser preservada de pecado original, en su pleno inmaculista. Por ello, María puede ejercer un papel de mediación junto a Dios, al ser glorificada en el cielo, fundamentada ya en el Antiguo Testamento en un paralelismo bíblico con el concepto de la “gebira”, reflejado en el Libro de los Reyes (1RE 1, 15;2, 18) por lo cual en la dinastía davídica, Betsabé, la Madre del Rey Salomón, tenía un papel primordial, que era interceder por sus súbditos ante el monarca, su propio Hijo, por lo que se sentaba en un trono a su derecha para imponer justicia. Esta visión de María, como Reina del Cielo, se recogería ya en textos apócrifos desde el siglo VI por Gregorio de Tours, e incluido posteriormente en el siglo XII por Jacobo de Vorágine en la “Leyenda Dorada”.

María, por ser Madre de Jesús, el Redentor y Señor del Universo, participa en la soberanía y realeza de su Hijo, que es Dios y que con toda razón pudo de decir: “Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”. Jesús, por el inmenso amor que profesa a su Madre María, la hace Mediadora Universal de todas las gracias. A los siete días de haber celebrado la fiesta de la Asunción de María a los cielos sin haberse corrompido su cuerpo virginal, del que nació Cristo, honra la Iglesia con esta festividad que viene a ser como una continuación lógica de aquella.

Esta doctrina ha sido enseñada siempre por los Santos y por el Magisterio de la Iglesia. Todos los Santos han cantado a una su realeza.
-“Al meditar y considerar devotamente las insignes y excelencias de los meritos por los cuales la Reina de los cielos, Virgen Madre, gloriosísima de Dios, encumbrada sobre los tronos celestiales, brilla entre los astros como estrella de la mañana” Papa Sixto IV, Constitución Apostólica Cum praeexcelsa, 28 de febrero de 1476
-“La Virgen está realzada con diadema de estrellas por su Hijo Dios, sentada ante Él como Reina y Señora del Universo”. León XIII, 1894
-“Salve, Reina de todo el género humano”. San Andrés de Creta.
-“María como Reina, Soberana, Señora y Madre verdadera de Dios, fue trasladada a las regias mansiones de los cielos, y puesta en posesión de los bienes de su Hijo, para que reciba los homenajes de toda criatura… porque el Hijo sometió a su Madre todos los seres creados”.
-“Tenía una corono de doce estrellas. Digna ciertamente de ser coronada con estrellas aquella cuya cabeza resplandece mucho más fulgurante que los mimos astros, a los cuales más bien adorna que es por ellos adornada”. San Juan
-“Reina de todos y más gloriosa que los reyes todos de la tierra” San Germán de Constantinopla.

La liturgia también añade el capítulo 12 del Apocalipsis donde la Iglesia y los Padres han visto siempre referencia a María aunque directamente se refiera a la Iglesia: “Y apareció una Mujer que tenía la luna como escabel de sus pies y estaba coronada con doce estrellas”. En el tiempo Pascual se canta el “Reina del cielo”, “Ave Regina coelorum”, “Ave Domina Angelorum”… En las Letanías lauretanas se invoca la Realeza de María cuando se recita “Reina de los ángeles, Reina de los patriarcas, Reina de los profetas, Reina de los apóstoles, Reina de los mártires, Reina de los confesores, Reina de las vírgenes, Reina de todos los santos, Reina concebida sin pecado original, Reina asumpta al cielo, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz”.

El mundo artístico sería un buen reflejo de esta temática mariana, expresada ya desde el siglo XIII en el campo literario en los textos de Dante en su célebre “Divina Comedia”, que sitúa la escena en el noveno cielo, recogiéndola posteriormente autores castellanos de la talla de Pedro López de Ayala (1332-1407), el Marqués de Santillana (1398-1458), Juan del Enzina (1469-1529), Fray Ambrosio de Montesino (1488-1512), Gil Vicente (1470-1539), Alonso de Bonilla, Alonso de Ledesma (1562-1623), o el propio Fray Luis de León en estos magníficos textos:

De ángeles sois llevada,
De quien servida sois desde la cuna:
De estrella coronada
Cual reina habrá ninguna
Pues por chapín lleváis la blanca luna.

Las artes plásticas fueron también muy pronto testigo de la nueva advocación mariana. Desde el período bizantino, María comenzaría a ser representada sobre un trono real llevando al Niño Jesús en sus brazos, como lo muestra la tabla del siglo VI conservada en la iglesia de Santa María in Trestevere en Roma. Sería en Occidente donde el tema iconográfico de la Coronación de María tuvo un amplio desarrollo, con múltiples variantes a la hora de ser representada, siendo las más usadas la Virgen Coronada por los ángeles, de raíces orientales, la Virgen Coronada por Cristo como Reina de los Cielos, muy dado en el mundo bizantino, como podemos observar en el mosaico del ábside de Santa María la Mayor de Roma, y María coronada por la Trinidad, que popularizaron autores de la talla de El Greco (siglo XVI) o Velázquez (1642), inspirada a su vez en su grabado de Durero.

