-EL TALLER DE SALZILLO
Salzillo heredó el taller de su padre tras la muerte de éste en 1727 y asumió su dirección. Empezó siendo un taller familiar, en el que trabajaban sus hermanos José Antonio y Patricio, y años más tarde se incorporaron diversos discípulos, de los que sólo son conocidos los nombres de José López y Roque López. El primero entró a trabajar en 1753, cuando Salzillo estaba comenzando los trabajos de la serie pasionaria del Viernes Santo para la Cofradía de Jesús de Murcia y el taller necesitaba de pupilos dispuestos para los trabajos más rudimentarios que requería la talla en madera. Por su parte, Roque López se comprometió mediante contrato en 1765, año en el que Salzillo inauguró su academia doméstica. Se puede hablar a partir de entonces de una producción más industrializada.
El trabajo en el taller estaba fuertemente jerarquizado. Salzillo, como representante legal, se encontraba al frente del mismo. Detrás contaba con la colaboración de diversos ayudantes que se encargaban de los trabajos previos a la talla de la madera y de intervenir en diversos aspectos de su proceso de ejecución.
Los miembros del taller quedaban sometidos a la disciplina de Salzillo, cuya personalidad y calidad como escultor iban trazando el estilo a seguir, con el resultado de una gran uniformidad en todas las obras que salían del mismo. Su concepto de la imagen y del color se veía reflejado en todos los pasos a seguir hasta llegar al resultado final. Aspectos como el boceto, la textura quebrada de la talla, la policromía, los matices o las veladuras reflejaban las señas diferenciales de su estilo.
Francisco recibió de su padre como herencia herramientas, dibujos y obras como santos eremitas, figuras de mujer o modelos infantiles. Gracias a ellos, el autor se fue formando como escultor y fue construyendo su propio estilo. En el taller, estas piezas eran estudiadas con frecuencia para ver novedades iconográficas, soluciones espaciales, formas anatómicas, giros corporales o expresiones de rostros antes de ser llevados a la madera.
Tras recibir un encargo, Salzillo dibujaba en papel la idea original, con sus rasgos tridimensionales sugeridos con el empleo de tintas y sombreados. El siguiente paso era modelar el boceto, para lo cual empleaba materiales como la arcilla, el yeso o la cera. No todos los bocetos se verían plasmados en la obra definitiva, sino que a veces servirían sólo como experimentación, razones por las que eran como un libro instructivo para oficiales y obradores durante su proceso de aprendizaje. Su valor documental es enorme al ser la única fuente de información de obras desaparecidas, al asistir a proyectos nunca realizados o, incluso, comprobar los arrepentimientos o la fidelidad al boceto en esculturas conservadas.
Los bocetos que se conservan en el Museo Salzillo han sido una fuente de gran valor para comprender la organización del trabajo en el taller y el proceso previo al trabajo de la madera. Fueron adquiridos en 1927 por la Junta de Patronato del Museo Provincial de Bellas Artes de Murcia y habían sido propiedad de una familia de escultores que trabajan en Murcia en la segunda mitad del siglo XIX, Francisco Sánchez Tapia y sus hijos los Sánchez Araciel, seguidores de Salzillo.
-LA ESCUELA MURCIANA DE ESCULTURA
Salzillo creó escuela, la llamada Escuela Murciana de Escultura, que trascendió a su época y que ha permanecido vigente hasta nuestros días pues, tanto sus primeros seguidores como los que se han ido sucediendo hasta la fecha, han perpetuado los modelos y tipos iconográficos y estilísticos de Francisco Salzillo.
No es aventurado suponer a Salzillo jefe de una escuela, que si bien no alcanzó la longevidad de las dos grandes castellana y andaluza, sustituye a ambas, ya en trance de desaparición en los días en que nuestro artista realizaba sus imágenes. De todos modos, no se debe considerar a la escuela escultórica murciana ni siquiera como último brote imprevisto de ninguna de aquellas, porque sus características peculiares la distinguen en gran manera de las realizaciones que salieron de los talleres escultóricos de Andalucía y Castilla.
