3/9/16

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen se sitúa en la plaza del mismo nombre. La primitiva fundación y origen de este templo se debe a la Ermita de origen santiaguista dedicada al Cristo de la Sangre y al Hospital de Corpus Christi que, desde mediados del siglo XVI, existían en lo que hoy es el Carril de Santa Clara junto a la torre de la muralla que todavía hoy se conserva. La manutención del Hospital del Corpus Christi corría, desde 1540 e incluso antes, a cargo de la cofradía de la misma advocación. En el siglo XVII la ermita y el hospital se encontraban arruinados, por lo que se trasladaron bajo el patrocinio de Juan Martín Formariz, al lugar que hoy ocupan en la "esquina de Santa Ana a Mesones".

Durante la duración de las obras de la nueva iglesia, la marquesa doña Leonor María Centurión y Mendoza regala a la ermita la imagen de Nuestra Señora del Carmen, que fue depositada en el convento de la Victoria mientras que terminaban las obras de la iglesia. Al llegar la Virgen a la iglesia fue colocada en el retablo de la derecha, ocupando el lienzo del Santo Cristo el altar mayor. Con el auge de las hermandades del Rosario en la villa y el aumento de la devoción a la imagen de Nuestra Señora del Carmen, se fundó en esta iglesia el día 2 de junio de 1702 la Hermandad del Santo Rosario de Nuestra Señora del Carmen. Las dos hermandades de la iglesia entraron en conflicto por el mantenimiento del hospital, y ante la preeminencia de la nueva corporación, la cofradía del Corpus Christi se fusionó en 1728 con la Hermandad del Rosario del Carmen, pasando ésta a regentar el hospicio de pobres transeúntes. En 1744 se fundó en la iglesia la Cofradía del Carmen por bula otorgada a la Orden Carmelita y en 1800 se funda la Venerable Orden Tercera de Ntra. Sra. del Carmen. El citado Hospital se extinguió a lo largo del siglo XIX.

La Hermandad del Carmen aumentó su importancia en la iglesia sobre la del Santo Cristo de la Sangre y llevó a cabo la ampliación de la iglesia, que sólo llegaba antes hasta el sitio que ocupa el púlpito, el antepresbiterio. La obra de la iglesia, o mejor dicho del camarín, capilla mayor, sacristía y casa del santero, se hizo a costa de esta hermandad, resultando de sus cuentas. Todas estas reformas fueron posibles por limosnas de los fieles y un documento del convento de San Francisco de Asís aseguró que participó otro miembro de los Formariz. Por lo tanto, la iglesia comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XVII, aunque se completó y decoró principalmente en el siguiente siglo.

En la calle Cristo de la Sangre se pueden contemplar estructuras pertenecientes a una anterior construcción a la reforma de la iglesia. Aparecen cuatro pilares adosados, unos de sección octogonal y otros con baquetones y escocias, al parecer anteriores al templo y de estilo gótico-mudéjar, quizás pertenecientes a una edificación anterior que no se llegó a ejecutar, o bien que fue reconstruida al edificarse el actual templo. En la reciente restauración ha aparecido en este costado una puerta de entrada a aquella construcción.

La iglesia fue construida con mampuesto y ladrillo, tiene planta de una sola nave y camarín adosado a la cabecera, bajo el cual se aloja la sacristía. Se cubre mediante una bóveda de medio cañón rebajada con fajones y lunetos, media naranja sobre pechinas en el antepresbiterio y con bóveda vaída en el presbiterio; en la sacristía, una columna central de jaspe rojo soporta cuatro boveditas de arista, cubriéndose el camarín con media naranja sobre pechinas. Los muros están revestidos de ricos jaspes, y los arcos y bóvedas aparecen decorados por diversos motivos en madera de rica marquetería y prolija talla aplicados directamente sobre el paramento, o en tableros que revisten pilares y pilastras, o con pinturas, componiendo un conjunto armonioso con los retablos y tabernáculos. La decoración de la iglesia es de claro estilo rococó y se centra en torno a la advocación mariana de la Orden Carmelita.