Ábside de Santa María la Mayor de Roma

Tímpano de la catedral
Coronación de la Virgen. El Greco.

Coronación de la Virgen. Velázquez
El arte hispalense cristiano desde la época medieval recogería ya algunas interesantes muestras de esta temática mariana en las pinturas murales del siglo XIV, conocidas como la Virgen de Rocamador (Parroquia de San Lorenzo), o la Virgen de la Antigua (Catedral de Sevilla), plasmada como vírgenes coronadas por ángeles.
Virgen de Rocamador. Sevilla
Virgen de la Antigua. Sevilla
Posteriormente en el mundo barroco se popularizaría el motivo iconográfico, siendo una interesante muestra la obra que Andrés de Ocampo realizaría para el Convento de Montesión, hoy conservada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, y la pintura que Lucas Valdés realizara a principio del siglo XVIII, conservada hoy en el coro bajo del Convento de Santa Paula, conociéndose una variación hecha por el taller del pintor que es la que se ubica en el Hospital de la Santa Caridad, preciosos ejemplos de la representación de María coronada por la Santísima Trinidad.

Virgen de la Asunción con corona, cetro y
bastón de mando por ser Patrona de Estepa
La Virgen María se empezó a representar con vestido y corona de reina, especialmente en las tallas de vestir a partir del siglo XVI y durante el barroco del siglo XVII y XVIII. Los reyes y nobles empezaron a regalar sus mantos y ropas a las imágenes, amén de aparecer dicha iconografía en pintura y escultura. La Realeza de María se simboliza en las Dolorosas en la corona, símbolo de la soberanía, y en las imágenes de Gloria en la corona y el cetro, símbolo de la autoridad. Las imágenes lucen también joyas admirables que le han sido donadas por los fieles a lo largo de la historia, como broches, collares, anillos o pulseras que manifiestan el cariño por la Virgen, exaltándose como la reina enjoyada con oro de Ofir que se cantara en el salmo 44:

De pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida a tu pueblo y la casa paterna,
prendado está el rey de tu belleza;
póstrate ante él, que él es tu Señor.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.


Virgen de los Dolores con corona de reina

La imagen puede llevar también el bastón de mando de Alcaldesa perpetua cuando es patrona, estar condecorada con la medalla de oro de la ciudad o la villa y rendirle honores militares, imponiéndoles el fajín de General, rojo de entorchados y borlas confeccionadas en hilo de oro.

La Realeza de María fue instituida como Verdad Fundamental en 1954 por Pío XII, celebrándose su festividad el 22 de agosto. El Cabildo de San Pedro de Roma permite celebrar el acto litúrgico de la Coronación Canónica de María Santísima, bien mediante bula pontificia o mediante otorgamiento del obispado, a aquellas imágenes que cumplan una serie de requisitos.


Coronación Canónica de Mª Stma de la Esperanza de Estepa. 2002
Artículos consultados:
-Realeza de la Virgen María. Rafaes
-Fiesta de María Reina. Aciprensa
-La Coronación de la Virgen María como Reina del Universo. Franciscanos.org
-22 de agosto, fiesta de la Realeza de María. La Opinión Cofrade.
-Coronación de la Virgen María como reina de todo lo creado. Foros de la Virgen.
-La Realeza de María. L Aniversario de la Proclamación. Rafaes
-Los símbolos del poder. Demetrio E. Brisset Martín. Gazeta de Antropología.
-La coronación de la Virgen en la decoración de los tímpanos góticos españoles. M. Axcárate de Luxán. Universidad Complutense de Madrid.
-La iconografía de La Coronación de la Virgen en la pintura italiana bajomedieval. Análisis de casos. J. M. Salvador González. Universidad Complutense de Madrid.
-Las Coronaciones Canónicas en Andalucía. La Hornacina
-Los nueve requisitos para coronar a una Virgen. M. J. Rodríguez Rechi. La Hornacina
-Significado del rito de coronación de una imagen de la Virgen. Francisco Conesa. Universidad de Navarra.
-Coronación Canónica de María Santísima de la Esperanza. Devociones de Estepa.
-X Aniversario de la Coronación de la Esperanza. Devociones de Estepa.
-Vestidos de la Virgen María, la Virgen del Rocío. Brabander, artículos religiosos.
-El fajín militar en las imágenes de la Virgen de Estepa. Devociones de Estepa. 2017

Especial "Vestidor":
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-La realeza de María. La Virgen de reina. Devociones de Estepa. 2017
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