La sencilla y animada naturalidad que se reúnen en sus imágenes, la expresión elocuente de sus rasgos y sus movimientos, son casi inauditos en el siglo XVIII. En efecto, no podría hablarse de escultura en aquella época si la excepcional figura de Salzillo no hubiera irrumpido valientemente durante los años en que ya se liquidaba la tradición escultórica española. Y no es sólo el hecho de su aparición el que nos interesa destacar, sino el de su permanencia como estilo influyente en cuantos junto a él se formaron y gracias a él hicieron perdurar hasta tiempo relativamente próximo sus formas, únicas que prevalecían con prestigios universales posteriores, en la inactiva y agotada manifestación del arte de la escultura. El asignarle la condición de figura capital de una escuela de escultura, significa, en todo caso, su primacía artística entre cuantos trabajaron en la ciudad antes que él, y que sus formas son las únicas que perduran y se prolongan después de su muerte con caracteres excluyentes de otras influencias.
En primer lugar, consignamos de forma breve los nombres de diversos individuos que adquirieron o perfeccionaron su maestría bajo la dirección de Salzillo, como José López o Roque López. De entre ellos destaca la figura de Roque López, el más afortunado de sus discípulos y el mejor que asimila y continúa el estilo del maestro. Ocho años había de durar su aprendizaje, aunque, ya se titulaba “maestro de escultor” más de un año antes de terminar las enseñanzas. Puede ser que el profesor le diera hábil para llamárselo a la vista de los progresos manifiestos.
Cuando falleció el imaginero murciano en 1783, Roque López heredó el puesto que él ocupara en la popularidad, con no inadecuados méritos y por su extraordinaria asimilación de las prácticas artísticas de Salzillo. En efecto, las encomiendas de obras se hacen a Roque López y los hermanos de Salzillo le hicieron llegar los encargos que hacían a su hermano. Sin embargo, en la obra de Roque López puede apreciarse diferencias con respecto a su maestro: la ejecución de las manos y los brazos es menos delicada (abultadas éstas en las muñecas) y existe una distancia considerable en la colocación de los ojos, más alargados y desorbitantes. El conocimiento del “libro de veritá” en el que Roque López anotaba sus obras con tamaños, encomiendas y precios de ajuste, ha servido para rectificar la atribución que frecuentemente se hacía a su maestro de originales del aventajado discípulo. Roque López muere en 1811, año en el que acaba de anotar encargos de esculturas en su libro, a causa de la fiebre amarilla.
-Santa Cecilia, 1783, Iglesia de las Agustinas, Murcia.
-Semblanzas de Roque López (La Hornacina)
-Aproximación a la obra de Roque López en Almería (La Hornacina)
-Roque López. Breve itinerario por su escultura menos conocida.
-Estudio sobre la escultura de Roque López.
-Roque López (Región de Murcia Digital)
-Roque López. Nuevas aportaciones en la provincia de Albacete.
El municipio de Caravaca de la Cruz cuenta, entre sus personajes célebres, con algunos artistas relevantes, como es el caso de Marcos Laborda Gil, cuya obra es heredera sin duda del candor de las obras barrocas de Salzillo y toda la tradición salzillesca que otros escultores se afanarían a lo largo de años en mantener. En 1797 redacta su testamento, por el que sabemos que su primer maestro fue José López, que sería uno de los discípulos de Salzillo. Tampoco se descarta su discipulado con Roque López e incluso se piensa que pudo asistir en alguna ocasión al taller del propio Salzillo. Este autor aglutina todos aquellos elementos que caracterizan los agradables arquetipos del rococó y las primeras trazas de la normativa académica. A la pureza de las formas hay que añadir la calidad de carnaciones y acabados, técnicas estas últimas que, con el paso de los años, se han ido perdiendo ante el costo de los procesos de policromía y la falta de demanda del público.
-Cristo Maniatado, Iglesia del Salvador, Caravaca de la Cruz
-Marcos Laborda Gil (Región de Murcia Digital)
Podríamos decir que Santiago Baglietto fue un eslabón en el siglo XIX muy importante dentro de la cadena formada por escultores murcianos. Baglietto no era murciano, sino genovés. Al quedar huérfano, viajó junto a su tío a Madrid, donde comenzó a dedicarse a las artes. En 1813 se establece en Murcia con la idea de ofrecerse como escultor, aunque poco más tarde, obtuvo una plaza como director de iniciación al dibujo y modelado en la Academia de Amigos del País. En 1851, tras haber vivido cuarenta años en Murcia, obtiene una plaza de profesor en la Academia de Sevilla, donde muere dos años después. En Murcia dejó una serie de discípulos entre los que se encontraba Sánchez Tapia, que, como escultor, continuó su taller en Murcia.
