7/5/13
CASA-PALACIO DEL MARQUÉS DE CERVERALES
Se construyó esta Casa-Palacio para ser residencia del Vicario y después del primer Marqués de Cerverales D. Manuel Bejarano y Campañón, cuyo título fue otorgado por el rey Fernando VI en 1753.
Este edificio se levantó en tiempos del famoso Vicario don Manuel Bejarano y Fonseca, tío del primer marqués, residiendo aquí hasta su muerte en 1777, por lo cual es conocida por algunos como la Casa del Vicario. En esta Casa-Palacio, el General Manso y Mola inició las negociaciones y el posterior indulto que en el 1832, el rey Fernando VII otorgó a Juan Caballero, José María “el Tempranillo”, y José Ruiz Germán, que se escenificó en la Ermita de la Fuensanta.
También la tradición vincula este Palacio con la leyenda del cautivo de Argel, según la cual un estepeño cautivo en esta ciudad del norte de África se lamentaba de su suerte ante su amo, recordando un 14 de agosto a su patrona. El amo desafiando la fe del estepeño, le propone que en vez de lamentarse ruegue a su Virgen, y que le satisfaga sus deseos. Sigue la leyenda contando que al llegar la noche, el amo introdujo al cautivo en un arca acostándose sobre ella para evitar que pudiera escaparse. Y para asombro de los dos personajes, una vez que amaneció despertaron con el oír del repiqueteo de las campanas de la Asunción cumpliéndose de esta forma los deseos del estepeño cautivo. Lógicamente esto produjo la conversión del amo. En honor a esta leyenda, una de las calles próximas al Palacio se denomina del Cautivo.
La Casa-Palacio, de estilo barroco, es la pieza más relevante de la arquitectura civil local, característica del barroco andaluz del siglo XVIII. Terminada en 1756, es de autor desconocido. Por el Real Decreto 3453/1983 de 07.12.83, el Palacio de Cerverales fue declarado Monumento Histórico-Artístico a nivel nacional. Tiene carácter de Bien de Interés Cultural, según los criterios vigentes actualmente, al ser considerada importante la fachada, dentro de la Clasificación Jurídica de Monumento.
La fachada principal es simétrica, de dos plantas, con cinco vanos por planta. La portada se encuentra en el centro y sobre ella el balcón, destacando el empleo de la cantería y las columnas salomónicas. El cuerpo inferior de la portada posee cuatro ventanas, enmarcadas por pilastras. A ras de suelo y en el centro, una portada de mármol profusamente decorada, que contrasta con la sobriedad ornamental de los paramentos. La portada es adintelada, entre dos columnas salomónicas sobre plintos, con capiteles compuestos.
En el cuerpo superior, dos estípites de capitel compuesto flanquean al balcón. En el voladizo nos encontramos, labrada en piedra, una escena con sirenas simulando sujetar al balcón. A la altura de la base del balcón hay dos estatuas alegóricas que representan a dos de las virtudes: la Fortaleza y la Templaza. Sobre el dintel superior aparece el escudo pontificio. El remate está formado por un gran escudo en el que aparece la cruz patriarcal, guardado por leones rampantes en lugar de frontón, flaqueado y coronado por tres esculturas de las Virtudes. La Prudencia y la Justicia sobre el dintel del segundo cuerpo, mientras que la escultura central y superior sobre el quiebro de la cornisa, representa a la Fe.
El acceso a la Casa-Palacio se realiza mediante una interesante portal de entrada decorado con clavetería de bronce, que nos conduce al zaguán con puerta también claveteada. La casa señorial se organiza en torno a un patio central porticado, con cuerpos agrarios traseros a nivel inferior, a los cuales se accede por otra calle. En esta parte baja, de la estancia y en torno al patio central porticado con fuente y aljibes, nos encontramos los salones, despachos, escaleras, cocinas y otras dependencias. Es de destacar la escalera de estilo imperial que une el vestíbulo inferior con el superior, con una interesante cúpula sobre pechinas. En esta parte alta nos encontramos con las salas, antecámaras, alcoba y oratorios. El desnivel topográfico existente entre la fachada principal y el acceso trasero, es aprovechado como sótanos, donde se encuentra varias dependencias domésticas. La ventilación e iluminación de los mismos se produce mediante una especie de ventanucos a ras del suelo, que dan al patio central.