La bóveda de la nave alberga en cada uno de sus tres tramos una escena carmelitana enmarcada por una movida cartela central: La entrega del escapulario a San Simón Stock, San Elías contemplando la nube y San Elías en el carro de fuego. En los medios puntos laterales del antepresbiterio nos encontramos con una escena central rodeada por su lado curvo por una serie de episodios de la vida de la Virgen. En el cuadro de la izquierda aparece como tema principal San Elías. En torno a esta escena la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento de Cristo, La Circuncisión y Jesús entre los Doctores (misterios gozosos). Del otro lado se halla la Apoteosis de la Inmaculada, orillada por las escenas de Pentecostés, Ascensión, Asunción y la Coronación de la Virgen (misterios gloriosos). En San Sebastián se encuentra un Calvario rodeado con las escenas de los misterios dolorosos, muy similar, a estos dos cuadros, con similar composición y técnica, que perteneció al coro de la Iglesia conventual de la Victoria. Estos tres lienzos grandes de medio punto forman juntos un conjunto con los misterios del Rosario. Son lienzos de mediados del siglo XVIII, al igual que los de la bóveda, relacionados con Manuel de Jódar.


Las ocho pilastras del templo se decoran con relieves en marcos dorados ovalados, del siglo XVIII, que representan a Santa Bárbara, Santa Lucía, San Francisco de Paula, San Francisco de Asís, y cuatro Santos de la Orden Carmelita. Flanquean los retablos una colección de marcos rococó que contiene un viacrucis en óleo sobre lienzo y espejos, de la misma época.

El Retablo Mayor se fecha en 1743-1753 y se vincula a la escuela ecijana en concreto a la figura de Juan José González Cañero, costeado en 12.000 reales. En 1752 se finaliza el ensamblado y se comienza el dorado. Se trata de un retablo de estípites con gran embocadura que abre el camarín. El retablo posee un banco con vitrina central, un cuerpo de tres calles entre estípites, la central con manifestador y embocadura de camarín y remate. En las calles laterales, los arcángeles San Gabriel y San Rafael, contemporáneos del retablo. Flanqueando a estas imágenes aparecen parejas de ángeles turiferarios y sobre los dos estípites de las esquinas ángeles músicos; a ambos lados del camarín, sobre las curvas, dos ángeles, con apariencia guerrera, con las cartelas ‘Ave María’ el de la izquierda y ‘Gratia Plena’ el de la derecha. En el camarín, abriendo el pabellón, nos encontramos con dos ángeles desnudos al igual que en el remate donde hallamos otra pareja revoloteando alrededor del escudo de la Orden Carmelita y a ambos lados sendos escudos de los Marqueses de Estepa. La horna¬cina del banco es posterior al retablo y la ocupaba el Calvario formado por el Santo Cristo de la Sangre, la Virgen María y San Juan Evangelista, realizado por el antequerano Diego Márquez. Actualmente en la hornacina se sitúa la imagen de un Niño Jesús. En el manifestador una pequeña Inmaculada.



En el altar de la Iglesia del Carmen aparece un escudo con un águila bicéfala en la que se anuncia que el altar de la iglesia tiene privilegio perpetuo. Es decir, cada vez que se diga misa por el alma de un difunto en este altar, el alma obtendrá la indulgencia plenaria, es decir, el perdón del tiempo en el Purgatorio y por lo tanto la subida al cielo. Si no se aplica por un alma determinada, la indulgencia que produce la Santa Misa libera un alma del Purgatorio.

El presbiterio del Carmen luce un precioso ejemplar de zócalo con paramentos de mármol rojos enmarcados con pilastrillas y molduras negras enriquecidos con labores geométricas centradas por óvalos transversales en blanco, reservados a un símbolo mariano. Junto al zócalo, consola rococó con tapa de jaspe y espejo, del siglo XVIII. A ambos lados, dos tabernáculos de estilo rococó, dedicados a San Antonio de Padua y San Judas Tadeo. A los pies de la iglesia, otros dos de igual factura, dedicados a San Miguel y San Antonio.




En el antepresbiterio, púlpito de forja con tornavoz del mismo material, en forma de corona, del siglo XVIII y en el arco toral, dos ángeles lampadarios con lámparas de plata repujadas de la segunda mitad del siglo XVIII.