-Jesús Nazareno, 1817. Iglesia de San Pedro Apóstol. Cofradía del Cristo de la Esperanza. Murcia.
-Presencia del escultor italiano Santiago Baglietto en Orihuela en 1829-1841.
-Restauración de la Virgen del Rosario. Centro de Restauración de la Región de Murcia.
-El escultor Santiago Baglietto y Gierra, continuador de la escuela salzillesca.
-El escultor italiano Santiago Baglietto, epílogo de Salzillo.
-Leoncio Baglietto González (1820/1891)-La Hornacina
Cuando a mediados del siglo XIX Baglietto se marchó a Sevilla, Francisco Sánchez Tapia prácticamente quedó solo incidiendo en la imaginería tradicional levantina, como heredera del legado de Salzillo, del agrado y gusto de prolífica clientela. Su buen hacer escultórico se vio reconocido con su ingreso en la Academia de San Fernando, de la que fue vocal y profesor de la Sociedad Económica. Los círculos culturales de Murcia, le reconocieron y premiaron, incluso en dinero efectivo. Su obra fue amplia, tanto para la capital como para los pueblos murcianos, quedando sus imágenes expuestas tanto en las iglesias como oratorios particulares. El conocimiento sobre la obra de Salzillo, que tenía el profesor Sánchez Tapia, le llevó a ser el mejor restaurador de ella.
-Santo Niño de los Ángeles, Sangonera la Verde (Murcia)
-El "Niño" regresa a casa
Entre los hijos que tuvo Sánchez Tapia destaca en el arte de la escultura su hijo primogénito Francisco Sánchez Araciel, quien se hizo cargo del taller a la muerte de su padre en 1902. Además de la formación que recibió junto a su padre, estudió en la Sociedad de Amigos del País de Murcia. Tras cumplir el servicio militar, ingresó en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, regresando a Murcia, donde permanecería ejerciendo sus tareas de escultor. Realizó la totalidad de sus obras al estilo clásico y tradicional, según lo aprendiese en el taller paterno, donde estudió bocetos y pequeñas piezas originales de Salzillo que había heredado de su padre. Francisco Sánchez Araciel murió en su ciudad natal en 1918.
-Santa Verónica. 1894. Cofradía de la Santa Verónica. Cieza (Murcia)
-Algunos apuntes sobre Francisco Sánchez Araciel (Murcia Nazarena)
La destrucción de obras de arte durante la Guerra Civil española, especialmente en el patrimonio religioso, incrementó la demanda de imaginería en los años de la posguerra, con la demanda, además en la zona de Murcia, de atenerse a la reproducción de la obra destruida, o al menos la continuidad del estilo salzillesco. En aquellos momentos se encuentra trabajando en la ciudad el alicantino José Sánchez Lozano, quien recibirá numerosos encargos que viajarán hacia toda la provincia y muy especialmente Lorca, Cartagena y Mula.
-Santa Mujer Verónica. 1963. Capilla del Carmen. Beniaján (Murcia)
José Sánchez Lozano (Murcia Nazarena)
-Exposición virtual del escultor Sánchez Lozano (Murcia Nazarena)
-José Sánchez Lozano en Orihuela (En Orihuela)
-Exposición biográfica sobre la vida y obra del escultor José Sánchez Lozano (Orihuela Digital)
-Sánchez Lozano. Su vida y obra. J.G. Ríos
-La obra de José Sánchez Lozano en Cieza. (La Hornacina)
-Semblanzas de Sánchez Lozano (La Hornacina)
-Virgen de la Misericordia, 1989. Cofradía de la Misericordia. Murcia
A la corta edad de doce años Sánchez Lozano viaja a Madrid donde inicia sus estudios en el taller del notable escultor murciano José Planes Peñalver, permaneciendo con el insigne maestro tres años. Posteriormente marcha a la ciudad de Barcelona, cursando estudios en la Academia de Bellas Artes de San Jorge durante los años 1917 a 1923. Finalizados sus estudios en Barcelona vuelve a Madrid. Allí traba amistad con el Duque de Tovar, donde bajo la dirección ejecuta varios trabajos y algunos encargos entre ellos uno de máxima importancia, la copia de la Dolorosa de Francisco Salzillo de la privativa Iglesia de Jesús. Este hecho fue decisivo en su vida, ya que marca su carrera posterior como artista, entusiasmándose por el arte de la imaginería barroca murciana, en especial por la obra de Francisco Salzillo Alcaraz. Desde este preciso momento su vida y su arte estarán dedicados a aprender la técnica y el arte salzillesco. Presentándosenos como un excelente restaurador y un hábil y fiel copista. También observamos una cierta originalidad en su obra, síntesis y perfecto equilibrio entre naturaleza y realismo. Sánchez Lozano llegó a ser entre 1945 y 1955 profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, donde durante muchos años contribuyó a formar alumnos, dentro y fuera de estas aulas, ya que en el seno de su taller ha continuado también impartiendo enseñanza. Algunos de sus alumnos y fieles seguidores de la escuela salzillesca han sido Antonio Labaña Serrano, Manuel Ribera Girona, Francisco Liza y Domingo Blázquez Carrasco.
