Otra vez Miércoles de Ceniza y otra vez juntos aquí en tu camino. Tu figura se adivina en el interior del templo, iluminado por los cuatros hachones que te acompañan y la luz que deslumbra de los cirios en el altar efímero que se levanta en tu honor y en el de tu Santísima Madre. En la parte superior, como salido de un recuerdo de tu infancia, tu Dulce Nombre se vuelve a hacer niño, y a sus pies te espera tu Santa Madre entre lágrimas de Paz. Comienza el camino por las calles de ajonjolí que se vuelven amargas, como la célebre esquina que te espera, ante el recuerdo de tu sufrimiento. En la plazuela te esperamos todos para acompañarte de nuevo. Los sones fúnebres de música de capilla te reciben en cuanto sales a la plaza, y te siguen las oraciones de los hermanos que te esperamos. El frío de todos los años se hace presente también, y de nuevo el rezo del Vía Crucis.
"A mi Santo Cristo de la Humildad y Paciencia de Estepa. Acompáñame Señor en la creación de este blog que comienza hoy, 25 de febrero de 2009, Miércoles de Ceniza"