El retablista ecijano Guerrero realizó en 1744-1770 los retablos del Cristo de las Penas y de San José con el Niño, que al igual que el mayor son de estípites. Para los dos retablos se importaron 5000 reales. Se trata de una pareja de retablos de estilo rococó, de planta cóncava y estructurados en banco, cuerpo, tres calles y ático. El cuerpo es dividido en tres calles, en la central la vitrina de los titulares y en las calles laterales sendos santos. San Jerónimo y una Santa en el Cristo de las Penas y Santa Teresa de Jesús y Santa María Magdalena de Pacis, santas pertenecientes a la Orden Carmelita, en el de San José. El ático es de medio punto, con un penacho que lo sobrepasa.

El retablo del Santo Cristo de las Penas, fue un regalo del Presbítero D. Rodrigo de Melgar, con un coste de 1405 reales incluyendo los gastos de traslación y colocación. El presbítero Melgar cedió esta imagen que se encontraba en su casa a la iglesia del Carmen, permitiendo su salida únicamente para los cultos de la Hermandad de San Pedro, de la cual es titular. La imagen de San José con el Niño es obra del escultor cortesano y académico Luis Salvador Carmona ejecutada en torno a 1754. En este retablo se haya alojado el Sagrario de la Iglesia.



A continuación dos retablos de igual factura para San Juan Nepomuceno y la Virgen del Mayor Dolor, en actitud sedente de 1787, ambas tallas de Diego Márquez. Consta de banco, un cuerpo de tres calles entre estípites y ático, de mediados del siglo XVIII. En las calles laterales, las imágenes de San Felipe Neri y un apóstol en el de San Juan Nepomuceno, y San Pedro y San Pablo en el de la Virgen del Mayor Dolor. En la parte superior, haciendo las veces de medallón, un cuadrito que representa a un Ecce Homo en el de San Juan y una Dolorosa en el de la Virgen.



Junto a la puerta de entrada, se sitúa ahora el lienzo fundacional de la Hermandad, el Santo Cristo de la Sangre acompañado de la Virgen María y San Juan, al tiempo que dos ángeles recogen su sangre en dos cálices. El marco de rocallas no concuerda con el estilo tardorrenacentista de la pintura, la cual parece haber sido mutilada en sus márgenes al adaptarla al nuevo enmarcamiento. El lienzo estuvo en el altar mayor de la ermita junto a la muralla así como en el de la nueva ermita, pasando a la llegada de la Virgen del Carmen al retablo de la derecha y después al camarín. También se encuentra en la entrada, el conjunto del Calvario en talla con un crucificado de la misma advocación que realizó Diego Márquez para sustituir al anterior y colocarlo en la hornacina del retablo mayor.



A los pies de la Iglesia, en la parte alta, se sitúa el coro ocupando el tercer tramo de la bóveda de cañón. La comunicación con el resto de la iglesia es a través de una reja de forja cuya decoración consiste en dos escudos de la Orden Carmelita, también de forja. En el testero, frente a la reja, aparecen dos cuadros que representan, a la izquierda San Francisco de Asís, A la derecha San Francisco de Paula, Entre ambos cuadros una hornacina forrada de madera con la imagen de San Vicente Ferrer de serie. Debajo del coro, nos encontramos con un cancel ricamente decorado con motivos de rocalla de planta rectangular y cubierta también de madera en la que aparece centrado el escudo de la orden carmelita, sujeto por dos ángeles y recubierto por motivos de rocalla.

La portada principal de la iglesia, situada en la fachada de los pies, es obra de Andrés Zabala, cuyo contrato se firmó el 22 de noviembre de 1763. La fachada, emblema del barroco dieciochesco andaluz, combina placados de mármol negro y blanco. Su alzado manifiestan un acusado dinamismo y una teatralidad envolvente, con puerta adintelada entre columnas corintias, de profusa decoración, y una imagen de la Virgen del Carmen realizada en piedra en el segundo cuerpo. Sobre la portada se alza una espadaña de un solo vano. En las basas de las pilastras de la puerta lleva la siguiente inscripción: «Se remató año de 1768», tres años después de lo que se fijó en el contrato.