-La Verónica. 1999. Francisco Liza. Real Cofradía de Jesús Nazareno. Jumilla (Murcia)
Con el mismo no disimulado orgullo que se muestran en otras localidades españolas esculturas del estilo de Fernández, Mena o Cano, se cita en Murcia esta atribución de parentesco artístico, en determinadas efigies trabajadas a la manera de Salzillo, o salidas de la mano de algún discípulo cuya gloria reside frecuentemente más en aquella condición que en su misma habilidad.
Salzillo, pues, no sólo realizó, sino que fue origen del arte de otros, con lo cual no feneció definitivamente el suyo por su muerte, sino que hubo de perdurar el tiempo necesario para que la importancia de su nombre añadiera a sus méritos el de ser cabeza de una indiscutible, fecunda y estimable escuela.
LOS SEGUIDORES DEL ESTILO SALZILLESCO
Antecesores:
-S. XVI y XVII: los Ayala, Sánchez Cordobés, Cristóbal de Salazar
-S. XVIII: Nicolás de Bussy, los Caro, Nicolás Salzillo.
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-Francisco Salzillo (1707-1783)
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Contemporáneos y discípulos de Salzillo:
-José López Pérez. Entró en el taller de Salzillo en 1753 y acabó su periodo de enseñanza en 1759. Es el primer discípulo documentado.
-Roque López (1747-1811). Entró en el taller de Salzillo en 1755, segundo discípulo documentado. Heredó el taller de Salzillo a la muerte del maestro.
-Juan Porcel, seguidor de Salzillo. Se dice que entró en el taller de Salzillo por afición y más tarde difundió las obras e ideas del imaginero murciano en la corte cuando trabajó en el Palacio Real de Madrid.
-Francisco Fernández Caro (1760-1841), de Caravaca de la Cruz. No fue discípulo de Salzillo, pero le influyó su obra.
-Fray Diego Francés. Monje jerónimo del Monasterio de la Ñora, influenciado por la obra de Salzillo.
-Marcos Laborda (1752-1822). Discípulo de José López.
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Seguidores en el siglo XIX y XX:
-Santiago Beglietto (1781-1853). Nació en Callai (Génova) y se traslada a Murcia en 1813 donde conoce la obra de Salzillo.
-Leoncio Baglietto (1820-1891), hijo del anterior y nacido ya en Murcia.
-Antonio Palao y Marco (1824-1886), de Yecla.
-Francisco Sánchez Tapia (1831-1902). Discípulo de Santiago Beglietto.
-Francisco Sánchez Araciel (1851-1918). Trabajó y heredó el taller de su padre.
-Manuel Sánchez Araciel, trabaja en el taller de su padre y pronto viaja a Madrid.
-Cecilia Sánchez Araciel, trabajó en el taller de su padre y de su hermano.
-José Sánchez Lozano (1904-1995), nacido en Alicante.
-Manuel Ribera Girona (1931-Actualidad). Discípulo de Sánchez Lozano
-Antonio Labaña Serrano (1944-Actualidad). Discípulo de Sánchez Lozano
-Francisco Liza Alarcón (1929-Actualidad). Discípulo de Sánchez Lozano
-Domingo Blázquez Carrasco. Discípulo de Sánchez Lozano
-Páginas relacionadas:
Murcia con Salzillo (La Hornacina)
Vida y obra de Salzillo. José Sánchez Moreno. 1983.
La Escultura del 98 en Murcia. Impacto de la quiebra colonial. JLM Gimeno. 1999
El arte belenístico de la región de Murcia. Mª José Díaz. 1983