El camarín de Nuestra Señora del Carmen se encuadra dentro de la tipología torre-camarín y estaba en construcción en 1718, terminado, pero sin decorar treinta años después. Estas estructuras consistían de cripta, sacristía y camarín, aunque en la iglesia del Carmen no existe la cripta como tal sino una pequeña nave bajo la iglesia. En un inventario de 1791 se menciona este espacio como panteón y en otros de 1755 y 1778 se menciona el entierro aquí de miembros de la hermandad del Carmen. La lectura iconográfica de esta torre-camarín es la acción salvífica por la corredentora mediación de María Virgen como intercesora suprema entre los hombres y Dios.

La torre-camarín posee fachada a la calle “Santo Cristo de la Sangre”, organizada me¬diante grandes pilastras almohadilladas con una ventana enmarcada por molduras y rematada por un frontón triangular sobre el cual se superpone otra ventana. Entre ambas ventanas aparece un falso óculo con moldura estrellada, todo ello en ladrillo tallado. La torre se completa con un antepecho cuadrangular, coronado por una especie de bolas, sobre el que destaca la cúpula del camarín, trasdosando su estructura octogonal y sobre ésta una falsa linterna; rematando todo el conjunto una veleta.

Bajo el camarín, se sitúa la sacristía, estructurada por medio de una columna central y cuatro bóvedas de arista decoradas con motivos pictóricos de rocalla. Las pinturas de la pared de la cajonería están ejecutadas con el mismo concepto ornamental que las del Convento de San Francisco. Los cuadros que aparecen en este paramento son un apostolado, San Jerónimo y San Pablo; tres espejos y cuadritos de diversos tamaños. Sobre la cajonería, frontal de madera policromada y en él, Crucifijo de caoba, con potencias y remates de la cruz en plata a troquel, del siglo XVII. Destaca en la sacristía la puerta de acceso al manifestador, de peinacería de tradición mudéjar sobre las que se han tallado una custodia y escudos de la Orden Carmelita a ambos lados.


La caja de la escalera de acceso al camarín y de la puerta de entrada a la sacristía tiene su entrada a través de un zaguán que da a la Plaza del Carmen. Es de planta cuadrada, con solería de mármol rojo, al igual que los peldaños de la escalera, a excepción de los dos rellanos que son de piedra. La barandilla de ésta se compone de un barandal de forja apoyado en pilares de jaspe gris y verdoso, con embutidos en color rosa, rematados con bolas, del mismo material en negro. Se cierra por bóveda barroca, con tres ventanas termales en los medios puntos que describe ésta, rematada con un florón central. En esta zona se encuentra el aguamanil de mármol rojo. La devoción popular queda patente en los singulares y expresivos exvotos del siglo XVIII y XIX que recorren la subida del camarín.

A la Hermandad del Rosario del Carmen se le debe también la Plaza denominada del Carmen, que fue construida en 1745 cuando se compraron nueve casas cercanas a la iglesia con la intención de celebrar festejos de toros.

El camarín es un cubo dividido en tres cuerpos que se cubre con cúpula de media naranja dividida en ochos paños. La solería alterna formas ovales de sección cuadriculada con tonos blancos y negros. El zócalo que recorre el camarín, relacionado con Andrés de Zabala, es de jaspe rojizo y negro con enmarcamiento cuadricular y elíptico en el que se inscribe un óvalo con los emblemas marianos de las letanías lauretanas.

Los cuatro lados del camarín se decoran con pinturas morales, figurando arquitecturas y ángeles, de la segunda mitad del siglo XVIII. A la izquierda se abre la ventana a la calle “Cristo de la Sangre”, a la derecha la puerta de acceso al camarín y al frente la embocadura del camarín. En el arco del camarín está revestido de madera con casetones tallados de estilo mudéjar. Las pinturas del camarín se relacionan con la obra de Manuel de Jodar y presentan un estado precario que reclama una urgente restauración y recuperación.

El primer cuerpo esta completamente decorado con arquitecturas fingidas hasta la cornisa, con un suntuoso cortinaje recogido por ángeles que da paso a un jardín donde se muestra en el lado de la ventana una escalera en un paisaje urbano, un pozo frente a una arboleda y en el dintel un altar con una ofrenda; a la derecha se representa una paloma con una rama de olivo, una fuente flanqueada por un ciprés y una torre junto a una palmera. En el lienzo trasero se abre una hornacina pintada dedicada a San Pedro Apóstol. En los márgenes laterales de las columnas se muestran ángeles portadores de emblemas marianos, los de la embocadura del camarín portan una vara de lirios y una estrella de ocho puntas, los de la ventana portan un ramo de rosas y una rama de olivo, los del lienzo trasero una rama de olivo y una palma, los de la puerta de acceso muestran un sol y una vara de azucena. En el ático de esta arquitectura fingida se representa una escena relacionada con la Virgen: la Anunciación en la de la puerta, Elías vestido de carmelita portando la espada de fuego en el lienzo trasero, la de la embocadura y la ventana son irreconocible por su precario estado pero posiblemente representen la Visitación en la embocadura y el Nacimiento en la ventana. Culmina este tramo con una cornisa rectilínea pintada a imitación del mármol del zócalo. El segundo cuerpo esta compuesto por cuatro lunetos y sus respectivas pechinas que darán paso a la cúpula. En estos lunetos se abren ventanas, dos reales y dos fingidas, y a ambos lados se representan ángeles con ramos de flores. Cierra el conjunto un dosel con un cortinaje recogido que circunda el exterior del medio punto. En las pechinas se representan los escudos de los marqueses de Estepa y Armunia. El tercer cuerpo esta compuesto por la cúpula que se halla dividida en ocho compartimentos. En los lunetos de la cúpula aparecen los cuatro Evangelistas y los Padres de la Iglesia.


En el camarín destaca el baldaquino-peana de la Virgen del Carmen, decorado con motivos de rocalla y ángeles, relacionado con la escuela antequerana. De la peana parten cuatro brazos formados por prominentes rocallas, sostenidos en su parte central por ángeles atlantes. Sobre esta especie de pedestal reposa una superficie cuadrangular, de cuyos vértices arrancan cuatro brazos que convergen en el centro con cuatro ángeles que sostienen una corona que hace de dosel.



La imagen estepeña de Ntra. Sra. del Carmen es una imagen de candelero para vestir, con cabellera de pelo natural, realizada en el siglo XVII con leves retoques posteriores. Posee la singular característica iconográfica de no representarse con Niño, y viste saya y escapulario marrón con manto blanco de tisú, ambos bordados en oro. La corona de la Virgen realizada en plata es obra del dieciocho. El cetro que porta en sus manos se fecha en el siglo XVII y está realizado en plata dorada. La media luna de la Virgen es una hermosa obra de orfebrería, toda tallada, con el escudo de la Orden del Carmen en el centro, del cual parten los símbolos de la letanía lauretana, esta ricamente engarzado de piedras semipreciosas. En los extremos de la media luna se hallan dos angelitos que portan dos botafumeiros. La Virgen procesiona en su templete de plata realizado en 1745 y renovado en 1749 en los talleres granadinos.

La Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen fue intervenida en la década de los años 40. La Virgen del Carmen fue trasladada a la capilla de la Santísima Trinidad de la Iglesia de San Sebastián. Al terminar las obras de la iglesia, la Virgen fue trasladada el 13 de mayo de 1945 en solemne procesión hasta su Iglesia contando con la presencia del cardenal Pedro Segura. La Hermandad celebró un solemne Octavario del 13 al 20 de mayo para festejar la restauración del templo.

La portada de la Iglesia del Carmen fue restaurada durante los años 2005 y 2006, habiendo sido intervenida con anterioridad en 1894 por el maestro albañil Francisco Reina Álvarez y en 1944 con motivo de unas obras de consolidación de la espadaña.

En 2011 la iglesia fue de nuevo cerrada al culto por obras en los muros, eliminación de humedades y grietas, consolidación de la cúpula e impermeabilización de las cubiertas. La imagen de Ntra. Sra. del Carmen fue trasladada a la capilla de Jesús Nazareno de la iglesia de San Sebastián. El 13 de octubre de 2013 se conmemoró la bendición y reapertura de la Iglesia después de las obras. En enero de 2014 se inauguró su nueva iluminación artística, presidiendo el acto el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.




Artículos y libros consultados:
-La antigua Ostippo y actual Estepa, Del Barco, A. 1788 (reedición de 1994), Estepa.
-Memorial Ostipense, Aguilar y Cano, A. 1886. Anel, Granada, 1975 
-Guía Artística de Sevilla y su provincia, Diputación Provincial, Sevilla, 1981 
-Catálogo Arqueológico de Sevilla y su provincia, Tomo IV, Sevilla, 1954 
-Cuadernos de la Estepa monumental: Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Ed. Ayuntamiento de Estepa, 2000 
-La pintura en Estepa durante los siglos XVII y XVIII. Quiles García, F. Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Ayto de Estepa, 1998 
-El Barroco en Estepa y el arte de la cantería: la portada del Carmen y su autor. Rivas Carmona, J. Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Ayto de Estepa, 1998 
-Camarines estepeños: origen y función. Gómez Piñol, E. Actas de las III Jornadas sobre Historia de Estepa. Ed. Ayto de Estepa, 1998 
-Los Jódar Romero. Pintores, doradores y estofadores en la Estepa de la segunda mitad del siglo XVIII. Jordán Fernández, JA. Miscelánea Ostipense, 2013
-Iglesia del Carmen-Estepa. Abraham Viajero. 2014
-Detalle del interior de la Iglesia del Carmen-Estepa. Abraham Viajero. 2014
-Las imágenes del Cristo de la Humildad y Paciencia en Estepa (I). El Señor de la Humildad y Paciencia de la Ermita del Carmen. Alberto Jordán, Jorge. Revista Pasión y Glorias. 2020

Artículos del blog sobre la "Iglesia del Carmen":
-Ermita del Santo Cristo de la Sangre. Devociones de Estepa. 2016
-Ermitas santiaguistas de Estepa. Devociones de Estepa. 2011
-Fotografías antiguas: Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Devociones de Estepa. 2016
-La Orden Carmelita. Devociones de Estepa. 2015
-La Orden Carmelita en Estepa. Devociones de Estepa. 2015
-La iconografía carmelita en la Iglesia del Carmen. Devociones de Estepa. 2016
-Los camarines estepeños. Devociones de Estepa. 2015
-Los canteros de Estepa: Andrés Zabala. Devociones de Estepa. 2015
-Traslado de la Virgen del Carmen en 1945. Devociones de Estepa. 2015
-Cierre temporal de la Iglesia del Carmen. Devociones de Estepa. 2010
-La obra del Carmen. G. González de la Bandera Romero. Revista de Feria 2011.
-Reapertura de la Iglesia del Carmen. Devociones de Estepa. 2013
-Bendición de la Iglesia del Carmen. Devociones de Estepa. 2013
-Nueva iluminación de la Iglesia del Carmen. Devociones de Estepa. 2014
-La Fundación Sevillana Endesa iluminará el exterior de la Iglesia del Carmen de Estepa. Devociones de Estepa. 2014
-Restauración de las portadas de la Iglesia del Carmen y de la Asunción. E. Díaz Fernández. Revista de Feria 2010.
-San José con el Niño de Luis Salvador Carmona. Devociones de Estepa. 2015
-San José de Luis Salvador Carmona en Las Edades del Hombre. Devociones de Estepa. 2015
-Santo Cristo de las Penas: notas sobre su autoría. Devociones de Estepa. 2017
-El retablo del Calvario. Relato. Devociones de Estepa. 2016.
-Mondongueros. JM. Díaz Fernández. Iglesia de San Sebastián: el renacer de un templo. Iltmo. Ayto. de Estepa. 

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Fotos en Cofrades sobre la Iglesia del Carmen:
-Álbum: Fotografías antiguas: Iglesia del Carmen. 
-Álbum: Iglesia del Carmen. 
-Álbum: Iluminación del Carmen. 

Vídeos en Youtube sobre la Iglesia del Carmen:
-Iglesia del Carmen. Estepa Turismo
-Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. VisitEstepa
-Reapertura de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. Antonio Carrión.
-Misa bendición de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen. Antonio Carrión.

Hermandades relacionadas con la Iglesia del Carmen:
-Archicofradía y Hermandad del Corpus Christi y Nuestra Señora del Carmen. 
-Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud, Ntra. Sra. de la Amargura y San Juan Evangelista.